Noche del 24 de Diciembre, 2017

I

Wyatt estaba en la sala de la mansión Haliwell con la luz apagada, sentado frente a la chimenea. Pensaba y reflexionaba sobre lo que habían vivido en los últimos meses, y en lo mucho que había visto sufrir a Chris desde entonces.

Finalmente, escuchó lo que tanto esperaba, alguien orbitaba detrás de él con un tintineo muy particular. Al volverse se encontró con su padre a un lado del árbol de navidad apagado.

Wyatt se levantó con lentitud y fue a abrazar a Leo.

"¡Qué bueno que al fin llegaste! Chris va a estar muy emocionado. Que tú estés aquí va a ser el mejor regalo que le puedas dar."

Leo vio a su hijo con los ojos llenos de lágrimas.

"Lo siento, campeón, no puedo quedarme mucho tiempo. Sólo pasé rápido a revisar si no necesitaban nada. Ya estoy cerca de encontrar al demonio que ordenó el asesinato de tu madre, y no estoy para dejarlo por una celebración como esta."

"Pero es navidad. Nos hemos visto poco desde el funeral de mamá y has evitado hablar con Chris desde que todo eso pasó. No puedes dejarlo así, el necesita que su padre lo apoye en estos momentos."

Hubo silencio por parte de Leo.

"¿Lo sigues culpando por lo que ocurrió?", añadió Wyatt separándose de su padre.

"Por favor, Wyatt, hablas como si Chris y yo tuviéramos una relación antes de aquel incidente. Además tienes que entender que todo esto no es fácil para mí. Perdí al amor de mi vida y mi hija cuando él estaba presente. Necesito encontrar al asesino de Piper antes de empezar a superar esto."

Wyatt se dejó caer en un sillón esperando que Leo hiciera lo mismo, pero éste no se movió.

"¡Fueron atacados por al menos veinte demonios de alto nivel! No fue culpa de Chris, luchó hasta que no pudo más. Deberíamos darle gracias a Dios que llegué a tiempo con las tías para salvarlo. No puedes seguir tratándolo así."

Leo soltó una lágrima.

"Puedes decir lo que quieras, pero no vas a hacer que cambie la forma en como me siento con respecto a ese brujo..."

"Tu hijo", le recordó Wyatt levantando la voz.

"Sí, mi hijo. Cuando tenga tiempo pensaré mejor las cosas. Por lo pronto veo que no es el momento para hablar contigo. Sólo voy a dejar debajo del árbol tu regalo de navidad, y me iré a seguir luchando."

"¿No hay regalo para Chris?", preguntó Wyatt sabiendo la respuesta.

Leo se mantuvo callado, observó a su hijo por un par de segundos y se vio rodeado de luces blancas que lo llevaron lejos.

Wyatt estaba sólo otra vez, a oscuras frente a la chimenea.

Extendiendo su mano hacia el árbol, dejó que el paquete envuelto volara hasta sus manos, rasgó el papel y se encontró con un reloj nuevo. Con furia, lo dejó caer en el fuego junto con la envoltura.

¿Por qué Leo trataba así a su propio hijo?

II

Cuando Chris despertó la mañana de Navidad, se encontró a Wyatt sentado en la cama. Estaba pálido y con grandes bolsas debajo de los ojos.

"¡Feliz Navidad, Wy!"

"Igualmente, Chris", respondió con una voz apagada.

"¿De casualidad dormiste anoche?"

Wyatt negó con la cabeza.

"Es difícil hacerlo cuando va a ser la primera navidad sin mamá y papá. De todas maneras, ya sabes que estamos invitados la comida en casa de la tía Phoebe."

"Todavía no sé si quiera ir", Chris bajó la cabeza.

Wyatt se levantó de su cama y se sentó junto a su hermano.

"Este es uno de los pocos momentos que aún nos quedan de felicidad, tenemos que estar juntos para celebrarlo."

"Es que no sé si haya algo que celebrar… ¿Crees que exista la posibilidad de que papá nos visite hoy?"

"Bueno, es navidad, nunca pierdas la esperanza", sonrió Wyatt falsamente.

"Ya sé que no hay nada debajo del árbol, pero por los viejos tiempos, ¿Quieres bajar conmigo a la sala?"

Wyatt asintió, se levantaron los dos y bajaron por las escaleras arrastrando los pies. La casa estaba más vacía y callada que nunca. Nunca antes habían sentido tanta soledad en sus vidas. La expresión de Chris cambió al irse acercando al árbol, pues vio que debajo de ella había una paquete envuelto en papel rojo.

"¿Quién dijo que no iba a haber regalos debajo del árbol? ¡Feliz Navidad, Chris!"

Chris no pudo ocultado su emoción, corrió hasta el árbol, tomó el paquete entre sus manos y rompió el papel lo más rápido que pudo hasta encontrarse con un libro de criaturas mágicas.

"Espero que haya sido el que querías."

"Sí, justo era el que estaba buscando y no podía encontrar. Muchas gracias, Wy. Me da mucha pena no tener dinero o trabajo para poder comprarte algo."

"Que hayas sobrevivido para pasar otra Navidad conmigo es suficiente. Estamos juntos y eso es lo importante. Como hermano mayor, es mi deber cuidar de ti y no al contrario."

"Lo sé, pero de todas maneras es un día para dar regalos… ¡Ya sé! Espera aquí."

Chris subió corriendo las escaleras y bajó con una cajita larga de terciopelo negro. Se la dio a su hermano.

"¡Feliz Navidad, hermano!"

Wyatt la tomó, la abrió y vio un reloj con extensible de piel.

"Este es el reloj que te dio la tía Paige cuando cumpliste doce años"

"Y ahora te lo regalo a ti. Me han dado muchos relojes y realmente no necesito uno más. Por favor, no me hagas sentir mal. Toma este regalo."

"Gracias, Chris, no sabes lo que esto significa para mí."

Wyatt abrazó a su hermano y recordando la muerte de su madre lloraron los dos largamente.