Culpa.
En memoria de Juan Prisciliano García y Jesús de la Peña, q.e.p.d.
_ Por favor, no hagan ruido. Últimamente no ha podido dormir bien-dijo la enfermera que nos condujo a su cuarto. Entramos a la habitación, y la vimos recostada en esa fría e inmaculada cama de hospital. Sentí una extraña mezcla de dolor y sorpresa al ver el estado en que ella se encontraba. Y a juzgar por la cara de los demás podría decirse que pensaban lo mismo que yo. Tan pálida, o al menos más de lo normal. Con una extrema delgadez, tanto que podíamos ver gran parte de los huesos de sus manos. Su cabello, se había ido. No quedaba un solo mechón. Una pañoleta azul cubría su desprotegida cabeza. Su rostro mientras dormía, se veía en una paz extraña cercana a la muerte. Starfire, Garfield, Víctor y yo nos acercamos a la cama, intentando que nuestros pasos no se escucharan ni en lo más mínimo.
_ Dios_ oí que susurraba Garfield anonadado al ver a nuestra ex-compañera de equipo_ Qué mal se ve.
Víctor le fulminó con la mirada a la vez que le daba un buen golpe en la parte trasera de la nuca. Este puso cara de fastidio, y se frotó el área golpeada.
_ ¿Pueden comportarse por favor? Estamos en un hospital, y Raven está dormida, dejen de ser estúpidos- refunfuñé entre dientes, harto de la actitud tan inmadura e infantil que habían tomados esos dos. Tenían 26 años, ¿no se supone que ya debían madurar?
_ Dick, mira_ susurró Kory sorprendida, tocando mi hombro. Dirigí mi mirada de nuevo hacia la cama, y vi como Raven se movía y suspiraba entre sueños. Por un momento pensé que despertaría, pero afortunadamente no fue así. Se recostó sobre su costado derecho y continuó durmiendo pacíficamente. Gracias al cielo.
Todos nosotros nos quedamos en silencio, observando por unos minutos a la hechicera, como quien ve con respeto un féretro. Me dio escalofríos pensar que, quizás, dentro de un poco tiempo eso sería lo que veríamos. Solo un féretro, con el cuerpo frío de Raven dentro. Era una visión horrible que no quería ni imaginarme.
Kory se acercó a su amiga, y con cariño fraternal tomó la sábana blanca y cubrió hasta el hombro a la joven. Se quedó en esa posición unos segundos mientras un par de lágrimas cristalinas resbalaban de sus ojos. Me sentí tentado a acercarme y consolarla, puesto que yo era su prometido, pero me sentía tan molesto conmigo mismo, que preferí quedarme a distancia. Garfield fue el que se acercó y puso una mano en su hombro, en señal de apoyo; a lo que Starfire respondió con una débil sonrisa.
No estoy del todo seguro de porque sentía tanta ira en mi interior. En parte el incidente de Garfield y Víctor de hace unos minutos me había irritado, pero no lo suficiente como para hacerme llegar a esto. ¿Era ira realmente lo que sentía? Lo medité unos segundos y rápidamente me di cuenta que no, estaba equivocado. La ira solo disfrazaba una mezcla de sentimientos en mi interior, era el resultado del meollo que ocurrió dentro de mí. Sentía culpa, porque había sido mi decisión el que nos separásemos. Sentía impotencia por no poder hacer algo por ella. Por no poder salvarla, por no poder evitar que la desahuciaran.
La pobrecilla ya está muy enferma, ya no podemos hacer nada más por ella. Le quedan cuando mucho 3 semanas.
Tres semanas. Ella había dicho que tres semanas. Los doctores la habían declarado caso perdido, eso era lo que la enfermera nos había dicho. ¿Cómo era posible que hicieran eso? La abandonaban, la dejaban a un lado. Ellos ya no estaban dispuestos a luchar para salvarle la vida. La dejaban sola. Qué ironía. Yo reclamándoles a los doctores cuando fui el primer causante de su soledad. Vaya manera de pagarle a aquella persona que salvo mi trasero, cuando mi obsesión por Slade estuvo a punto de matarme. Raven jamás me pidió nada a cambio, se negó rotundamente a que yo le demostrara mi agradecimiento de otra manera que no fuese diciendo gracias. Lo había hecho con la más pura intención de ayudar, y yo se lo había recompensado olvidándola, olvidando lo que hizo por mí. Justo ahora me odio por haber sido un hombre tan horrible y egoísta. Que digo hombre, un cobarde, un maldito bastardo sin corazón. Cerré los puños lo más fuerte que pude. ¿Qué demonios he hecho? Dejé de ser un héroe para ser un maldito cualquiera.
Me imagino que Vic adivinó mi estado, porque me dijo:
_Relájate, no te tenses. No es momento para perder la cabeza.
Y tenía tanta razón. Debía pensar con la cabeza fría si quería ayudarla. Porque definitivamente lo haría no importa lo que me cueste.
Entonces ocurrió que Raven comenzó a moverse un poco más, mientras que sus parpados amenazaban con abrirse. Temblaron durante unos segundos, hasta que, al conseguir la fuerza suficiente, se abrieron lentamente. No se enfocaron en nada al principio, miraron a la nada. Después cuando Raven se enderezó en la cama, su vista se fijó en nosotros.
_ Amiga_ dijo Kory levantándose de la silla en la que Gar la había obligado a situarse.
Raven nos miró atentamente, y después se llevó una mano a la cara, cubriendo parte de su rostro. Todos pudimos escuchar claramente el ´´Otra vez no´´, proveniente de la débil voz de Raven. Suspiró. Estiró su mano hacia el borde la cama, y presionó el botón para llamar a la enfermera. Seguidamente, apoyó ambas manos sobre sus rodillas y su rostro sobre sus manos.
_ ¿Por qué no pueden irse? ¿Por qué no me pueden dejar tranquila?
Mentiría si dijera que no me quedé profundamente confundido al escuchar sus palabras. ¿Irnos? ¿Dejarla tranquila? ¿De qué demonios estaba hablando?
_ Raven, pero ¿Por qué llamaste a la enfermera?-dijo Garfield.
_ No están aquí, Raven, recuérdalo. Ellos se fueron. Ellos están lejos. Están lejos-repetía incesantemente como un mantra para tranquilizarse. Entonces entendí que estaba hablando de nosotros. La enfermera que nos condujo hasta el cuarto nos había dicho que a Raven le habían detectado un tumor cerebral, que le provocaba visiones irracionales constantes. Estoy seguro de que ella piensa que no somos reales y que en realidad solo somos otra alucinación suya. No pude hacer nada para sacarla de su error, porque pronto llegó otra enfermera en respuesta al llamado de Raven.
_ ¿Qué ocurre, linda?-dijo amablemente la mujer mientras se acercaba a Raven, su rostro oculto entre sus delgadas manos.
_ Los estoy viendo de nuevo, están frente a mí. Las visiones volvieron-dijo ella sin descubrirse la cara. La enfermera sonrió, y le acarició la espalda a Raven.
_ No te asustes, cariño. Esta vez no es una visión, tus amigos realmente están aquí. Si están frente a ti, vinieron a verte. ¿No es fantástico?
Raven volteó a vernos incrédula, observándonos fijamente; como si nos leyera desde dentro. Nosotros nos acercamos un poco más, intentando parecer calmados y con una gran sonrisa en nuestros rostros.
_No puede ser-susurró para sí misma.
_Bueno, ya que está aclarado este malentendido, me retiro. Con su permiso-dijo la enfermera, quien prontamente desapareció de la habitación. Pronto
El ambiente se halló lleno de un silencio sepulcral e incomodo ya que nadie se atrevía a decir nada. Después de todo, cuando te reencuentras con alguien después de haber desaparecido tres años, y de jamás haberle dedicado el tiempo para hacerle una llamada, mandarle una carta o siquiera acordarte de ella ¿qué es lo que le dices? Una respuesta imposible de encontrar. Preparaba ya un pequeño discurso introductorio cuando ella rompió el hielo.
_ ¿Qué hacen aquí? Se supone que estén en Europa, a miles de kilómetros de aquí.
_ Pues ya no más chica oscura, hemos venido de vuelta a ver como estabas. Fue mucho el tiempo que estuvimos lejos-dijo Víctor.
_Sí, nadie lo sabe mejor que yo. Pero eso no explica la razón por la que volvieron-contestó ella recelosa. Su tono comenzó a darme mala espina.
_ Oh, vamos Raven. Dime ¿qué acaso no podemos venir a visitarte de vez en cuando?
_ Es lo que yo me pregunto desde hace tres años Garfield, pero pienso que eso es algo demasiado difícil para sus pequeñas mentes.
_ Estás resentida con nosotros, lo entendemos. Pero….
_ ¿Resentida? Yo no estoy resentida con ustedes-dijo ella con un tono sombrío- yo los detesto con todo mi ser.
Su declaración me impactó y mi hirió en una magnitud que ni yo puedo describir. Acabó de escuchar a una de las personas que más aprecio en mi vida decir que me detesta con el alma. Esto no podía estar ocurriendo.
_ Pero amiga, ¿por qué?-dijo Starfire con lágrimas en los ojos.
_ ¿Por qué? Te diré porque. Porque aquellas personas que eran toda mi familia, aquellas que eran todo mi mundo; se fueron de mi lado, me abandonaron para hacer sus vidas como si yo no valiera nada. Porque me abandonaron cuando más los necesite, porque me ignoraron cuando les deje cientos de mensajes en los comunicadores, diciéndoles que los necesitaba conmigo. Que los quería a mi lado cuando me dijeron que tenía un tumor maligno en el cerebro. Los quería a mi lado en las quimioterapias, cuando me iban a operar, los quería conmigo y sin embargo jamás lo estuvieron. Me volví invisible para ustedes. Me olvidaron_ cascadas de lágrimas cayeron desde sus mejillas, su mirada suplicante_ me olvidaron porque jamás representé nada para ustedes.
_ Eso no es cierto-dijo Víctor, llorando al igual que todos_ Tú eras, no, eres muy importante en nuestras vidas, eres nuestra amiga, eres mi hermanita. Siempre lo fuiste y siempre lo serás.
_Sí es cierto lo que dices, ¿porque jamás volvieron?-dijo ella quemándonos con su voz_ eso representé para ti en el pasado. Pero admítelo Víctor, cuando ganabas un premio por tus avances tecnológicos no te acordabas de mí ¿o sí? Era tan importante para ti que olvidabas mencionarme en los discursos de agradecimiento. Me olvidaste. Me olvidaron. Y…..yo no pude olvidarlos a ustedes- su cabeza se agachó en señal de derrota, mientras más lágrimas caían sobre las sabanas.
_No…..-susurró Garfield.
_ Amiga- balbuceó Kory entre sollozos.
_ ¡No te atrevas jamás a llamarme amiga!_ exclamó Raven, dominada por la rabia_ ¡Yo ya no soy su amiga! ¡Yo jamás volveré a ser su amiga! Yo los odio, los odio y quiero que me dejen en paz. Ya no quiero verlos, ya no quiero ver sus rostros sonrientes diciéndome que volvieron por mí, cuando al final todo es mentira_ Raven sujetaba con fuerza su cabeza, agachada_ Déjenme en paz, solo váyanse y déjenme morir en paz.
Fue cuando finalmente decidí dejar el silencio e intervenir.
_ ¡No Raven! ¡Tú no vas a morir! No voy a permitirlo, tienes toda tu vida por delante, tienes muchas cosas que hacer, cosas que ver.
_ Mi vida ya no tiene ningún sentido, Richard. Jamás lo tuvo, mucho menos ahora. Luché contra el cáncer, luché contra la dolorosa quimioterapia sin una verdadera razón por la cual hacerlo, intenté no perder la esperanza. Pero comprendí que ustedes eran mi esperanza y ya no estaban conmigo así que…. Perdí; el cáncer me ganó y por mucho, dejé que me venciera porque de nada serviría pelear-sus ojos amatistas mirándome, no podía aguantar su mirada vacía sin llorar como un niño, mis lentes oscuros protegiéndome _ yo estaba en lo correcto, no queda ninguna esperanza.
Un sollozo proveniente de Víctor me partió en dos, sus palabras me dolían en el alma y me pesaba tanto el pecho. Sentía que me respiración se cortaba, me quede sin aire mientras intentaba tragarme todo el dolor que sentía por mi mejor amiga, intentaba tragarme mi culpa. Pero jamás podría hacerlo. Starfire comenzó a llorar abiertamente, hasta el momento Garfield era el único que no se había roto. Parecía que quería mantenerse fuerte, algo que yo ya no había podido hacer. Antes de que me diera cuenta, dio un paso al frente, y firmemente dijo:
_Raven, lamento mucho lo que hicimos-dijo- fuimos unos grandes estúpidos. Fuimos unos verdaderos patanes y los peores amigos del universo cuando tú fuiste un ángel con nosotros-un par de gotas de lluvia corrieron por sus mejillas_ Sé que no podremos recompensarte jamás por lo horribles que fuimos; pero yo sé que eres la persona más bondadosa y buena de todas así que quiero saber si puedes perdonarnos. Por favor perdónanos, por todo lo que te hicimos, perdónanos por no poder recompensártelo jamás. Perdónanos por todo eso y más.
Raven desvío el rostro y la mirada, y se quedó en silencio por unos segundos, segundos que se nos hicieron eternos. Cerró los ojos. Mi ansiedad se acrecentaba.
_ Váyanse_ fue la única respuesta que nos dio.
_Pero….-protestó Víctor.
_ Déjenme sola, necesito pensar-comentó en voz baja, más para sí misma que para nosotros. Aun y cuando no era una respuesta que nos alegrara, era satisfactorio saber que por lo menos no nos había dicho que no. Sin mencionar palabra alguna, salimos de su habitación; tal y como nos lo había pedido.
