// Hola a Todos
Inuyasha y compañia limitada, no me pertenecen...la historia si.
Espero q sea de su agrado...
Atte:
Carlis
Capitulo I
"Cumpleaños"
¡Feliz cumpleaños! Kagome-chan! *gritaron todos*
- ¡OH! ¡Muchas gracias! *le respondí sonrojada*
- pide un deseo, kag! *dijo mi querida mejor amiga, Sango, extendiendo frente a mi un enorme pastel de frutillas, por que yo amo las frutillas*
-si! Vamos, pide un deseo, sino me lo quedare yo! *agrego souta, mi hermano*
-T_T ni siquiera lo intentes, mocoso! *le respondí* bien, bien, ya que tanto insisten deseare algo… *dicho esto cerré los ojos, para imaginar, entre la larga lista de cosas, que realmente deseo, cual merece ser este año, la que desee para mi cumpleaños numero 18, un deseo muy importante… *
-deseo… deseo… deseo… * ja, pensaron que se los diría, se supone que nadie debe saberlo, es TOP secret* y sople las famosas velas.
Todos comenzaron a felicitarme, y mama, con su clásica lagrima en los ojos, diciendo que, que grande esta su pequeña.
-Souta: yo quiero la mejor parte! Es lo mínimo que merezco por ser quien la soporta todas las mañanas!
-Kag: ¿Cómo que soportarme? Enano! Eh? *dije, agarrando su cabeza y sacudiendo con fuerza su cabello*
-Sango: ya déjalo, kag… ten, espero con ansias que lo odies, para poder quedármelo yo! *dijo, entregándome una cajita roja con una cinta azul*
-gracias, Sango… es PRECIOSO! Realmente me encanta! *dije con un sutil dejo de ironía*
- tenia la leve esperanza… *suspiro*
-bien,¡bien! Todo esta listo, cada uno tome su trozo de pastel! y por acá hay cucharitas…
En ese momento, atentando contra toda mi buena suerte, sonó aquel aparato, y a lo único que atine fue a ver el rostro de mi madre, y excusarme…
-pero, Kag... es tu cumpleaños! Cumples la mayoría de edad, no crees que solo por, hoy deberías ignorarlo?
-lo siento, sango… es mi deber…
-solo ten cuidado, te guardaremos pastel! *respondió comprehensiva mi madre*
-gracias, a todos por venir, y sigan disfrutando… Souta! Cuidado con que no me dejes pastel!
- suerte, Kag! *dicho esto, me dirigí a la puerta, tome mi chaqueta y una bufanda, y salí hacia el crudo invierno de mi vida*
La verdad, es que después de cierto tiempo uno se acostumbra, pero aun siento en mi espalda esa pesada carga. Aunque, por sobre todas las cosas, me encuentro considerablemente agradecida hacia el, si no fuera por el, tiempo que habría dejado la escuela, y tendría que estar haciendo quizás que cosas, para sobrevivir.
Pero, desde aquel día, hace ya tres años y medio, que soy propiedad de otra persona.
Si, como se dice vulgarmente, me vendí, claro que el jamás me a tocado ni un solo cabello, ja, ni siquiera he dado mi primer beso, tan solo debo servirle en lo que EL desee, y estar siempre disponible. El me maneja a su antojo, y yo no puedo hacer nada para evitarlo.
-realmente hoy, hace un frío considerable… *dije mientras que intentaba calentar mis manos con mi aliento*
-hoy no es cumpleaños, joven Kagome…?
-si, lo es… mis 18 inviernos… chistoso, no?
-animo, señorita… *dijo, mientras revisaba algo en el panel de su mesa* el joven, la esta esperando…
-gracias… suerte, en el trabajo *dije mientras me despedía del conserje de edificio*
Durante casi, tres años que vengo a este mismo departamento, tan lujoso, en un barrio tan acomodado, con chicas lindas, llenas de joyas, andando por ahí, chicos en grandes camionetas, todos, tan brillantes y lleno de lujos y yo, tan sonsa, tan llena de rabia, tan llena de responsabilidades. Es mucha agua, de la cual no puedo beber.
-con permiso…
-Pasa… has tardado.
-lo siento, había trafico… *le menti*
-acércate... *me dijo, con su pausada y melodiosa voz*
- eh… si, señor. * debo reconocer que su presencia me intimida, además sentado ahí, en medio de la oscuridad, sin siquiera mirarme*
- tráeme un whisky…
-claro… *dije, mientras, dejaba mis cosas encima de una silla, y me dirigía al bar, una vez allí, tome la botella de whisky, estaba media vacía, al parecer a estado bebiendo*
Me acerco al el, sigue sentado en el mismo sillón, mirando la bella cuidad, desde las alturas, donde el nunca ha bajado. Es casi como un Dios, casi como uno.
-se siente bien? *pregunte con cierto temor*
- si… *dijo, volteándose a mirarme, y esos ojos, tan dorados y fríos, clavados en mi, tan penetrantes*
Hubo una pausa, siento que el tiempo pasa despacio, cuando estoy con el.
- quiero mas… *dijo extendiendo su vaso hacia mi *
- lo usted desee… *al marcharme, me pareció oír un murmullo, departe de el…*
Esta triste, una persona como el, esta triste… seguramente es kagura, siempre discuten.
-aquí tiene…
-trae la botella, y siéntate aquí, junto a mi.
-yo… pero…
- Es una orden… *dijo enfatizando la ultima palabra*
Me senté junto a el, ansiosa, y el tan calmado… en ese instante, como pocas veces, se recostó sobre mi regazo y se durmió. Solo eso, Dios perdone mi atrevimiento, pero que ganas me dieron de besarlo, en ese momento.
- Imposible, no?, Sesshomaru-sama.
