¡El Nuevo Novato!
Konoha era una de las grandes cinco aldeas del mundo Shinobi, probablemente la primera potencia militar y económica global la aldea de la hoja se enorgullecía de sus cualidades, entre ellas la puntualidad de su gente. Claro que solía haber no una sino varias excepciones a lo largo de su historia.
Exepciones que se veian en el niño que corria chocandose contra todo lo que se cruzaba en su camino apurado por llegar a su primer dia de academia, soltaba unos cuantas disculpas luego de que las personas cayeran al suelo o que perdieran el equilibrio cuando las chocaba pero no tenia tiempo para ayudar, estaba llegando tarde…y tarde era poco, ¡Estaba llegando tardísimo!
—¡MALDITO DESPERTADOR! —Grito el niño insultando a la ya rota maquina que había destruido al despertar tan tarde, claro que nunca admitiría que fue su culpa por no poner el aparato en hora, esquivando alguna que otra caja o carreta que se cruzaba en su camino el niño seguía su camino pero sin un rumbo fijo ¿La razón? Simple, se había olvidado de pedir la dirección de la academia y ahora estaba perdido en medio de la gran ciudad ¿Qué mas le podría pasar en su primer día de clases? Se pregunto desanimado el niño
El pobre Sora Yagami no sabia que este era apenas el comienzo de una larga lista de situaciones desafortunadas…que el mismo protagonizaría.
Gekko Hayate era conocido en todo Konoha como un genio de la espada, un ninja que a pesar de su corta edad dominaba el arte del Kenjutsu como pocos rivalizando con los mejores ninja de Kumogakure ¡Incluso era catalogado como un Tokubetsu Jounin, un ninja de élite en especializado en un arte en particular, en su caso el ya mencionado Kenjutsu pocas personas lograrían llegar tan lejos como había llegado el Jounin pero claro que sus objetivos estaban lejos de cumplirse.
—¡Gekko, muchacho cuanto tiempo sin vernos! —Le saludo efusivamente el dueño de la tienda de una de las tantas tiendas de armas de la aldea, pero de entre todas aquella era su favorita —¿Qué te trae a visitar esta vieja y destartalada tienda?
El Jounin tosió como era costumbre en el, era bastante enfermizo y había nacido ya con aquella deficiencia en su sistema que le hacia blanco fácil para todo tipo de enfermedades
—¿Por qué siempre crees que hay algo mas aparte de venir a saludar a un viejo amigo? —Le pregunto medio en broma Gekko y al ver la expresion del dueño sonrio y le dijo —De acuerdo, me atrapaste vengo a ver si tienes lo que te encargue
El dueño que respondía al nombre de Isamu Furuhashi , era alguien de mediana edad algo obeso con canas en su corto cabello y una barba de algunos días le sonrió picaramente
—Ay mi pequeño Gekko esta creciendo, ¡Parece que fue ayer que viniste aquí con una katana de juguete rota pidiendo que te la arregle! —Se rió el Isamu al recordar aquella escena donde el pequeño entro tosiendo al local con su espada de juguete rota casi exigiéndole que la repare, Isamu fue al deposito y encontró lo que le había pedido Gekko una katana nueva de las mejores armas que el vendedor y herrero había hecho jamas con el mango color rojo y el nombre de una persona grabado en la empuñadura "Yugao" se volvio al Jounin y le dijo —Y aun niegas que te gusta
Gekko se ruborizo un poco y aparto la mirada reprochando ofendido
—Solo es un regalo viejo Isamu no lo malinterpretes…
El hombre no le presto atención y continuo
—Si ya un regalo al estilo "Mira Yugao gaste casi todos mis ahorros en que te hagan esta espada solo para ti pero ¿sabes que? No me gustas y solo hice que grabaran tu nombre para que no se te pierda…" ¿Quieres que continué?
El Jounin, que seguía ruborizado, negó con su cabeza con un suspiro
—Lose lose, no tiene sentido pero tu tampoco eres el doctor corazón –Protesto apuntándolo con su dedo cosa que saco una carcajada a Isamu
—Y yo que creía que habías madurado Gekko –Rio el y le dio la katana que el Jounin puso en un pergamino, esta al tocar las letras desapareció en un estallido de humo quedando solo el pequeño pergamino enrollado —Te daré un consejo, a menos que la chica sea una maniática de las armas como tu, llévale aunque sea unos chocolates y unas flores…
Esta vez fue el turno de Gekko de reír, claro tras unas cuantas toses
—¿Bromeas? Ella esta aun mas obsesionada que yo con el Kenjutsu
—Tal para cual —Le dijo sonriendo Isamu, Gekko se descolgó de su cinturón la bolsa con dinero y se la lanzo al hombre obeso que la atrapo en el aire Gekko se despidió de su viejo amigo con un apretón de manos y salio de la tienda feliz…y tosiendo. Isamu vio al joven marcharse con su típica tos y no pudo evitar poner una sonrisa nostálgica
—Ya no es un mocoso —Murmuro para si mismo viendo como aquel niño que había conocido hacia tanto tiempo hoy era un ninja respetado en Konoha —¿Cuánto te faltara para cumplir tu sueño Gekko Hayate?
El pequeño Sora Yagami el día anterior con sus recién cumplidos once años creía que no podía haber nada ni nadie que lo parara porque ese mismo día había logrado algo casi imposible, su madre, la persona que mas odiaba el mundo shinobi y los peligros que aquella carrera conllevaba había ido a inscribirlo en la academia ante la sorprendida mirada de la asistente del director de la academia ninja porque después de todo ¿Quién no conocía el nombre de Daichi Yagami y Shiro Yagami dos de los mejores ninjas que la aldea de la hoja haya podido dar en su historia comparables incluso con el legendario Kakashi Hatake o el tristemente celebre Itachi Uchiha? Genios entre los genios ninjas que sobresalían entre todos por su poder, astucia e inteligencia…pero claro que la mirada de su madre y la asistente era todo lo que necesitaba ver Sora para saber que el apellido Yagami no era conocido por eso solamente sino por los hechos mas notables de Daichi y Shiro, su padre y su hermano mayor. Ambos nombres estaban grabados en la roca de los caídos, héroes de Konoha.
Caidos en combate
Muertos.
Los Yagami eran conocidos por sus sacrificios casi legendarios en pos de sus compañeros, actos que a todos les sorprendían por su valor y Sora sabia de ello ¡El quería seguir los pasos de su padre y hermano para demostrarles a todos que los Yagami eran gente de honor, el seguiría sus pasos pero burlaría a la muerte para enseñarle al mundo hasta donde podía llegar un Yagami! Pero claro, había gente que se oponía a ello, la que mas lo hacia era su propia madre Akane Yagami quien no solo había visto el nombre escrito de su esposo y el amor de toda su vida en aquella roca sino de su suegro y de su propio hijo, Sora y su hermana pequeña Kaori eran lo único que le quedaba a la joven viuda de treinta y tantos años, desde que Sora tenia uso de razón le había pedido que lo inscribiera en la academia ninja pero esta siempre se lo negó rotundamente pensando en los fantasmas de las muertes de su hijo y de su esposo pero entonces lo vio esa determinación en los ojos de su hijo menor en la promesa que le hizo
—Yo viviré —Le había dicho seriamente en aquella cena que habían tenido el día anterior en ningún momento aparto la mirada penetrante que le envió seguro de si mismo y de sus palabras por un instante vio detrás de el a su hijo mayor Shiro y su esposo Daichi mirándola de la misma forma, entonces la hija de civiles Akane Yagami dio su brazo a torcer y acepto los deseos de su hijo anotándolo en la academia militar de Konoha
Y allí estaba el pequeño Sora Yagami corriendo por toda la aldea sin poder ubicar aun la academia ninja ¿Por qué no podía encontrarla cuando había insistido prácticamente toda su vida por ir a ella? Simple, desde pequeño el fue a una academia civil que quedaba en la otra punta de la ciudad por lo cual estaba sumamente perdido en su ubicación actual, cansado de tanto correr se detuvo con una mano en el pecho agitado vio a su alrededor pero nada le podía dar una mínima pista de donde podría estar la academia, rendido el chico vio de reojo un local de comida y su estomago rugió, no había desayunado del apuro que tenia y el lugar desprendía un olor apetitoso vio atento el local de comida y se encogió de hombros caminando hacia el
Después de todo el tal Ichiraku Ramen se veía como un lugar donde podría comer bien
Media hora y el chico seguía allí comiendo como si no hubiera mañana cualquiera que no lo conociese diría que era una especie de barril sin fondo lo cual era cierto en parte ya que cuando se trataba de ramen el niño era insaciable
—¡Otro mas por favor! —Sonrió zorrunamente el niño rubio tendiéndole el boul vació a Teuchi que miraba (aun con sus ojos cerrados) con cariño al muchacho que desde hacia casi siete años iba todos los días a comer a toda hora a aquel lugar
—¿Seguro Naruto? —Le pregunto una preocupada Ayame al niño que consideraba su hermano menor ya de por si sabia de la dieta insana que tenia el niño porque el ramen era lo único que comía
—¡Claro Ayame-neechan! —Le respondió el sin quitar esa sonrisa que tanto lo caracterizaba allí en ese lugar Naruto Uzumaki, el paria de la aldea, no necesitaba usar esa mascara de felicidad que se había auto colocado desde hacia que tenia uso de razón, alli Naruto era quien en verdad era….simplemente Naruto Uzumaki quien se convertiría en Hokage o al menos ese era el sueño que perseguía desde que entro en la academia ¡Ser Hokage, el líder de Konoha, el ninja mas poderoso de todos! ¿Para que la gente lo respetara? No, ¿Para que le tuvieran miedo por su gran poder? Tampoco, entonces ¿Por qué lo hacia? Por algo simple y a la vez tan complicado de conseguir para el pequeño rubio de ojos claros.
Aceptación
La aceptación del pueblo como alguien mas uno mas del montón, que no lo echaran de lugares a las patadas como si tuviera la peste, que la gente no lo persiguiera cada uno de sus cumpleaños con claras intenciones de matarlo que su vida cambiara para que se dieran cuenta que el no era lo que pensaban sino que era alguien que quería protegerlos a todos y cada uno de ellos ¡El no era un monstruo, era Naruto Uzumaki ninja numero uno en sorprender a la gente! Sabia que el lograría todo lo que se propusiese si trabajaba duramente en ello, el niño rubio desconocía casi todo de su pasado vivió hasta los cinco años como un huérfano mas del orfanato de la aldea hasta que de un día para otro lo echaron a patadas del lugar sin siquiera darle una explicación obligando al niño a estar vagando en la calle hasta que Ayame y Teuchi lo encontraron dormido en uno de los cuantos callejones de la ciudad, lo alimentaron y cuidaron hasta que "Jiji" mejor conocido como Hiruzen Sarutobi se hizo presente en el lugar sorprendido e indignado por los hechos, el mismo día Naruto recibió de manos de quien consideraba su abuelo las llaves de su departamento no sin antes agradecer a Ayame y Teuchi a quienes consideraría su familia con el pasar de los años, de sus padres no tenia ninguna información y cada vez que le preguntaba al Hokage este simplemente cambiaba de tema o evadía sus preguntas ¿Por qué? Naruto lo desconocía, otra cosa con las que tenia que cargar en su vida era el desprecio injustificado de toda la aldea otra cosa que le preguntaba a su "abuelo" pero este jamas le respondía, simplemente Naruto no lo comprendía ¿Qué había hecho el para que la gente lo odiase tanto? ¿Acaso había sido algo que hicieron sus padres y lo culpaban a el? Y eso lo llevaba a otra duda ¿Quiénes habían sido sus padres? ¿Habían sido ninjas de la aldea o solo civiles? Pero luego otra pregunta surgía ¿Eran ninjas enemigos? Eso era la teoría que mas sentido tenia en la cabeza del hiperactivo chico ya que el podría ser el hijo de dos ninjas perversos que pudieron haber cometido miles de actos contra la aldea y tal vez por eso…tal vez por eso lo odiaba la gente ¿no? Tenia sentido. Termino su plato y se retiro de el local de comida ya que estaba llegando tarde a la academia y seguro que Iruka-sensei perdería la cabeza cuando lo viera llegar, mientras caminaba seguía pensando en sus padres y la posibilidad de que hubieran sido criminales.
Sacudió su cabeza para alejar esos pensamientos, sabia en el fondo que no podía ser así prefería imaginar que sus padres eran héroes o respetados ninjas de la aldea como su héroe el cuarto Hokage sonrió con nostalgia al recordar cuando oyó por primera vez la historia del Yodaime Hokage y su noble sacrificio dando su vida para asesinar al vil Kyubi salvando la aldea, rió entre dientes al pensar cuantas habían sido las veces que fantaseo con que aquel hombre hubiese sido su padre, pero con el tiempo entendió que esas eran solo fantasías que tenia cualquier huérfano, cosas que jamas serian reales. Naruto Uzumaki jamas estuvo tan equivocado en su vida.
Gekko seguía su camino entre toses constantes maldiciendo tal vez por sexta ocasion a su suerte, se había olvidado entre la emoción de ver a Yugao que ella misma hacia una semana atrás le había dicho que partiría en una misión especial de espionaje por al menos tres días a la frontera del país del fuego con el de la roca con un equipo reducido de Jounins, al parecer se habían visto por la zona a ninjas de Iwagakure lo cual encendió la alarma en las fuerzas de Konoha después de todo Iwa siempre fue la rival de la hoja y su rencor habia aumentado desde la derrota en la tercera guerra a manos del Yoidaime Hokage. El Jounin suspiro intentando calmarse, el hecho de que Yugao partiera a una mision le preocupaba no era que desconfiara de las habilidades de la pelipurpura sino que tenia miedo a perderla era bien sabido que el mundo shinobi era un lugar cruel donde en un segundo podrías pasar a ser recordado como otro caído en combate Hayate se sintió estúpido por no haberse despedido al menos antes de que partiera pero ¿Qué podía hacer? A estas horas la Ambu y su equipo deberían estar llegando a su objetivo.
Como era costumbre en el enfermizo shinobi comenzó a silbar una canción, no sabia cual era con exactitud, simplemente lo hacia por impulso era una melodía que recordaba en su cabeza pero jamas podía recordar donde la había oído ¿Sera que su madre o la familia que tuvo se la canto alguna vez? Gekko Hayate lo ignoraba, al igual que todo lo relacionado con su familia, seguía silbando despreocupadamente con sus manos en los bolsillos cuando lo vio y se quedo paralizado
Un chico, de entre nueve u once años, cabello largo y rebelde color azul oscuro, ojos verdes, tez bronceada y una expresión preocupada y ¿frustrada? En su rostro, vestía una campera manga corta color gris con las mangas azules unos pantalones largos negros y zapatos shinobi del mismo color. Era imposible pero aun así ahí estaba, era la viva imagen de su amigo que hacia tantos años había muerto para rescatar a su equipo. Ese chico era el retrato exacto de Shiro Yagami, cerro su boca que había quedado entreabierta por la sorpresa de ver a aquel chico y se le acerco
—¿Se te perdió algo? —Le pregunto, tal vez algo brusco para encarar una conversación con el muchacho
Sora lo oyo y levanto la mirada del suelo con ganas de gritarle "¡Ocupate de tus asuntos!" pero esas palabras murieron en su boca al reconocer el chaleco tactico de los shinobis de la hoja Perfecto Sora, llegas tarde al primer dia de la academia, pierdes tu billetera y casi le levantas la voz a un superior, ¡Que gran idea fue convertirme en shinobi! –Penso sarcásticamente el chico y miro con mas detalle al sujeto, de tal vez unos veinticinco años piel palida con ojeras oscuras muy notorias cabello castaño con la bandana que lo identificaba como shinobi de Konoha atada en su frente con un pañuelo negro que cubria su cabeza, le resultaba familiar de alguna parte pero el peliazul no podia recordar de donde
—¿Eh? —Respondio el sin poder ocultar su nerviosismo ante la mirada del Jounin Oh que gran primera impresión Penso el chico
No habia duda, ese tenia que ser el hermano menor de Shiro el cual habia nacido poco después de que se convirtiera en Gennin ¡Hasta tenia la misma expresion de idiota y todo!
—Que si se te perdio algo —Repitio el Jounin —Digo mueves tu cabeza como loco buscando lo que sea que hayas perdido
—Pues si en realidad si se me perdio algo —Le respondio el chico algo nervioso, después de todo hacia años que no le dirigia la palabra a ningun shinobi
—Bueno, ¿te ayudo a buscarlo? —Le propuso el experto en kenjutsu al hermano de su viejo amigo preguntandose mentalmente cual seria la expresion que pondría Yugao si lo viera
—¿Seguro? ¿No tiene trabajo que hacer eh…?
—Gekko Hayate —Se presento asimismo el hombre de las ojeras —Y no, tengo la mañana libre asi que dime ¿Qué fue exactamente lo que perdiste?
—La academia —Dijo el chico haciendo que el ninja arqueara una ceja
—¿La academia ninja? —repitio Gekko, ahora si que no le quedaba ninguna duda del parentesco familiar y algo le decia que debia darle a ese chico un mapa o una brujula o terminaria en Kirigakure la proxima vez que buscara algo —En realidad no esta lejos de aquí —Le comento el y señalo a su espalda —Tres manzanas, doblas a la derecha y listo —El chico abrio los ojos como platos ¡Habia estado dando vueltas en circulos durante todo ese tiempo alrededor de la academia sin que se diera cuenta!, hizo una nota mental para el dia siguiente pedir la direccion del lugar estaba a punto de retirarse cuando el Jounin le pregunto —¿Cómo te llamas?
El chico se volteo y le respondio
—Mi nombre es Sora, Sora Yagami — Y agrego con una sonrisa —¡Y sere el mejor shinobi de Konoha! —Y dijo ya que estaba alli —¿Cree que podria darme algun consejo?
La gente que cruzaba por alli, la mayoria civiles, sonrieron ante las palabras del chico después de todo los shinobi eran quienes peleaban dia a dia por la seguridad de ellos y la aldea por lo cual no podian evitar sentir un gran aprecio ante todos los que siguieran esa carrera.
—Asi que un shinobi eh —Gekko analizo a Sora de pies a cabeza y el peliazul lo miro atento, al fin y al cabo el tal Gekko era un Jounin y tal vez pudiera darle un consejo antes de empezar su carrera —Bien, dejame decirte algo esto no es un juego —Dijo seriamente el de las ojeras —Por lo que veo nose si tengas mucha resistencia fisica corrígeme si me equivoco—El chico no lo nego, habia corrido solo un poco y ya se habia cansado y tenia una vida bastante sedentaria mientras estaba en la academia civil —Nose si lo tuyo sea la lucha cuerpo a cuerpo —Le dijo el hombre desanimando un poco al chico ¿Tan malo era? —O tal vez me equivoque…es cuestion de que encuentres un estilo de lucha que se adapte a ti, pero eso no es muy facil que digamos…mh —Siguió mirando al chico —Tal vez…no, no es una tonteria —Nego Gekko su propia idea al momento que se le ocurrio era demasiado joven y si era como su hermano mayor no podria lograr lo que el pensaba decirle
—¿Qué era lo que iba a decir Hayate-san? —Le pregunto el chico con curiosidad
—Solo dime Gekko, los honorificos me hacen sentir viejo —Bromeo el Jounin y comenzo a toser llamando la atención del chico
—¿Esta bien Haya…eh Gekko?
—Si, si no te preocupes, suelo toser a menudo y me sorprende el tiempo que dure sin hacerlo ahora —Le explico a Sora y este asintio no muy convencido —Es una tonteria pero yo diria que lo tuyo es el Kenjutsu —Hayate puso una mano en su menton evaluando lo que habia dicho —No te ves con mucha resistencia fisica pero no es algo que no se pueda corregir con el entrenamiento indicado —De repente a su cabeza vino la imagen del extraño y poderoso Jounin de las cejas espesas experto en Taijutsu, Maito Gai seguramente podria ayudarlo en ello —Si lograras entrenar lo suficiente creo que serias capaz de blandir una espada y hasta me atreveria a decir que tendrias talento en ello —El chico abrio los ojos sorprendido y sonrio entusiasmado ¿El arte de la espada era lo suyo? ¡Eso si que no se lo esperaba!
—¡Eso es genial! —Casi grito feliz el peliazul imaginandose asimismo con una espada del tamaño de Samehada o incluso mas grande luchando contra cientos de enemigos, claro que eran puras fantasias pero no evito que le salieran estrellitas en sus ojos pensando en ello
Gekko sabia lo que estaba pensando el chico por la expresion que puso era la misma que el mismo habia puesto hacia años cuando Isamu le dijo que lo suyo era el arte de la espada, con nostalgia el Jounin esbozo una sonrisa
—Quien sabe hasta donde podrias llegar —Le comento y el chico al oir la voz del Jounin volvio al mundo real, Gekko rio un poco ¡Era como si se estuviera viendo a el mismo en sus años de estudiante! Si Yugao viera a ese chico seguramente se lo comentaria, revolvio el cabello del chico y comenzo a alejarse hasta que a medio camino se dio vuelta porque una idea habia llegado a su mente y casi si evaluarla dijo —Si logras aprobar tus examenes y entrenas duro en lo que te dije…Te entrenare yo mismo en Kenjutsu
Definitivamente eso el pequeño Yagami no se lo esperaba ¡Un Jounin le estaba ofreciendo entrenamiento! ¡Eso compenzaba el hecho de que hubiera perdido su dinero, un dia de clases y todas las cosas que le habian pasado en el dia!
—¡Ya vera que me esforzare mucho Gekko-sensei! –Le grito alegre al Jounin tomandolo un poco desprevenido por llamarlo "sensei" tan pronto pero decidio dejarlo asi y se retiro del lugar
Sin duda los Yagami eran un caso peculiar
Es curioso, este es el primer fic que escribi y nunca lo continue
Creo que llego la hora de terminar lo que habia empezado, si, ya habia subido este fic y lo elimine porque tenia varios errores de ortografia y no podia corregirlos.
Tambien lo quise empezar de nuevo, desde cero y corregir algunas cosas que no me gustan ahora en comparacion de hace un par de años cuando escribi estos capitulos
Sora Yagami...Antes que lo pregunten, no, no tengo planes de hacerlo un personaje Gary Stue super OP decendiente de miles de clanes como varios fics de por ahi. Nope, Sora es un simple Genin como los demas que esta descubriendo sus habilidades (O que al menos lo ira haciendo conforme pasen los capitulos) Si, tendre que poner TimeSkips pero seran cortos y para saltearse cosas obvias que serian relleno.
Antes de que me maten porque Sakura no estara en el Equipo 7 como dice la descripcion, tengo un arco especial para ella y sera un personaje importante en la historia, pero para eso hay que esperar.
Tratare de que todos los personajes tengan sus arcos y momentos para brillar asi como tratare de respetar lo mas que pueda el Canon.
Nope, no va a haber Power Ups locos para nadie...por ahora.
En fin, creo que eso seria todo ¡El Mapache se despide por ahora!
ARI ARI ARI ARI ARRIVEDERCHI!
