Mica: ¡Holis! Sinceramente, no sé qué es esto pero se me ha venido a la mente y he querido escribirlo. Espero que les guste (^_^). Gravity Falls no me pertenece, solo Ángela es mía (XD). Los quiero gente, recuerden dejar comentarios y ¡adiós!

PS: Perdóneme por los errores (y/u horrores) ortográficos. También recuerde que acepto ideas y personajes, al igual que críticas buenas y/o malas

PS-2: Tengo pensado hacer un extra pero eso dependerá de sus comentarios


-No puedo creer que perdí al tío Ford de vista- gruño Dipper Pines sin dejar de caminar. Se detuvo por un momento y miro a su alrededor, gruñendo al ver la cruz tallada en uno de los arboles cercanos ¡Ni siquiera había traído su Wakie-Tokie para hablar con su hermana! Dejo escapar un ligero grito de desesperación, revolviéndose el cabello con algo de fuerza. Llevaba mucho tiempo caminando sin siquiera poder llegar a alguna parte más que al camino ya recorrido. –¡No estoy llegando a ningún lado!- con el seño fruncido, agarro su gorra tirada en el piso por causa de su desesperación y se la puso nuevamente, dispuesto a seguir su camino pero unos sollozos lo detuvieron. Con curiosidad empezó a caminar, escuchando como los sollozos se hacían cada vez más fuerte. Pronto pudo encontrar la fuente: en medio de la nada había una niña llorando, abrazando sus rodillas y con la cara escondida. –Oye, ¿estás…?- se calló al verla sobresaltarse, levantando la cabeza para mirarlo con miedo. A simple vista parecía ser ligeramente más pequeña que él, quizás de su misma edad, tenía unos brillantes ojos celestes, sobresaliendo gracias a su cabello negro y tranzado, con algunas ramas y hojas. Pudo notar unas marcas muy raras cubriendo sus brazos, junto con algunos moretones, rasguños y cortes en la piel expuesta. –¿Estás bien?-

-¡Sí!...digo…he…- con nerviosismo se sentó bien en su lugar. Con un ligero movimiento, paso su tranza por sobre uno de sus hombros, jugueteando con los mechones y las hojas. –Estoy bien…gracias- le sonrío ligeramente.

-¿Segura?- enarco ligeramente una ceja, viéndola asentir rápidamente. –Muy bien…si tu lo dices- se acerco unos pasos más, acuclillándose a su lado. –Mi nombre es Dipper, ¿y el tuyo?-

-Ángela…- lo miro con curiosidad. –¿Qué haces aquí, Dipper?-

-Vine con mi tío…y me perdí- se rio con nerviosismo. –¿Y tú? No creo que deberías estar aquí-

-Alguien me dejo aquí…- desvió la mirada. –…pero me duelen mucho las piernas y no pude irme. No muchas personas pasan por el bosque, así que llevo un buen rato aquí-

-Ya veo- se levanto y miro a los lados, para después mirarla nuevamente. –Yo pedo llevarte hasta tu destino y luego seguir buscando a mi tío-

-¿En serio?- Dipper asintió con una ligara sonrisa. -¡Muchísimas gracias!- él se agacho frente a ella, dejándola subirse a su espalda. Una vez que ella estuvo bien posicionada, le agarro bien las piernas y se levanto con cuidado. –¿Puedes llevarme a un lugar con agua?-

-Claro…creo que hay un lugar cerca de aquí- empezó a caminar. –Y dime…¿Quién te dejo así?- pregunto para romper el silencio.

-Alguien que no me quiere mucho- se rio ella. –Eres el primero que se acerca a ayudarme- comento mirando a su alrededor. –Muchas gracias por eso…y perdona que te hayas tenido que desviar de tu búsqueda-

-No hay problema- Dipper no pudo evitar reírse. –Llevaba un buen tiempo caminado y sin encontrar nada- ella enarco una ceja pero no dijo nada. El camino fue tranquilo, lo único que se escuchaba eran los sonidos de la naturaleza. Pronto, el castaño pudo notar a lo lejos su destino. –¡Mira! Ya llegamos- se detuvo y la dejo sentada sobre una piedra. Respiro profundo, sintiendo una inexplicable paz.

-Oye Dipper…- se volteo hacia ella, observando cómo se acercaba con cuidado al agua. –…has visto cosas extrañas en este pueblo, ¿verdad?- metió los pies en el agua y se sentó en el borde.

-¿Cosas como que?- se hizo el tonto, acercándose y sentándose a su lado. Fingió no saber nada y miro para cualquier lado, aparentando estar tranquilo.

-Ho tu sabes…- se encogió de hombros. –Nomos, zombis, objetos mágicos…demonios, etc. Ya sabes a lo que me refiero- Dipper trajo saliva, sintiendo un ligero nudo en la garganta. Ángela se levanto y se adentro un poco más al agua, el cual le llegaba hasta la mitad de los muslos.

-¡¿Tu también lo has visto?!- se emociono sin poder evitarlo.

-Por supuesto que los he visto- ella se rio, dando otro paso. El agua llegándole a la cadera. –Hay que ser muy siego para no notar las cosas sobrenaturales de este pueblo…- Dipper se tenso cuando esos orbes celestes se enfocaron en él: de sus ojos salían llamas de color violetas. –…¿verdad que si?- Dipper retrocedió un paso, observando como ella se hundía completamente en el agua.

-T-Tengo que encontrar al tío Ford- con ese pensamiento se dio la vuelta y empezó a correr pero no pudo irse muy legos, ya que una energía violeta le rodeo el cuerpo y lo alzo. Lucho para soltarse pero era inútil.

-Ho vamos pequeño…no te hare nada- frente a él apareció ella: era mucho más alta, las heridas y la basura que antes tenía desapareció. Sus ropas sucias fueron reemplazadas con un vestido de multicolores. –Tranquilo Dipper, no te hare daño- le sonrío para intentar calmarlo.

-¡¿Entonces por qué sigo flotando?!- se removió con brusquedad pero sus pies no tocaban el piso.

-Porque los he seguido a ti y a tu hermana desde que llegaron a Gravity Falls…- se cruzo de brazos. –…y se perfectamente que te irás sin escucharme si te suelto- Dipper se cruzo de brazos y desvió la vista. –¡Hay, eres tan tierno!- la gorra del chico floto fuera de su lugar.

-¡N-No soy tierno!- la miro de frente, notando lo cerca que estaba. –¿Q-Q-Que haces?- se puso nervioso al sentir unas manos cálidas y suaves en sus mejillas. Su sonrojo aumento cuando Ángela deposito un beso en su frente, justo sobre su marca de nacimiento. –¡He-ey!- se soltó del agarre, sintiéndose avergonzado y con la cara ardiendo. Su libertad duro muy poco, ya que unos brazos lo rodearon rápidamente. –S-Suéltame…- murmuro lentamente. Aun cuando ella le dijo que no le haría nada, desconfiaba de ella.

-Tranquilo…- Ángela poso una de sus manos en la espalada del chico, mientras que la otra se dirigía a los cabellos castaños del menor, enterrando sus dedos ahí y acariciándole el cuero cabelludo. –Soy amiga…no enemiga- Dipper sintió cansancio de la nada. Una calidez desconocida recorría su cuerpo y adormecía su mente. Intento permanecer despierto pero el cansancio repentino lo abrazaba con fuerza, logrando que sus parpados se cerraran y cayera en brazos de Morfeo.

… … … …

-…pper…ipper…¡Dipper!- el chico abrió de golpe los ojos, sentándose y mirando a frenéticamente a su alrededor. Estaba en la cabaña del misterio, en su habitación, con su gemela al lado. –¿Estás bien?- le extendió un vaso con agua.

-Si…gracias- tomo lentamente el líquido, sintiendo la mirada de Mabel sobre su persona. –¿Cómo…como llegue aquí?- estaba confundido, recordaba haberse encontrado con alguien, luego que un cansancio repentino lo inundo y después nada.

-El tío Ford te trajo. Dijo que te encontró en medio del bosque totalmente dormido- se rio de la cara de confusión de su hermano.

-Ya veo- murmuro rascándose la nuca. Aun podía sentir una mano acariciándole con tranquilidad el cuero cabelludo.

-¡Cambia esa cara hermano!- le golpe el hombro, recibiendo un reclamo del castaño. –Wendy y yo vamos a estar en la terraza lanzándole globos de agua a la gente, ¿vienes?- le sonrío enormemente, mostrando su contagiosa alegría y sus aparatos.

-Claro- sonrío emocionado, sintiendo su corazón palpitar al escuchar aquel nombre. –Solo déjame ir al baño y las alcanzo-

-¡Por supuesto!- con su dedo índice le toco la nariz, dejando escapar un ligero "¡Bop!". –¡No te tardes Dipper!- salió corriendo de la habitación rápidamente. El castaño no pudo evitar reírse, su hermana era inigualable. Se levanto lentamente y agarrando su gorra, se dirigió al baño.

-¿Habrá…habrá sido tan solo un sueño?- se miro al espejo un momento, recordando unas manos cálidas posarse en sus mejillas. Si aquello había sido un sueño, fue demasía real para su gusto. Suspiro mientras salía del baño y metía las manos en los bolsillos de su chaleco, deteniéndose de golpe al sentir algo dentro. Lo saco, encontrándose con un papel perfectamente doblado. Una nota…escrita con una hermosa letra de color violeta.

¡Hola Dipper! Lamento haberte dejado dormido pero era la única manera de que Ford te encontrara sin sospechar nada. Sé que tienes muchas preguntas pero eso lo arreglaremos después. También sé que te encantan los misterios, así que detrás de esta hoja te dejare una pequeña pista sobre lo que realmente soy. Cuando tengas una idea de lo que significa, nos volveremos a ver y ahí si tendrás todas las respuestas que quieras. Recuérdalo, piensa bien y tomate tu tiempo. Se despide, Ángela

PS: Te agradecería si no le cuentes de mi a tus tíos…créeme, sé lo que yo te dijo.

PS-2: No importa cuánto mires esos diarios, jamás encontraras información sobre mí, así que tendrás que averiguarlo tú mismo ¡Diviértete!

Dipper parpadeo, una sonrisa se abrió paso en su rostro lentamente ¡Sabia que no era un simple sueño! Le dio vuelta a la hoja, enarcando una ceja ante la imagen: un par de alar estaba dibujadas ahí y a su alrededor había un circulo, el mismo que rodeaba al demonio triangular en el diario.

-¡Hermano!- se sobresalto ante el grito. –¡¿Vendrás o no?!-

-¡Ahí voy!- miro una vez el dibujo, para después meterlo dentro del diario y guardarlo en un cajón. Salió de la habitación corriendo…sea lo que sea que significara aquel dibujo, lo averiguaría en otro momento.

… …¿Fin?… …

No muy lejos de ahí, flotando sobre el bosque, había una figura flotando con tranquilidad.

-Esto será muy entretenido- se rio ligeramente, observando cómo los gemelos se divertían junto a la pelirroja. –Veamos si averiguas quien soy…Dipper- unas llamas empezaron a salir de sus ojos. Su vista, de pronto, se fijo en una zona del bosque y rápidamente se dirigió hacia allí. La luna y las estrellas fueron los únicos testigos de las llamas azules y violetas que salieron del lugar, y una risa escalofriante fue lo que lleno el silencio de aquella noche.