Aquella habitación tenia un aspecto frío, limpio, demasiado blanco. Me daba
escalofríos y me inspiraba cierta sensación de melancolía y tristeza. La
puerta era demasiado delgada, de mala calidad. A la izquierda había un
cuadro raro, abstracto, nunca me gusto todo ese rollo del arte por lo que
desvié la vista y vi una silla de madera con el respaldo astillado y marcas
en el asiento, como si llevara allí mucho tiempo y mucha gente se hubiera
sentado en ella. Seguí mi recorrido y me encontré con una ventana de
aluminio también blanco, nunca me gustaron esos sitios, pero tuve que
reconocer la preciosa vista que tenía enfrente. Un cementerio, con sus
tumbas, sus nichos... Se que soy rara, pero no puedo evitarlo, no es que me
parezca bonito, solo pienso que si nadie ha vuelto no debe de ser tan malo.
Pero sin poder evitarlo mi mente vuela a otro sitio, a otra persona y me
doy la vuelta para mirar la estrecha cama, lo realmente importante de esa
habitación y en lo último que había llamado mi atención. Allí estaba ella,
llena de cables, como si durmiera. Sin poder evitarlo sentí una lágrima
rebelde caer de mis ojos. Me fijé aún más. Aunque sabía que eras pálida de
por sí, ahora tu piel lucía blanca totalmente, haciendo un gran contraste
con tus labios amoratados y tu larga melena color fuego. A través de la
delgada tela que te cubría pude apreciar tu figura, la verdad es que tenías
una figura perfecta.
En ese momento volví a mirar el cuadro, en él predominaba el marrón, el tono de tus ojos. Volví a mirar hacia la ventana y dirigí mis ojos a los pies de la cama, se notaba que no eras muy alta, pero todo lo arreglaba tu dulzura y simpatía. Malditos seamos que no te prestamos atención y nadie se dio cuenta de que no era feliz. Lo siento. Cogí el cuadro y lo tiré contra el suelo, estaba furioso. Atravesé la puerta con mi puño maldiciendo al idiota que te atropelló. Te mire una vez más y me desmayé. Cuando desperté me dijeron que ya no estabas con nosotros, y ahora estoy en frente de tu tumba mirando la ventana de la que alguna vez fue tu habitación, con un brazo roto y los ojos hinchados de tanto llorar. Se muy bien q no debo, Draco Malfoy no debería llorar, pero no puedo evitar quererte. Nos veremos pronto mi Virginia.
Bien se que es MUY corta la historia, pero es un trabajo para una actividad, un taller de literatura y no me estaba permitido extenderme más. Solo he adaptado un poco lo q escribí para esta pareja, creo q les va bien. Weno tb le agradecería un rewiew
En ese momento volví a mirar el cuadro, en él predominaba el marrón, el tono de tus ojos. Volví a mirar hacia la ventana y dirigí mis ojos a los pies de la cama, se notaba que no eras muy alta, pero todo lo arreglaba tu dulzura y simpatía. Malditos seamos que no te prestamos atención y nadie se dio cuenta de que no era feliz. Lo siento. Cogí el cuadro y lo tiré contra el suelo, estaba furioso. Atravesé la puerta con mi puño maldiciendo al idiota que te atropelló. Te mire una vez más y me desmayé. Cuando desperté me dijeron que ya no estabas con nosotros, y ahora estoy en frente de tu tumba mirando la ventana de la que alguna vez fue tu habitación, con un brazo roto y los ojos hinchados de tanto llorar. Se muy bien q no debo, Draco Malfoy no debería llorar, pero no puedo evitar quererte. Nos veremos pronto mi Virginia.
Bien se que es MUY corta la historia, pero es un trabajo para una actividad, un taller de literatura y no me estaba permitido extenderme más. Solo he adaptado un poco lo q escribí para esta pareja, creo q les va bien. Weno tb le agradecería un rewiew
