Estaba sudando frío, jamás en su vida había tenido tanto miedo, temblaba sin control, sentía que iba a desmayarse, se recargo en una silla en la habitación, respiro y contó hasta diez tenía que calmarse -*contrólate Sakura, todo va a estar bien*- inhalo y exhalo con calma pero los nervios no desaparecían, sintió como el piso se movía y se sujetó con ambas manos del respaldo de la cilla.
-* CALMATE, CALMATE *- se repitió sentía como las lágrimas se acumulaban en sus ojos verdes, contuvo el llanto y se sentó en la silla, junto sus manos al ver que aun temblaba, levantó el rostro y vio su reflejo frente a ella. Parecía una princesa, su cabello estaba recogido en una media coleta é Ino le había puesto extensiones de cabello y lo había rizado, su rostro estaba cubierto por un velo blanco pero podía ver a través de él, su vestido era blanco con corte de sirena, se pegaba a su cuerpo como una segunda piel, tenía bordado de lirios blancos el escote era en forma de corazón y hacía resaltar sus pechos y la parte baja era del mismo tul que su velo. Se veía preciosa jamás pensó verse así de bien, pero eso no calmaba sus nervios.
Se golpeo mentalmente no tenía porqué temer. Era la discípula de la quinta Hokage, su fuerza era indiscutible, había ayudado en la cuarta guerra ninja, logró dominar el Byakugo no in, era la mejor medic-nin de su generación, pero estaba asustada como una niña pequeña que le temía a la oscuridad.
Quería calmarse respiro profundo y vio el reloj de pared que le decía que casi era la hora, bajó su mirada y un pensamiento la asaltó.
Y si Naruto no se presentaba y si había recapacitado y había escapado con Hinata y si Sasuke cambiaba de opinión y quería hacerle daño a Naruto, o que tal si zetsu negro había regresado para llevarse a Naruto y robar el 9 colas o que tal si las fans de Naruto hicieron un complot para alejarlo de ella.
Empezó a hiperventilar, tomó una jarra que tenía agua y llenó un vaso con el líquido esperando que sus nervios se calmaran, pero otra duda resonó en su cabeza. Tal vez Naruto recordaría lo mal que lo había tratado cuando eran genins cuando lo golpeaba y siempre lo subestimó y lo insultaba, dejó el vaso de agua en el suelo y se abrazó a sí misma ante la idea.
Ella siempre había halagado a Sasuke y golpeado a Naruto. -*Y si Naruto recapacita y ya no quiere casarse*- todos esos pensamientos le atormentaban.
Tal vez lo merecía sería una penitencia por lo mala que había sido en el pasado con Naruto ella no merecía el amor del rubio, no se sentía digna para ser la acompañante del héroe de la guerra.
Naruto era el Salvador del mundo shinobi, sería el futuro Hokage, era amado por todos, había logrado el respeto que tanto quería ahora todos lo miraban hacia arriba incluso ella, ahora Naruto era mas maduro, pero seguía siendo el mismo glotón que adoraba el ramen, el rubio hiperactivo que la hacía reír y enfadar y a pesar de todo seguía profesando su amor por ella.
Cuando la guerra terminó se dio cuenta de lo mucho que le dolió casi perderlo y que estaba dispuesta a entregarle su vida para que él viviera y cumpliera sus sueños. Y que lo que pensaba que sentía por Sasuke era solo un amor infantil, ya no lo veía con los mismos ojos ahora ella tenía claro a quien amaba.
Tocaron la puerta de la habitación y brinco del susto sin embargo no hablo pensando que quien tocaba le llevaba malas noticias.
Abrieron la puerta y tres jóvenes entraron felices y vestidas igual. Eran Ino, Hinata y Ten-Ten.
— ¡Sakura ya es hora! — la llamo Ino sin embargo la pelirosa no se movió tenía la mirada perdida y aun temblaba.
— Sakura ¿te encuentras bien?— pregunto Hinata al ver los espasmos en Sakura pero no recibieron respuesta. La tres damas se acercaron a ella pero Sakura estaba en otro mundo.
— Sakura — llamo Ten-Ten pero no contestaba, las tres sabían que ella estaba muy nerviosa pero al verla así, absorta del mundo y temblorosa les hizo pensar que tardarían un rato en hacerla reaccionar.
Ino se inclinó y la tomó por los hombros — Sakura cálmate, todo está bien, hoy debe ser el día más feliz de tu vida, no tienes porque preocuparte, todas estamos contigo y te apoyaremos — pero no había respuestas por parte de la ninja medico. Se miraron entre sí pensando que hacer.
— Ya nos hemos retrasado iré a avisar que tardaremos un poco— dijo Ten-Ten dejando a las dos chicas a cargo de Sakura.
— ¿Ino me puedes dar un momento con Sakura a solas por favor?—
Ino asintió con la cabeza — estaré afuera con le diré a señor Hizashi que espere un momento— y salió de la habitación. Ino no sabía si era buena idea dejar a Hinata con Sakura, la pelirosa creía que Hinata aun sentía algo por Naruto, a pesar de todo Sakura aun era muy insegura con el tema de Naruto.
Cuando se quedaron las dos solas Hinata tomó una silla, se sentó frente a la pelirosa, tomo el velo y lo hizo hacia atrás para poder ver sus ojos, tomo el mentón de Sakura y la hizo mirarla, verde y Perla se encontraron.
Los ojos de Sakura mostraban temor y Hinata le dedicó una sonrisa.
— Sakura no deberías estar asustada, no hay nada que temer, hoy es tu día, hoy empieza tu nueva vida, una vida llena de amor— sin embargo Sakura temblaba sin parar.
—¿A qué le temes Sakura?— pregunto si amiga sin entender en miedo que reflejaba Sakura.
— Tengo miedo a fallarle a Naruto — contestó casi sollozando.
— ¿Porque le fallariás? — Hinata seguía sin entenderla.
— Si, ¿que no lo ves? ¿Y si no soy capaz de darle la felicidad que él se merece? Tal vez recuerde todo lo que le hacía mientras creciamos, lo mal que lo trate por no tener padres, por mi ignorancia, por no comprender todo lo que le estaba pasando, por no ayudar a curar el sufrimiento mientras crecía solo, mientras toda la aldea lo odiaba por algo que no era su culpa — Sakura comenzó a llorar se sentía tan culpable por su actitud con él, escondió su rostro con sus manos ya no podía hacer nada para contener sus lágrimas.
— Sakura él jamás haría eso te ama demasiado como para dejarte ir —
— Pues debería hacerlo, debería odiarme — decía con dolor, pero su corazón le recrimina sus palabras, por supuesto no que quiera eso, se moriría sin su rubio. — para ti es fácil decirme todo esto, no fuiste tú quien lo trató así, tú siempre creíste en él fuiste la única a quien le importo y jamás dudó de él.—
Hinata suspiró tenía que hacerla entrar en razón.
— Pero a pesar de todo el te ama a ti, él te eligió a ti sobre todas las demás, te ama tal y como eres, tu eres la única en su corazón, jamás nadie tendrá oportunidad de estar con él, Naruto me lo dijo— Hinata la tomó de las manos — ¿ves este anillo? el trabajo día y noche para poder dártelo, acepto misiones insignificantes para poder comprarlo y ponerlo en tu dedo, a Naruto no le importa cómo eran de gennis, el sufrió años viendo como tu sufrías por Sasuke, luchaba para traerlo a la aldea para que fueras feliz, él te lo había prometido, cada día entrenaba y se hacía más fuerte con el objetivo de verte feliz aunque no fuera con él.—
Sakura vio su anillo, era hermoso una anillo de oro blanco y un gran diamante anaranjado -* este anillo representa mi amor por ti, te entrego lo mejor de mi, te entrego todo lo que soy, te entrego mi corazón y todo lo que quieras tomar*-
Recordó ese día cuando le pidió matrimonio, recordó como sus ojos brillaban, como la beso cuando aceptó y como le juro que la haría feliz sin saber que ya era la mujer mas feliz del mundo. Levantó su mano a la altura de sus ojos ella sabía cuánto había trabajado para entregarle esa joya y cuanto amor le había puesto.
-* es anaranjado, combina al relámpago amarillo de konoha y a la habanera sangrienta*-
Se había conmovido por el gesto, como quería Naruto tener a sus padres presentes en su compromiso.
— Sakura ¿Tu amas a Naruto?— pregunto seria Hinata viéndola a los ojos, Sakura parpadeo — Por supuesto que sí —
— Entonces demuéstralo, míralo a los ojos, hazlo feliz y recompensa todos esos años de dolor con amor, haz todo lo que hubieras querido hacer cuando eran niños, ahora tú serás su familia, ya no estará solo cuando llegue a casa, las noches venideras tú serás su compañera y sus mañanas estarán llenas de alegría — y entonces las palabras de Hinata cobraron vida, su rostro se iluminó y abrazó a su amiga, esta le regreso el abrazo.
— Gracias Hinata —
— No es nada solo te hacia falta recordar que están hechos el uno para el otro—
— Yo… perdón por enamorarme de Naruto debes creer que soy una pésima amiga — agacho su rostro una vez más la tristeza amenazó con aparecer.
— NO, NO, ni lo pienses jamás digas eso, las cosas jamás hubieran funcionado entre yo y Naruto, lo que yo sentí por él era algo pasajero, yo lo admiraba era como un héroe para mi, pero ahora se que solo es como un hermano, fue un amor infantil— Hinata hablaba seria y decididamente, había sinceridad en su voz y después le sonrió.
Ambas miraron el reloj y vieron que era muy tarde, Sakura se puso nerviosa, busco el ramo y quiso salir pero Hinata la detuvo.
— Se que es tarde pero lo te dejaré salir así—
Sakura enarco la ceja dudosa — tu maquillaje está corrido y tus ojos se ven hinchados, no puedo permitir que salgas sin que te veas perfecta—
La pelirosa se miró en el espejo y en efecto Hinata tenía razón, tenía manchones negros debajo de los ojos había arruinado su rostro, pero antes de que pudiera hacer algo Hinata salió del cuarto en busca de Ino, la cual entró como rayo.
—¡ No puede ser!, arruinaste mi obra de arte frentesota — le regaño la kunoichi pero puso manos a la obra y sin saber como, logro arreglar a la pelirosa lo más rápido que pudo.
Le acomodo el velo y verificó que su amiga se viera perfecta — listo frente de marquesina te vez espectacular ahora démonos prisa que el novio está muy nervioso, de no ser por Sasuke y Kakashi sensei hubiera venido a buscarte y te ve vestida de novia — decía mientras le entregaba el ramo y le abría la puerta — y ya sabes que eso es de mala suerte — le beso la mejilla a su amiga y se paró frente a ella junto con Hinata y Ten-Ten, sus damas de honor se veían hermosas con sus vestidos y aunque eran naranja les quedaba muy bien aunque Ino le reclamaba el color que habían elegido para los vestidos ella creía haber hecho una buena elección, quería representar a los padres de Naruto como él lo había hecho con su anillo de compromiso, además no era un naranja chillón era pálido así que no entendía cómo su rubia amiga se quejaba.
Su padre le tendió el brazo —eres la novia más hermosa del mundo hija—
— Gracias papá— y esta le tomo el brazo, caminaron por el pasillo, salieron de la casa hacia el gran jardín donde se celebraría la boda y observo, había flores hasta donde alcanzaba la vista todas eran blancas, había carpas blancas esparcidas, mesas con manteles blancos y centros de mesa con flores naranjas y blancas.
Se aproximaron a un altar lleno de rosas blancas, las damas caminaron primero, su padre avanzó con ella, estaba nerviosa, sintió mareos pero se aferró al brazo de su padre.
Levantó su rostro y lo vio a través del velo, el jinchuriki estaba ansioso jugaba con sus mangas y revolvía su cabello. Todos se pusieron de pie cuando la vieron entrar y a Naruto le regreso el alma al cuerpo al ver a su novia caminando hacia él, Sakura pudo ver como él estaba embobado mirándola y sonrió.
Estaba ahí sano y salvo con Sasuke a su lado como su padrino, ninguna fan loca se lo robo, ni se había fugado con Hinata, ahí estaba de pie esperándola.
Todos los miedos se fueron, las dudas se disiparon todo eso fue remplazado por alegría y júbilo, no había nada más que su rubio, nada más real que Naruto sonriendo.
Llegó al altar y su padre junto su mano con la de Naruto, le dio un beso en la mejilla a su hija y le dijo unas palabras a naruto.
El rubio tomó el velo y lo retiró del rostro de la kunoichi, se miraron a los ojos, estaban felices por fin estarán juntos para siempre.
El sexto Hokage inicio la ceremonia.
Dijeron sus votos.
Sakura lloró de emoción.
Se entregaron los anillos.
Se besaron.
—Te amo Naruto Uzumaki—
— Te amo Sakura Uzumaki—
Por fin eran marido y mujer.
