Defici
Te pondré un encantamiento,
así que dormirás
y cuando te despierte,
seré lo primero que veas,
así que te darás cuenta de que me amas.
Aqualung-Strange and beautiful.
La multitud quería destrozar lo que quedaba del Emperador Demonio, que Nunnally acunaba entre sus brazos con palabras tan afectas, que uno dudaría de que se tratara de su peor enemigo. Un ser inhumano que redefinía el término, inclusive. Pero Suzaku –Zero- los concilió con manos enguantadas y voz suave, embriagadora igual que el vino en grandes cantidades.
Dignidad es lo que él no supo darles, dignidad es lo que le daremos ahora que su reinado de terror ha culminado. Solo miren a vuestra generosa Emperatriz, que ha perdido hoy, es cierto, a la causa de sus penurias, al igual que muchos de nosotros, pero también a su compañero de toda una vida. Llórenla, si solo quieren reír por el fin del tirano.
Y ellos se detuvieron, meditativos ante tales palabras, como si encerraran las verdades más profundas. El Geass en su voz, del que había sido explicada con imágenes durante un breve lapso, antes de que Lelouch perdiera el conocimiento, funcionaba de maravilla. Nunnally casi lloraba de la risa, pero el corazón se le oprimía verdaderamente al imaginar lo que habría sucedido si en verdad hubiera perdido a su hermano o si la muchedumbre descubría el engaño, una leve respiración, un ritmo cardíaco que retomaba su rumbo o sangre que volvía a la herida abierta, cerrándola para siempre. Así que lo apretaba como si fuera su amante, lo llenaba de besos y maldecía a todos los dioses, mientras que los sirvientes a los que ya no sabían a quién guardaban lealtad, la ayudaron a disponer del que no era un cuerpo.
En algún momento, las lágrimas se volvieron reales. Porque allí en el palacio, con él entre almohadones de seda, Sayoko acariciándole los hombros, Cecile todavía con el uniforme de presidiaria, Lloyd y Rakshata haciendo chistes entre copas, Suzaku a un lado y sin la máscara, era la última vez que lo tendría tan cerca. Hizo correr esas inquietudes por su piel al tomarle la mano y Lelouch abrió los ojos doloridamente aún. Llegó C.C. con sus prendas de Lolita campesina y la odió como si fueran rivales. Le dio una grulla del millón que llegó a hacer, deseando que perecieran juntos, asegurándose de que cuando viera a Lelouch dormir, se clavaría un puñal en el corazón para viajar a su lado. Isis y Osiris. Hermanos y novios, al menos de espíritu.
-Si dejas que algo le pase, así como recobré la vista, volveré a caminar y te mataré, bruja.-Susurró trémula en su oído, al abrazarla, todavía llorando, pero ahora como un perro que lanza con ladridos su sincera amenaza. Ella le sonrió con ternura, aniquilando la indiferencia que la dominaba fríamente incluso cuando era diplomática.
-Si se da el caso, lo esperaré con lo que tú llamarías "ansias".
Y Nunna le creyó, resignándose a que si Lelouch tenía que dejarla por otra mujer con la que estuviera bien pecar, una dama de inmortalidad recientemente perdida no era menos que apropiada.
