Un nudo atravesó mi garganta, cuando su voz rompió el silencio que yacía en mis oídos, a pesar de estar en medio de un patio con "Amigos", hablando temas poco importantes para mi situación actual.
-Hola -dijo una voz persuasiva.
Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo desde la punta de mis pies hasta mi cabeza. ¿Nueva voz?, quizás no era nueva la voz, pero era diferente, era sensual, lo que sí, eran nuevas preguntas: ¿Quién era? o... ¿Qué era?, ¿Por qué ahora?, miles de preguntas recorrieron mi cabeza en tan solo un segundo, que fue que reaccioné, y lentamente volteé para ver el rostro de aquel ser con tal voz.
-Hola -pronuncié cortante al ver aquel sonido provenía de los labios de Edward.
¡Edward!, ¿Cómo lo hace?, ¿Cómo invade mi cabeza de preguntas?, ¿Por qué esa voz?.
Al tocar nuestras mejillas -a manera de saludo-, se retiró, dejándome confusa, no lo podía entender; se detuvo a unos cuantos metros a charlar con unos amigos, pero... no podía dejar de observarlo, era tan perfecto, tan especial, pero... tan raro a la vez, sabía que el escondía algo, ¿Qué era?. Pronto, nuestras miradas se cruzaron, todos mis sentimientos escaparon de mi mente, eran gotas saladas, ¿Gotas saladas?, eran lágrimas, no entendía porque, pero él causaba una extraña sensación en mí cuando oía su voz, y cuando se alejaba... cuando se alejaba me sentía sola, vacía, sentía que me faltaba algo, faltaba él, Edward ha llegado a ser parte de mi, mi motor, mi batería, mi energía; él es yo, y yo sin él no soy nadie.
