DOS MISIONES, DOS FALLOS:

Le habían asignado una nueva misión, era la cuarta en esa semana. No le molestaba la agenda ocupada, en absoluto, por el contrario, era lo único que mantenía su mente ocupada. La sensación de tener un sólo objetivo y cumplirlo le satisfacia y hacía los días menos aburridos. Ese era su estilo de vida desde hacía casi tres años, la máscara siempre puesta y los compañeros ocasionales, no era una mala vida, nada de sentimientos mezclados, sólo el deber.

El amanecer no tardaría en presentarse, el ninja terminaba de arreglar su equipo, siempre lo revisaba más de una vez. Salió justo a tiempo, la costumbre de retrasarse había quedado atrás igual que sus lecturas a todas horas, ahora sus libros permanecían en un estante cubiertos de polvo.

Los primeros rayos de sol comenzaban a iluminar la Aldea cuando hizo su aparición.

-Llegas diez minutos antes- notó una compañera ANBU -Ni siquiera es una misión tan importante, solo custodiar a un equipo ninja- sólo serían ellos dos como parte del equipo de custodia.

-Lo sé- se quedó en silencio y esperó paciente. No tardarían en llegar. Por fin, once minutos después y cuando el Sol hizo su aparición, un pequeño grupo de tres ninjas hizo su aparición.

-Naruto, Sakura. Basta de juegos- regañó el encargado de equipo. Sus alumnos reían sin parar. Hacía demasiado tiempo que no los veía, habían cambiado tanto que no podía creerlo. Parecía que las carcajadas de los jóvenes no podrían contenerse, sin embargo apenas estuvieron a escasos metros del grupo ANBU, las risas cesaron por completo y una seriedad completa los invadió. Eso lo sorprendió, demostraban una dedicación a la futura misión.

-Ustedes deben ser el grupo ANBU que nos acompañará- Kakashi reconoció al ahora líder del equipo siete.

-Capitán Yamato, aquí tiene el pergamino- la voz de Sakura había cambiado, era más sedosa y suave.

-Será mejor que avancemos- su compañera ANBU siempre estaba impaciente. Se distribuyeron de inmediato en sus posiciones. Ninguna misión podía subestimarse, eso lo había aprendido por las malas, había una razón por la cual debían cuidar a ese grupo y él haría su trabajo.

-Sakura- chan, tengo hambre- el ninja rubio se acercó a su compañera y la sacudió ligeramente- Debimos comer algo antes- la kunoichi hurgó en su mochila y sacó una pequeña bolsa que le pasó a su amigo.

-Aquí tienes, lo preparé yo misma-

-Eres la mejor, Sakura-chan- Kakashi observaba la escena unos pasos atrás. No podía creer lo que veía, se les notaba tan unidos y relajados, completamente cómodos el uno con el otro. Era de sorprender cuando en el pasado, Sakura apenas toleraba la actitud tan vivaz de Naruto. No sólo habían cambiado físicamente, se les veía más maduros aunque se seguieran divirtiendo. Durante el largo trayecto no hizo más que verlos charlar animadamente, susurraban y bromeaban con Yamato. El equipo siete seguía su propio rumbo, y les iba muy bien.

-Son buenos chicos- le comentó Yamato. Él sí lo había reconocido -La mayor parte del tiempo bromean y no los puedo separar, pero ambos superan a la mayoría de sus compañeros en un combate- había escuchado que Naruto se había marchado con Jiraiya, eso explicaba su mejoría, pero Sakura, le era un poco difícil imaginarla en combate, parecía tan delicada como siempre. Kakashi no dijo nada.

-Capitán Yamato, creo que deberíamos apresurar el paso- aseguró Sakura. Sus grandes ojos jade se fijaron unos segundos en él, como si analizara su presencia allí, pero después sólo se giró restandole importancia. No creía que lo hubiera reconocido.

Kakashi subió a los árboles y avanzó el resto del camino por ahí, no tenía caso estar tan cerca de ellos.

-No entiendo esta misión- declaró su compañera ANBU -Es solo un grupo de simples ninjas, ni siquiera parecen tomarse las cosas enserio- el ninja que copia no respondió. Se limitó a seguir avanzando en silencio, no estaba de acuerdo con lo que acababa de escuchar. Después de varias horas, cuando la tarde había caído, estuvieron lo bastante cerca de su destino como para prepararse. Bajó del árbol y se reunió con su ex equipo.

-¿Te sientes bien, Naruto?- Sakura observó con preocupación a su compañero mientras se colocaba unos guantes negros.

-Estoy bien, Sakura- chan- el ninja le ofreció una gran sonrisa.

-Naruto, no lo olvides, nuestra prioridad al entrar en combate es proteger a Sakura- Yamato veía con seriedad a su equipo. Sin embargo Kakashi no entendió a qué se debía tanto cuidado y protección para la ninja, seguramente era la más débil.

-Nunca podría olvidarlo- aseguró completamente convencido.

Siguieron avanzando y la tensión parecía crecer en el pequeño equipo. El ANBU no estaba seguro de cuál sería su destino o la misión que llevaban a cabo, pero se mantuvo alerta y concentrado en protegerlos. No tardaron en divisar una pequeña cabaña y apenas la vieron se detuvieron en seco.

-Quédate atrás, Sakura- chan- pidió Naruto. Yamato asintió y pusieron en marcha un plan que parecían tener estudiado. Los ANBU se dedicaron una mirada confundidos, no estaban seguros de cómo actuar. Las instrucciones de la Hokage sólo habían sido la de cuidar al equipo siete y traerlo vivos, nada más.

-Senpai- le habló Yamato - Naruto y yo debemos entrar a esa cabaña, asegúrense de que nadie más entre después de nosotros o nos interrumpa. No estoy seguro de las instrucciones que la Hokage les diera, pero ahora su misión es mantener vigilada esa cabaña y proteger a Sakura. No permitan que nada le ocurra- Kakashi se sorprendió al recibir órdenes nuevas pero no tenía problemas en seguirlas, después de todo, Yamato había sido uno de ellos. Asintió de acuerdo y se colocó junto a Sakura para cuidar de la joven. Le indicó con una mirada a la ANBU que debía colocarse al otro extremo de la cabaña y a regañadientes la ninja obedeció.

Cuando todo estuvo listo, Naruto hizo tres clones, uno se quedó al lado de Sakura.

-Naruto, concéntrate en el plan- pidió el encargado.

-Estaré más tranquilo si la cuido yo mismo- el ninja observó desafiante a su antiguo sensei. No lo reconocía y mucho menos confiaba en él.

El clon restante, Naruto mismo y Yamato, se acercaron a la cabaña con demasiada cautela, tomando todas las precauciones y alertas en todo momento.

-Por favor tengan cuidado- susurró Sakura al clon que le ofreció una sonrisa tranquilizadora. No era regular que Kakashi preguntara por una misión, normalmente esperaba recibir instrucciones, pero esta ocasión era distinta, algo lo intrigaba. Estaba a punto de preguntar cuando el clon de Naruto habló.

-Maldición- su semblante se volvió más serio y alertó a los ninjas -Sakura-chan, es mejor que entres. Te necesitamos- la joven apresuró el paso y Kakashi la siguió de cerca. Debía ser una misión sobre Sasuke.

Abrieron la puerta con cierta precaución, sobre el suelo yacían los cuerpos de tres ninjas con la banda de la Arena, tenían heridas evidentes, la sangre fresca estaba por todo el suelo. No había pasado mucho desde el ataque. No tenía idea de lo que sucedía así que no tenía idea de qué esperar.

-¡Maldición! - Sakura maldijo en voz alta. El plan no había salido.

-¿Puedes hacer algo?- por un momento Kakashi pensó que Yamato se dirigía a él. Pero Sakura fue la que se arrodilló junto a uno de los cuerpos y trató de encontrar su pulso. ¿Qué se suponía que trataba de hacer?.

-No. Llevan muertos un par de horas, alguien lo supo- el pequeño equipo se observaba entre sí, intentando encontrar respuestas para lo que sucedía -Debemos irnos- aseguró Sakura dando marcha atrás. Todos la siguieron en silencio y a la puerta apareció la ANBU.

-Regresaremos a la Aldea- declaró Yamato como nueva orden.

-¡Maldición! - Naruto parecía preocupado con los nuevos eventos pero no reclamó la nueva indicación. Desapareció sus clones y se pusieron en marcha. Kakashi sabía cuándo una misión era fallida y esa era una de esas, cualquiera que hubiera sido su objetivo, no lo habían cumplido. Se preguntaba si aún seguían buscando a Sasuke, si toda esa misión era para traerlo de regreso.

-Entregaremos un informe a la Hokage y esperaremos nuevas instrucciones- explicó Yamato, sus alumnos asintieron callados. El camino de vuelta pasaba en un silencio absoluto, cada uno con sus propias ideas y pensamientos; Kakashi no dijo una sola palabra, su única misión era llevarles a salvo y lo estaba cumpliendo. La noche había caído en su totalidad, seguramente era medianoche o pasada, su llegada estaba planeada para antes del amanecer, así que iban a buen ritmo. Una misión tranquila para él y después de eso no creía verlos en un tiempo, era apenas la segunda vez que coincidían en tres años, un índice muy bajo.

-Me adelantaré- su compañera se acercó a él- Detesto ir tan lento- antes de que pudiera detenerla, la ninja había desaparecido. Eso lo irritó bastante, la ANBU era apenas una aprendiz, era talentosa tanto en las misiones como en la cama, pero demasiado predecible y apresurada, eso arruinaba las misiones y lo aburría en la cama.

El grupo restante siguió su camino, la luna brillaba alumbraba el camino y dibujaba sombras siniestras a su alrededor. Todavía estaban a unas horas de la Aldea, su compañera no se veía cerca pero parecían estar a salvo hasta que un ruido lo hizo detenerse.

Actuó inmediatamente y lanzó una kunai en esa dirección, un ninja enmascarado surgió de las sombras. Le hizo frente rápidamente y no tuvo problemas en acabar con él, sin embargo aparecieron cuatro más; podría haber acabado con ellos fácilmente si su compañera estuviera custodiado al equipo siete, no podía repartir su atención entre cuidar y combatir.

-Sakura-chan, mantente alejada- gritó Naruto antes de entrar en combate junto a Yamato. Para sorpresa del ANBU, el joven fue de gran ayuda aún a pesar del gran nivel del oponente. Peleaba mientras protegía a su compañera. Estaba a punto de ayudarlo cuando Sakura se involucró en el combate.

-¡Naruto!- gritó Sakura. Kakashi observó lo que sucedía y vio a Naruto herido por una kunai justo en el estómago. Ese ataque venía de las copas de los árboles y allí se dirigió. No tardó en acabar con el enemigo y bajar para continuar en la pelea, para su sorpresa todo había acabado. Sakura corrió hasta su compañero herido justo en el momento en el que la ANBU aparecía de nuevo. Kakashi ignoró a la ninja y siguió a Sakura para saber el estado de salud del joven. Naruto estaba inconsciente pero respiraba.

-Resiste- pidió la kunoichi. Kakashi pensaba en las opciones que tenían, la mejor forma de transaldarlo para poderlo salvar. No había ningún médico con ellos, o eso creía hasta que Sakura se quitó los guantes negros, abrió la chamarra de su compañero herido y dejó al descubierto un corte bastante profundo. El grupo entero observó atento lo que sucedía.- Estarás bien- aseguró ella antes de que un chakra verde y luminoso surgiera de sus manos. La herida comenzaba a cerrarse ante los ojos de Kakashi que no creía lo que veía, ella era una ninja médico. Naruto que seguía inconsciente comenzó a moverse un poco pero los cuidados de la médico no cesaron.

-Sakura, es suficiente. Aún no estás completamente recuperada de la última misión- pidió Yamato colocando una mano sobre el hombro de la joven. Aplicó un poco más de chakra e intentó ponerse de pie pero casi cayó al suelo de no ser por Yamato que la sostuvo.

-Tiene que descansar. Cuando recupere un poco de energía podré seguirlo curando y entonces avanzaremos- Sakura se aferró con fuerza a los brazos de su capitán y trató de recuperar aliento. Lucía agotada. Él estaba a punto de acceder a los nuevos planes cuando su compañera intervino.

-Debemos avanzar, estamos demasiado expuestos aquí. Despierta a tu compañero y sigamos- la ANBU se acercó a Naruto pero Sakura se interpuso.

-No lo vas a tocar- advirtió con veneno en la voz. Sus ojos jade relampagueaban de furia- Tu misión era protegernos y fallaste, por tu culpa mi compañero está herido. No seguiré sin Naruto y tú puedes irte o quedarte, no sirves aquí y eso es evidente- Kakashi se sorprendió de la actitud hostil de la joven, y no fue el único, la ANBU que solía ser bastante testaruda, dio un paso hacía atrás y se quedó en silencio.

-Sakura, es suficiente- Yamato no parecía sorprendido de la actitud protectora y casi irreverente de la joven- Descansa y seguiremos por la mañana- la médico observó una vez más a la ANBU con resentimiento, y no fue la única que recibió esa mirada, ella también lo observaba a él, también lo culpaba de no cumplir su misión. Se dio vuelta y se arrodilló al lado de Naruto.

-Seguiremos por la mañana- repitió Yamato preocupado. Claramente ninguna de las misiones se había cumplido. Kakashi asintió y se acercó hasta su compañera.

-No ha sido para tanto- comenzó a decir.

-Un ANBU nunca baja la guardia, somos un equipo élite que espera lo imprevisible, nuestro deber es ser mejor que el resto y hoy, si no fuera porque tenemos una médico entre nosotros, la vida de un ninja correría peligro- Kakashi era el encargado de ese grupo élite y él menos que nadie toleraba las fallas -Será tu última misión en meses, trata de no equivocarte otra vez porque entonces será la última como ANBU- el ninja tenía reputación de ser estricto y pedir casi la perfección, pero eso te valía cumplir misiones, la vida de tus compañeros. Nunca se abandonaba ni se bajaba la guardia. La dejó sola y se escabulló entre los árboles hasta acercarse al pequeño y herido grupo.

-Naruto estará bien, Sakura- Yamato cuidaba de sus alumnos. Kakashi podía ver perfectamente lo que ocurría y vio cuando la médico acarició con ternura la mejilla de su compañero herido -Hizo lo correcto al protegerte, eres la única médico aquí-

-Lo sé. Pero no soporto verlo herido, él es casi lo único que me queda- su voz comenzaba a temblar ligeramente, parecía estar a punto de romper a llorar- Me convertí en ninja médico por él, para estar a su altura y protegerlo; si pudiera lo encerraría en una burbuja para que nadie pudiera lastimarlo-

-Sakura. ..- la voz de Yamato era de consuelo pero le faltaban las palabras, era una confesión demasiado íntima.

-No puedo perderlo- repitió en un susurro- Entonces ya no quedarían pruebas del equipo siete- se quedó en silencio durante un largo rato hasta que volvió a hablar- Me alegra que usted sea el encargado de nuestro nuevo equipo. Cuida muy bien de nosotros- aseguró la joven con una sonrisa. El ex ANBU asintió.

-Iré por un por un poco de leña, Naruto descansará mejor con un poco de calor-

Kakashi no se movió de allí, un sentimiento amargo lo invadió y viejas culpas y remordimientos taladraron su mente. Siempre había pensando que hacía lo correcto dejando al equipo, no era el indicado para ellos, sin embargo, ahora que los volvía a ver, era como si las cicatrices de su abandono fueran visibles en sus ex alumnos. Eran ninjas completos y talentosos, pero estaban marcados por el abandono de dos de sus integrantes.

De pronto notó que Sakura levantaba su blusa con cuidado y dejaba al descubierto su vendado vientre, las gasas y vendas se veían manchadas, debía ser sangre. La médico las retiró con cuidado, cubrían una herida bastante reciente y que sangraba de nuevo, aplicó un poco de chakra y volvió a vendarla sin mostrar algún signo de dolor. Kakashi ya había visto bastante, se retiró en completo silencio.

La noche siguió avanzando tranquilamente, el fuego iluminaba y calentaba el lugar, ningún ruido sospechoso se escuchó más, reinaban el canto de los búhos y animales nocturnos y sólo eso. Sakura no se separó ni un instante de su compañero, ocasionalmente aplicaba un poco de chakra para después descansar y recuperar energía.

-Estarán listos al amanecer- declaró Yamato acercándose a él.

-De acuerdo- se quedó en silencio pero volvió a hablar minutos después- Has hecho un gran trabajo con ellos- declaró intentando no mostrar sentimiento en su voz.

-No, cuando me encargué de ambos, ellos ya eran un pequeño equipo de dos. Se entendían casi a la perfección y cubrían la espalda del otro. Naruto se fue con Jiraiya sama y Sakura se volvió ninja médico; son talentosos y unidos como pudiste comprobarlo. Llegaran muy lejos- sabía que Naruto tenía un futuro prometedor, sin embargo, Sakura ahora también era un joya por así decirlo. Había sido un giro interesante del destino. Asintió y se preparó para el amanecer, faltaba escasa una hora.

Para su sorpresa, Naruto y Sakura se ponían de pie, la médico abrazó con fuerza a su compañero y lo ayudó a incorporarse, después de eso no lo soltó. Avanzaron juntos, ayudándose en cada paso y con una ligera conversación. No pasó mucho tiempo hasta que escuchó a Sakura reír. Los observó atento, aún no se acostumbraba a verlos de esa forma. Parecía que el incidente anterior había quedado atrás, era como si sólo se necesitaran el uno al otro para seguir adelante y le era imposible no sentir un poco de amargura al no formar parte de ese pequeño grupo. Bromeaban entre ellos e incluían a Yamato, en cambio él, Kakashi no recordaba la última broma que había escuchado.

Avanzaron sin pausa, sin ningún otro contratiempo y pronto divisaron la entrada de la Aldea. De pronto el humor de ANBU cambió, cuando entrara en la Hoja tendría que aceptar su error y asumir la conducta de su compañera, volvería a lo mismo de siempre y su vida seguiría misión tras misión, en ese momento ya no se le antojaba seguir con ese estilo de vida.

-Naruto necesita ir a la enfermería- avisó Sakura- Lo veremos después, sensei- Kakashi se tensó automáticamente, por un instante pensó que se dirigía a él, pero no, Sakura veía a su capitán. Era la primera vez que los escuchaba llamarlo de esa forma y no pudo evitar sentirse traicionado. Para ese momento ya estaba bastante fastidiado, su misión fallida había terminado por arruinar su humor y no solo eso, una parte de él no soportaba la relación entre sus ex alumnos, como si fuera perfecta.

-Iré a dar el informe y después me reuniré con ustedes-

-Lo esperamos, Yamato-sensei- Naruto sonreía un poco dolorido pero seguía de pie. Los ninjas siguieron avanzando y Kakashi los observó mientras se alejaban, se ayudaban entre ellos a cada paso. Ni siquiera lo habían observado a él, los ojos jade de la médico ni siquiera le dedicaron una mirada, era como si su presencia no importara. No tenía ni idea que después de tanto tiempo la sensación de ruptura al verse tan alejado siguiera presente, que la palabra "sensei" se escuchara tan distinta y tan lejana a él. Un nuevo equipo se había formado con su salida.