Disclamer: Los personajes de Tinkerbell que aparecen en las películas, libros no son de mi propiedad, pertenecen a Disney.

El fanfic de Peri.

Capítulo 1: Una, dos y...


Un nuevo diente de león voló por los bosques de invierno, dejando boquiabiertos a todos los que le echaban el ojo, y es que poco común eran los nacimientos de hadas en la estación de invierno. Al acercarse al tronco de polvo de hada, una gran multitud que aumentaba por momentos la rodeó envolviéndola de un ambiente festivo e inusual. Kirk, el mejor guardián de polvo de hada se encargó de darle su primera ración cuando llegó Lord Milori, transformándola así, en una linda hada de pelo blanco que enamoró a más de uno.

·¿Hola?· fue lo primero que dijo ante la atenta mirada de todos los presentes, haciéndola sentir incómoda entre risas y susurros.

"Bienvenida a la hondonada de las hadas, espero que no tengas frío por aquí" entendió que se trataba de una broma, pero aún así se avergonzó por no saber cómo reaccionar ante ella.

·N-no...· con la conmoción de la situación, nuestra pequeña hada impidió que ese alto y apuesto duende que le dio la bienvenida se pusiera detrás de ella, obligándole así a sujetarle de los hombros, provocando risas de nuevo.

"Mi nombre es Lord Milori, soy el señor del invierno y ahora si me permites, deja que vea tus alas" se sonrojó de vergüenza por su más que comprensible inexperiencia.

·Oh... claro· un brillo especial que nadie fue capaz de captar recorrió el patrón de sus alas dándoles vida. Fue otro duende pero, quien le sujetó la mano para elevarla y dar sus primeros aleteos. La experiencia de volar por primera vez le hizo olvidar todos los problemas que habían surgido nada más nacer y sentirse libre.

Entonces y sin casi darse cuenta, unas cuantas hadas se acercaron con unos objetos que despertaron su curiosidad, haciendo un círculo a su alrededor.

·¿Qué... es todo esto?· preguntó con curiosidad a los duendes y hadas que se fueron con una sonrisa al dejarlos en su sitio.

"Estos son los símbolos de los cinco talentos del invierno. Ahora tienes que averiguar qué talento te corresponde pequeña" las dudas inundaron su cabeza poniéndola nerviosa, sintiéndose presionada por tener que tomar una decisión tan importante.

·Pero... ¿cómo sabré cuál es?· sólo recibió una sonrisa como respuesta, lo cual la inquietó haciéndole volver a preguntar ·¿Cuál escojo?·

"Lo sabrás, cree en ti misma y sabrás cuál escoger" no quedó muy convencida con esa respuesta, pero aún así se puso a observar esos objetos con detenimiento. Tras inspeccionar una hoja, un bloque de hielo y un copo de nieve, se paró delante de una esfera de escarcha que le llamó la atención. Al extender sus manos para cogerlo, empezó a formar escarcha con sus propias manos, sorprendiéndose de lo que acababa de hacer. Su fascinación por lo que acababa de hacer le impidió prestar atención a su alrededor, en el cual una traviesa hada llamada Gliss daba saltos y gritos de alegría.

Una mano en su hombro la sacó de su mundo, viendo como un grupo de hadas vestidas de forma similar se acercaban a ella.

"Saludad a nuestra nueva escarchadora, ¡Periwinkle!" todos aplaudieron menos ella, ya que no quedó muy convencida del nombre que le habían puesto.

"¡Periii!" alguien saltó encima de ella y por poco la hizo caer "Soy Gliss y ¡también soy escarchadora!" no fue una primera impresión muy buena precisamente.

·¿Podrías salir de encima?· ignoró sus palabras por completo hasta que Milori le hizo comportarse.

"Vamos Gliss, no la abrumes. ¿Quién quiere encar-" no le dejó terminar ni la pregunta que ya estaba saltando delante de él como una loca.

"¡Yo yo yo yo! ¡Elígeme a mí!" algo le decía a la nueva escarchadora que esa no era la mejor opción.

"¿Nadie más? ¿Sólo Gliss?" miró a las demás hadas que casi ignoraron las palabras de Milori, Peri no podía creérselo "Muy bien, procura no meterte en ningún-"

"¡Yuhuuuu!" le agarró la mano y salieron volando de allí sin más, con la usual y espontánea hiperactividad de Gliss.

·¿A-a dónde me llevas?·

"A tu nueva casa, por supuesto. Llevo una eternidad esperando a que llegaras, es muy aburrido vivir sola ¿sabes? Ah, por cierto, vamos a ser vecinas" no le hizo mucha ilusión, ella habría preferido quedarse con los demás para conocer un poco ese nuevo entorno pero no le dio otra opción.

·Vale...·

"¿Qué te pasa? No pareces muy contenta, ¡anímate! Hoy haremos una fiesta"

·¿Una fiesta? Suena bien· por desgracia, las dos tenían una percepción de fiesta muy diferente, Periwinkle se esperaba algo así como una ceremonia con mucha gente en la que todos se presentaban, pero Gliss tenía en mente una noche de juegos las dos solas.

Una vez en su nueva casa, Peri tuvo que forzarla a que la dejara sola para que pudiera vestirse tranquilamente. Fue un breve momento de paz para ella que por desgracia duró demasiado poco.

"¿Si ya estás lista por qué no me avisas?" no le dio tiempo ni de responder "Vamos, hay un montón de sitios que tengo que enseñarte" la volvió a coger de la mano y salieron disparadas hacia todos los lugares del invierno, por muy poco importantes que fueran.

No se callaba ni debajo de la nieve, fue como si no hubiera hablado en meses. En un extraño momento de silencio, pudo al fin intervenir.

·Oye, ¿y las demás escarchadoras? No me has dicho nada sobre ellas·

"Ah... ya, no hay mucho interesante que decir, son un poco... no te conviene relacionarte mucho con ellas"

·¿Y eso? No me parecían-· empezaba a cansarme que siempre me cortara mientras hablaba.

"Pues por que no, son muy egoístas y no van a caerte bien" no quedó nada convencida con esa respuesta, algo le decía que era ella la que no se llevaba bien con las demás chicas y que no quería que la dejara por ellas como ya había pasado anteriormente.

·Pues... ¿sabes qué? Creo que iré a conocerlas, el bosque de la escarcha estaba por ahí ¿no?·

"¿Qué? No, no, queda muy lejos, déjalo para- ¡E-espera!" se fue ignorando sus suplicas para que no se fuera.

·¿Porqué te empeñas tanto en que no vaya a conocerlas? No creo que sean tan malas·

"¡Sí que lo son! al menos conmigo... No te vayas porfa... me portaré bien" se lo pensó un par de segundos y se fue dejándola sola a medio camino. No estaba dispuesta a dejarla ya que pese a todo le caía bien, pero tenía curiosidad por saber cómo eran las demás chicas.

·H-hola· dijo cuando llegó a la entrada, con una voz demasiado baja para que alguien la oyera. Se fue adentrando poco a poco viendo como todas la ignoraban y volvió a intentarlo ·¡¿Hola?!· en ese momento se arrepintió un poco de haber llamado la atención.

"Pero mira quien ha venido sola, ¿te has perdido o es que ya te has cansado de Gliss?" las demás se rieron y empezaron a hacer un grupo que la intimidó un poco.

·Em... no, sólo quería conoceros y tal...· se empezó a poner nerviosa por empezar tan mal.

"Sí, sin duda se ha cansado de Gliss"

"Haha, muy buena" pero encontró el valor para plantarles cara al ver su comportamiento.

·¡Oye! ¿Se puede saber qué os pasa?· no se podía creer que se reyeran a costa de ella de esa forma tan cruel.

"Oh, vamos, no irás a defenderla ¿verdad? Esa hada es lo más plasta que hay, nadie aguanta ni dos días a su lado, hiciste bien en venir"

·Tampoco es para tanto...· quiso hacerles entrar en razón para que todas se llevaran bien, pero no encontró la forma de hacerlo.

"Ven anda, con nosotras estarás mejor, deja a esa marginada" un dilema bloqueó a Peri durante un instante que cambiaría su vida, pero finalmente, decidió quedarse con Gliss. No le dio la gana seguirlas, le molestó mucho que se metieran con su amiga y prefirió quedarse con ella antes que irse con esas pretenciosas y repelentes.

Se fue del bosque sin decirles nada y cerca de la entrada se encontró con Gliss, sentada contra un árbol, abrazando sus piernas mientras se perdía en el horizonte pensando que quizás volvería a estar sola.

·Tenías razón...·

"¡Peri!" se levantó de golpe, intentó disimular su alegría por no haberse ido con las demás pero se le notaba demasiado y por poco la abraza de la emoción "¿Que... qué tal ha ido?"

·Pues no muy bien. No me gusta su forma de ser...· no quiso contarle más, al fin entendió por qué a ella no le caían bien.

"¿A que no? Se creen las mejores del mundo o algo... Vamos, te enseñaré una cosa" le cogió de la mano y se fueron volando a toda velocidad.

La llevó hacia la montaña de la ladera este y subieron hacia el pico más alto. Era la primera vez que subía tan alto y cuando llegaron a la cima se quedó pasmada viendo las increíbles vistas que habían de todo Pixie Hollow. Le fascinaron lo vivos que se veían los colores en el lado cálido y desde aquél preciso instante, se vio atraída por ese maravilloso lugar.

"¿Crees que algún día podremos ir allí?"

·O-ja-lá, ¡tiene que ser la bomba! Pero hace demasiado calor para nosotras... ¡Es muy injusto! ¿Te puedes creer que ellos tengan tres estaciones enteras para jugar y nosotros sólo una?·

"¿No se supone que debemos practicar nuestros talentos?"

·Pero se puede practicar jugando, ya verás, cuando haya menos gente en el bosque de la escarcha iremos a jugar· Gliss sabía en todo momento qué hacían las demás chicas ya que así se aseguraba de no encontrárselas. Tampoco es que fuera muy difícil ya que siempre hacían las mismas aburridas cosas a las mismas aburridas horas.

"Hehe, val-"

·Oh, ya sé, juguemos al escondite ahora, es un lugar perfecto, ¡vamos!· no le dio tiempo ni de decir que sí, Gliss se fue a esconderse y Peri se puso a buscarla. Estaba un poco preocupada por si perdía de vista a Gliss pero siempre se las arreglaba para esconderse cerca de ella sin que se diera cuenta.

La hora de comer llegó sin darse cuenta y se fueron a casa de Gliss para preparar la comida. Peri aprendió a cocinar un poco gracias a sus enseñanzas y comieron alegremente, conociéndose un poco más y haciendo un montón de tonterías.

Peri estaba agotada de tanto ir y venir, necesitaba un descanso después de comer así que cuando Gliss le preguntó si quería ir a probar el patinaje sobre hielo le dijo que quería quedarse en casa un rato más.

"Bueno, pero después iremos a patinar. ¡Oye...! ¿quieres quedarte a dormir en mi casa esta noche?"

·¿Qué? ¿Porqué?· la verdadera respuesta a esa pregunta recaía en que las otras chicas se quedaban en casa de las demás por las noches de vez en cuando y Gliss nunca tuvo oportunidad de hacerlo.

"¡Por que es divertido! Vamos, dí que sí" lamentablemente, Peri quería descansar y pensó que durmiendo con ella a penas podría recuperar fuerzas.

·Em... Otro día ¿vale? Me gustaría estrenar mi nueva casa·

"Enton-"

·No·

"Pero si aún no te he dicho nada"

·Ibas a proponer quedarte en mi casa ¿no?·

"Hehe, sí" Gliss se alegró de que se hubiera adelantado a ella, sintió que a pesar de sus diferencias podrían llegar a ser muy buenas amigas.

Se quedaron hablando de un montón de cosas en el sofá durante dos horas, desde las costumbres que tenían en invierno, pasando por las cosas geniales que tenían cada talento hasta temas delicados sobre las relaciones amorosas que le volvían loca.

Peri aprendió a patinar esa tarde, en la que sus piernas quedaron doloridas de tanto deslizarse por el hielo. Hasta Gliss se cansó antes que Peri, que, pese a su delicado cuerpo tenía muchas fuerzas cuando quería.

Fue un gran día para Peri, pero aún lo fue más para Gliss, ya que, después de mucho tiempo, tenía a alguien con quien compartir sus locuras. Deseó con todas sus fuerzas que esos días duraran para siempre.

Le costó un poco despedirse de Peri al anochecer, quería pasarse con ella más horas de las que tenía el día pero sabía que no podría estar siempre con ella y tenía que darle un poco de espacio para que se adaptara al nuevo entorno.

Al siguiente día pero, no pudo contener sus ganas de pasar la noche juntas y volvió a comentárselo cuando llegó a casa de Peri poco después de que amaneciera.

·Pero oye, en tu casa sólo hay una cama ¿no?·

"Aha" respondió como si no fuera un inconveniente.

·¿Y cómo se supone que vamos a caber las dos?· eso fue algo que pese a pensarlo mucho no tuvo en cuenta.

"Pues... ¿una encima de la otra?"

·Haha, no... Había pensado que podría llevar mi cama de casa, ¿me ayudarás?·

"¿Eso es un sí?" dijo emocionándose. Peri no tenía ni idea de por qué tenía tantas ganas de que durmieran juntas, pero con tal de verla feliz ya valía la pena.

Ese día, a petición de Peri, fueron a conocer a la ministra, a Milori, a Dewey, y a las hadas y duendes importantes de invierno. Terminaron de descubrir los lugares más importantes y por la tarde la dedicaron exclusivamente a jugar y llevar la cama de una casa a otra.

No pararon ni después de cenar, usaron el resto de energía que les quedaba para hacer el tonto en casa de Gliss y entre las dos se empezó a crear un fuerte lazo de amistad. Peri terminó durmiéndose mientras jugaban a las palabras encadenadas.

"Buenas noches..." le cogió de la mano que sobresalía de la manta y se quedó dormida también, deseando que su amistad nunca se viera interrumpida.

A la mañana siguiente, Gliss despertó en la cama de Peri bajo la misma manta, a centímetros de su cara y sonrió al experimentar por primera vez un despertar al lado de alguien. Le apartó un mechón que le tapaba la cara suavemente y dejó que durmiera plácidamente mientras disfrutaba de ese placentero silencio.

Cuando empezó a despertarse Gliss volvió a su cama rápidamente y se hizo la dormida para disimular, pero no pudo evitar reírse sola cuando Peri se acercó a ella.

·Pero si estás despierta·

"No~" le empezó a hacer cosquillas y casi muere de la risa.

·¿Y ahora?· por poco cae al suelo. Contraatacó con toda su artillería y Peri tuvo que pedirle que parara a riesgo de quedarse sin aliento.

"Buah, menudos pelos llevas, tienes que vértelos" se le quedaron los pelos mal peinados para arriba, acabando en punta.

·A ver...· se partieron de risa al verlo y Peri se los peinó aún más alocados para seguir reyéndose hasta que se vio en el espejo y extrañamente le gustó como le quedaban ·Oye... ¿y si me los dejo así?·

"¿En serio? Déjame ver" la rodeó detenidamente y se paró delante de ella en busca de un último toque a su nuevo look "Ya sé" le dejó caer dos mechones por delante de la cara y le retocó un poco el pelo "Ahora está perfecto" se quedó unos segundos viéndose en el espejo y la abrazó al ver lo mucho que le gustaba.

·¡Gracias! Me encanta·

"¡Yuhuu!" fueron a desayunar después de eso, empezando el día de la mejor forma posible. Cogieron los trineos para bajar por las cataratas heladas pasándoselo en grande y ese día comieron en casa de Peri.

Mientras comían, Peri pensó que podría ser más divertido si tuvieran a alguien más con quien jugar, y le hizo una propuesta.

·Oye, esta tarde podríamos ir a buscar a alguien·

"¿Buscar a alguien?"

·Sí, a alguien que quiera jugar con nosotras, no sé, sería divertido· a Gliss no le hizo mucha gracia ya que se llevaba bien con poca gente y no quería que nadie se hiciera con su nueva mejor amiga, pero pensó que podría ser divertido y tampoco quería llevarle la contraria.

"Vale, pero que no sea escarchadora, ni de los copos de nieve, tampoco me llevo muy bien con ellos..." a Peri no le quedó otra que reírse.

·Hecho·