Leyenda
Sirius siempre tuvo la capacidad de hacer sentir bien a los demás con una sonrisa. Y Remus con las palabras adecuadas.
Remus sabía qué gesto contagiaba ánimo y cuál consuelo. Sirius siempre supo romper el hielo, con una u otra broma.
Pero por un momento los dos se han quedado congelados, estáticos. Como si de piedra se tratasen no han movido un músculo. Hasta que Sirius se ha reído, hasta que la situación ha podido con él y se ha acordado. Ha vuelto a ser, por unos minutos, un merodeador.
Porque aunque lo trate de negar una y otra vez Remus sabe que es cierto. Que los Merodeadores han muerto. Que alguien los mató. Aunque en este momento Sirius no parece darse cuenta.
Acaba de hablar con Harry -¿Cómo demonios ha hecho para llegar a la chimenea de Umbridge?- y éste le ha preguntado por sus padres. Lily Evans y James Potter.
Si se odiaban, han sido las palabras de Harry y a Remus le parece recordar la voz de Sirius diciendo exactamente lo mismo. La voz de un Sirius mucho más joven, más inmaduro, más loco y más enamorado de la vida.
Remus mira hacia atrás y ve a Sirius buscando una botella entre la despensa. Sabe cual escogerá, porque ya lo ha visto miles de veces. En otra vida, una en que no se parece en nada a ésta, una en que nunca se imaginó que las cosas acabarían así.
Sonríe, no puede evitarlo, cuando Sirius lanza un eureka e invoca dos vasos de cristal. Remus no puede hacer otra cosa que seguirlo, pero Sirius se sienta en el suelo, apoyando la espalda en la ventana.
Sirius alza su copa y con la otra mano acaba de llenar la de Remus:
-Por los viejos tiempos –brinda
A Remus le parece observar un brillo extraño en Sirius. Como si sus ojos ya no llorarán, sus dientes tuvieran de nuevo ese color blanco y sus recuerdos no atenazaran su cuerpo. Y Remus calla, regalándole ese pequeño momento a su amigo porque sabe que no es bueno recordarle al hombre que ha de vivir la realidad día sí día también. Sobre todo cuando la suya está compuesta de pesadillas.
Pues aunque Sirius no deje de negarlo, Remus lo sabe –y todos se han dado cuenta- que los Merodeadores han muerto.
No los mató Peter, ni Voldemort, ni el mundo, ni el futuro. Ni siquiera lo hicieron ellos mismos. Fue entre todos, un asesinato múltiple, porque por un momento creyeron que lo eran. Invencibles, inmortales, poderosos, eternamente jóvenes.
Y será mucho tiempo después cuando otros estudiantes crean lo mismo. Crean la historia de un capitán de Quidditch que conquistó el corazón de una pelirroja; de un lobo y un perro que cantaban a una misma luna; de un traidor que nunca quiso serlo… Entonces se darán cuenta de que en realidad nunca murieron, sino que se convirtieron en leyenda.
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Intentaba hacer un Remus&Sirius para Julia pero me salió esto, ambientado en cuando va Harry a pedirles explicación de lo que ha visto en el pensadero de Snape. Pero bueno, tiene algo de filosofía, angst y amistad… en fin.
Espero que os guste, creo que es algo raro.
Besos
Shio