¡Hola!

Hoy se dio inicio a una segunda semana Asakiku y, como en la anterior, me hace mucha ilusión participar. Es que el Asakiku es una pareja importante para mi...

Pero en fin, el día 1 corresponde a infancia :) así que acabo de escribir esto por ello! es algo bastante corto y sin mucha cosa... pero igual espero les guste!

Disclaimer: Hetalia no es mío.

Advertencia: Universo alterno, infancia.


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Arthur Kirkland, ocho años, y capaz el niño más indeciso del mundo.

La verdad era que su pequeña cabecita pasaba por un momento de indecisión y vergüenza, sobre todo esto último, al no saber qué hacer para acercarse a ese niño bonito de cabellos azabaches que había llegado nuevo a su misma escuela hace un par de semanas atrás. Él no era tan extrovertido como Alfred, tampoco tan conversador como Antonio, así que llevaba días pensando cómo hablarle.

-¡Vamos a jugar, Arthur!-

Y ahí estaba, el molesto de Alfred haciendo lo que mejor sabía hacer: fastidiar. No había recreo en donde este no lo hiciera.

-Ahora no, Alfred.- buscó quitárselo de encima.

El rubio menor, pero que injustamente era más alto con respecto a Arthur, hizo pucheros y decidió dejarlo solo al salir corriendo hacia su próximo objetivo…

-¡Niño nuevo! ¡Juguemos!-

Vio como tomaba del brazo al pequeño japonés, jalándolo, y frunció sus gruesas cejas al notar la incomodidad del peli negro, era hasta tan amable que no lo corría como él lo había hecho recién.

-¡Juguemos, juguemos!- coreaba el americano sin dejar de mover al otro pequeño, buscando convencerlo.

-E-es que…- intentó decir él, intentando negarse, pero tanto movimiento comenzaba más bien a marearle.

-Anda~~~~~~-

Arthur no pudo más.

-¡Basta, Alfred! ¡No lo molestes!-

Su grito logró que el susodicho soltara al asiático de inmediato, quedando muy extrañado por lo que había hecho.

Arthur era gruñón, a pesar de ser apenas un niño, pero eso no significaba que andaba por ahí defendiendo a todo el mundo, era tan extraño para el americano que no hizo más que huir al encontrar un nuevo y su objetivo definitivo: su hermano, Matthew.

-Muchas gracias, Arthur.-

Se quedó de piedra, helado, al escuchar su nombre… Momento ¿El niño bonito conocía su nombre? ¡No podía creerlo! Su rostro se tiñó de rojo, nunca había sido tan feliz en su corta vida.

-D-de nada…- balbuceó, cuando algo se dignó a salir de su boca, seguía en shock- Sabes mi nombre.- se le escapó en un susurro, realmente estaba curioso.

-Bueno…- el pequeño desvió la mirada, avergonzado- Lo escuché antes en clases.- admitió.

-Oh…- su mirada brilló, todo era tan inesperado. Pero… ¡Aún no sabía su nombre! Qué vergüenza…

-Kiku, mi nombre es Kiku Honda.- y le sonrió, dulce y cálido.

-¡A-ah! mucho gusto…- y ahora le había leído el pensamiento ¿Qué más podía hacer? Realmente le impresionaba mucho- Seamos amigos, Kiku.-

Si hizo un corto silencio, Arthur quería salir corriendo por semejante cosa dicha… Aunque era lo que realmente quería. Había conseguido hablar con él, gracias a Alfred aunque le costaba admitirlo, y ahora sentía la necesidad de conocerlo más… Era la primera vez que ansiaba tanto volverse amigo de alguien.

-Con gusto.- le respondió con educación y su pequeña sonrisa intacta.

Para un par de niños como ellos, este fue el momento más feliz de su vida escolar…

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Como lo dije, bastante cortito uwu ¡Gracias por leer! y me disculpo por si hubo algún error :(

Nos leemos en otro día~