Aun tenia pesadillas de aquella horrible tarde en el prado de Forks, la recordaba con tanta claridad. Tres esbeltas figuras envueltas en negras túnicas que los cubrían desde la cabeza hasta los pies, un conjunto de personas esperando a que los Volturi acabaran con mi familia.
Tenía una familia maravillosa, no podía pedir algo mejor. Mis padres me amaban más que a sus propias vidas -si es que en realidad nosotros aun estuviéramos vivos-, yo era la adoración de mis abuelos, mi tía Rose me amaba como si yo fuera su propia hija e igual mi tío Emmett, quien era mi compañero de travesuras claro, Mi tía Alice me trataba como su muñequita me compraba increíbles atuendos y me los cambiaba cada dos horas solo para tomarme fotografías, y mi tío Jasper, el nunca era cariñoso con nadie, excepto conmigo y con Alice claro.
Y también estaba Jacob, el era como mi sol. El me cuidaba como si yo fuera una joya que valiera más que todo el oro del mundo, era como mi hermano mayor, pero yo lo quería de una manera diferente. Todo era diferente con él, todo valía la pena... Solo tenía cinco años, pero yo lucia como cualquier chica de 15 años y mis sentimientos también tenían esa edad ciertamente. Todo esto era demasiado incomodo, ya que mi papa sabia de todo esto aunque yo tratara de ocultarlo, aunque él nunca decía nada.
Yo nunca me atrevería a decirle a Jake lo que yo sentía por él, me daba vergüenza de solo pensarlo, el se reiría de mí y yo no lo soportaría. El era simplemente hermoso, pero era mucho mayor que yo y mí acelerado crecimiento nunca serviría ya que él era casi 20 años mayor que yo, aunque él solo luciera como cinco años mayor. Era claro que el podría tener a cualquier mujer y eso era notorio ya que cada vez que salíamos de compras todas las chicas lo miraban como bobas y yo me moría de celos.
Habían pasado cinco años desde que yo había nacido y todo era diferente. Mi familia y yo nos habíamos mudado a Alaska, aunque Jacob había decidido quedarse. Estar sin él, me causaba un horrible dolor y yo había persuadido a mis padres de que volviéramos a Forks, a lo cual ellos se habían negado, aunque habían accedido a que yo regresara y viviera con mi abuelo ya que era un peligro para ellos volver a Forks.
Hoy regresaba a Forks y mis maletas ya estaban preparadas, mis padres habían prometido visitarme cada fin de semana y estar ahí en mi cumpleaños que sería dentro de dos semanas. Jake marcaba al celular de mi papa cada dos horas para saber la hora exacta de mi llegada.
-Nessie, creo que el perrito esta mas emocionado que tu porque te vas a Forks- Dijo mi tío Emmett con su típica sonrisa burlista
Yo inmediatamente me sonroje y trate de ocultar mi cara en mi espesa cabellera.
-Se llama Jacob tío, y eso espero, no quiero estar sola en el pueblo- dije evitando verlo a la cara, para no sonrojarme aun mas
-Renesmee, recuerda llamarnos en cuanto llegues al aeropuerto- Nos interrumpió mi padre- Tu abuelo te estará esperando para llevarte a Forks.
-Tendrás el cuarto que yo tenía cuando vivía allí- dijo mi madre con una mirada nostálgica, como si quisiera llorar.
-Mami, Papi- los abrace- gracias por dejarme hacer esto. Los quiero mucho.
-Y nosotros a ti cariño - dijo mi papa, dándome un beso en la frente
-Ahora vamos que se te hace tarde - Nos interrumpió mi madre - Emmett te espera en el coche
-Sobrina - dijo Alice que había llegado apenas unos segundos - Prométeme que si tienes una duda sobre que usar me llamaras para resolverlo juntas.
-Claro que si tía - le dije abrazándola a lo que ella me respondió con un abrazo - me tengo que ir, los quiero familia - dije al borde de las lagrimas
Todos me acompañaron hasta el borde del porche para despedirme, realmente los iba a extrañar, estaba tan acostumbrada a tenerlos para mí todo el tiempo pero todo esto lo hacía por Jake.
Subí al coche con mi tío Emmett quien me llevaría hasta el aeropuerto e inmediatamente baje la ventanilla para despedirme de mis padres.
-Ah! Renesmee por cierto… Empiezas la escuela este lunes - dijo mi abuelo, con lo cual una amplia sonrisa en mi rostro se abrió paso
-Gracias! Gracias! Gracias!, los amo mucho - y entonces mi tío arranco el automóvil.
La verdad no recuerdo mucho del viaje, aunque la casa solo quedaba a una hora del aeropuerto me quede completamente dormida, solo recuerdo que Emmett me saco del coche aun soñolienta y me deposito en el piso en lo que bajaba todo el equipaje.
-Pequeño monstruito, te voy a extrañar mucho! - dijo mi tío mientras me alzaba en uno de sus apretados abrazos.
-Yo también a ti tío, no sé qué hare sin ti - le dije respondiendo el abrazo.
-Pórtate bien eh! Nada de Jacob en tu habitación - En cuanto el dijo eso con su sonrisa burlona yo me sonroje y el rio escandalosamente - Bueno, en fin es hora de tu vuelo.
Subí al avión después de despedirme varias veces de mi tío, dormite durante las 3 horas de vuelo y en cuanto la azafata nos informo que habíamos llegado a Seattle, encendí mi teléfono e inmediatamente marque a mi papa.
-Hola cariño, ¿Has llegado ya a Seattle? - típico, mi padre contesto en el primer timbre.
-Si papa, en realidad aun no bajo del avión, pero te llamare cuando llegue a casa de mi abuelito.
-Está bien cariño, adiós - después colgó.
En cuanto baje del avión y recogí mi equipaje, comencé a buscar a Charlie con la mirada, pero me encontré con algo aun mejor, no era mi abuelito, pero claramente deslumbre a un altísimo joven que sobresalía de los demás, mi corazón palpito más fuerte de lo normal en cuanto Jake levanto la mano indicando que él era el que había venido a recogerme. Corrí hacia él y me lance a sus brazos.
