Gladiadores pokemon.

Capitulo 1Esclava.

Era una bella tarde en la ciudad costera de slateport. Los wingull jugaban unos con otros o bien trataban de cazar algunas presas antes de retirarse a dormir.

Mientras tanto en la ciudad los puestos se estaban cerrando pues el día casi acababa y no quedaba nadie a quien más vender, algunos niños corrían alegremente por la arena aventándose agua salada a modo de juego.

¡Roy, me cayó agua en el ojo!-Exclamó una pequeña niña de no más de 5 años, pelo azul y ojos verdes escarlata a su compañero que aún le aventaba agua.

Margaret, no seas escandalosa solo es agua nada mas.-Dijo molesto Roy que al parecer era un niño de 10 años de edad, pelo castaño y ojos color ámbar.

¡Pero me arde!-Insistió en tono lloroso Margaret.

Roy paró por un momento y se acerco a la pequeña que estaba a punto de llorar para examinar su ojo de cerca.

Esta algo rojo…-Dijo preocupado el castaño a la vez que observaba de arriba abajo la pupila de la niña.

¿Eso es malo?-Preguntó la peliazul atemorizada por lo que le fueran a responder.

No…pero mejor vamos con mamá para que te dé algo.-Dijo Roy extendiéndole la mano a Margaret.

Eres un gran hermano Roy…-Susurró la niña mientras era llevada por su hermano a donde su madre se encontraba.

Sentada en la arena una joven castaña había presenciado toda la escena lo que hizo que una sonrisa melancólica se posara en su rostro y sus ojos azul zafiro se llenaran de algunas cristalinas lágrimas se resbalaban por su rostro angelical. La chica llevaba puesto un short color azul marino que le quedaba un poco pegado al cuerpo y esta algo arriba de la rodilla, en la cabeza llevaba puesto un pañuelo de color verde esmeralda con rayas blancas que parecían una pokebola, su playera era de color naranja claro con los mismos adornos en color blanco que su pañuelo, sus tenis eran de color negro con verde bastante cómodos para andar por la arena o cualquier terreno, en sus manos llevaba unos guantes negros con blanco para las batallas y por ultimo tenía una kangurera del mismo color que la prenda que llevaba en la cabeza.

Junto a ella un pokémon de aspecto perruno, semblante gélido y color azul pálido yacía dormido muy cómodamente aunque abrió uno de sus ojos al oír los pequeños sollozos de su ama.

Perdona si te desperté glaceon.-Se disculpo la castaña limpiándose las lagrimas de su rostro.

Glaceon por su parte empezó a acurrucarse en el pecho de la ojiazul logrando aunque sea reconfortarla un poco.

Gracias aunque… no puedo evitar que esos niños me recuerden cuando ély yo éramos pequeños.-Dijo tristemente la chica al recordar aquellos momentos.

Glaceon al escuchar las últimas palabras de su ama se levantó rápidamente y se echo a correr cosa que interpreto su ama al ver la extraña actitud de su pokémon.

El pokémon de hielo seguía corriendo velozmente sin siquiera mirar atrás para ver si lo iban siguiendo, esquivaba los obstáculos que se le ponían enfrente con mucha facilidad, su entrenadora iba siguiendo de cerca a glaceon , estaba a punto de desfallecer cuando vio a su singular pokémon parado cerca de una estación de taxis.

Vamonos…pequeña…esta…anocheciendo.-Dijo entrecortada la ojiazul tratando de agarrar a su compañera.

No obstante la glaceon se negaba a irse, cosa que le extraño a su entrenadora.

¿Qué piensas hacer?-Preguntó un tanto curiosa al ver a su querida compañera así.

Glaceon le enseño un pequeño folleto que había tirado en el piso, señalando con su hocico el nombre del lugar que tenía impreso.

La chica cogió el papel y se dispuso a leerlo.

"Grandes fuegos artificiales en el desierto de la ruta 111 no falten".-Leyó la castaña en voz alta y luego miro a su compañera.- ¿Quieres ir?-Preguntó al ver la sonrisa triunfante de su acompañante.

¡Eon!.-Respondió eufóricamente la pokémon al haber logrado su cometido.

No sé desde cuando has planeado esto pero…de seguro es por lo de la playa ¿no?-Volvió a preguntar la ojiazul para cerciorarse de que sus sospechas eran correctas.

¡Glace Glaceon!-Volvió a responder la glaceon confirmando las sospechas de su entrenadora.

La castaña sonrío ampliamente pues hace mucho que no disfrutaba de un buen espectáculo de fuegos artificiales así decidió esperar un taxi para que las llevara a su destino.

No paso ni una hora cuando un taxi llamo la atención de la chica de ojos color zafiro y le preguntó amablemente"¿A dónde se dirige jovencita?",con lo que la chica le respondió simplemente con "Al desierto de la ruta 111", cosa que sorprendió al conductor pues quedaba algo lejos y al llegar serían como las 11:30 pero no hizo ninguna pregunta al respecto solo se limito a seguir ordenes.

Las horas pasaban lentamente para la chica y su pokémon su vista solo se concentraba en el camino, querían llegar los más pronto posible pero entre mas lo deseaban más lento se les iba el tiempo.

Finalmente pasadas unas 5 horas de camino llegaron a su destino. La ojiazul se bajó del coche y le pagó al conductor antes de adentrarse al frío desierto.

La chica buscaba con la mirada algún lugar visible donde se dieran los fuegos artificiales pero no lo encontró. Solo veía piedras y cada vez se hacía más frío, sus pies estaban cansados ya que desde que se bajó había recorrido varios kilómetros.

Se dio por vencida y se sentó en una piedra que estaba de paso.

Glaceon se acomodo entre sus piernas y ambas empezaron a mirar la luna.

Tal vez este perdida pero…esta luna es hermosa.-Pensó la chica al notar como los rayos de la luna iluminaban aquel desértico paisaje haciéndolo ver más hermoso.

De pronto esa tranquilidad fue interrumpida por algunos ruidos de motores que se acercaban lentamente a donde se encontraba la chica. Está se sentía asustada por los extraños ruidos que se acercaban.

Esto es extraño…se supone que aquí no hay nada ¿Qué querrán de mi esos tipos?-Pensó atemorizada la ojiazul al verse en tan aterradora situación.

Los ruidos se hacían más fuertes sonaban como motocicletas acercándose a toda velocidad, cuando estuvieron lo suficientemente cerca de la muchacha los conductores se empezaron a bajar de sus vehículos.

La castaña no se podía mover del miedo pero glaceon estaba en posición de ataque lista para defender a su entrenadora de cualquier peligro que se le presentara.

Unas risas se hicieron presentes.

¿Crees que tu perro de hielo me asusta? Jajaja.- Rió burlonamente una voz masculina algo grave.

Tok…deberías tener cuidado él puede andar cerca. Advirtió otro con voz un tanto mas aguda en tono preocupado.

¡Cállate, Ly recuerda quien es el líder!-Exclamó Tok molestó.

Tok, hazle caso a Ly puede tener razón.-Menciono otro serio.

Bastian sabes que él es una leyenda urbana para asustarnos ¡no seas gallina!-Volvió a reclamar Tok acercándose más a la joven dejando ver su apariencia.

Tok era un muchacho de 16 años cabello azul marino recogido en una coleta de caballo, sus ojos eran de un amarillo chillón y sus facciones algo toscas.

Justo detrás de él estaba un Hitmonchan de aspecto intimidante.

Glaceon al ver a hitmonchan se lanzó al ataque con una cola de hierro cosa que el pokémon luchador evadió fácilmente.

Hitmonchan ¡Puño Trueno!-Ordenó el peliazul a su pokémon.

¡Channnn!-Gruño esté cargando energía eléctrica en uno de sus puños y avalanzandose contra Glaceon.

La ojiazul estaba paralizada no podía ordenarle nada a su compañera solo veía como esta esquivaba cada golpe que le trataba de dar hitmonchan.

Esto es aburrido…¡Puño centrado y acabala!- Gritó Tok ya arto de que esquivaran sus ataques.

Hitmonchan se detuvo por un momento volviendo a cargar energía en su puño y esta vez corriendo con mas fuerza hacia glaceon.

La pequeña estaba agotada sobre todo porque unos de esos puño trueno logro darle dejándola paralizada.

Al ver de nuevo al pokémon luchador trato de esquivar su ataque pero la parálisis hizo su efecto impidiéndole escapar.

Un aullido sonó de repente haciendo que hitmonchan se detuviera en seco y volteara a todos lados.

¡Vez Tok él está aquí¡.-Exclamó Bastian asustado.

Pamplinas…Hitmonchan prosigue con tu ataque.-Ordenó serio el peliazul al ver parado a su pokémon.

Hitmonchan volvió a concentrar energía en su puño pero cuando se iba a volver a lanzar al ataque un Houndoom se interpuso mordiéndole severamente el brazo.

Glaceon no desaprovecho la intervención del pokémon oscuro y se fue corriendo hacia su entrenadora para ver que estuviera sana y salva.

¡Nos vamos de aquí!-Exclamaron al unísono Bastian y Ly mientras se volvían a subir a sus motocicletas y emprendían arranque.

Cobardes…-Murmuro Tok molestó al ver el humo que habían dejado sus compañeros luego volvió la vista hacia hitmonchan y houndoom. ¡Safatelo luego usa golpe hielo!-Ordeno deseperado.

Hitmonchan hacía lo que podía para quitarse a tan molestó pokémon pero Houndoom hacia mas presión haciendo sangrar el brazo de hitmonchan.

Doom… deja a ese inútil y ve por el entrenador.-Dijo una voz fría pero seria oculta entre las sombras.

Houndoom obedeció soltó el brazo casi destrozado de Hitmonchan y se dirigió a toda velocidad hacia el entrenador.

Tok no pudo reaccionar a tiempo pues la velocidad de Houndoom lo supero por mucho y lo ataco directo hacia la yugular presionando y viendo como la sangre brotaba de su cuello.

La chica veía petrificada la escena no podía creer lo que sus ojos le mostraban y algunas veces la sangre del cuello de Tok le manchaba la cara.

Cuando el cuerpo del peliazul se hallaba sin vida el pokémon siniestro soltó el cuello y se dirigió hacia su entrenador.

El entrenador del pokémon siniestro dio unos pasos al frente mostrando su rostro lleno de frialdad y sin sentimientos.

Era alto como de 1.85, de cabello blanco, con ojos color rojo como la sangre que hacían recordar vagamente a un rubí, su vestidura era algo sencilla para el frío que azotaba ahora el desierto. Llevaba puesta una playera de color negra con algunas franjas de color rojo, sus pantalones eran de color gris, una bandana de color esmeralda con adornos en rojo que parecían una pokebola, tenis de color negro y junto a él el houndoom que había matado a Tok momentos antes.

El peliblanco iba avanzando lentamente hacia la castaña.

¡Glaceon cola de hierro!-Ordenó precipitadamente la ojiazul al ver como el chico se acercaba a ella.

La Pokemon de hielo cargo nuevamente energía en su cola aunque de nuevo la parálisis hizo su efecto dejándola a merced de su atacante.

El ojirubí sonrio triunfante así que no desaprovechó tal oportunidad.

Doom…usa lanzallamas.-Ordenó cortante a su Pokemon el cuál obedeció sin chistar.

El Houndoom abrió su hocico de expulsando de esté un gran mar de llamas que iban directo hacía la pequeña Glaceon que al no poder moverse por el efecto de la parálisis recibió el daño directamente y fue noqueada de inmediato.

El peliblanco al ver al "obstáculo" fuera de combate prosiguió avanzando hacia la chica de ojos azul zafiro.

Por su parte la muchacha trataba de agarrar una pokebola de su cangurera pero el miedo se lo impedía solo podía ver como el chico iba hacia ella.

Cuando el peliblanco estuvo lo suficientemente cerca de ella se detuvo.

¿Tu nombre?-Preguntó el peliblanco en tono frío.

La chica aun estaba algo asustada con lo había pasado antes, aunque el peliblanco mal interpreto su silencio.

Te pregunté tu nombre así que respóndeme.-Demando algo irritado el joven albino.

M-ma-y S-sa-pp-hi-re.-Titubeo ella al ver la actitud amenazante del chico.

Al joven albino al parecer le gustó la respuesta que escuchó ya que una sonrisa malévola se dibujo en su rostro. Luego dirigió su mirada hacia su compañero canino el cual estaba olfateando a la glaceon. El joven peliblanco le hizo una seña al Pokemon oscuro haciendo que este se retirara hacia el horizonte dejandolo solo junto con May.

Ya te dije mi nombre ahora dame el tuyo.-Demando May ya con un poco mas de confianza.

No estas en condiciones de hacerte la ruda…y mi nombre es Brendan.-Dijo el chico peliblanco sin apartar la vista a donde se fue su siniestro acompañante.

No me estoy haciendo la ruda…-Susurro May algo molesta pero al parecer su susurro fue oído por Brendan.

Hmp…¿Entonces porque tu repentino cambio de actitud para conmigo? Cuando esté gusano estaba con vida-Dijo señalando el cadáver de Tok que yacía inerte en el suelo.-Te mostraste bastante tímida, asustada, tratabas de huir lo mas pronto posible pero cuando yo lo maté tu actitud cambio bastante, si hubieras mostrado esa faceta tuya momentos antes tal vez y solo tal vez podrías haber escapado pero ya es demasiado tarde.-Explico Brendan a la castaña quien se había quedado asombrada por la capacidad de deducción del chico.

El peliblanco volvió otra vez su vista hacia el horizonte y al divisar una nube de tierra acercándose a ellos solo pudo sonreír.

Mientras tanto la joven castaña regreso a su mal herido Pokemon devuelta a su pokebola luego le dio la espalda al peliblanco dispuesta a irse de aquel lugar.

Cuando estaba a punto de pararse de la roca en la que yacía sentada oyó como unas llantas derrapaban sobre la arena, luego dirigió su mirada a aquel lugar y vio como unos chicos se bajaban de ellas.

Llegaron tarde.-Dijo Brendan algo molesto pero sin dejar su fría actitud.

Pues no fue fácil encontrarte después de que desapareciste así como así además estábamos algo ocupados.-Se quejó uno de los chicos mientras miraba molesto a Brendan.

Aquel muchacho llevaba una gorra negra con un leve toque de amarillo volteada para atrás de esta misma salía un singular fleco de color púrpura, traía puesta una sudadera de color rojo y unas bermudas negras, sus tenis eran del mismo color que su gorra y sus ojos que eran como de un tono ámbar reflejaban entusiasmo.

Jimmy tiene razón Brendan ¿Sabes lo difícil que es lidiar con policías?-Preguntó el restante algo irritado.

Esté ultimo traía puesto algo mas abrigador que constaba de una playera de manga larga roja, una chaqueta azul claro con algunos toques de negro en la parte de los codos, una boina de color rojo con un logo de pokebola de color azul a un costado de esta cubría el pelo azul oscuro del muchacho, sus pantalones eran negros al igual que sus tenis, sus ojos negros reflejaban seriedad y frialdad.

Sí pero ya estamos acostumbrados a eso Lucas así que no te preocupes mucho por el asunto.-Respondió el ojirubí al mismo tiempo que volteaba a la dirección donde se encontraba May.

El peliblanco se sorprendió al no verla sentada en aquel lugar y frunció el ceño, luego volvió la vista hacia sus acompañantes y corrió hacia su moto que se encontraba oculta entre las sombras y de un ágil movimiento subió en ella y emprendió arranque.

Jimmy y Lucas imitaron al peliblanco y subieron a las suyas emprendiendo arranque y alcanzando a Brendan a los pocos segundos.

¿Por qué esa reacción?-Preguntó el portador de los ojos color ámbar a su compañero ojirubí.

La razón por la cuál los llamé, ha escapado pero no le durara mucho tiempo.-Dijo Brendan cortante y acelero más hasta lograr ver una figura que al parecer huía de ellos.

Mientras tanto May corría lo más que sus piernas le daban y trataba de acelerar al oír los motores tan cerca de ella.

Al parecer notaron mi ausencia al poco tiempo.-Se dijo a si misma la castaña mientras apresuraba el paso.

Esto será inútil si nos quedamos sin gasolina.-Reclamo Lucas.

Estoy en eso.-Bufó Brendan molesto sacando una pokebola de su cinturón y lanzándola al aire.

¿Piensas usar a Gaspar?-Preguntó Jimmy algo impresionado.

Sí será la forma mas rápida.-Respondió Brendan mientras le ordenaba algo al gengar que acababa de salir de la esfera para luego desaparecer.

May seguía corriendo pero poco a poco su velocidad iba disminuyendo a causa de no haber dormido esa noche, su vista se nublaba poco a poco y lo ultimo que vio fue una sombra acercarse noqueándola por completo.

Brendan apretó el freno de su moto parándola en seco y sus compañeros lo imitaron viéndolo muy curiosos.

¿Pero que….?-Lucas no pudo terminar su pregunta ya que el joven de cabellos albinos le señalo a su gengar que venía de regreso con algo en sus brazos.

Gengar se acercó a su entrenador y le entrego a la chica castaña que llevaba y esté se la entrego a Jimmy para que se encargara de su cuidado.

Bien, llevémosla a la base.-Ordenó el albino a sus compañeros estos asintieron de mala gana.

Los muchachos volvieron a encender sus motocicletas dieron media vuelta y se fueron dejando una nube de humo en su lugar.

El sol se estaba apareciendo apenas por esos lugares, lo que hacia que los chicos aceleraran aun mas.

Dime Bren, ¿Por qué llevamos a esta muchacha con nosotros?-Preguntó Lucas al ver a Jimmy con sudor en la frente y haciendo movimientos algo torpes por la culpa de la castaña que llevaba en los brazos.

Ella es importante, además como dice en el código si matas a un gladiador que estaba cerca de una muchacha esta se convierte en tu esclava.-Respondió el peliblanco sin prestarle atención a la pregunta del peliazul.

Ya veo eso explica los cadáveres del muchacho y ese hitmonchan que vimos al llegar.-Dijo el peliazul sin apartar la vista del camino.

Ese Pokemon murió por la perdida de sangre.-Pensó Brendan al recordar como el hitmonchan se retorcía de dolor cuando aun vivía.

Bien ya llegamos.-Dijo Jimmy enérgicamente mientras frenaba de golpe y se bajaba de su vehiculo para luego adentrarse a la base.

La base era como cualquier base secreta en hoenn, estaba bajo tierra como la mayoría pero estaba mucho mejor equipada, adentro tenía un refrigerador lo suficientemente grande para almacenar la comida de un ejercito, contaba con sala y comedor además de una televisión de pantalla plana de 32 pulgadas de color gris claro, también se contaba con sala de entrenamiento y 4 cuartos lo suficientemente grandes como para que en ellos durmieran 2 snorlax.

Entonces descansemos un rato.-Propuso Lucas siguiendo a su compañero de cerca.

Brendan fue el ultimo en entrar a la base, estaba algo cansado y lo único que quería era dormir.

A los segundos que había entrado Brendan salió Jimmy disparado para infórmale sobre la situación de la muchacha.

Ella esta algo débil pero con un buen descanso se recuperara, la puse en el cuarto sobrante así espero que no te moleste.-Informo el muchacho con alegría.

Ya que te preocupas tanto por ella tu serás el encargado de decirle las reglas de este lugar y también de explicarle lo que somos y que hacemos.-Dijo Brendan firmemente para después irse a su habitación y azotar la puerta.

Jimmy lanzo un largo suspiro de derrota y a los minutos se retiro a su habitación a que Morfeo le llamara.