¿Cuándo te marchaste? ¿Por qué no te despediste? Desapareciste así, sin más.
Afligido y con una gran opresión en el pecho salí corriendo, visitando todos los posibles lugares en los que te podía encontrar, pero en ninguno te hallabas y me desesperó aún más.
Un gran vacío permanece en mi interior por tu ausencia.
Todos los momentos que pasamos juntos afloraron en mi mente como recuerdos lejanos, pero me juré que tenía que encontrarte. No podía dejarte ir.
Apareciste en mi vida como mi salvador. Me enseñaste muchas cosas que me influenciaron. Ahora soy quien soy gracias a ti. Siempre estuviste a mi lado, en cada momento, en cada lugar, fuera bueno o malo, apoyándome y animándome...
Nunca te lo he sabido agradecer y de repente... ya no estás. ¿Por qué no te atendí cuando me quisiste avisar? ¿Por qué nunca te dije lo importante que eres y serás siempre para mí? A pesar de todo.
¿Dónde estás? Todavía sigo buscándote. No aceptaré que te marches de ese modo. No descansaré. No me rendiré. Hasta que vuelva a verte, no. Aún no estoy preparado para tu partida, pensaba que tu tiempo era eterno, que nunca te irías, pero fue un momento en que cerré los ojos y tú ya no estabas allí.
No puedes haberte ido. Aún no has conseguido lo que viniste a buscar... No lo entiendo. Ven y explícamelo, por favor, Sai.
