Notas: es idiota. Matt no, el drabble. Matt es amor (H).
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Ha llegado el momento. Simplemente lo sabe.
Lo nota, lo percibe, lo siente. Su corazón empieza a martillearle el pecho, la sangre huye de sus manos en un hormigueo y tiene la sensación que el mundo se convulsiona a su alrededor. Está respirando con fuerza, con esfuerzo, pero casi ni se da cuenta. Su vista está fija en esa oscuridad líquida que se extiende a lo lejos. Corre. A los lados puede ver el par de paredes de ladrillo que marcan el pasillo sin fin por donde se ve obligado a pasar. Mentiría si dijera que no siente miedo. Y tanto que lo siente. En ese momento, el miedo es la sensación que percibe con más claridad.
Ha esperado tanto ese instante… ni pensar que un solo paso en falso puede echarlo todo a perder. Un escalofrío le recorre la espalda.
Y de repente… el pasillo se esfuma de su campo de visión. A eso se le suma un extraño sonido que se engravece, como un fusil que se funde progresivamente.
Matt parpadea. Segundos después se fija en una esquina y ve el motivo de esos cambios: el icono de una pila vacía que parpadea en rojo.
-¡No! Jooo, era la última fase… ahora tocaba enfrontarme al jefe de los malos – su voz se abaja a un murmullo-. Maldita batería.
Al otro lado del dormitorio, Mello pone los ojos en blanco y pasa una página del libro que está leyendo distraídamente.
