ATENCIÓN: Los autores aquí mencionados fueron puestos con su autorización.
¿Escritores de Fanfiction secuestrados?
CAPÍTULO I
Ahí estaban ambos, entretenidos uno con el otro, sonriéndose. Ya todo había terminado, y se encontraban a la luz de la luna…
-No, se oye feo…
… Ya todo había terminado, la luna se reflejaba en las olas que batían fuertemente en sus tobillos. Akane lo miró…
-Mmm… no,…
… Ranma la miró directamente a esos ojos castaños que tanto amaba. Había sido mucho, demasiado por lo que habían pasado en tan sólo una semana, mas no había sido en vano, les había servido para darse cuenta del gran amor que ambos sentían…
-Buagh… qué cursi… mejor así…
… A pesar de todo lo que habían pasado, bien sabían que aún les quedaban muchos locos que enfrentar, y que más de una aventura los esperaba, a ambos, siempre juntos, eso lo tenían claro.
-Ahora… el lindo final de película…
… Todo había quedado claro, se amaban y ambos lo sabían. Por fin se habían dado cuenta de lo obvio, adiós la pena, adiós los enemigos y muchos pretendientes, sólo se encontraban ellos, caminando en la orilla de la playa y tratando de ocultar el enorme sonrojo que ese agarre de manos les provocaba.
FIN
-Perfecto- suspiró Mandy, agotada, después de teclear al fin esa palabra en su computadora.
Levantó la cabeza y dio un pequeño vistazo a la serie policiaca que se transmitía en la televisión frente a ella.
"¿Cómo no lo noté?... está tan claro… el asesino es… es… ¡Gervasio… el mayordomo!" acusó el detective protagónico.
-¡Lo sabía!- exclamó Mandy, las últimas vacaciones las había pasado pegada a ese tipo de series, por lo cual, la suspicacia se había desarrollado en ella de una manera impresionante, hasta el punto de esperar siempre lo inesperado, ya nada la sorprendía.
-¿Ya puedes apagar la televisión?- preguntó Isis, su hermana tres años mayor, desde la parte baja de la litera, con el cabello desarreglado y poniendo una almohada sobre su cara- Quiero dormir.
Regresó la vista a su computadora, y abrió la única pestaña de su barra de herramientas. La página en la que había pasado los últimos meses de su vida se había convertido ya casi en una adicción. "Hace una semana que se supone que iba a publicar el final, tengo que subirlo antes de que mis lectores tengan ganas de lincharme", pensó al mismo tiempo que publicaba el último capítulo de su décimo cuarta historia en esta página.
Agradeció a los que comentaron el capítulo anterior, especialmente a ciertos 4 autores que, además de estar entre sus favoritos, era de sus más fieles lectores.
Después de teclear un poco, desapareció de la pantalla. Por la misma, cerró la computadora y apagó la luz de la habitación, al igual que el televisor.
-Al fin- agradeció su hermana- ¿Pues qué tanto haces en esa computadora?
-Ahh… juego.
-Ajá- dijo bostezando-, hasta mañana.
-Hasta mañana.
La ventana del cuarto dejaba entrar un poco de luz que chocaba con las paredes azules, fue lo último que Mandy vio antes de poner la cabeza en la almohada y entrar en un largo sueño. Era extraño, normalmente le habría tomado un poco más de tiempo quedarse dormida.
Ya era de mañana. Su sueño había sido largo, sin pausas y reparador, como ya hacía tiempo no tenía por culpa de aquel fanfic que se negaba en ser terminado. El publicar el final de la historia la tenía de buenas, se reflejaba en la larga sonrisa con la que despertó. Abrió los ojos menos de dos milímetros y los volvió a cerrar. Así lo hizo varias veces para que su vista se acostumbrara a la luz. Ya entonces volvió a separarlos y logró observar las blancas paredes de la habitación bañadas de luz de sol.
"Amm… las paredes" pensó volviendo a cerrar los ojos, no le importó mucho. "Paredes, paredes… pero… mis paredes son azules".
Se levantó de golpe, logrando caer de la enorme cama King-size cubierta de sábanas acordes a los muros, dejando atrás las esponjosas almohadas de plumas finas.
Se incorporó y asomó los alborotados cabellos negros y rizados un poco encima de la cama. Miró hacia todos lados, con temor a ponerse de pie.
La habitación en la que se encontraba no tenía nada que ver con su pequeño cuartito d metros que, además, compartía con su hermana.
"Isis" recordó, entonces su preocupación aumentó.
-Isi- susurró apresurada el apelativo de cariño de su hermana mayor- Isi… ¿Dónde estás?- se animó a preguntar- No es gracioso, ¿Isi?- Se levantó y buscó dentro del ropero - ¡Ya basta, Isis!- abrió una puerta pero no encontró más que un baño, bastante lindo, por cierto- ¿En dónde estoy?- preguntó a la nada.
Cruzó el cuarto otra vez, y llegó al ventanal que fungía de pared. Abrió las cortinas y por poco se cae de espaldas al ver el lugar en el que se encontraba.
La mejor playa que hubiera visto en su vida estaba a sus pies. Sin embargo, se encontraba muy lejos de ella, o más bien, a muchos metros de altura. Estaba en un risco. Por unos minutos se perdió en el paisaje de palmeras en miniatura en la parte de abajo y cielo azul frente a ella, hasta que la preocupación volvió a su mente. Volteó de nuevo al resto de la habitación, percatándose del buen trabajo que el decorador de interiores había hecho en el cuarto.
Caminó descalza y muy lentamente hasta la puerta, tomó el cerrojo y lo giró con miedo hasta lograr abrir el torno de madera blanco.
Llegó a un pasillo del mismo color que la habitación anterior. Decidió no hacerle caso y continuó por el pasaje. Mientras más se acercaba a la salida, más se escuchaban ruidos extraños, parecidos al provocado por dos espadas chocando. En eso, dando paso corto, escuchó voces:
-Vamos… ¡Vamos! ¡Tú puedes!...
-Já, ni pienses que os podéis ganarme en este juego.
-¡YA GANÉ!
-¡Jolín!
-Lo siento, profe, jajaja, pero creo que está claro quién es el mejor en "Leyend Warrior".
-Ya veremos cómo os va en la siguiente ronda… todo o nada.
-Mmm… como diga.
Mandy asomó un poco la cabeza y vio de espaldas a dos hombres. Ambos tomaban nuevamente el control de un videojuego e iniciaban un nuevo combate. Esas eran las espadas que sonaban hace un momento.
"Los secuestradores están jugando" pensó ella. Vio una escoba a escasos metros de distancia. La tomó y la levantó. Sin hacer el menor ruido, se acercó a ellos con la intención de golpearlos. Preparó su brazo y apuntó a la cabeza.
-Ahh… no creo que os queráis hacer eso- habló el hombre de acento español sin si quiera voltear.
-Ah, ya despertaste- continuó el menor de ambos, y reciente ganador del videojuego.
-¿Qui… quiénes son ustedes?- preguntó ella, asustada, mientras bajaba la escoba.
-Me llamo Héctor- siguió el menor, de cabello corto y piel clara, con unos lindos ojos verdes, no mayor de 18 años-, y él es el maestro Leandro.
-Mucho gusto- contestó él. Era ya un señor, de alrededor de 35 años, cabello un tanto largo y una ligera y tupida barba.
-¿Por qué me trajeron aquí?- dijo ella con seriedad, por más que le daba vueltas a su cabeza no entendía por qué se encontraba en una casa, sobre un risco, con dos hombres que ni siquiera conocía.
-Nosotros no te trajimos- a pesar de las preguntas, ninguno de los dos se separaba de la pantalla de plasma y del control del videojuego-, estamos en tu misma situación, también nos secuestraron. ¡Já! ¡Le gané otra vez, profe! En total ya me debe… 27 sándwiches, jajaja.
-¿Secu… secuestraron? ¿Si están igual que yo cómo saben que se trata de un secuestro? ¿Alguien les ha dicho algo?- preguntó alterada, poniéndose frente a ellos.
-No, pero… nos trajeron contra nuestra voluntad, a un lugar que no conocemos, en una casa donde no hay salida… secuestro.
-¿Y cómo saben que no hay salida? Los veo demasiado tranquilos ¿Por lo menos han buscado? Miren, tan sólo ahí hay un elevador.
-Sí… pero hay un tigre ahí.
-¿Un tigre? – Mandy se acercó a la entrada del elevador- ¡Por favor! Eso es ridículo, claro que no hay un tigre a… ¡Aaaaaaaaaaa!
Efectivamente, un tigre se encontraba detrás de las puertas. Mandy cerró otra vez de sopetón y llegó de un salto hasta la mesa de centro, o más bien, sobre la mesa de centro.
-Ha… ha… hay un tigre ahí- señalaba con el dedo temblante.
-Te lo dijimos- respondió Héctor.
-¡U… ustedes lo pusieron!- acusó ella.
-Claro- contestó Héctor con sarcasmo-, porque cuando me secuestran lo primero que hago es poner a mi tigre de bolcillo en la entrada ¿No?
-¿Qué son esos gritos? – un chico iba entrando a la habitación desde el patio. Se detuvo a media sala y observó detenidamente a Mandy, luego suspiró- … uno más- dijo antes de regresar a su puesto.
Ella no tenía idea de cómo ni por qué, pero ese chico, o más bien, todos los que se encontraban en esa casa le parecían familiares. Era extraño, ¿De dónde iba a conocer ella a alguien de España? Y aunque los otros eran de su país, ¿Por qué le parecían conocidos si nunca los había visto en su vida?
-¿Quién es él?- preguntó ella, refiriéndose al muchacho que acababa de salir de la habitación.
-¿El sangrón ese?… no le hagas caso- respondió Héctor-. Llegó aquí ayer, yo estoy desde hace tres días y no me quejo tanto.
-¿Y por qué no está con ustedes?- continuó ella.
-Porque el niñato aún no se resigna a que no hay una salida. Y dice que lo desespera que juguemos en lugar de buscarla, así que se fue solo a pensar- contestó el español, aún sin soltar el control del videojuego.
-¿Quieren limonada?- una chica se asomaba a la habitación. Tenía alrededor de 25 años, era de estatura media, y cabello largo y negro. Puso una sonrisa al percatarse de la presencia de Mandy- Hola, preciosa, ya despertaste. Soy Rubí, ¿Qué haces ahí? Baja de la mesa.
-Ahh… yo… sí…- bajó lentamente y se colocó frente a ella- ¿Cómo sabían que estaba aquí antes de que despertara?
-Escuchamos un ruido en la habitación y cuando entramos ahí estabas, te debió pasar lo mismo que a nosotros- contestó Rubí con dulzura.
-¡Vamos! ¡Derecha, izquierda! ¡Ataque!- exclamaba Héctor, moviéndose de un lado al otro con el control de videojuego.
-No, no, no. No dejaré que os vuelvas a ganar- reclamaba el profesor.
-Ya gané.
-… otra ronda.
-Ya me aburrí, maestro, mejor juegue con Rubí, tengo hambre.
Héctor se retiró a la cocina.
-Vamos, Rubí, ven a jugar, tengo que ganar por lo menos una vez.
-No, no le entiendo a ese juego. Mejor juegue con la chica nueva.
-¿Queréis jugar?- le preguntó a Mandy.
-Ah… no… soy pésima en los videojuegos.
-Perfecto. Así ganaré.
-Es broma… venga, a jugar.
-Está bien.
Mandy se sentó en el espacio sobrante del sillón. Rubí fue junto a ella y Héctor iba entrando a la habitación con un sándwich. Mientras el profesor movía botones para poner en marcha un nuevo juego, a la vez comenzaba a hacer plática con ella.
-Entonces ¿Cómo te llamas?
-Amanda, pero todos me dicen Mandy. Y usted, escuché que le decían profesor, ¿Es maestro?
-Sí, doy clases en una universidad. Ahora, debéis escoger a uno de los personajes para que juegues.
Él ya tenía uno escogido, al que bautizó con el nombre de "Hachiro". Mandy comenzó a reír, ese nombre le traía ciertos recuerdos sobre un autor de la página en donde subía sus fanfics.
-¿Pasa algo?- preguntó Leandro al percatarse de su risa.
-No, nada, no me haga caso- terminando eso, ella escogió a una de las guerreras disponibles en el juego y en el espacio del nombre tecleó "Ibuki". Ahora fue Leandro el que comenzó a reír- ¿Qué pasa, profesor?
-Ahh… no… recordé algo. Pero… ¿De dónde sacaste ese nombre?
-Ah… de una página de internet en la que tengo una cuenta… y, ahora que lo pienso… usted me recuerda a uno de los miembros… que también se llama Leandro… y es maestro…- cada vez Mandy quedaba más desconcertada. El maestro se quedó pasmado, y comenzó a ponerse blanco como papel.
-Ah… Mandy- dijo Rubí, asustada- ¿Qué página es esa? Creo que yo también conozco a ese miembro.
-Fa… fanfiction- contestó ella. Tan alterada como los otros dos.
-¿Tienen cuenta en Fanfiction?- preguntó Héctor-, yo también.
Mandy y Rubí voltearon a ver a Leandro.
-¿De… de casualidad tiene dos hijos?- preguntó Mandy.
-S… sí- respondió el maestro.
-Leandro-sensei- susurraron ambas chicas. Los tres estaban pensando lo mismo.
-¡Já! – Exclamó Leandro- ¡¿Fanfiction?! ¡¿De verdad creen que nos trajeron aquí por Fanfiction?!
Sólo había una manera de saberlo. Los cuatro saltaron del sofá y corrieron hasta el otro muchacho en el patio de la piscina. Entre el profesor y Héctor lo acorralaron contra la pared, tomándolo por la playera.
-¡¿Tienes cuenta en Fanfiction?!- gritaron los cuatro al mismo tiempo.
-¡¿Qué?!- preguntó él, desconcertado.
-¡¿La tienes?!
-¡Sí!
Lo soltaron y los cuatro se miraron asustados.
-¡¿Cuál es su problema!?- preguntó el chico, respirando agitadamente.
En eso, se escuchó una carcajada. Todos corrieron a la sala y en la pantalla de plasma se transmitía un hombre de traje.
-Bienvenidos, escritores. Veo que ya saben por qué están aquí.
Holaaaaaaa =). Estoy de regreso ¿Cómo ven este nuevo fanfic que les traigo? Extraño ¿No lo creen? Jajaja. Hace ya mucho que se me ocurrió, pero no me había animado a subirlo. Antes tenía que pedirles permiso a los miembros que mencioné aquí. Bien, daré unas cuantas explicaciones:
Supongo que ya notaron que tres de los cinco autores "secuestrados" son maxhika, leandro-sensei y Rondero001, he de suponer que alguna vez han leído algo de ellos. Los puse exactamente por eso, porque creo que son autores que todos conocen. Los otros dos que mencioné que son: Many03 y Roin25, ni siquiera se molesten en pensar quiénes son, porque los inventé. Necesitaba dos personajes inventados, uno para que fuera el protagónico y otro para que sea el personaje mala onda, ya verán más adelante por qué exactamente esos dos. Aunque todos los autores que mencioné también son los protagónicos, la historia en sí, gira alrededor de Mandy.
Ahora ¿Por qué elegí a esos autores para que participaran en este fic? Muy simple. Por qué son de los mejores que he leído. Sé que hay muchos, muchos otros autores que también deberían estar, pero si los ponía a todos iba a ser una casa muy grande, y hubiera tenido que mandar muchas cartas de petición para ver si querían participar. Entonces decidí poner a los autores que más leía y de los que sabía un poquito más de su vida y de cómo eran. Aparte de que me traen muchos recuerdos, pues estos tres autores fueron los primeros que leí cuando descubrí la página, por lo tanto forman parte importante de mi corta vida.
Ahora, las descripciones. Tuve que describir cómo eran, y para eso me conformé con revisar sus perfiles y leyendo todos y cada uno de sus fanfics para darme un aire de su apariencia y carácter. Así que si mentí en algo, no es mi culpa, yo sólo me baso en lo que platican de ellos mismos, cúlpenlos a ellos =3. Jajaja, es broma, es broma.
Mmm… ¿Qué más?... ah, sí, lo de Mandy. Una pregunta que me ha hecho mucho mis amigos es que si yo soy Mandy, la respuesta es no. Mandy, como dije, es un personaje imaginario, y no me representa para nada… =3 Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia… ¿No me creen? Miren, hay muchas diferencias entre ella y yo. Para empezar… su cuarto es azul… el mío es rosado eh. ¿Ya vieron? Aparte… ella tiene 15 años, yo tengo 15 y 3 meses eh, eh. Y su hermana le lleva 3 años, eh, y la mía 4, ¿Ven? Y ella ve series policiacas y yo veo de detectives, es muy diferente ¿Ven lo diferentes que somos?
¿Qué dicen? ¿Que Mandy es un personaje que inventé con la intención de ponerme a mí pero de alguna manera protegerme al poner las opiniones argumentando que no es mi punto de vista si no el de ella?… por favor… no soy tan lista =)
En fin, ofrezco una disculpa personal a leandro-sensei: perdón pero no tengo la más mínima idea de cómo hablan los españoles. Tal vez puse unas palabras mal o usé algunas de más. Pero es que cuando estaba escribiendo sus diálogos me di cuenta de que no tenía idea de cómo ponerlos, entonces le pregunté a mi hermana cómo hablaban los españoles, y me dijo que como un programa que habíamos visto hace años, y traté de acordarme y esto fue lo mejor que me salió… creo que pondré sus diálogos en español de mi país, así me quito de problemas. Lo siento =P.
A maxhika: como nunca me respondiste mi mensaje de facebook, pues no supe si estabas de acuerdo o no en que te pusiera en el fanfic, así que supuse que no tendrías problema, ya que te me haces muy buena onda. Ojalá que no te haya molestado, si en algo no te gustó tu personaje, házmelo saber, yo trataré de arreglarlo =) Otra cosa, no tengo idea de cómo eres físicamente, así que describí a la mujer promedio mexicana, espero no me haya alejado mucho de tu verdadera apariencia, y en todo caso, espero que no te molestes.
Rondero001, amigazo, hola ¿Cómo estás? ¿Ya ves que no era nada malo? Jejeje, ojalá que el tiempo que esperaste para leer este fanfic haya valido la pena. Espero que te haya gustado el estilo que le di a tu personaje, y el aspecto que describí, que conste que tú en tu perfil cuentas que tienes ojos verdes, así que así te puse, si en alguna vuelta de la vida te llego a conocer y no tienes los ojos verdes me voy a enojar mucho eh. Así que si ese es el caso mejor ponte pupilentes jajaja.
Bien, a los tres que fueron víctimas de mi secuestro: ¡SORPRESAAAA!
Jejeje, espero les haya gustado este fic-homenaje que les hice con mucho cariño. Lo digo de verdad, si en algo no les gustó, que no les de pena, díganmelo y yo trataré de mejorarlo, cambiarlo o lo que sea.
Sé que les había dicho que era sólo una "mención", pero entiéndanme, si les decía que iban a ser personajes en un fic, arruinaría la sorpresa.
Muchas gracias por darme permiso para ponerlos aquí, no se arrepentirán =)
Ya mañana la historia tomará más forma, se verá de manera más amplia por qué es que secuestraron a estos autores y qué es lo que harán.
No dejen de poner un comentario, por favor, quiero ver qué opinan de esta historia loca.
Nos vemos en el próximo capítulo, bye.
Atte. Akyfin02
