Hola estoy de regreso con un minific el cual se los comparto con mucho cariño, espero les guste y que de nuevo que tenga la preferencia de ustedes. No olviden dejar sus reviews su opinión es importante para mi se les quiere Angie.

El anime Candy Candy y sus personajes son creaciones de © Mizuki e Igarashi. Este trabajo o fanfic fue creado con fines de entretenimiento y no de lucro; la historia es de mi total inspiración.

CAMINOS CRUZADOS

CAPITULO 1

Varios meses han pasado desde la reunión en el hogar de pony, llegó el otoño con sus alfombras multicolores, pronto el invierno se hizo presente cubriendo la colina y valles de una hermosa alfombra blanca dando paso a un nuevo año más. Después de unos meses llegó la primavera con su aire fresco, la mañana clara, el sol que emprende su camino rutinario el cielo azul y el sol amarillo brillante iluminando todo el campo y la ciudad. La vida de cada uno de los personajes cambió de buena manera, Albert reconocido oficialmente como el patriarca de la familia, Archie y Annie iniciando su nueva vida como esposos, mientras que Candy seguía con su rutina de siempre ahora trabajaba en el hospital de la ciudad de Chicago, lo que la hizo mudarse en definitivo a la mansión de los Andrey desde hace ya varios meses, donde fue bien recibida por la estricta tía Abuela quien nunca se imaginó llegar a tomarle tanto cariño a la chiquilla traviesa que una vez llegó a cambiar la vida de la familia.


New York

Meses después

"Después de varios años finalmente el famoso actor de Broadway Terrence Grandchester contraerá nupcias con la también actriz retirada Susana Marlow, ambos se conocieron años atrás en la compañía de teatro Stratford, la redacción de este diario desea lo mejor a la feliz pareja".

Terry – como permitiste que esto se publicara –dijo furioso tirando el periódico sobre la mesa- que paso con tus supuestas influencias –dijo frunciendo el ceño.

Richard – yo no lo hice, ni siquiera sabía de esto –dijo seriamente.

Terry – como dices –dijo un tanto sorprendido por las palabras de su padre.

Susana – fui yo quien pedí la publicación –dijo tras ellos al mismo tiempo que entraba al lugar en su silla de ruedas.

Terry – que pretendías con esto -dijo mirándola fijamente sin cambiar si semblante- se supone que era privado te lo pedí, ya lo habíamos acordado o lo olvidaste.

Susana – solo quería que.

Terry – no hay excusa alguna –dijo interrumpiéndola, para luego salir del lugar a paso apresurado.

Richard – creo que no fue buena idea que lo publicaran –dijo levantándose de su lugar, caminando hacia ella al mismo tiempo que movía la cabeza a los lados- estoy tratando de ayudarte Susana pero haciendo esto no estas avanzando nada –dijo pasando a su lado.

Susana – pero Duque me dijo que me apoyaría –dijo dándose vuelta quedando frente a él.

Richard – y acaso no lo he hecho –dijo levantando la ceja.

Susana – si pero.

Richard – Terrence quiere una boda privada.

Susana – pero eso no es lo que yo quiero, él ha decidido.

Richard – acaso no deberías aceptar la decisión de tu prometido –dijo interrumpiéndola- no eches por la borda todo lo que he hecho por ti.

Susana – bueno.

Richard – yo te apoye en poner al fin una fecha para la boda como querías, acaso no te fue suficiente.

Susana – si Duque y se lo agradezco –dijo sonriendo de lado.

Richard – entonces no creo que fuera necesario que se hiciera esa publicación, ahora Terrence estará mucho tiempo molesto por eso; ahora si me disculpas –dijo dando unos pasos- me voy te veré luego Susana que descanses.

Susana – muchas gracias por su visita.

Richard – claro no fue nada –dijo dando unos pasos.

Susana – usted está más al pendiente de mí, que Terry.

Richard – no lo digas así, tú sabes que su carácter es un tanto.

Susana – frio –dijo interrumpiéndolo.

Richard – no digas eso, es solo que esta bajo mucha presión compréndelo.

Susana – si debo hacerlo, igual gracias Duque –dijo sonriendo de lado.

Richard – que descanses –dijo saliendo del lugar.

Susana – sigo pensando que fue la mejor idea –dijo así misma- de seguro ella ha leído ya la noticia –dijo sonriendo triunfante- Terry hará lo que yo quiera.


Chicago

George – supongo que ya te enteraste –dijo sentándose frente a él.

Albert – sí, lo han publicado en todos los diarios –dijo mirando unos documentos.

George – y piensas decírselo.

Albert – debería –dijo levantando la mirada.

George – sería lo mejor no crees.

Albert – sí, lo sé –dijo mirándolo fijamente- pero es que aún.

George – es tu amigo no –dijo interrumpiéndolo- además no creo que ella quiera oírlo por alguien más que no fueras tú.

Albert – tienes razón –dijo suspirando- pero.

George – tienes miedo –dijo seriamente.

Albert – puede ser –dijo suspirando- es que ella lo quiso mucho, fue alguien especial –dijo recostándose en la silla- además su separación fue tan terrible –dijo recordando- le tomó mucho recuperarse de eso, tú lo sabes…yo estuve ahí cuando sucedió, cuantas veces la vi llorar y sufrir por él.

George – si me lo has contado muchas veces, pero tú lo has dicho lo quiso –dijo mirándolo fijamente- pero ya todo está olvidado o no, cada uno tomo su camino.

Albert – eso espero…en verdad.

George – tú le ayudaste a superarlo, a recuperar esa alegría y confianza; así que no tengas miedo de igual forma se tiene que enterar no.

Albert – tienes razón yo mismo se lo diré.

George – bien dicho.


Mientras que en otro lugar de la ciudad.

Candy – tía ya está listo el té –dijo ingresando a la salita, llevando consigo una charola.

Señora Elroy – gracias hija.

Candy – le he traído estas galletitas que yo misma preparé –dijo dejando la charola sobre la mesita.

Señora Elroy – gracias, pero que haces aquí no deberías estar en el hospital.

Candy – no tía, recuerde que este fin de semana lo tengo libre –dijo sonriéndole, al mismo tiempo que se sentaba frente a ella.

Señora Elroy – cierto lo había olvidado –dijo haciendo un movimiento con las manos- ya estoy muy vieja, últimamente olvido las cosas.

Candy – no diga eso tía –dijo sirviéndole una taza de té.

Señora Elroy – y William.

Candy – no tardará en regresar, solo fue a hacer unas diligencias con George; vendrá antes del almuerzo –dijo entregándole la taza.

Señora Elroy - gracias hija –dijo recibiéndola- no sabes cuanta alegría me da que estés aquí.

Candy – estaré el tiempo que me necesite –dijo sirviéndose un poco de té.

Señora Elroy – sé que me porté contigo muy mal pero.

Candy – ya pasó –dijo tomando su mano- fue hace mucho tiempo olvídelo quiere, dijimos que empezaríamos de nuevo hacer de cuenta que nada pasó –dijo sonriéndole al mismo tiempo que se acariciaba la mano.

Señora Elroy – eres tan buena –dijo suspirando- me recuerdas tanto a mi adorada sobrina Rose Mary.

Candy – la madre de Anthony –dijo incorporándose.

Señora Elroy – si, la hermana de William…era tan parecida a ti.

Candy – Anthony me lo mencionó varias veces –dijo dándole un sorbo a su tasa.

Señora Elroy – si pero bueno tu sabes –dijo pensativa- pero ahora lo que importa es anunciar la boda cuanto antes.

Candy – no es necesario que.

Señora Elroy – debe hacerse –dijo interrumpiéndola- siempre se ha hecho de esa forma; además ya no hay mucho tiempo.

Candy – está bien tía como usted diga –dijo dejando su tasa en la mesita.

Señora Elroy – eres tan buena, sabes que te he tomado cariño y aprecio.

Candy – lo sé tía, y yo también le tengo mucho cariño.

Señora Elroy – y más ahora que.

Dorothy – con permiso –dijo haciendo una reverencia.

Candy – adelante.

Dorothy – envían este paquete para usted señorita Candy –dijo acercándose a ella para luego entregárselo.

Candy – para mí –dijo sorprendida.

Señora Elroy – acaso ya empezaran a llegar los obsequios –dijo sorprendida.

Candy – no lo sé –dijo moviendo la cabeza a los lados, al mismo tiempo que lo recibía.

Dorothy – bueno con permiso –dijo saliendo del lugar.

Candy – gracias Dorothy –dijo guiñándole el ojo.

Señora Elroy – ábrelo hija –dijo con un tanto de emoción.

Candy – en verdad quiere que lo haga.

Señora Elroy – por supuesto.

Candy - no tendré que esperar a que venga Albert, es el protocolo no.

Señora Elroy – olvida el protocolo por ahora, vamos anda –dijo alentándola.

Candy – está bien –dijo sonriéndole para luego abrir el paquete, el cual estaba muy bien envuelto; con emoción rompió el papel abrió la caja y empezó a vaciar el contenido sin saber que se llevaría una gran sorpresa, en el fondo de la caja se encontraba un diario –pero que es esto –dijo tomándolo en sus manos, para luego ver de qué se trataba, quedándose muda al reconocer la fotografía que ahí se encontraba.

Señora Elroy – que es.

Candy – nada tía –dijo tratando de disimular su nerviosismo.

Señora Elroy – como que nada –dijo frunciendo el ceño.

Candy – no, son solo hojas de periódico.

Señora Elroy – que clase de broma es esta –dijo un tanto molesta.

Candy – no lo sé tía.

Señora Elroy – quien pudo enviarte algo así.

Candy – no sé, pero iré a preguntar a Dorothy tuvo que ver quien lo trajo –dijo levantándose de su lugar.

Señora Elroy – está bien –dijo tomando su té.

Candy – regreso en un momento –dijo recogiendo todo para luego salir del lugar dirigiéndose a la cocina.

Mary – señorita –dijo haciendo una reverencia al toparse con ella.

Candy – sabes dónde.

Dorothy – necesita algo señorita –dijo tras ella.

Candy – sí, puedes venir conmigo –dijo haciéndole una señal con la mirada.

Dorothy – claro.

Candy – vamos a mi habitación –dijo subiendo las escaleras, pronto llegó al pasillo y unos pasos más ya estaba en su habitación.

Dorothy – que pasa –dijo cerrando la puerta tras de sí, notando el semblante de su amiga.

Candy - sabes quien envió esto –dijo enseñándole la caja.

Dorothy – no –dijo moviendo la cabeza a los lados- el mayordomo lo encontró en la puerta pero no tenía remitente, y pues por la envoltura creí que.

Candy – está bien no te preocupes –dijo interrumpiéndola.

Dorothy – que pasa.

Candy – no nada –dijo sonriendo de lado al mismo tiempo que la interrumpía- puedes encargarte de esto por favor –dijo entregándole la caja.

Dorothy – si claro –dijo tomándola, extrañada al ver la actitud de su amiga- te sientes bien.

Candy – si, por si llegará a preguntar la tía estaré en mi habitación un momento, me duele un poco la cabeza –dijo suspirando.

Dorothy – quieres que te traiga algo.

Candy – no estoy bien.

Dorothy – como tú digas.

Candy – avísenme cuando esté listo el almuerzo por favor.

Dorothy – si claro como tú digas.

Candy – gracias –dijo dándose la vuelta, mirando a través de la ventana.

Dorothy – Candy –dijo llamando a su amiga en forma de susurro.

Candy – estoy bien no te preocupes –dijo volteando su mirada- te veo luego –dijo sonriendo.

Dorothy – si –dijo saliendo de la habitación.

Candy – que es esto –dijo frunciendo el ceño- que pretenden.


Sunville

Eliza – a esta hora la huérfana ya estará recibiendo nuestro obsequio –dijo sonriendo malévolamente.

Neal – me imagino su cara cuando lo vea –dijo sonriendo de la misma forma.

Eliza – tendremos que ir a visitar a la tía Elroy.

Neal – para que –dijo levantando la ceja- desde que Candy está con ella, no le importamos más.

Eliza – si lo sé –dijo frunciendo el ceño- me ha rechazado muchas veces; pero no me importa…además es la única manera en que podremos saber más.

Neal – tienes razón, iremos en la tarde entonces.

Eliza – así será, estoy ansiosa por saber cuál fue su reacción.

Neal – con esto lograrás que el tío William sufra de celos.

Eliza – tú crees.

Neal – claro –dijo sonriendo de lado.

Eliza – vaya…dos pájaros de un tiro.


Chicago

Annie – ya te enteraste –dijo sentándose al lado de su esposo.

Archie – de que hablas.

Annie – de esto –dijo enseñándole el diario donde se encontraba la reseña de la boda de Terry y Susana.

Archie – era de esperarse no –dijo leyendo el encabezado- es más se tardó mucho.

Annie – no digas eso –dijo codeándolo.

Archie – acabamos de venir de nuestra luna de miel, y encontrarnos con esta clase de noticias…va a quien le va a importar –dijo tirando el diario sobre la mesa.

Annie – acaso no te importa Candy.

Archie – claro que me importa, pero no creo que le afecte la noticia.

Annie – tú crees.

Archie – acaso se te olvida que.

Judy – señor disculpe la interrupción –dijo interrumpiéndolo para luego hacer una reverencia- pero tiene una visita.

Annie – una visita –dijo mirando a su esposo.

Archie – esperamos a alguien querida.

Annie – no –dijo moviendo la cabeza.

Archie – hágala pasar por favor.

Judy – sí señor –dijo saliendo del lugar- pase por favor –dijo haciendo una señal.

Patty – gracias –dijo suavemente, asomándose a la puerta del lugar- hola Annie, Archie –dijo ingresando.

Annie – Patty –dijo emocionada al verla, para luego correr hacia ella, abrazándose como si fueran chiquillas.

Patty – no sabes el gusto que me da verte –dijo sonriendo.

Annie – a mí también –dijo sonriendo- no puedo creerlo en verdad eres tú –dijo deshaciendo el abrazo, mirando fijamente a su antigua amiga.

Patty – claro la misma –dijo sonriendo.

Archie – vaya que sorpresa –dijo tras ellas- luces tan diferente.

Annie – y hermosa –dijo aún sorprendida al ver a su amiga, quien había cambiado su aspecto ahora su cabello era más largo, ya no usaba aquellas gafas mostrando así sus hermosos ojos color caramelo.

Patty – gracias chicos –dijo sonrojándose.

Annie – ven siéntate –dijo llevándola a uno de los sillones.

Patty – gracias, he venido con la abuela Marta –dijo estándose- hace unos días y quise pasar a saludarlos.

Archie – me alegra que lo hayas hecho –dijo dándole un corto abrazo.

Patty – gracias…ya me enteré felicitaciones.

Annie – gracias, quisimos invitarte a la boda pero no pudimos localizarte –dijo sentándose a su lado.

Archie – fuimos a buscarte personalmente pero.

Patty – si lo sé, cuando regresé a Londres me informaron que ustedes habían llegado.

Annie – en donde estuviste –dijo sentándose.

Patty – estuve viajando con mis padres –dijo suspirando- estuve mucho tiempo fuera, casi desde –dijo quedándose en silencio un momento.

Archie – en verdad nos alegra verte –dijo cambiando el tema.

Patty – a mí también me alegra mucho verlos –dijo sonriendo.

Annie – tenemos mucho de qué hablar.

Patty – y yo todo el tiempo del mundo.


New York

Karen – así que la pequeña Susana lo hizo por si sola –dijo sonriendo de lado, luego de haber escuchado el relato de su amigo.

Terry – si –dijo suspirando- no sé hasta cuando podré aguantar esta situación.

Karen – solo es cuestión de tiempo.

Terry – y cuanto más será –dijo dándole un beso en el dorso de la mano.

Karen – no lo sé, pero sabes que estaré contigo hasta el final –dijo tocando su cabello.

Terry – lo sé y te lo agradezco –dijo sonriéndole- ya es hora que regrese a casa mamá estará preocupada.

Karen – Eleanor o Susana –dijo sonriendo.

Terry – muy graciosa, no me importa lo que piense Susana –dijo levantando la ceja- no me digas que.

Karen – claro que no –dijo poniendo las manos en su cintura- no tengo motivos, no es competencia para mi…tengo lo que quiero.

Terry – así –dijo tomándola de la cintura.

Karen – o debería tenerlos –dijo levantando la ceja.

Terry – claro que no –dijo mirándola fijamente- ven conmigo.

Karen – como dices –dijo sorprendida.

Terry – ven conmigo a Escocia –dijo repitiendo.

Karen – estás loco –dijo separándose de ella- se supone que vas a pasar tu luna de miel.

Terry – sabes que eso no pasará –dijo seriamente- no la amo.

Karen – lo sé, pero tendrás que hacerlo no.

Terry – no.

Karen – y ya pensaste que le diras, como se lo dirás porque supongo que ella lo espera con ansias –dijo cruzando los brazos.

Terry – no tengo porque darle explicaciones –dijo frunciendo el ceño- entonces vendrás.

Karen - no creo que sea buena idea, tus padres.

Terry – al diablo mis padres –dijo interrumpiéndola- no me digas que no…ven conmigo te necesito –dijo fijando su mirada en la de ella.

Karen – bueno si lo dices así –dijo enredando sus dedos en el cabello de él- entonces si iré –dijo sonriendo de lado.

Terry – perfecto –dijo tomándola de nuevo por la cintura.

Karen – solo que si no te importa iré en otro barco.

Terry – pero porque.

Karen – no creo que sea buena idea que me vean llegar.

Terry – está bien, será como tú quieras con tal de que estés ahí –dijo dándole un beso- tengo que irme te veo mañana.

Karen – claro estaré esperándote –dijo sonriéndole seductoramente.


Chicago

Albert – no probaste alimento, te sientes bien –dijo abrazándola por detrás.

Candy – sí, estoy bien –dijo suspirando, sin apartar su vista.

Albert – segura.

Candy – sí.

Albert – será acaso por ese paquete que recibiste esta mañana que estas así.

Candy – como lo sabes –dijo volteándose a verlo.

Albert – la tía me contó, fue una desagradable broma.

Candy – sí que lo fue –dijo seriamente.

Albert – no le pongas atención a este tipo de cosas.

Candy – no, no lo haré –dijo mirando de reojo a un lado, al lugar donde había puesto el diario pensando en si debía decirle realmente la razón por la cual se sentía nerviosa.

Albert – ven vamos a caminar al jardín, quiero contarte algo –dijo deshaciendo el abrazo, para luego tomarla de la mano.

Candy – está bien –dijo sonriendo.


Mientras que en otro lugar.

Eliza – me alegra saber que está bien tía.

Señora Elroy – gracias hija.

Neal – mi madre le envía saludos.

Señora Elroy – gracias, y porque Sarah no ha venido.

Neal – bueno es porque –dijo quedándose en silencio al ver quien se acercaba a ellos.

Albert – buenas tardes –dijo asomándose por la puerta.

Eliza – buenas tardes tío William –dijo levantándose de su lugar para luego hacer una reverencia.

Neal – tío William me da mucho gusto verle –dijo imitando a su hermana.

Albert – gracias –dijo seriamente.

Candy – hola Eliza, Neal –dijo sonriéndoles.

Eliza – hola –dijo con indiferencia, para luego tomar su lugar.

Neal – que tal –dijo levantando la ceja al verla.

Albert – no se les olvide que Candy.

Neal – lo sabemos –dijo seriamente.

Albert – bien se quedan en su casa –dijo seriamente.

Eliza – gracias tío.

Candy – con permiso –dijo sonriéndoles nuevamente, saliendo del lugar.

Neal – propio –dijo al ver retirarse a la pareja.

Albert – que pasa –dijo al verla sonreír.

Candy – nada, es solo que –dijo caminando hacia la salida.

Albert – ahh esos dos –dijo levantando la ceja- tú crees que.

Candy – sí que lo creo –dijo sonriendo de lado- pasa algo, que es lo quieres decirme.

Albert – no todo está bien, todo marcha a la perfección…estoy dejando todos los negocios en orden para que Archie pueda hacerse cargo en mi ausencia.

Candy – entonces –dijo mirándolo.

Albert – sentémonos quieres –dijo ofreciéndole lugar en la banca, que se encontraba al lado de la fuente.

Candy – gracias y bien –dijo mirándolo fijamente.

Albert – no se te escapa nada cierto.

Candy – te conozco muy bien Albert.

Albert – si lo había olvidado –dijo sonriendo- bueno quería contarte que está mañana recibí el diario y –dijo tomando aire- vi el anuncio de la boda de Terry y Susana –dijo mirándola fijamente.

Candy – así –dijo sin hacer el más mínimo gesto- lo sé –dijo sin dejar de verlo.

Albert – que…como lo sabes –dijo sorprendido- si tú nunca lees los diarios.

Candy – alguien me hizo el favor de informarme –dijo sonriendo de lado.

Albert – no me digas que.

Candy – eso era lo que venía en el paquete –dijo sonriendo de lado- alguien estaba muy interesado en que lo leyera.

Albert – ahora no dudo que hayan sido esos dos –dijo levantando la mirada para ver a lo lejos a los hermanos Legan- que ni crean que se van a salvar esta vez.

Candy – déjalos no pasa nada –dijo tomando su mano- sabes que ya no me importa lo que hagan.

Albert – cuando dejaran de molestarte, tengo que ponerles un alto.

Candy – tú me has dicho que no les tome importancia.

Albert – si lo sé, pero esto ya ha sido demasiado.

Candy – porque te enojas por eso –dijo seriamente.

Albert – es que –dijo quedándose en silencio- quería decírtelo.

Candy – me lo has dicho no –dijo sonriéndole.

Albert – bueno sí, no de la manera que esperaba pero y tú que piensas al respecto.

Candy – era de esperarse no –dijo acariciándole la mano- solo era cuestión de tiempo.

Albert – no te molesta que ellos.

Candy – claro que no –dijo interrumpiéndolo- porque debería molestarme.

Albert – pensé que te afectaría saber qué.

Candy – todo quedo aclarado con Terry –dijo interrumpiéndolo- nos prometimos ser felices cada uno por su propio camino; y al parecer lo hemos logrado –dijo sonriéndole.

Albert – en serio –dijo mirándola fijamente- pensé que te afectaría la noticia.

Candy – para nada, todo lo contrario me alegro por Susana ahora será feliz tendrá lo que siempre ha querido, y pues yo –dijo mirándolo fijamente- yo soy feliz porque te tengo a ti.

Albert – pequeña –dijo acariciándole el rostro- en verdad eres feliz conmigo.

Candy – por supuesto, no me digas que lo dudas…no te he dicho ya cuanto te amo –dijo sonriéndole.

Albert – nunca lo dudaré –dijo dándole un beso en la mano- tu sabes cuánto te amo, que eres mi vida y estoy tan feliz que serás parte de ella por el resto de mis días –dijo acercando su rostro al de ella.

Candy – Albert.

Albert – nunca me cansaré de decirte que te amo –dijo dándole un beso.


Sunville

Días más tarde

"William Albert Andrey patriarca de una de las familias más importantes de Chicago, pronto contraerá nupcias con la señorita Candice White".

John – ya ha sido publicado –dijo sonriendo.

Sarah – de que hablas querido.

John – la boda de William y Candy –dijo enseñándole a su esposa el periódico, en el cual aparecía una fotografía de la feliz pareja.

Sarah – no sé por qué hacen tanto alboroto por esto –dijo levantando la ceja.

John – se te olvida que es el patriarca de la familia –dijo mirándola- a mí me da mucho gusto por ambos.

Sarah – solo fue suerte para una hija de pony.

Eliza – si papá, mamá tiene razón Candy es una interesada –dijo frunciendo el ceño.

John – no me lo parece.

Eliza – además recuerda que siempre está haciendo lo que quiere.

John – saben que siempre le tuve estima a Candy –dijo levantándose de su lugar- nos vemos querida me voy al trabajo –dijo saliendo del lugar.

Sarah – está bien querido.

Neal – Eliza –dijo en forma de susurro.

Eliza – que pasa.

Neal – tengo una idea, que dices si le enviamos un obsequio a Terry por su pronta boda –dijo tomando el diario en sus manos.

Eliza – estupendo –dijo sonriendo ampliamente- pero como se lo haremos llegar sin que sospeche que nosotros lo hicimos.

Neal – se quién podrá ayudarme –dijo sonriendo de lado.


New York

Días después

Karen – te enteraste –dijo poniéndose la bata.

Terry – sí, tú sabes cómo son los periodistas –dijo poniéndose los zapatos- solo buscan publicidad a costa de nosotros.

Karen – imagínate que llegue a oídos de tu prometida.

Terry – no dudo que ya haya escuchado algo de eso.

Karen – y no te ha reclamado nada –dijo recostándose sobre el buró.

Terry – no es tan tonta en reclamarme…sabe que saldrá perdiendo si lo hace –dijo levantándose de su lugar.

Karen – creo que tendremos que dejar de vernos un tiempo.

Terry – no lo dices en serio –dijo levantando a mirada.

Karen – si –dijo jugando con la cinta de su bata- muy en serio.

Terry – claro que no –dijo acercándose a ella- no les voy a dar el gusto, que sigan hablando lo que quieran.

Karen – estas seguro.

Terry – si –dijo dándole un corto beso- tengo que irme; harán una cena en casa de Susana en nuestro honor –dijo sarcásticamente.

Karen – a la que no estoy invitada por supuesto.

Terry – claro que sí, puedes ir –dijo tocado su cabello- me gustaría que estuvieras ahí, no tendré a nadie con quien platicar y no tengo ganas de escuchar a Susana.

Karen – está bien te veré entonces…reservarme un lugar contigo no –dijo coquetamente.

Terry – si por supuesto, hasta luego –dijo dándole un corto beso, para luego salir del lugar.


Mientras que en otro lugar.

Cloy – señorita Susana han traído esto para el señor Terrence –dijo entregándole un paquete.

Susana – para Terry –dijo sorprendida.

Cloy – sí.

Susana – quien lo ha traído –dijo recibiéndolo.

Cloy – lo encontré en la puerta, no había nadie.

Susana – mmm que raro –dijo frunciendo el ceño- se lo daré cuando venga.

Cloy – con permiso señorita –dijo saliendo del lugar.

Susana – que será, es muy raro que vengan a dejar un paquete para Terry a mi casa.

Elizabeth – hija todo esta listo ya –dijo ingresando al lugar- vaya estas recibiendo los obsequios de boda.

Susana – no es para mí es para Terry –dijo dejándolo sobre la mesita.

Elizabeth – lo que significa que también es tuyo –dijo acercándose a ella.

Susana – tú crees.

Elizabeth – claro, vas a convertirte en su esposa no.

Susana – si pero.

Elizabeth – ábrelo.

Susana – no puedo te he dicho que es para Terry, tú sabes cómo es él con sus cosas.

Elizabeth – entonces que harás.

Susana – se lo daré durante la cena –dijo sin dejar de ver el paquete con curiosidad- me pregunto quién pudo haberlo enviado.

Elizabeth – has lo que tu quieras.


Sunville

Margareth – con permiso señor, señorita –dijo haciendo una reverencia, para luego ingresar al lugar- ha llegado este telegrama para usted –dijo extendiendo el sobre.

Neal – gracias –dijo recibiéndolo- puedes retirarte.

Margareth – si –dijo saliendo del lugar.

Eliza – quien te escribe –dijo mirándolo.

Neal – no lo sé –dijo abriendo el sobre, para luego leer el contenido en voz alta- veamos "Querido amigo: el paquete ha sido entregado según tus instrucciones. Saludos Frank" – excelente -dijo sonriendo de lado.

Eliza – es decir que.

Neal – Terry ya tiene en sus manos el obsequio –dijo sonriendo malvadamente.

Eliza – que bien, sabes me he divertido mucho haciendo esto.

Neal – yo también.

Eliza – me gustaría saber qué hará cuando lea la noticia.

Neal – imagínate la cara de la pobre de Susana.

Eliza – si, esto ayudará a que odie más a Candy –dijo sonriendo ampliamente.


Chicago

Annie – no dudo que hayan sido ellos –dijo dándole un sorbo a su té.

Candy – lo mismo dice Albert.

Patty – y no te importa saberlo.

Candy – en verdad no –dijo sonriendo de lado.

Annie – eres demasiado buena Candy.

Candy – mejor dime como te fue en tu luna de miel –dijo dándole un sorbo a su té.

Annie – que –dijo sorprendiéndose atragantándose al escuchar las palabras de su amiga, para luego sonrojarse.

Patty – te has puesto roja.

Annie – oh no –dijo bajando el rostro.

Candy – me dirás.

Annie – bueno.

Patty – es muy personal, talvez no quiere decirlo.

Annie – no es que, me da mucha pena –dijo sonrojándose.

Candy – y yo que pensaba que me darías algunos consejos –dijo haciendo la mueca que la caracterizaba.

Patty – porque no le preguntas a la señora Elroy, o la hermana María o Señorita Pony.

Candy – no podría –dijo moviendo la cabeza a los lados- me da mucha pena.

Annie – la tía Elroy tiene ideas un tanto anticuadas –dijo sonriendo.

Patty – como…dices que.

Annie – si –dijo interrumpiéndola- me dijo que era lo que debía o no hacer.

Candy – y –dijo mirándola.

Annie – no hice nada de lo que ella o mamá dijeran, sino todo lo contrario –dijo sonrojándose aún más.

Candy – en serio.

Annie – si…y ya no me pregunten más quieren –dijo dándole un sorbo a su té.

Patty – está bien.

Candy – entonces que haré –dijo suspirando.

Annie – solo se tu misma, y todo se dará solo…déjate llevar por lo que sientes por él.

Candy – está bien, lo haré.

Patty – solo tendrás que comprar linda ropa para esa ocasión.

Candy – ropa.

Patty – sí, la abuela Marta me ha dicho que debes lucir hermosa para tu esposo en su primera noche.

Candy – Annie – queeee –dijeron al unisonido.

Annie – la abuela Marta te ha dicho eso.

Patty – si –dijo sonrojándose- hemos platicado de algunas cosas.

Candy – podrías llevarme con ella, para que me diga cómo debo comportarme.

Patty – sí, no creo que haya problema.

Continuará...