Se abre el telón sobre un gran escenario en penumbras:

Si mi indigna mano profana con su contacto este divino relicario, he aquí la dulce expiación; ruborosos peregrinos, mis labios se hallan prontos a borrar con un tierno beso la ruda impresión causada —aclamó el rubio, vestido de Romeo.

Buen peregrino, sois arto injusto con vuestra mano, que en lo hecho muestra respetuosa devoción; pues las santas tienen manos que tocan las del piadoso viajero y esta unión de palma con palma constituye un palmario y sacrosanto beso —contestó el azabache, vestido de Julieta.

¿No tienen labios las santas y los peregrinos también? —preguntó Naruto con pasión.

Sí, peregrino, labios que deben consagrar a la oración —respondió Sasuke, con desdén

¡Oh! Entonces, santa querida, permite que los labios hagan lo que las manos. Pues ruegan, otórgales gracia para que la fe no se trueque en desesperación —a punto de estallar del éxtasis[?]

Las santas permanecen inmóviles... —dijo el Uchiha, desviando la mirada hacia cualquier lado— Eh...inmóviles... —se traba— cuando otorg-...

—¡Basta!vociferó con molestia, Sasori— Ya vi suficiente por hoy

—¡Nah! ¡¿Otra vez?! —protestó el Uzumaki, bajando las manos con resignación— Es la quinta vez que nos detiene

—Lo siento, no sé qué me pasa —expresó Sasuke con impotencia.

—Eres una maldita frígida de mierda —reclamó el bermejo— ¡¿Es tan difícil de pedir?! ¡Pasión, Sasuke. Pasión! ¡Esto es Romeo y Julieta! ¡No el maldito lago de los cisnes!

—¿Hago lo que puedo, si? —se defendió el azabache.

—No. No estás haciendo lo que puedes. Estas haciendo lo que NO puedes —agregó Sasori, moviéndose de un lado a otro— Si no solucionamos esto antes del lunes, la directiva nos va a cancelar

—No pueden cancelarnos —pretendió el rubio— Esta obra lleva más de 30 años en la preparatoria.

—El festival es dentro de un mes y si no conseguimos sac-...

Mucho antes de Sasori acabara de hablar. Uchiha Sasuke se retiró del escenario con claros signos de molestia. Su libreto fue dejado en el podio principal, refunfuñando entre dientes

—Yo me largo. Estoy harto —dijo retirándose del lugar

—¡Es-espera Sasuke! —trató de detenerle. Mas fue en vano— ¿Qué le pasa...? —gesticuló una mueca de desaire

Un silencio sepulcral, inundo el lugar por un par de segundos. El pelirrojo tomo su bolso y musitó:

—Creo que es tiempo de un cambio...

A las afueras del recinto. 20:34PM:

—¡Sasuke, espera! —le había alcanzado en una mini carrera de pasos— Dios...¿Qué tienes? ¿Por qué tan molesto? —inquirió con falta de aliento

—Estoy cansado de esta obra. Llevo 3 años interpretando el maldito papel. Simplemente ya no tengo ganas —aclaro llevando las manos a sus bolsillos

—Espera...si es por lo que dijo Sasori...

El Uchiha detuvo su andar.
Naruto esperaba que dijese algo realmente profundo...pero...

—¿Tu también crees que soy frígido?...

Sus palabras sonaron más bien a una aclaración, que a pregunta. El gusto amargo de su tono de voz le calo los huesos. ¿En verdad se lo había tomado en serio?. Naruto le abrazó por detrás, susurrando contra su chaqueta:

—No, claro que no lo eres —y determinó— Al menos anoche no lo fuiste.

Pero solo una sonrisa ladina se dibujo en el rostro del ojinegro.

—Voy a renunciar al Papel —esclareció Sasuke.

—No quiero actuar sin ti —explicó en un puchero.

—No seas tonto. Solo será un reemplazo. Seguro hay alguien mejor que yo por ahí esperando el papel. No quiero seguir defraudando al maestro.

—¿Y cómo conseguiremos alguien tan guapo y bueno como tú, eh? Tú tienes experiencia en esto —interpreto el ojiazul

—Mhn...ya se nos ocurrirá algo...—murmuró llevando su diestra a su mentón— ¿Que tal un anuncio?

—¿Un...anunció? —ladeaba la cabeza en un acto reflejo.

Preparatoria Konoha, 17:20PM. Las clases han finalizado el día de hoy y el timbre, resuena aclarando la partida de los alumnos a sus respectivas casas.

En el aula 2-B...

—No puedo creer que Kakashi-sensei nos haya dejado tanta tarea —suspiró Ino

—Como siempre tan melodramática. Siempre deja lo mismo para los fines de semana, hm —aclaró Deidara con normal tranquilidad. Se había tomado la molestia de tomar un par de libros y guardarlos en su mochila.

—Claro —protesto la ojiazul, sentándose en su pupitre— Como tú tienes las mejores calificaciones no me extrañaría

—No es por las calificaciones —gotita[?]

La puerta del salón se abrió de par en par

—¡Hey! ¡Con que aquí están, rubias! —vociferó Hidan, saltando hacia el par. Como siempre tan ruidoso y molesto— ¡Es viernes por la tarde! ¿Qué les parece si vamos al J-pop? ¡Estrenaron un videojuego nuevo!

—Si —demandó Yamanaka con ánimo— Eso suena bien. ¿Qué dices Dei?

—Lo siento, tengo que ir a devolver un libro a la biblioteca. No tengo tiempo, hm —concreto con hostilidad

—¡Anda! Tu siempre tan amargada, rubia —se largo a reír, rodeándole con su brazo derecho.

—Soy un chico —le pisa el pie por weon[?]

—Y tan agresiva ;-; —se sobó el pie de a saltitos[?]

—Diviértanse por mi ~

Biblioteca central, 17:40PM:

—Bienvenido de nuevo, Dei-kun —sonrío la recepcionista.

—Hola Shizune. Etto...vengo a devolver este libro —lo entregó, depositándolo sobre el mesón— Y de paso a ver qué hay de nuevo hoy

—Claro, por supuesto, adelante. ¡Ah! Hoy nos llegaron las ediciones de Realismo Mágico en el pasillo 3

—¿Magia...? —su azulado orbe brillo por unos segundos.

Deidara siempre fue un chico muy común y ordinario. Disfrutaba de la buena lectura, los paseos en solitario, la música clásica y los dulces. Nunca se preocupo de otra cosa más que estudiar. Una persona con mucho tiempo libre pero pocos amigos. Si habría que llamarle antisocial, no sería molestia. No estaba interesado en cosas banales como el alcohol o las drogas. Los vicios no eran lo suyo. Aunque de vez en cuando no estaba nada de mal ir por videojuegos con sus compañeros más cercanos.
A sus cortos 17 años sus únicas metas en la vida eran...estudiar, trabajar y morir.
Wea fome [?].

El tiempo pasa volando cuando te diviertes:

—Ya veo...así que las Hadas realmente existen —musitó, dejando el libro sobre la mesita.

Ya se conocía los pasillos casi de memoria. La mayoría de los libros habían pasado por sus ojos y no había mucho de que asombrarse. ¿Quizás cambiar de estilo?

La sección de romance se veía interesante, pero...

—No sé qué hago aquí... —gotita[?].

Estaba avergonzado de estar ahí.
Antes de entrar al pasillo, se cercioro de que nadie le estuviese viendo y con pasos rápidos, camino por este.
Muchos títulos de renombres famosos. Pero ninguno que llamara su atención. Hasta uno marrón con hojas corrugada, titulado Romeo y Julieta.
Había escuchado del libro pero jamás de la historia o la obra. Sería interesante agregarlo a su colección mental. Así que lo llevo y lo leyó en casa. Nunca imaginó que un escrito tan simple y antiguo pudiese captar tanto su imaginación soñadora.

—Que ridículo...¿Quién podría suicidarse por amor? —expresó con burla. Cerró la tapa de este y sonrío ladino— Es hermoso...

Que contradicción...

Lunes en la mañana. Konoha, 10:03Am. En los pasillos:

—¿Y? ¿Qué tal te ha ido con el personaje? —preguntó Sasuke a Naruto, mientras iban caminando.

—¡Buah! ¡Soy un completo desastre!. Ni pegando los anuncios en la escuela he conseguido a alguien —se tiro de las mechas[?].

—Eres un exagerado...aun hay tiempo —el timbre ha sonado— Tengo Basket ahora, hablamos al rato —se despidió.

—¡Es-espera...! —como siempre tan rápido para huir[?]— Sasuke...siento que no lo conseguiré —susurro para sí mismo con desazón.

El timbre anunciaba el inicio de las primeras clases de la mañana y Naruto, tal de día, tan retrasado.
Corrió por las escaleras como de costumbre en dirección hacia su salón, cuando de pronto, un fuerte choque le hizo caer de bruces al suelo.

—¡Itteeee! —se quejó. Su mano frotaba su trasero[?]

—Demonios, fíjate por dond-...—Deidara se hizo un facepalm mental— Oh no, este chico de nuevo. Naruto... —señaló

—¡Ah! ¡Deidara! —su tono de voz era más que delatador. Claro que se conocían, aunque iban en salones distintos— ¡Eres tú!

—Olvídalo, no tengo dinero. Hm —sentencio, levantándose del suelo. De esta forma podría limpiar su uniforme.

—Aun sigues molesto por lo que paso la ultima vez —rió— Pero no te preocupes, yo lo olvidé

—Curioso. Porque yo no —aura oscura. Y claro. Como olvidar que le estafó en una apuesta mal pagada, con videojuegos truchos[?]

—Discúlpame, no te vi —murmuró, recogiéndole los libros.

—Deja, yo lo hago —los recogió el mismo y se dispuso a seguir su camino— Aléjate de mi. Eres una nube negra —se mofó

—¡Hey! ¡¿Por qué siempre tan cruel?! —protestó. Aunque rápidamente, sus azules orbes se concentraron en un pequeño libro que yacía en el suelo— ¡Oe! ¡Se te olvid-...! —leyó la portada— "¿Romeo y Julieta...?" —shock mental— Un segundo...

-0-

—¡Debiste haber venido ayer! La pasamos muy bien —carcajeó Yamanaka.

—En verdad, dudo haya sido tan interesante. Hm —comentó flojito. Parecía buscar algo entre sus cosas— Mierda. ¿En donde rayos quedo?

—¿Se te perdió algo?

—Eh...n-no. No específicamente perdido. Creo que-...—craneó. Como cuando una ampolleta se prende en tu cabeza. Bingo— ¡Carajo!...de seguro se cayó cuando choque con el enano. Mierda —pensó— Discúlpame, olvide que tenía que hacer algo ahora —se levantó fugaz.

—¿Eh? ¡Deidara! —le llamó. Aunque ya había salido— ¿Y a este que bicho le pico?

Echo una carrera rápida por los pasillos. Bajando por la escalera. Doblando a la izquierda y pasando por el baño de chicas, cuando...

—¡Mi rubia favorita! —fue jalado del cuello.

—¡Teme! —protestó el rubio. Otra vez el imbécil de Hidan— Ahora no tengo tiempo. Hm

—¿Por qué tan de prisa? Siempre me evitas. Y yo que te quiero tanto —bromeó

—No. No lo entiendes. En verdad, ahora no tengo tiempo para juegos —intentaba zafarse como podía. ¿Desde cuándo tiene tanta fuerza?. Puto— He...Hidan...te llama la señorita Konan —señala hacia la derecha

—¿Pechos-sama? ¡¿En dónde?! —se voltea

Basura —huye[?].

—¡OEEEEE! —chilló.

Pero al llegar al Salón de Naruto:

—¿Eh? ¿Cómo que no está aquí? —consultó con asombro.

—No, se retiro hace media hora —aclaró el anciano

—Tch... —lo que faltaba. Piensa Deidara. Si yo fuera Uzumaki Naruto. ¿Donde estaría en mi hora de descanso...?

-0-

Azotea:

—¡RAMEN CTM! —le gritoneó para despertarlo.

—¡Ahhh! —saltó Naruto— ¡RAMEN! ¡¿En dónde?! ¡¿Donde?! ¿Ahre? —volvió en sí— ¡Demonios! ¡Estaba soñando con Sakura-chan! —protestó a tono infantil.

—Qué asco. Pensé que tenias mejores gustos. Hm...a todo esto —le jaló del pecho— Tu tienes mi libro. Entrégalo si no quieres morir —le amenazó con una venita en su sien.

—E-espera jeje... —gotita— ¿Por qué tanta agresividad? Yo lo tengo... —lo extrajo de su mochila— Ten

—Tch...animal —se lo arrebato de golpe— Mas te vale que no lo hayas ensuciado con tus gérmenes —lo sacudió[?]

—¡Espera Deidara!...¿Te leíste todo el libro, verdad? ¿Te gusta Romeo y Julieta?

—¿Jah? —arqueó una ceja con disgusto. Que preguntas tan desagradables— Eso a ti no te incumbe, hm.

—¡N-no! ¡No es lo que piensas! —se defendió— Pasa que necesitamos a una Julieta para la obra estudiantil...y...pues...jeje...

—...

—...

—...

—...¿Sí?

—NO —c jue[?]

—¡Anda! ¡Por favor! —se aferra a su pierna como un Koala[?]— ¡Por favor di que si! ¡Estamos desesperados! ¡Si no conseguimos a una Julieta, la dirección nos va a cancelar!

—¡Como si eso me importara, hm! —zarandea su pierna— ¡Ya quítate! ¡Shu!

—¡No! ¡No te soltare hasta que aceptes! —lloriquea como nena— ¡DEIDARAAAAA!

—¡Mierda, no me grites! —como odiaba que le gritaran.

—¡Si aceptas, prometo dejarte en paz por el resto de tu vida! —afirmó.

—...

Bien, había captado su atención. La oferta parecía interesante. De cierta forma hacía tiempo que quería deshacerse de aquel mocoso escandaloso. Y esta...era una oportunidad.

—¿De...por vida? —tic en el ojo.

—¡Jamás volveré a hablarte ni a mirarte! ¡Lo juro por mi vida! —siguió lloriqueando

—...tsk. Está bien —lo pensó mejor— Acepto. Ni yo me la creo. Pero más te vale cumplas tu palabra

—¡SHI! —sus ojos se iluminaron.

-0-

Bueno...
¿Que tan malo podría ser...?. Solo era cosa de ver un guion y ya. Nada complicado. Además lo suyo siempre fue el arte expresivo[?].
Teatro de la preparatoria. 16:40PM:

No, no puede ser tan malo —pensó al ver el recinto con curioseo.

—¡Maestro! —vociferó el Uzumaki con ansiedad— ¡Ya conseguí a una Julieta!

—¿Mhm? —se volteó el pelirrojo— ¿Si?

—...¿Sasori...? —se dio media vuelta[?]

—¡Hey! ¿A dónde crees que vas? La entrada es por aquí —lo jaló del brazo.

—Ah...e-etto-tto...jejeje es-es que tengo que ir al baño —musitó con nerviosismo. ¡Carajo! ¡Nunca me dijo que el Maestro Sasori era el encargado de la obra! ¡Estúpido Naruto! ¡Te voy a-...!

—Tú debes ser Deidara ¿No es así? —le dio la mano— Mucho gusto

...violar. ¡D-digo! —negó con la cabeza en un facepalm mental— ¡No! Qu-quiero decir. ¡Sí!. Yo. Deidara... —mátenme.

—¿Nh? ¿Seguro que eres apto para el papel? —ya comenzaba a dudar. Estaba actuando demasiado extraño

—Sí. Quiero decir... —desvió la mirada ligeramente— Lo soy.

—Pues bien —sonrió— Muéstrame lo que tienes, muchacho.

¿Quiere ver lo que tengo?...¿Dis-disculpe...? —como un tomate[?]

—Lo que tienes. En el escenario. Tus habilidades —se cruzó de brazos.

—¡A-ah! E-eso...si-si. Voy... —se correteó de forma torpe hasta el escenario. Supuso que el día seria más largo de lo común.

Desde primaria que Deidara gustaba del pelirrojo. Cuando pequeño, era el profesor de artes manuales. Y esa siempre fue la clase favorita del rubio. Sobre todo por sus hermosas creaciones en madera. Mientras que el por su parte, inclinado más bien al arte practico. Se dedico a la arcilla. Y si bien, sus figuras eran feas para el resto. Sasori fue el único que le dio su apoyo y moral, intentando realzar su espíritu de artista joven.
¿Como no enamorarse de un profesor así? Encima guapo...

Los próximos días de la semana pasaron como años, sobre sus hombros. Ahora con mayor razón tendría ganas de venir a los ensayos.
Deidara había mostrado cualidades de alta calidad teatral sobre el escenario. Y sin tener ni un día de este en su originalidad. Era claro el don que tenia referente la actuación.
Todo iba marchando bien, de no ser por aquella fatídica noche; la noche del acto final. En la cual, Naruto siendo Romeo debía saltar de la torre hacia los arbustos. Cosa que no pasó. Puesto que su ineptitud y falta de tino, le obligo a caer sobre el podio principal y con ese accidente, terminar fracturando su pierna en 2 partes.
La obra se iba a la mierda.

—¡Demonios! —reclamó Sasori. Estaba en aprietos. Y a solo una semana del festival. Sería su fin— Es nuestro fin...

—Lo dices como si Naruto realmente hubiese querido fracturarse —protestó Sasuke con desagrado.

—No digo que sea su culpa. Joder —discutió dando contrariedad— He dedicado casi mi vida entera a poder llevar esto a grados mayores y tan solo... —bajó la cabeza con desazón— Soñar un poco...¿Es gratis no? —sonrió falso.

—Danna... —musitó Deidara. Su expresión no había sido de su agrado. Si Sasori estaba triste o frustrado...el...el tendría que hacer algo al respecto— No se desanime —dijo, tomando su hombro— Prometo encontrar un remplazo digno de la obra

—¿Lo dices en serio? —los orbes del maestro se iluminaron por unos segundos. La esperanza...

—Sí, hm —y le regaló una sonrisa tierna— Ya verá. Lo conseguiremos...

-0-

—No lo conseguiremos —comentó el ojiazul, completamente rendido[?]

—Ni si quiera hemos comenzado a buscar. ¿Qué pretendes? —arqueo una ceja el Uchiha

—Ya lo sé. Es solo que... —mierda, no quería admitirlo. Pero ese mocoso si era bueno en su papel— ¿De dónde sacaremos un Romeo decente? La mayoría de los castings acabaron la semana pasada. Y tenemos una semana para que se aprenda los diálogos y todo eso.

—Comenzaremos por pegar los afiches en el J-pop. Seguro algún estudiante se anima —definió el azabache— Quedé de reunirme con mi hermano ahí

Las calles de Shibuya estaban atestadas; como todo viernes por la tarde. De costumbre que Hidan y los demás se reunieran en el J-pop, se adentraron en el local, con el fin de pegar un par de afiches para la audición.
Sin embargo, lo único que consiguieron fue una mesa rodeada de borrachos y mucha, mucha comida. Ino y Sakura estaban también ahí.
Itachi, quien era dos grados mayor que Sasuke, se les integró pasados un rato. Estudiaría muy pronto ingeniería comercial. Le gustaban mucho los videojuegos también.

Demasiada gente aquí —repasó Deidara— Y ninguna basura me sirve —y bebió de su malteada

—Ya veo. Así que tu serás el remplazo de mi hermano este año —comentó Itachi con agrado.

—Algo así. Aunque jamás seria tan bueno como el —confesó con timidez

—¡¿No se los había dicho?! ¡Nadie podría ser mejor Julieta que mi Dei~! —expresó burlesco, Hidan. Una vez más, apoyaba su brazo por su cuello.

—Hueles a vodka —se quejó el rubio— Quítate, hm.

—Eres un chico muy curioso —opinó el Uchiha mayor, con una gotita en su sien.

—¿Mhm? —Sasuke revisaba su celular— Deidara, Naruto pregunta si ya tienes el traje de Romeo

—Mierda. Olvide pedírselo antes de que se fuera a casa —facepalm

—No hay problema, yo lo tengo en mi casa. ¿Nos vamos? —aclaró, levantándose de la silla.

—¡Hey! ¡¿Y no nos vas a invitar a ir también?! —protestó Hidan.

—¿Y desde cuando te gusta Romeo y Julieta? —se bufó Sakura

—Des-...—se sonrojó con fuerza— Desde siempre. No jodas. Tsk

—¡Qué lindo! ¿Nosotras también podemos ir? —inquirió Ino

—Si, después de todo. Nunca hemos conocido tu casa, Sasuke-kun —agregó Sakura con retraimiento.

—No es una casa —agregó Itachi con lúcida tranquilidad— Es una mansión —y sonrió

Aunque él lo hubiese dicho con total normalidad. El rostro de los integrantes estaba más que atónito. ¿Una mansión?.
Y claro. Si al llegar a la casa de la familia Uchiha, fueron recibidos por el mayordomo del lugar. El interior era más bien un palacete. Lleno de estatuas y cuadros de lujo. Sillones de cuero y felpa. Pantallas Led. Etc.
Incluso una repisa que mantenía muchos trofeos, diplomas y medallas, parecía ser una reliquia familiar. Casi como si fuese intocable.
Todo, excepto una pequeña figura dorada que yacía sobre la mesilla de centro. Tenía una forma demasiado peculiar, muy llamativa a los ojos del peliplomo.

—¿Que es est-...? —acercó su dedito[?]

—¡No te atrevas a ponerle uno de tus inmundos dedos encima! —gruñó una voz muy ronca desde atrás.

El paseo por la gran mansión era interrumpido por la presencia de un nuevo integrante. Vestía solo una bata de baño blanca, un vaso de Whisky en la mano y anteojos de sol, negros.
¿Anteojos de sol...dentro de la casa a las 10 de la noche?...

—Es un tesoro muy preciado para mí. Tch...mocoso —berreó el pelinegro— Que insolente.

—Oh por dios...—pronunció Ino, completamente anonadada ante su presencia— No puedo creerlo...¿Si es usted?

—¡Si es el! —se maravilló la pelirosa

Ambas corrieron hacia él con total admiración. Como si hubiesen visto a un dios griego o algo así

—¡No puedo creer que esta sea su casa! —los ojos de la rubia brillaban de conmoción— ¿Me daría un autógrafo? —curioseó sonrojada.

—Ah...jejeje...bu-bueno —exclamó el hombre, mientras rascaba su nuca completamente halagado.

Deidara y Hidan se observaron completamente perdidos.

—Oigan...¿Quién demonios es este payaso?

—¡¿Payaso dices?! ¡Ten más respeto, idiota! —reclamó Ino— ¡Estas en frente de una estrella de cine!

—...¿Es una broma verdad? —indicó de vuelta. Ni en pelea de perros lo había visto.

—Estas en presencia de Uchiha Obito —manifestó Sakura con disgusto— Modelo de la revista Cosmopolitan.

Sin embargo...ni el nombre, ni la facha les eran conocidos a ambos. Volvieron a verse con cara de nada[?].

—No sé —se encogió de hombros Hidan.

—Es normal que no me conozcas, enano. No soy de tus gustos tan vulgares —definió burlesco.

—¡¿Nani?! ¡Si ni si quiera eres conocido! —se defendió.

—Dios, que molesto eres —comentó Sasuke con desagrado— Pensé que ya te habías ido.

—¡Ah! ¡Si, si! Es que me quede a darme una ducha. Ya iba de salida —explicó Obito.

Detrás de aquellos anteojos, dos negros orbes se percataron de la escena con curioseo. Hidan, estaba molesto y refunfuñaba en su lugar. Itachi por su parte...haciendo nada. Las chicas ansiosas con su presencia, Sasuke retirándose a buscar algo. Y aquel rubio...que solo yacía viendo el lugar.
Aunque...el si se veía interesante...

—Ejem... —tosía el Uchiha mayor. Bien, era hora de poner un poco de orden al caos— Bueno, para quienes no me conocen. Mi nombre es Uchiha Obito. Y soy actor de cine.

¿Uchiha Obito? Sus películas deben de ser bien malas. Jamás lo vi —pensó Deidara. Aunque el hecho de que fuese actor, había hecho que captara su atención. Justo lo que estaba buscando...alguien con experiencia.

—En decadencia, claro —expresó Sasuke con burla

—¡Mas respeto mocoso! —refutó Obito

—Mírate. Bebiendo tan temprano. Y con esos anteojos ridículos —adicionó el azabache

—Tch...solo estaba cubriéndome de la luz. Sabes que dañan mis pupilas —se los quitó. Una enorme cicatriz, surcando el lado derecho de su rostro, llamo la atención de los invitados. Demasiado llamativa para ser cierto...

—Actualmente solo estoy...tomándome unas vacaciones. Pronto volveré a las pistas

—Si, como digas anciano —mofó el Uchiha menor— No has vuelto a actuar desde Romeo y Julieta, en el 2009

¿Romeo y Julieta? —esclareció Deidara. ¿Había escuchado bien? ¿Este sujeto de aquí...? —Oye... —le llamó— ¿Tu actuaste en Romeo y Julieta?

—Eh...si. Eso creo —se encogió de hombros a modo de respuesta.

—¿Qué papel eras? —dio un paso hacia adelante.

—¿Cual más? Pos Romeo —aclaró Obito.

¡Bingo! ¡Ya tenía a su Romeo! No le conocía del todo. Tenía cara de idiota y mas músculos que cabeza. Pero este sería el indicado. Todo sea por su maestro Sasori ;-;

—Tu... —caminó hasta el— ¿Te importaría ayudarnos? Necesito a un Romeo...

—¿Tu qué...? —examinó atónito

Segundos de silencio inundaron la habitación...antes de que a Itachi le cayera la teja:

—Es-espera...Dei-kun...no creo que Obito sea-...—parecía ser, que solo Itachi sabía algo que los demás no.

—¡Shh! ¡Silencio que lo está pensando! —regresó la vista al ojinegro— Vamos...di que sí. Yo seré tu Julieta. Necesitamos un actor que sepa. Con tus cualidades, ya sabes. Experiencia en el campo. La presentación es dentro de una semana y...es muy importante para mí —lo ultimo lo dijo casi en un puchero.

El muchacho se veía demasiado desesperado a los ojos del Uchiha. Y eso...de cierta forma...comenzaba a agradarle.

—¿En verdad quieres que sea tu Romeo? —redundó la pregunta

—Si —asintió aun más decidido. Lo necesitaba. Aunque fuese mil años mayor que él. Era el indicado— Por favor...

Y bueno...para ser Julieta. No estaba nada de mal...
Obito toqueteo su cabello unos segundos, antes de musitar:

—¿Y que gano yo?

—Lo siento, no tengo dinero para pagarte. Solo el respeto y la audiencia de hacerte reconocido una vez mas...

Claro. Un actor en decadencia. Imposible rehusarse a volver al escenario. Claro que aceptaría. Oh si...
Ambas miradas se cruzaron, en un destello de luz demasiado penetrante como para que otros lo captaran. Había una química ahí...que al parecer, solo Obito había interpretado. Algo estaba diciéndole con la mirada...

—Trato hecho —musitó con una sonrisa ladina— ¿Cuando partimos?

—¡Bien! ¡Pues ahora mismo, hm! —corrió por sus cosas— Sasuke...¿Tienes el traje?

—Aquí esta —se lo entregó en sus manos— Oye...mi Tio es un cabeza hueca, te costara trabajo domesticarlo —se rió.

—No pasa nada, Naruto no era diferente a una roca —agregó con naturalidad— ¿Nos vamos?

—Oye...si que estas impaciente, muchacho —exclamó el ojinegro, cambiándose de ropa.

—Cuanto antes empecemos, mejor. Además, tenemos muy poco tiempo. Cada minuto que pasa es valioso. Debemos practicar mucho.

—Jm...me agrada tu actitud —murmuró Obito con diversión.

Ambos jóvenes, partieron de la mansión en dirección a la casa de Deidara. Se encontraba solo. Su madre esa noche tendría turno largo en el Hospital. Y de su padre...ni hablar. Ese no existe.
Deidara solo tenía algo en su mente...
Su Danna...
Y haría lo que fuese por él. Lo que fuese...
¿Incluso...?

-0-

—¿Quieres algo de beber? —inquirió el rubio, quitándose la chaqueta.

—Ah. Si. ¿Tienes Vino? —examinó Obito

—¿Vino?... —respondió algo atónito— Soy menor de edad. No puedo beber —gotita[?]

—Ah, lo siento. Es que suelo beber alcohol para..."inspirarme" mas —comentó con nerviosismo— Si no, un vaso grande de agua con hielo estaría bien

—Bien, ahora vuelvo. Por favor ponte cómodo —se dispuso a irse.

—Eh...¿Lo haremos en el living?

—Sí. ¿Por qué no?

—No lo sé. Pensé que querías algo mas cómodo

—¿Mas cómodo? —ladeó la cabeza sin comprender mucho— Pues necesitamos un lugar espacioso. Mi habitación está hecha un fiasco. Creo que este lugar está bien

—Bien, bien. Solo preguntaba —le sonrió de vuelta

Aunque Deidara estaba en presencia de un hombre muchos años mayor que él, estaba acostumbrado a tratar con adultos. Ya que su madurez era muy impropia de su edad. No sería problemas. Además de captar un poco la pequeña psicología del Uchiha delante de él. Se notaba un chico muy inmaduro y con tono infantilesco.
Preparó dos vasos con agua y hielo, tomándose la molestia de cortar algo de fruta. No sabía si quizás tuviese hambre. Después de todo, de cierta forma tenía que agradecerle su favor. Estaba ayudándole gratis y no cualquier profesional haría aquello por amor al arte.
La bandeja estaba lista y dispuesta a ser llevada de regreso al living, cuando drásticamente...sus pasos se detuvieron de golpe.

...¿Qué demonios...?

Uchiha Obito estaba...
¡COMPLETAMENTE DESNUDO, SENTADO SOBRE LA MESA Y TOCANDOSE SU SU SU SU...!
La bandeja cayó al suelo...

—...¿Q-...? —sus propias palabras fueron robadas de su aliento, llegando a chillar con asombro— ¡¿PERO QUE DEMONIOS CREES QUE HACES?! —se volteó de golpe, con el rostro completamente rojo. ¡Mierda! ¿Q-que carajos acabo de ver...? Oh dios...oh dios...oh...

—¡L-lo siento! ¡Cre-creí que te gustaría mas sobre la mesa! —se bajó rápidamente, excusándose con nerviosismo— Hace mucho tiempo que no hago esto...eh...eh... —pensó rápido— ¿En el sofá estaría bien?

—¡NO TE ATREVAS A SENTARTE EN MI SOFÁ, UCHIHA! —gritó, sin llegar a voltearse. Ni sabia como verle de nuevo a la cara. ¡¿Pero qué le pasa?! ¡¿Acaso está loco?!

—¡Esta bien! ¡No me siento! ¡N-no! —se detuvo en seco, endureciendo su cuerpo de la tensión.

—¿Que mierda crees que hac-...? —no alcanzó a voltearse de nuevo, cuando una vez más, se topo con "eso"— ¡COÑO YA TAPATE ESO!...dios... —regresó la mirada a su lugar

—¡Disculpa! —se tapó con un cojín[?]. Ni el entendía que pasaba...

La mente de Deidara se había desconectado por completo. ¡Puta madre con Obito!

—¡Ya deja de disculparte! ¡¿Se puede saber que haces?! —termino por girarse hacia su contrario. Seguía desnudo. Este tipo...esta mas trabajado que... —T-tu...tu... —no sabía que mierda decir. Ah, lo primero que se le vino a la mente— ¡PERVERTIDO, HM! —le apuntó a modo acusativo. Estaba tan nervioso que ni sabía que decirle[?]

—¿Per-pervertido...? —ladeó la cabeza, casi estupefacto

—¿Po-porque te desnudas en medio de mi living? ¿Hm? ¡N-no ves que solo soy un mocoso! [?]—que mal excusa. Risa interna. Jah-jah...

—¿No dijiste que querías...hacer Romeo y Julieta? —se defendió

—¡Claro que lo dije! ¡Romeo y Julieta normal! ¡No Romeo y Julieta XXX! —contestó con la cara rojita

—...

El Uchiha enmudeció. Ahora todo estaba más que claro. Claramente esto era...

—Dios...es-esto...esto es un mal entendido. ¡Un terrible mal entendido! —protestó Obito con total vergüenza. Rápidamente tomaba sus ropas— Dis-disculpame...pero yo no soy lo que buscas. No puedo ayudarte... —tengo que salir de aquí. Qué vergüenza...

—Un-un segundo...¿Cómo que no eres lo que buscaba? ¿No dijiste que eras un actor? —le increpó el rubio

—¡Claro que lo soy! ¡Soy actor! —se defendió el Uchiha

—¡¿Entonces por qué demonios te desnudas...?!

—¡Porque soy actor porno! ¡¿Entiendes?! —agregó

—...

Ahora era Deidara quien había enmudecido...¡¿Que mierda?! XD

—...¿actor po-porno...? —pero la puta madre...ahora todo tenía sentido. Con razón esta tan bueno...

—¡Sí! Soy actor porno-gay —aclaró, terminando de ponerse los zapatos— ¡Joder! ¡Pensé que ya lo sabías cuando me pediste el papel!

—U-un segundo...¿Qué clase de Romeo y Julieta has interpretado tu...? —¿Y pensó que yo quería...?

—Romeo y Julieta HardStyle —aclaró, entregándole un CD de DVD— Soy actor de películas para adultos. ¿Entiendes? Yo-yo no...yo no debería estar aquí... —dio un paso hacia atrás— Lo siento mucho, chico

Si bien, había tardado más de la cuenta en reaccionar. Tenía la película en la mano y...su mirada inevitablemente se desviaba a otro lugar...

—Es-espera...¿T-te iras así? Estas... —todo duro...

—Lo siento. En verdad perdóname...yo...lo siento —y salió corriendo como weon[?]

El ojiazul, permaneció parado ahí por más de 10 minutos. Las emociones y los pensamientos. Todo había pasado demasiado rápido. Demasiado...como para que su pequeño corazón dejase de latir tan arduo y veloz.
Su mente estaba en blanco. Descubrir el "pequeño" secreto de su nuevo amigo, sería mucho más duro de lo que pensaba. ¿Y ahora con que ojos podría mirarle...?
Luego de limpiar el desastre que quedo en la alfombra, tomarse un baño e irse a la cama. Deidara se enfrasco en una nebulosa de pensamientos tortuosos en plena oscura habitación. Ya que si bien, el frio de la noche era palpable en su erizada piel. Yacía solo recostado sobre la cama con unos bóxers rojos, en completo silencio. El calor de su cuerpo...no acompañaba la helada sombra.

—Dios... —llevó sus manos a su rostro— ¿Cómo es que me metí en esto? —musitó para sí mismo. Nunca pensó que la imagen de aquel chico, sobre su mesa...pudiese... — ¡Demonios! —se levantó de golpe.

Sus pies tocaron la alfombra de manera sensitiva. Algo no andaba bien en el. ¿Que era esa sensación acuosa que inundaba su vientre? Su rostro ardía. Sus muslos temblaban. Esto no está bien. Necesito concentrarme.
Se levantó. Iniciando un rumbo sin punto fijo por la oscura pieza. Su mirada, trataba de evitar a toda costa de centrase en el DVD que yacía en su escritorio. Pero...tenía la Tv delante de él. ¿Cómo poder resistir a la tentación que con culpa le anidaba los pensamientos?.

A la mierda todo. ¿Qué tan malo podría ser?. Su madre aun no llegaban y el reloj marcaban las 3 de la madrugada. La curiosidad le estaba matando. Queria...anhelaba dentro de sí, ver la película.
Su dedo pulgar, se estremeció ligero al presionar el botón de "Play". Mas no su cuerpo. Que se mantuvo inmóvil ante la proyección de imágenes.
Todo partía simple. Tal y como lo había leído con anterioridad en el libro. Romeo subiendo por la cuerda hasta los aposentos de Julieta. Discutiendo con ella...quitándole la ropa...besándole el cuello...chupándole el...

...maldito seas, Obito Uchiha —gruñó mentalmente. Las imágenes eran como droga para sus ojos. Un veneno dulce, adictivo. Era la primera vez que Deidara veía pornografía. Sobre todo, homosexual. Ver dos hombres desnudos jamás fue de su atención. O quizás si...pasa que nadie le había despertado ese lado dormido. Temía que fuese salvaje...tanto, que no pudiese controlarlo luego. Obito mostraba una destreza singular con su lengua. Sobre todo la forma en la que movía sus caderas. Como sus manos recorrían el cuerpo de su amante. Sus...gemidos...— Y esa cosa... —"esa cosa". ¿Es-ese porte es normal...?

Ya estaba excitado. Y claramente, sufrir una erección a estas alturas de la película no era de extrañarse. No obstante, al levantar un poco la tela, su curiosidad volvió a atacar sus instintos. De esa forma, un posible contraste entre su porte y el de su contrario sería la mejor opción.

—Si...ciertamente no es normal —musitó con una gotita bajando por su sien. ¿Y cómo rayos les cabe eso...? ¿Me cab-...? ¡¿Que mierda piensas Deidara?! ¡Cállate! — ¡Carajo! —se dio un facepalm mental otra vez. Suficiente película por esta noche...— Y te quedaras duro toda la noche, por weon —le reclamó a su miembro[?].

Mañana será un nuevo día...
Si, hm...

-0-

9:30 de la mañana. Y Deidara yace boquiabierto con una expresión poco sana, observando la mesa del comedor.

—Necesito ayuda... —tragó saliva.

—Dei-kun —le reclamó su madre desde la cocina— Volviste a manchar las sabanas. Sera mejor que te controles

—...gracias mami —c jue mas a la mierda[?].

-0-

Mansión Uchiha, 10:30Am.

—¿Deidara...? —Itachi parpadeo con asombro

—Yo...—buscó con la mirada alguna excusa válida que justificara su presencia en el lugar— Yo no sé qué hago aquí. Será mejor que me vaya

—¡N-no! ¡Espera! Por favor. No te vayas —le sujetó del brazo con autoridad— Se a que has venido. Por favor, quédate. Pasa...

—...

Una vez dentro:

—¿Té? —ofreció el Uchiha

—N-no...gracias —respondió bajito, rodando los ojos hacia otra dirección. Se mostraba inquieto y poco seguro de lo que quería. Más bien...como si buscara a alguien.
Todo estaba tan confuso en su mente. Ni si quiera sabia porque estaba ahí. Esas locas ganas de huir— Nhn...

—No está aquí

—...¿eh? —soltó un ligero espasmo

—Obito —aclaró con voz pausada— Se que has venido por el

Deidara no dijo nada. Se mantuvo cabizbajo por algunos segundos

—No temas. Obito ya me contó todo. Y de hecho...sabía que vendrías —manifestó

—Lo siento, yo no sabía que era..."de ese tipo" de actores —musitó el rubio

—Trate de explicártelo anoche —suspiro Itachi— Pero estabas tan entusiasmado con la idea, que...

—Lo sé. Y no he venido a quejarme...

—¿Te gustó? —indagó el ojinegro con una sonrisa ligera en su rostro.

—¿El qué?...—captó su mirada como si estuviese inculpando le de algo— Espera, no es lo que piensas. Yo-yo no...

—Calma. No he dicho que te hayas acostado con el —agregó, bebiendo de su té— Solo preguntaba si te gustó Obito. Como hombre.

Volvió a retraerse. Daba la impresión de que estaba siendo atacado con preguntas. El ojiazul suspiró. En verdad tenía muchas dudas sobre aquel chico. Independientemente de su "pequeño" e inusual encuentro. Necesitaba...tan solo saber un poco más de él.

—Necesito saber más de él. Hay cosas que no entiendo aun —expuso Deidara

—Jm —sonrió— Claro que sí. Pero veras... —y se levantó de su asiento, extrayendo un pequeño papel fucsia de su chaqueta— No soy la persona más indicada para hablarte de él. ¿Por qué no vas y le preguntas tu mismo?

—¿Qué es esto? —Deidara lo recibió entre sus dedos

—Es su dirección...

-0-

Distrito de Shibuya, 12:21PM.
La dirección citaba "Edificio Momoshi". Era realmente muy grande. Mínimo debe de haber tenido sus 50 pisos. Sin embargo, no era la altura lo que encrespaba al rubio. El solo hecho de saber que en este sitio se lo toparía, le obligaba a retroceder acérrimamente en dirección reversa.
¿Entrar o no entrar? He ahí, el dilema.

—Ser o no ser, ctm[?] —masculló entre dientes.

—Hey, tu. Muchacho —habló una voz apagada

—¿Eh? —se volteó— ¿Quién es?

Era el recepcionista. Un anciano de aproximadamente unos 70 años como mínimo. Llevaba un traje muy elegante y una boina gris.

—¿Vienes a visitar al joven Uchiha, no es así?

—¿E-eh...? —sus mejillas se acaloraron en cuestión de segundos— ¿Qu-quien le dijo eso? Claro que no, h-hm... —trato de esquivar su mirada. Le comenzaba a incomodar

—Tienes cara de ser amigo de él. Normalmente le frecuentan jovencitos como tu —se mofó

Qué asco, seguro es un maldito puto —chasqueó la lengua— Olvídalo anciano. No vengo aquí. Me equivoque de dirección, hm.

—Si quieres un autógrafo nada mas tenias que pedirlo —rió

—¡¿Otra vez con lo mismo?! ¡Ya te dije que n-...! Grgn... —gruñó. Como odiaba que le sacaran de sus casillas— No sé qué hago discutiendo con un viejo tonto

—Bueno, es el único joven famoso que vive aquí —rascó su nuca con indecisión. Luego de algunos segundos, se echo a reír— ¡No es cierto! Ya sabía que vendrías. El joven Uchiha me dijo que le avisara cuando llegaras

¿Que carajos? ¿El idiota sabía que vendría? Esto debe de ser una broma. Debes de estar confundiéndome con otra persona, abuelo. Yo ya me voy. Adiós —se dio media vuelta.

—¡Oh! Joven Uchiha. Justo estábamos hablando de usted —saludó el recepcionista

...mierda —gotita[?]

Estaba ahí. Parado, justo delante de Deidara. Con un par de bolsas en las manos y un traje deportivo muy ajustado. El sudor de su pecho, remarcaba parte de sus bien formados pectorales.
Carajo...¡Otra vez esa maldita escena de mi mesa! ...
Le observó. De pies a cabeza. Como si estuviera examinando a una presa o algo así. ¿Qué es esa manía que tiene de...?

—¿Subirás o te quedaras aquí afuera? —alzó la vista hacia el cielo. De a poco las nubes comenzaban a cubrirlos— Se aproxima una nevazón.

—N-no...yo-yo ya me ib-...

—Compré crema y fresas —comentó con una sonrisa amigable. Su bolsa se alzó

...¿Crema y...fresas...? ¿O tu...y yo...? —tragó saliva. Este era su fin...