Alo0o0 ¿como están? Bueno por ser hoy mi cumpleaños decidí subir esta nueva historia. La idea se me ocurrió hace mucho tiempo cuando no sabía que eran los fics y pasaban sailor moon por la tv ósea hace muuuuuucho xD. Espero que les guste nos vemos.

Ooooooooo

En la ciudad de Zúrich Suecia se podía apreciar un complejo de rascacielos lujosos, en el más alto de estos en una oficina situada en el último piso estaba un joven apuesto de alrededor de 25 años. Este era alto, de piel blanca como la nieve, sus ojos de un azul gélido que penetran en el alma de quien los mire, sus facciones eran delicadas y hermosas, pero a la vez eran también duras y frías. Su espalda ancha y musculosa, de brazos fuertes, el cabello y las cejas eran de color azul aguamarina que brillaban bajo la luz del sol. Vestía un elegante traje recto negro hecho a su medida acompañado de una camisa blanca, una corbata lila de seda y un pañuelo a juego.

El joven revisaba unos papeles que tenía en su escritorio hasta que oye su celular, sin ver quien era contesto el teléfono distraídamente.

-bueno… - es hora- fue lo único que dijo la voz a través del teléfono.

El joven se sorprendió en un principio pero después dejo los papeles que momentos antes revisaba y su cara se volvió seria.

-Entendido- colgó el celular y hablándole por el comunicador le pidió a su secretaria que le reservara un vuelo para Tokio lo más pronto posible.

Su mente se vio impregnada de recuerdo e imágenes de una adolecente.

-Lo último que supe de ti es que regresaste a Tokio, me pregunto cómo lucirás ahora, espero poder verte.- pensó el joven, después tomo su maletín y abandono de la oficina.

Salió del edificio siendo recibido por su chofer que estaba parado a un lado de un Aston Martin color negro.

-¿A dónde señor Marcel?- le pregunto el chofer mientras le abría la puerta del auto.

-A casa después al aeropuerto.

-Sí señor.

Mientras tanto en una casa en las afueras de la ciudad de Tokio se encontraba una bella joven tocando con gran maestría su violín siendo acompañada por el piano hasta que entro corriendo una pequeña niña.

-Papa Haruka, mama Michiru ¿puedo servirme helado?- haciendo un puchero

-Ja, ja, ja- rio una alta rubia que se encontraba sentada frente al piano- vamos que yo también quiero un poco – guiñándole un ojo y tomando rumbo hacia la cocina.

Michiru iba a seguirlas cuando sintió una ráfaga de viento que entro por la ventana haciendo que se estremeciera.

-Algo está por pasar – dijo mientras abrazaba su violín contra su pecho- espero que no sea un nuevo enemigo.

-Michiru quieres un poco de…- se quedo callada al ver a su sirena con una expresión preocupada en la cara.- que es lo que sucede Michiru? ¿Porque tienes esa cara?

Michiru no se dio ni por enterada que Haruka le había hablado y al ver esto la rubia se acerco y la abrazo.

-¿Qué te pasa Michiru? Es que sentí…- se aferro mas al cuerpo de Haruka.- nada será mejor ir con Hotaru antes que se termine el helado.

Haruka sabía que algo le sucedía pero decidió esperar hasta que la propia Michiru se lo contara.

Los días pasaban y Michiru seguía como ausente, Haruka estaba cansada de la actitud de la chica, le pregunto mil veces que le sucedía y ella se negaba hablar o cambiaba de tema. la propia Michiru no sabía porque se sentía así, pero tenía el presentimiento que pronto se enteraría.

-Ya tengo que dejar pensar en eso- se dijo a si misma mientras sacudía la cabeza – tengo que concentrarme en mi próximo concierto.

Marcel paseaba por la ciudad observando todo atentamente esperando poder verla, como si al dar vuelta en la esquina se la encontrara. Era ridículo que pensara en eso ya que la ciudad era enorme y no sabía cómo lucia ahora, pero estaba seguro que la reconocería en cuanto la viera.

-Cuanto ha cambiado la ciudad en estos 10 años.- volteo hacia un edificio donde se podía apreciar un enorme espectacular anunciando el próximo concierto de la niña prodigio.

- Por fin te encontré- sonrió el joven y siguió con su recorrido por la ciudad.

Todo había sido un éxito era uno de los mejores conciertos que había dado en su vida. Logro conseguir lleno total en uno de los más grandes teatros de la ciudad. Se encontraba en su camerino que estaba repleto de arreglos florales, peluches y chocolates enviados por sus admiradores.

-Vaya ahora hay más presentes de lo normal. - Observo Haruka.

-¿Celosa?

Haruka se encogió de hombros- un poco- vio que entre todos los arreglos había uno que destacaba y que tenia las flores favoritas de su sirena. Estaba formada por gloriosas, aves del paraíso rostrata y lirios blancos. Michiru también se percato de esto y se acerco al arreglo.

-Muchas gracias por las flores Haruka- le dijo mientras se acercaba al arreglo.

-No son mías- le dijo seria la alta rubia- veo que alguien más quiere tener tu atención.- se acerco a su sirena y vio que tenía una tarjeta y se la dio a su amada.

Esta la tomo sonriente pero se quedo muda al ver lo que decía.

- ¿Y bien qué dice?- le pregunto Haruka. Michiru no se dio cuenta cuando Haruka tomo de sus manos la tarjeta.

- A ver, "para la más hermosa mujer de este mundo, espero verte pronto osita"- Haruka levanto una ceja -¿osita?

-Nadie me llamaba así en años, solo él lo hacía- pensó Michiru- no seguro son ideas mías el está lejos de aquí.

-Que confianzas se dan tus admiradores.- dijo molesta Haruka- no está firmada.

-No te enojes amor, sabes que la única importante eres tú- beso a su amada sailor del viento pero en su mente seguía ese mensaje.