N/A: Naruto y sus personajes le pertenecen a Masahi Kishimoto. El fic es completamente de mi propiedad.
I. Bipolar
— Naruto-kun, ¿podrías ayudarme a subir estas cajas al estante, por favor? E-es que son muy pesadas. — pidió desde la otra habitación, gritando un poco debido a esto, pero con su tono de voz dulce de siempre.
— Hinata, ahora no puedo, debo ir a pagar a Ichiraku el ramen del día anterior…
— ¿Acaso te pregunte lo que querías? ¡Ven aquí ahora! — gritó.
— P-pero Hinata…— suplicó.
— ¡Que vengas te dije!
— Bien, cariño, ahora voy…
— ¡Apúrate!
— Eh, sí mi amor, aquí estoy, ¿Qué sucede? — preguntó.
— Está bien, Naruto-kun. Puedes ir a Ichiraku si quieres para devolver el dinero. De todas formas aún tengo que ordenar un poco mi bolso. — sonrió dulcemente.
— ¡Gracias, Hinata, 'ttebayo! — abrió la puerta y esta lo agarró del cuello de la camiseta ahorcándolo un poco.
— ¡Tampoco es para que te vayas así! Un buen novio se quedaría sin que se lo pidiera. Tch, eres un desastre. — se cruzó de brazos y soltó a Naruto.
— H-hinata… ¿eres tú? — sus ojos se tornaron llorosos.
— N-naruto-kun, ¡perdóname, lo siento! — Dijo, y se llevó una mano a sus labios— Discúlpame, Naruto-kun, te prometo que ya no me comportaré así.
— Está bien, Hinata…— y le dio un beso en la mejilla.
Naruto había llegado a una conclusión, su novia era bipolar.
II. Orgullosa
— ¡Hinata, llegué de la misión! ¿Hinata, estas en casa?
—…— Naruto escucho un suspiro proveniente de la habitación.
— ¿Hinata? ¿Qué te ocurre? Acabo de llegar, ¿y no hay siquiera un besito?
— Claro, te vas dos días de misión, y ahora soy yo la que debe besarte, ¿o no? — dijo, frunciendo el ceño.
— Pero Hinata, sabes que las misiones son obligatorias…
— Sí, claro. Estas como candidato a ser Hokage, y no tienes ni un poco de autoridad aún. No me vengas con versos, Uzumaki.
— No sé si seré Hokage o no, hay más ninjas que quieren serlo. Además, yo no me queje cuando tú te fuiste de misión solo con Kiba… quien sabe lo que hicieron, aun no hablamos de eso.
— ¡Eso paso hace un mes!
— Pues bien. — dijo, cruzándose de brazos y dándole la espalda.
— Sí, ¡me parece muy bien! — dijo, copiando la acción del rubio.
Y no hablaron hasta el día después.
III. Celosa
— Está bien, Sakura-chan. ¿Pero estas segura que puedes ir tu sola junto a Sasuke?
— Sí, Naruto. No te preocupes. Estará todo bien, me alegra que decidas quedarte con Hinata. ¡Amo la pareja que hacen! — Sonrió— Los envidio, pero de buena manera.
— Hehe— rasco la parte trasera de su cabeza y se sonrojo— ¡Gracias, Sakura-chan!
— Bueno, entonces te veo luego Naruto.
— Claro, Sakura-chan, ¡Adiós! — saludó y se dispuso a ir a su hogar, pero en el camino no le gustó mucho la imagen que tenía enfrente. Hinata estaba delante de él, fulminándolo con la mirada y los brazos cruzados.
— Habla ahora, Uzumaki. ¿Qué hacías con la rosada?
— ¿Rosada? ¿Te refieres a Sakura-chan? N-nada, solo estábamos arreglando las cosas para la próxima misión. ¡Adivina que! Me quedaré contigo, Sakura y Sasuke irán sin mí.
— ¡Deja de inventar estupideces! Estabas engañándome, ¿no es así? ¡Debí haber sospechado desde un principio que te gustaba Sakura!
— Sí eso hubiera sido así… entonces en este momento no estarías haciéndome esta escena de celos, estaría haciéndomela ella. — se acercó a Hinata, quedando a escasos centímetros de su rostro— Comprende que a la única que amo eres tú. — y la besó.
Cuando se separaron, Hinata sonrió.
IV. Sexual
— Naruto-kun... —dijo, y su voz sonó con un tono pervertido en la oreja del rubio.
— ¿S-sí, Hinata?
— Necesito que me hagas tuya. Y lo necesito ahora. — le beso el cuello.
— P-pero…
— Ahora.
—… ¿Estas lista?
— A-h-o-r-a. — deletreó.
— Está bien. —sonrió socarronamente y comenzó a devorar el cuello de su novia ferozmente. Después de todo, el realmente parecía un zorro cuando se trataba de este tipo de cosas junto a Hinata.
— A-ah, Naruto-k-kun…—gimió— ¡Mierda, un cólico! Oh, claro, no podemos hacer esto… mejor duérmete.
¿Qué acaba de decir?
"¡No pienso aguantar más la extrema bipolaridad de Hinata, ni sus extremo orgullo, ni sus extremos celos! Quiero a la Hinata de antes, 'ttebayo…" pensó el rubio.
V. Histérica
— ¡Esta todo desordenado!
— Es por lo que casi hicimos anoche, hehe…—rió y tomo de la cintura a Hinata.
— Argh…. ¡No me toques! —Gritó— ¡Me siento sucia!
— P-pero…
— Me voy a duchar. ¡Limpia esto!
— ¿Limpiar? ¿Yo?
— Sí, N-a-r-u-t-o. Tú limpiarás. —le pasó la escoba.
— Pero no quiero limpiar…—hizo un puchero.
— ¡No te pregunte lo que querías!
— Bien, 'ttebayo…
— Y asegúrate de dejarlo reluciente— dicho esto, la oji perla entro a ducharse. Dejando a un Naruto a punto de llorar. ¡El odiaba limpiar!
— Joder…— murmuro.
Cuando Hinata salió y vio todo reluciente como ella quería se sorprendió un poco.
— Así está bien, Hina-chan? — bajo su cabeza como un niño.
— Sí…
— ¿Ya te puedo tocar?
— ¡Te he dicho que no! ¿Cuántas veces tengo que repetírtelo?
Bien, ahora realmente extrañaba a la verdadera Hinata.
VI. Menstruación
— ¿Qué Hinata tiene qué?
— Menstruación, idiota…— respondió Shikamaru. Naruto se lo había encontrado camino a hacer los mandados y le contó a Nara como se estaba comportando la oji perla.
— ¿Monstru que?
— Menstruación, ¿Cuántas veces tengo que repetírtelo?
— Ósea que ese monstruo le causa a Hinata todas esas reacciones. Sabía que teníamos algo en común… ambos tenemos un monstruo adentro.
Shikamaru comenzó a carcajear de la risa. Era raro ver a este reír con tanta potencia, ¿acaso había dicho algo gracioso?
— Eres un idiota. — rio más y más… hasta que finalmente paro.
— ¿Por qué te ríes?
— Eso solo le pasa a las mujeres. Y no es un monstruo, idiota. Les pasa esto porque es algo necesario para que se desarrollen bien y puedan tener un hijo.
— ¿"Esto"?
— Sí, veras… a ellas…—se sonrojo— les sale sangre… por, tu sabes dónde…
— ¡Estas bromeando! ¿De verdad? ¿Por ahí?
— Exacto.
— No puedo creer esto. Con razón Hinata se comportaba así. ¡Le sale sangre por el ombligo!
— ¡No, idiota, no por el ombligo! —se llevó una mano a la cabeza.
— ¿Entonces por dónde?
— Por lo que está abajo del ombligo… su "feminidad".
Naruto se quedó quieto. Ahora si entendía.
VII. Normalidad
— Naruto-kun, ¿A dónde estabas? —preguntó dulcemente Hinata al ver que su novio finalmente llegaba de hacer los mandados.
— Estuve hablando con Shikamaru…—suspiró y se sonrojo— Y me dijo que tenías menstruación.
Hinata se sonrojo profundamente.
— Oh, n-n-no te p-p-preocupes, Naruto-kun… ya se me fue. — sonrió.
— ¿De verdad? ¡Genial, 'ttebayo! — la abrazó, y finalmente respiro hondo.
Tenía a su Hinata de vuelta, y completamente normal.
¿Reviews? ¡Es mi primer NaruHina!
