Summary: En busca de protección para su planeta, Bulma acude al Rey Vegeta y le ofrece lo que tanto ha estado buscando para continuar su linaje, un heredero, pero a cambio ella tendrá que aceptar ser la Reina de los Saiyajin, la raza más fuerte del universo.

Disclaimer: Los personajes de Dragón Ball Z no me pertenecen, son propiedad de Akira Toriyama.

Nota: Hola a todas, esta es mi nueva historia, espero que les guste y le den una oportunidad, es un universo alterno, intente mantener los personajes principales lo más apegado posible a su carácter original, y espero que haya dado resultado. Con Vegeta me base especialmente en la saga Boo, así que no será tan sanguinario y malvado como lo fue al comienzo de la serie, personalmente esta es la saga en la que más me gusta su carácter, así que tome esa personalidad.

En esta historia Kakarotto vivió todo el tiempo con los Saiyajin, así que en algunas partes se comportara como ellos, pero seguirá conservando su carácter de siempre y el que tanto adoramos. Espero que les guste, todos los personajes están basados en la historia real, si googlean un poco recordaran quiénes son y así se harán una mejor imagen de la historia... !Nos leemos al final!

LA REINA DE LOS SAIYAJIN

By. Yurika Cullen

Capitulo Uno

-.-

Estaba sumamente nerviosa por el lugar en el que me encontraba, pero más por el motivo que me había llevado hasta dicho lugar, nunca me había podido imaginar que en algún momento de mi vida, tendría que tomar una decisión tan desesperada y tan anticuada, pero después de pensarlo detenidamente, era la única solución a todos mis problemas.

Hace un par de meses mi padre, quien era el Rey de mi planeta natal, la Tierra, había muerto, como su única heredera mi obligación era tomar su lugar y velar por el bienestar de mi planeta y de los millones de habitantes que la poblaban, y aunque estaba sumamente capacitada para asumir el trono y ocuparme de mis responsabilidades, aun había un pequeño detalle por resolver, y ese diminuto problema, era el que me había hecho viajar hasta uno de los lugares más peligrosos del universo, el planeta de los Saiyajin, el planeta Vegeta.

Mi padre había actuado sabiamente en el pasado y en vez de enfrentarse inútilmente al antiguo Rey, y ver el planeta en una total masacre, había llegado a un acuerdo pacífico con él y voluntariamente había aceptado formar parte de los planetas conquistados por los Saiyajin, nosotros tenemos una tierra fértil y prospera, así que mientras produjéramos alimentos y otros materiales importantes para la construcción de naves, ellos nos dejarían relativamente en paz y no purgarían el planeta. Pero después de que Freezer prácticamente se adueñara del planeta Saiyajin y utilizara a la raza para sus propósitos personales, nosotros y unos cuantos planetas habíamos quedado en el olvido, pues para Freezer no éramos de utilidad, solo le interesaba la fuerza Saiyajin. Sin embargo con la reciente derrota de Freezer, el nuevo Rey estaba intentando restaurar su planeta y su población, que había sido reducida a menos de la mitad, y eso lo había llevado a reanudar viejos acuerdos y sociedades.

Mi padre antes de morir había estado haciendo nuevamente negociaciones con el actual Rey, pero luego de unos acontecimientos extraños y del fallecimiento de mi padre, todo había quedado suspendido, y mi viaje era justamente para continuar la negociación, pero esta vez incluyendo mis propias condiciones.

La puerta de la habitación en la que me encontraba esperando por el Rey se abrió sacándome de mi ensoñación, era uno de los soldados de la guardia real quien venía a informarme que su alteza había aceptado verme.

—Princesa Bulma, el Rey la espera, sígame por favor— limpie mis manos en el pantalón intentando calmar un poco mis nervios y asentí, luego lo seguí por uno de los blancos pasillos

En la Tierra siempre acostumbraba vestirme como cualquier chica normal, y en esta ocasión no iba a ser la excepción, pues después de conocer la peculiar vestimenta de los Saiyajin, llegue a la conclusión, de que sin importar que me pusiera, desentonaría con el resto, así que unos jeans azul oscuro, una blusa blanca, con chaqueta y zapatillas negras estarían más que bien.

El soldado se detuvo de repente frente a una gran puerta blanca la cual se abrió automáticamente, el corazón se me acelero por los nervios, había llegado el momento.

—Adelante princesa— dijo simplemente, de nuevo solo asentí y tomando un par de respiraciones para tranquilizarme ingrese en el lugar

Al otro lado de la gran y lujosa habitación de columnas blancas y alfombras rojas, había un inmenso trono con el símbolo de la realeza Saiyajin a su espalda, las esquinas de la silla formaban una gran V haciendo honor al nombre del planeta o incluso al del propio Rey. Lo curioso de todo es que el trono estaba vacío, me sentí algo desconcertada al no ver al Rey esperándome, pero luego me lleve una gran sorpresa al percatarme de que Vegeta estaba sentado al comienzo de las escaleras que llevaban al trono, su mirada era tal como la recordaba, aun a pesar de los años seguía siendo calculadora y fría, pero también era peculiarmente intensa. De inmediato hice una reverencia al caer en cuenta de mi descortesía, en esta ocasión yo era la invitada en su planeta, era yo quien debía saludar primero.

—Perdón Rey Vegeta, no me había percatado de su presencia, nunca imagine que estaría usted sentado a los pies del trono— lo escuche soltar una pequeña risa, cuando me incorpore vi que se había levantado y luego de hacer el saludo Saiyajin, se había quedado de pie con los brazos cruzados y su expresión de suficiencia

—Ni loco me sentaría en el trono donde estuvo apoyado el culo de Freezer, esta sala en realidad no es de mi agrado, he pedido que la reconstruyan, pero mientras tanto tendré que conformarme con los escalones— dijo divertido, al parecer estaba de buen humor —imagino que has venido para terminar las negociaciones de tu padre— yo asentí —aunque no entiendo porque el apuro en viajar hasta aquí, si teníamos programada una reunión en la Tierra dentro de dos semanas— yo enderece mi postura

—En realidad vengo a hacerte una nueva propuesta— dije nerviosa, Vegeta levanto una ceja

—¿Una propuesta?— pregunto interesado —¿Qué tipo de propuesta? Si no estoy mal, creo haberlo hablado todo con tu padre—

—Sí, pero las cosas han cambiado un poco los últimos meses, y después de la muerte de mi padre ocurrieron unos cuantos acontecimientos que me obligan a replantear las condiciones—

—Creo que debes estar al tanto de que no estás en posición de replantear nada, si se me antoja simplemente no "negociar" nada, puedo reducir tu miserable planeta a cenizas— dijo frunciendo el ceño y con tono amenazador

—No es necesario que me recuerdes de lo que eres capaz, lo tengo bien claro— dije algo molesta, había olvidado lo altanero que era Vegeta —además, en ningún momento he venido a exigir nada, dije que traía una propuesta, eso significa que también te puede beneficiar a ti, no solo a mi— él me miro serio por unos minutos

—Bien, habla de una vez mujer— dijo sentándose de nuevo en los escalones, yo tome aire unos segundos antes de hablar

—Unos días antes de la muerte de mi padre, se empezaron a esparcir rumores en la galaxia norte, al parecer existía un guerrero que se estaba dedicado a destruir planetas sin ningún propósito especifico en la galaxia del sur— Vegeta se puso serio de nuevo, lo más lógico es que él ya estuviera enterado de todo— el rumor termino siendo cierto y hay decenas de planetas que fueron destruidos y exterminados por completo, y según la trayectoria en la que se está dirigiendo dicho guerrero, es muy probable que en los próximos meses la Tierra sea su próximo blanco, es por eso que quiero hacerte una propuesta que nos beneficiara a los dos— Vegeta levanto de nuevo una ceja interesado

—Ve directo al punto mujer— me apuro

—Dentro de unos cuantos días se llevara a cabo mi coronación como la nueva Reina de la Tierra, pero desgraciadamente aunque estoy totalmente capacitada para desempeñar dicho puesto, no tengo la fuerza suficiente para proteger el planeta en caso de que el guerrero decida atacarnos— Vegeta me escuchaba atentamente —y si también es cierto el rumor que he escuchado de las dificultades que has estado teniendo para restablecer la normalidad en este planeta, quise venir a proponerte un "negocio". Tu protegerás mi planeta ante cualquier invasión o ataque extraterrestre y yo a cambio te facilitare toda la tecnología y cultivos que necesites para restablecer el planeta Vegeta y…—

—Esa es la misma negociación que había acordado con tu padre, no estás hablando sobre nada nuevo— me interrumpió

—¡Si me dejaras terminar tal vez podrías saber el resto!— Vegeta levanto una ceja sorprendido, tal vez estaba siendo demasiado impertinente, pero nunca fui una mujer con mucha paciencia. Cuando pensé que él me amenazaría por mi imprudencia me sorprendió ver que solo se cruzo de brazos y sonrió divertido

—Bien, continua—

—Con mi padre solo negociaste que no destruirías la Tierra y que formaríamos de nuevo parte de los planetas de los Saiyajin evitando tu purga, pero nunca acordaste protegernos de un peligro externo, quiero que me garantices protección ante otras invasiones— pedí —estoy al tanto de que tus concejeros reales te han estado presionando para que busques una especie compatible con la Saiyajin y puedan continuar reproduciéndose, se que Freezer elimino a todas las mujeres por miedo a que naciera el legendario Súper Saiyajin y por eso ahora no tienen como continuar la especie—

—Y no le sirvió para nada el plan a la lagartija— dijo casi escupiendo las palabras, pues para desgracia de Freezer el mismísimo Vegeta se había convertido en su peor pesadilla y había acabado con él, reclamando de inmediato su puesto como gobernante del planeta y como el más fuerte del universo. Vegeta frunció el ceño y se levanto con los brazos en jarras acercándose a mi —¿No me digas que te estás postulando para el puesto?— dijo mientras caminaba a mi alrededor, un escalofrió me recorrió el cuerpo

—Si— respondí un poco insegura. Él se detuvo de nuevo frente a mí y adopto su típica pose de brazos cruzados, luego me miro levantando una ceja

—Si el rumor te llego bien, deberías saber entonces que tu raza es demasiado débil y que solo aceptare una raza tan fuerte como la mía—

—Claro que lo sé— dije algo molesta por su comentario despectivo —pero también sé que has buscado por toda la galaxia y no has encontrado una raza fuerte que sea compatible con la tuya, a no ser que quieras mutar a los Saiyajin con alguna raza como los Saibaiman y hacer que nazcan de semillas— él frunció el ceño pero sonrió divertido —si no se reproducen pronto se van a extinguir. Y ya que tú eres el encargado de continuar el linaje real, yo quería proponerte que a cambio de proteger mi planeta, yo te abastecería de alimento, tecnología y…—

—Herederos, ¿No?— interrumpió de nuevo

—No era eso exactamente lo que iba a decir, pero si, en cierto modo es así— acepte

—Déjame aclararte algo… Bulma— dijo mi nombre lentamente, pocas veces me había llamado por mi nombre, por lo general se refería a mí como mujer y unas cuantas veces me había llamado Princesa ante su padre, pero eso había sido hace muchos años, así que me sentí algo extraña al escuchar mi nombre de sus labios —yo no estoy interesado en continuar mi linaje— yo lo mire sorprendida —no me importa una mierda ser el primero en continuar la raza, esas cosas no me interesan, si alguien más quiere hacerlo primero no es mi problema, pero ya que desgraciadamente al ser el Rey estoy en la obligación de hacerlo, no he tenido otra maldita opción que aceptar, es lo que se espera de mi como el líder, y como está la situación no me conviene disgustar al pueblo, pero ya te lo dije, no aceptare una raza debilucha— yo me controle un poco para no sentirme ofendida, tenía que recordar que Vegeta era un maldito engreído

—No te queda otra opción Vegeta, no hay otra raza compatible con la tuya—

—En realidad si las hay, aunque para ser sincero tu raza tampoco es un problema— dijo serio, yo me sorprendí, no sabía a que se estaba refiriendo —no se trata solo de compatibilidad física mujer, según Planthorr después de hacer unos cuantos estudios a los genes Saiyajin, nuestra raza siempre predominara ante las demás, así que sin importar con quien se mescle siempre nacerán guerreros poderosos, nuestra linaje nunca se debilitara. Simplemente no he querido aceptar a nadie porque no me interesa soportar lo que conlleva tener una Reina, además quien ocupe el lugar tendrá que hacerse cargo del puesto por completo, no se trata solo de dar a luz al próximo príncipe del planeta, si no que tendrá que asumir las responsabilidades por completo y no quiero a una idiota descerebrada, más que buscar la raza, estoy buscando a la persona adecuada, no quiero nadie con posibilidades de traicionarme, ni que me ocasione problemas, yo estoy buscando lealtad—

—Eso ya lo imaginaba— él de nuevo me miro levantando una ceja

—Si lo imaginabas ¿Por qué demonios me estás negociando un heredero? ¿Acaso no tienes obligaciones con tu planeta?—

—Claro que las tengo, pero mi obligación principal es mantener a la población a salvo, lo más importante es que estén vivos, tengo personas perfectamente capaces de asumir mi puesto, la realidad es que yo no soy imprescindible— Vegeta me observaba fijamente —por eso vine a hacerte la oferta antes de mi coronación, porque tenía la leve sospecha de que tendría que asumir el puesto por completo, y justo eso es lo que quería ofrecerte, no he venido a negociar un hijo contigo Vegeta, yo te ofrezco ser tu Reina, asumir el papel por completo, puedo desarrollarme perfectamente en el trono de este planeta… para resumírtelo, hare cualquier cosa que me pidas a cambio de proteger a mi planeta, te ofrezco mi lealtad— Vegeta se puso serio y me miro fijo por un rato

—Una oferta muy tentadora— dijo después de unos minutos en silencio, luego sonrió con malicia —si pienso bien las cosas tu propuesta me beneficia bastante, y no tengo dudas de que estas capacitada para desarrollarte como gobernante, sé muy bien como te preparo tu padre… Tal vez podamos llegar a un acuerdo— yo lo mire aun dudosa

—¿De verdad estás hablando en serio?—

—Por supuesto, acepto tus condiciones, pero yo también pondré las mías—

—Me parece lógico, dime cuales son— pedí ahora interesada

—Como te dije, no me interesa en lo más mínimo tener una Reina, si acepto, es porque es mi obligación, y ya que tu estas planteando todo esto como un negocio, quiero dejarte bien claro que solo estaremos juntos lo justo y necesario hasta que nazca el heredero, yo no quiero ninguna obligación contigo, después del nacimiento nuestra comunicación será estrictamente diplomática, así que quiero dejar eso claro desde ahora— en cierto modo me sentí algo aliviada con su propuesta —no quiero exigencias, ni reclamos de ningún tipo—

—Me parece bien, puedes estar seguro de que no las tendrás, lo más importante para mí, es que la Tierra este a salvo—

—Aun así, tu compromiso con el planeta Vegeta tiene que ser total, la Tierra estará protegida, pero tu obligación será de ahora en adelante con este planeta, quiero tu absoluta lealtad con esta raza— su expresión era totalmente seria y amenazadora

—Ya te dije que estoy dispuesta a hacerlo, me encargare de dejar a alguien en la Tierra lo suficientemente capaz para gobernarla sin problemas, si están protegidos no tengo que preocuparme de nada mas—

—De eso me ocupare en un instante— al ver que Vegeta pensaba finalizar nuestra conversación decidí animarme a hablarle sobre algo que consideraba importante

—Vegeta, quiero hablarte de algo mas— dije un poco avergonzada, él frunció el ceño y me miro sin comprender

—¿Acaso hay alguna otra propuesta?— yo negué

—No es ninguna propuesta, es solo que…— me corte de nuevo, luego decidí que no importaba, yo ya tenía veinticinco años, no podía avergonzarme hablar sobre estos temas —solo quería decirte que no soy virgen, por si esa es alguna exigencia inquebrantable, prefiero ser sincera y decirte la verdad desde ahora— Vegeta levanto una ceja

—En realidad no me importa— dijo encogiéndose de hombros —pero ahora que recuerdo, tú estabas comprometida con un imbécil terrícola, ¿Cómo era el nombre de la sabandija?—

—Yamcha— respondí sin ofenderme

—Ah sí, es cierto, un blandengue debilucho— dijo despectivo, por alguna extraña razón Vegeta siempre había sentido asco por Yamcha, aunque a estas alturas yo también lo hacía —¿Qué paso con la sabandija? ¿No debería ser con él con quien estuvieras negociando tronos e hijos?— yo hice una mueca de disgusto

—Hace dos años descubrí que me engañaba, así que termine con él— Vegeta sonrió de lado

—¡Ja! ¡Es un insecto! No sé como podías soportar compartir el mismo aire con un imbécil como él—

—Hasta yo misma me hago esa pregunta en ocasiones— dije molesta de recordarlo, pero luego aleje a Yamcha de mi cabeza, en este momento no era importante —por cierto Vegeta, ¿Cuándo planeas anunciar nuestro acuerdo?—

—Hoy mismo, así que vas a tener que marcharte lo antes posible a la Tierra y solucionar todo lo que tengas pendiente, en cuanto los imbéciles de los concejeros reales se enteren de todo, prepararan la ceremonia al instante, Kakarotto se encargara de enviar un grupo de soldados preparados para cuidar la Tierra, y te escoltara de regreso, de ahora en adelante será tu sombra, en cuanto la noticia se esparza por el universo tu vida correrá peligro, así que no iras a ningún lado sin su compañía— yo me sorprendí un poco al ver lo rápido que había planeado y organizado todo, ni siquiera habíamos salido de la habitación y él ya sabía cómo dar el siguiente paso

—¿Puede venir alguien conmigo cuando regrese?— me atreví a pregunta —es alguien de confianza, ha estado conmigo desde hace muchos años y me gustaría muchísimo que me acompañara y se quedara aquí conmigo— dije cautelosa, pues no quería exigirle demasiado

—Trae a quien quieras, pero te advierto que no quiero traidores— dijo sin darle mucha importancia. Yo asentí satisfecha, después de todo, las cosas no habían terminado tan mal como pensé

—No hay problema, no tienes de que preocuparte, es de total confianza—

—Bien, entonces sígueme, te llevare con Kakarotto— yo asentí y lo seguí