Naruto ni sus personajes

me pertenecen, si no a su respectivo autor.

Hago esta historia sin fines de lucro, solo por diversión (Pero si alguien me quiere pagar... no me quejo)

Lo único que me vendría perteneciendo fuera es la trama de la historia, si alguien me la roba... lo mato.

sin mas que decir, el fic:


Prologo: Unos protagonistas, algo particulares…

Esta historia, definitivamente, no es como los demás.

No está la perfecta chica con carácter de ensueño, voz dulce como la miel, cuerpo perfecto, un haz en los quehaceres del hogar, y por sobre todo, puritana. Por favor, estamos hablando de una adolescente, en la universidad, la etapa donde ellos quieren experimentar, y verse completamente satisfecho en un tema: sexo. La chica de nuestra historia, por muy santa y de encantadora inocencia que haga parecer, no lo olviden, es una perra.

No hay el típico "Hombre testosterona" ni el "hombre caballeroso" ni tampoco la cansada, por no decir cliché, combinación de "Popular jugador de fútbol y rompe corazones" donde en estos tres estereotipos, entra un ítem en común: Los tres se mueren por conquistar a la chica de sus sueños. En la universidad hay personas de todos tipo, así que en vez de irme a por esos tres, me fui por el chico malcriado, ególatra, egoísta y algo inmaduro que nunca hace caso a nada ni nadie, un ser mucho mas profundo a mi parecer.

Tampoco está o numero uno, la suegra maravillosa que solo quiere ver su hijito feliz, y hasta le pagaría la boda que tendría con su yerna, la cual amaría con locura y quisiera como una hija; Ni numero dos, la vieja arpía, que además que parece querer casarse con su propio hijo, tiene cara de no haber roto un plato en su vida. Bueno, si, de acuerdo, es una vieja arpía manipuladora, pero tampoco es tan malévola, digamos que de una escala del uno al diez, ella sería un… nueve y tres cuarto.

Y finalmente, y lo mas importante… No están los llamados "chicos malos" o como se les conoce mejor, antagonistas. Así que, si esperabas ver un humillado chico que es malvado hasta los dientes que lucha por separar a la pareja principal, o la chica de ropa ajustada y corta que quiere acostarse con el chico de la historia, pero a la final todo sabemos que la pagara y con intereses, (acéptalo, eso en el fondo es lo que realmente quieres)… lo lamento. Aquí, todos cometieron sus errores, como así también tuvieron su momento de buena gente. Entiendan esto, por favor, no hay ni blancos ni negros: Solo grises, unos más oscuros que otros, pero todos somos grises.

Bien, ya lo dije, y sin aun te interesa esta historia, felicitaciones, sigue leyendo. Si no, nadie está obligando a leer, puede uno simplemente dar la vuelta.

¿No lo han hecho? Bien, creo que ahora si, puedo presentarles finalmente a los protagonistas:

Primero está Sakura Haruno, pequeña chica que a la primera vista parece un ángel caído del cielo, sobre todo al ver su figura de bailarina, y su cabello rosado hasta la cintura. Sus grandes ojos verdes y mejillas con un rubor natural destilaban inocencia a donde quiera que mirara.

Pero hasta ahí llegaba lo del ángel caído del cielo. Pues, solo faltaba ver sus ojos tras el ser retada por cualquiera, en su interior, guardaba una fuerza inmensa que no cualquiera podía hacerle fuerte. Y sin hablar de aquella fuerza de elefante, la hacían una chica de verdad cuidado. El que se riera de su pronunciada frente, ya podía rogar por una buena tumba en su cementerio de referencia, y mejor que ni mencionar el que le pasaría al que le hablara de su casi plano pecho.

Es mas, Kiba Inuzuka, aun recordaba, no sin dolor, la patada que le había acertado la pequeña pelirrosa.

Pero no había que dejarse engañar por las primeras apariencias, como todo el mundo aprendía al conocer a la pelirrosa. Tras el supuesto ángel que se encontraba, y mucho más en el fondo que el humor de perros y la fuerza descomunal que poseía, se encontraba una adolescente con las hormonas revueltas. Si señores, a esa pequeña chica de cara inocente le gustaba el sexo, y no solo, eso, si no también, ser la dominante de la relación.

Y Si no lo creían, pregúntele a los chicos que había pasado por su cama. Ninguno de ellos había resultado insatisfecho, es mas, habían resultado gratamente sorprendidos. Ni que decir, lo que opinaba Kankorou, que aun después de seis meses, aun la buscaba de vez en cuando y le preguntaba si aun conservaba ese modelito de encaje rojo, que le encantaba. Eso si, todo ese historial, estaba bien resguardado, tanto sellado por sus labios y los de sus amantes, como por las sábanas de su cama, que quitaba y lavaba al día siguiente después de la faena.

¿Y porque? Pues porque Sakura tenía un buen futuro por delante.

De diecisiete años de edad, donde, gracias a sus excelentes notas en primaria, le habían adelantado un año, siendo así, la menor de su promoción. Y el haber salido graduada a los dieciséis de la secundaria, y el haber entrado de inmediato a la universidad, le habían abierto muchas puertas.

Puertas, que para su desgracia, iban a cerrarse.

Pues porque, aunque fuera lista, ella no era rica. No, para nada. Si lo fuera, Sakura no viviría en un viejo edificio que se mantenía en pie por suerte, que estaba ubicada en un barrio de mala muerte, y lo que era peor, se pagaba excesivo alquiler para ese nido de ratas, como lo había llamado elocuentemente su mejor amiga: Ino Yamanaka.

Los semestres en su universidad, eran caros, y ahora, que habían aumentado… bien, para dejarlo claro, el sueldo de un trabajo a medio tiempo, y el poco dinero que le mandaba sus desentendidos padres, no era suficiente para ambas cosas.

Así que tenía dos opciones. Bueno, en realidad tres:

La primera, dejar de pagar el alquiler de su apartamento, vivir bajo las alcantarillas, e invertir todo su dinero en pagar la universidad. ¿La comida? Seguramente en los túneles habría una que otra rata que podría asar.

La otra, que se le hacía realmente dolorosa y probablemente echaría todo su futuro a la basura, era decirle bye bye, a su tercer semestre en la universidad.

Y la ultima. Simplemente, dejar la llave de gas abierta en su casa por media hora más o menos, y prender un fósforo. Así, moriría y no tendría que estarse preocupando mas por donde vivir, como comer o como demonios tener dinero. Solo, que, por supuesto. Necesitaba dinero para comprarse una nueva caja de fósforos, la última cerilla se le había acabo la noche anterior al prender la cocina, y hacerse una cena que además se le había quemado.

Pobrecita… pero Bien, dejando a esa chica de lado, ahora presentemos al elemento masculino de la historia: Deidara Seiryu.

Alto y delgado, de hombros y espalda ancha (Todo gracias a los años de natación que había recibido), caderas delgadas, y con una musculatura que hoy en día, las chicas lo describirían como "una dura tableta de chocolate". La piel muy levemente trigueña, y una cara perfecta, con rasgos finos pero masculinos dejando a la vista sus labios (según) deliciosamente besables, su nariz recta, y sus ojos de un endemoniado color azul, que al mirarlos, te perdías en el mar mas profundo.

Y (teniendo que hacer énfasis en esto, por exigencias del mismo protagonista) cabello rubio acercándole al oro, lo traía hasta la mitad de la espalda, y sujeto en media coleta, mas uno de sus muchos mechones de cabello sedoso caía por sobre su cara, tapando la vista de uno de sus ojos, dándole así un toque misterioso.

A simple vista, era el demonio. Ese, que invitaba a cualquier a caer en sus brazos y pecar, y se podía estar seguro, que no se iba a arrepentir.

Y el sobrenombre del demonio le asentaba mas y mas, al conocer su personalidad, fuerte y decidida. Sus ojos, siempre brillando con un toque de malicia y locura, eran los que te hacían caer primero. Seguido por su varonil voz, que además de hacerte delirar con su masculinidad; su particular forma de hablar, te encantaba. Además claro, estaba su aptitud, todo un caso.

Contadas persona podían con el, siendo, en cierta manera tan impetuoso y explosivo. Era la propia definición de una bomba de tiempo, podía estar apacible y jugarse con el, pero cuando ponía su carácter, en cualquier segundos podía estallar. Y solo era bueno verlo de esa manera, de una forma: En la cama. Eso sí, las reglas estaban claras, el era que mandaba, podía llevar su amante a la cima del placer, solo pedía una cosa: sumisión. Y no por eso la lista de amantes era corta, el había logrado domar hasta la bestia mas indomable, hasta convertirlo en un lindo gatito.

Siendo hijo de la dueña de una de las compañías de moda más importantes en el país, tenía el dinero, y no solo eso, tenía el poder. Era de esperar, que con eso, su físico y su fuerte personalidad, se volviera uno de los dichosos "TOP 10" de las prestigiosa universidad donde el estudiaba. Y A sus veinte años, y con una futura profesión como arquitecto por delante, era obvio que más de una mujer caía rendida a sus pies, ofreciéndoles el todos por el todo. Mas de una había deseado, tener al menos, una noche con el, así no terminara necesariamente en la cama, porque con un beso de el, según las enamoradas y desesperada palabras de sus fans, morirían encantadas.

Solo había un detalle con que se cumpliera eso último, el era gay.

Desde los quince, lo había sabido. Primero pensó, que como todos, había querido experimentar, pero después ¿Cómo no? Le gustó la cosa, y se fue adentrando más en ese mundo.

Y lo mejor de todo aquello, es que estaba orgulloso de su condición, sin malos pasos ni depresiones, el proclamaba, casi a voz alta que era homosexual y estaba orgulloso de eso.

Le valía un bledo lo que los demás pensaran de el. A las chicas, ni le va ni les venía, algunas había seguido con el amor platónico hacia el, otras se habían alejado, asqueadas y horriblemente decepcionadas; y otras, contrariamente a lo que algunos creían, habían aumentado sus fanatismo por el. Pero a Deidara, la verdad no le importaba nada el género femenino, salvo claro, su amiga Konan.

Los hombres, mientras, si lo criticaban, le daba igual, y si se metían con el, ¡Ay! Que no por nada formaba parte del grupo Akatsuki. Ahora, si les daba curiosidad entrar y experimentar un poco con el mundo homosexual, bueno, el no tenía problemas en "estrenarlos"

Así que su vida, a su punto de vista, era perfecta.

Solo había un problema.

Aunque en su universidad, y su vida social, medio mundo sabía que el era gay, La persona mas allegada a el, no lo sabía.

Su madre.

Y aquí, era donde entraba la tercera protagonista: Tsunade Seiryu, la presidenta de esa famosa línea de ropa, que tanto hablaba todo el mundo. Y que justo en esos momentos, quería conocer a la novia de su amado y adorado hijo, que supuestamente, vendrían teniendo con ella ya, ocho meses de noviazgo.

Y para los que no conozcan a Tsunade Seiryu, ella no acepta un "no" por respuesta.

¿Una suegra que todo el mundo querría tener, verdad?

Bien, esta es la ultima advertencia. Esta no es una historia rosa, donde la chica recibirá finalmente su primer beso, el caballero la cargara hasta la cama llena de pétalos de rosa, la suegra llorará de felicidad, o la bruja mala del cuento se la comerá el dragón ¿Entendido?

Aquí se verá sexo, patadas, golpes, homosexualidad, groserías, amores de adolescentes (Hoy te quiero, mañana no) y mas sexo ¿Entendido?

Así que, si no ten gusta el sexo (Cosa difícil de comprender, a mi parecer) la violencia física, eres homo fóbico, no toleras malas palabras, o si sencillamente quieres llegar virgen al matrimonio, cosa que dudo que aun se utilice hoy en día: no te recomiendo esta historia.

Ah, ¿acaso me estas diciendo que si te gusta hablar de sexo, ver a pobres personas con chichones en la cabeza, el yaoi o yuri (Vamos, que todo buen lector al menos ha leído algo de eso…) dices malas palabras, tienes un amor adolescente y además tienes sexo con el? ¿No? ¿En serio? Vaya, pensaba que si…

Eh, bueno, por si así aun quieres, puedes leer esta historia, eso si, las facturas del psicólogo al que posiblemente iras, no las pagare yo:

Todo comenzó el día en que Tsunade…


Y cha cha cha chan!

Bueno, este es mi primer longfic de Naruto, donde se puede apreciar, que la trama es algo... Inusual

La idea surgió después de ver varias películas de amor donde siempre hay un gay de turno, al leer Your gay friend (Fic muy bueno, está en mis davoritos y pertenece al fandom de Crepúsculo y al seguir una novela que vi junto con mi amiga llamada... ¿Como era que se llamaba? Ni idea, solo se qué la situacion que vivía el chico eran divertidas xD

De aquí nació este fic, con un Deidara gay, una Sakura medio angel medio demonio y medio ninfomana, y una Tsunade que sería una mujer que quiere para su hijjo lo mejor para ella... digo, el xD Junto con sexo, humor y golpes, ¿Que es lo peor que podría pasar? xD

Exacto: El fin del mundo, y como me dejaron mal con el 2012, decidí iniciarlo por mi cuenta xD

Por cierto, como leyeron arriba, esta historia tiene yaoi, no mucho puesto que sería la primera vez que escribiría del tema (Y probablemente la única) ecchi (de eso si mucho xD y lemmon, siempre cuando Nachi pervertida este presente, si no les gusta, ahorren su tiempo y no critiquen, solamente cierren la pagina del fic y busque otro que leer, gracias.

Ahora, como dije too lo que tenía que decir, me despido n.n.

chao!