Los guardianes de Togenkyo
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Ranma Nibun no Ichi
Fanfiction by Argus Engel
Primera parte - Familiaridad
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Familiarity; the first myth of reality, what you know the best, you observe
the least
Familiaridad; primer mito de la realidad, lo que conoces mejor es lo que
observas con menor importancia
Mistform Script
Magic the gathering, Onslaught edition
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La noche era fría y callada, en las afueras de la ciudad los ninjas se habían concentrado debajo de un pequeño puente sobre un canal, cosas extrañas estaban sucediendo y ellos lo sabían, un enemigo más fuerte y peligroso que Saffron había regresado, como lo contaba la profecía del rollo, un manuscrito de más de mil años de actualidad, donde se relataba la siguiente historia...
"Hace tiempo, cuando la luna se tornaba color sangre, y la noche no era diferente del día, un hombre llegó a Japón, el hijo de los dragones, hecho de mythril y de sangre de ellos, Karheto, como lo llamaban los sabios, era un hombre entre hombres, fuerte, fornido, de gran porte y gallardía inigualable, ojos dorados como el sol y cabellos plateados como la luna, pero humano al fin, su corazón le impedía ciertas veces tomar la decisión correcta, y su última no fue la más acertada...
Había cumplido veintidós veranos aquel junio, y según las leyes de sus creadores, una mujer había de ser entregada a él, una mujer de sangre pura, que fuera de la altura de el mismo; los aldeanos que rendían tributo a los dragones, escogieron a la hija del jefe de la aldea como la indicada, una mujer por demás hermosa, de hermosos ojos acuamarinos y cabellos negros como las mismísimas sombras, labios carmesí de perfectas curvas y un alma tan podrida como el fruto magullado con el que se alimentaba a los esclavos
Karheto, se sorprendía de ver a la mujer delante de él, tanta belleza reunida no podía llevar tanto odio y amargura dentro, desafiando las leyes de la naturaleza, la cáscara de esa persona era la dulce, y por dentro estaba lo amargo, pero las leyes eran las leyes, y Karheto no podía escoger a otra hembra que fuera mejor
Un día Karheto caminaba por el río, y encontró a una campesina de dieciséis años mientras tomaba un baño, la observo con detenimiento, una joven mujercita que irradiaba felicidad e inocencia, tan bella por dentro como por fuera, y Karheto, aún que no lo quería, no pudo evitar enamorarse de ella, de recordar su imagen pura, el olor del romero con el que se perfumaba, sus ropajes que no parecían de otra cosa sino de diosa, y sus ojos... sus grandes ojos...
Aquellos que le miraron con sorpresa cuando le vieron, aquellos que mostraban ira mientras el seguía pensando en ella, al lado de un árbol que le brindaba sombra, aquellos que le reclamaban su osadía y sus pensamientos, aquellos, de la mujer que amaba cada vez mas a cada instante que pasaba
Él se disculpo, inclino su cabeza y se dispuso a recibir el castigo de la joven, que probablemente constaría de un juego de bofetadas que nuca llegaron, ella indignada le dijo que no podría hacerle daño aunque quisiera, ya que era el hijo de los dragones, y que gracias a ellos su familia tenía alimento y un lugar seguro donde vivir desde hace mas de cinco generaciones, que si el precio de su fortuna era dejarse observar, lo haría sin dudarlo dos veces, ya que su familia estaba primero, se deshizo de los ropajes con los que se había cubierto hace unos momentos y le dijo que estaría allí mismo hasta que el lo deseara
Karheto la veía hipnotizado, ¿cómo era posible que esta joven, aún con la cara roja de vergüenza e impotencia ante la situación, tuviera el suficiente valor como para posarse frente a él?, los ojos de la joven, oscuros, no le veían, se mantenían mirando al cielo para no tener que avergonzarse más de lo que ya estaba al mostrar su cuerpo a un hombre
En un momento, se vio quitándose su capa de mythril y envolviendo a la joven que con cara sorprendida y ruborizada lo veía confundida, Karheto se disculpó de nuevo, le dijo que no le fue posible quitarle la mirada de encima, que su belleza era demasiada, y que estaba profundamente apenado
La mujer le sonrió y le tomó el rostro, y el con gusto le regalo una sonrisa de su parte
Karheto no supo porque pero le contó todo acerca de su compromiso con la hija del jefe de la aldea, la cual se llamaba Agrinna
Esta joven oyó todo lo que el hijo de los dragones tenía que decir, y le aconsejo que tratara de hacerla cambiar, y que de esa forma ella se convertiría en una gran mujer
Karheto le dijo entonces que se había enamorado de ella, pero ella le contesto que lo que estaba buscando era solo una compañía, ya que no le había dado la oportunidad a su prometida de enamorarse de ella
Karheto aceptó, y le prometió que trataría de encontrar la felicidad, pero que en caso de no encontrarla, le dejara buscarla, y hacerla su mujer
Marina, así llamada la joven por su nacimiento en el día de la tormenta Serra, le sonrió y confiada a que encontraría la felicidad aceptó, además en caso de que no lo hiciera, ella tendría el honor de ser la esposa del hijo de los dragones
Más sin embargo, Karheto nunca se hubiera imaginado que Agrinna fuera mas recia que el acero, su temperamento no era maleable y sus decisiones eran infranqueables, así que Karheto ciento ochenta días y ciento ochenta noches trató de amar a Agrinna, pero no lo logró
Fue al lugar donde había nacido, e imploro a sus padres que le permitieran escoger una nueva esposa, ya que no estaba de acuerdo con la decisión de los humanos de la aldea, además ya tenía una elegida
Serrates, dragón del agua, le aceptó la idea, al igual que Effreos dragón del fuego, más sin embargo, Kuria, dragón del viento, Marciag, dragón de la tierra e Hillya, dragón del trueno le reprendieron por tratar de crear conflicto entre los humanos y los dragones
Karheto molesto explicó que había tratado de entender el carácter de Agrinna pero sin resultados, que si su destino como hijo de dragón era ser infeliz, que se rehusaría a serlo, y que era mejor que le dieran muerte en ese mismo momento
Hillya desconcertado, de dijo que sería como el quisiera, que mejor era eliminarlo que crear la discordancia entre las razas, así que invocando a las nubes le hizo caer fulminado bajo un relámpago
Marina pasó en un momento por ese lugar, había ido a recolectar plantas para hacer té para su abuelo, observo todo, y se negó a creer lo que había pasado, salió y aún sabiendo que los dragones no aceptaban la presencia de los humanos en aquel sagrado lugar, les reclamó con furia sus acciones
Hillya, antes de desenfrenar su rayo ante tan arrogante humana, le permitió hablar, y que dijera su relación con el fallecido Karheto
La joven campesina con lágrimas en los ojos, les dijo que ella era la opción que había escogido Karheto, y que si por su culpa él había muerto, que compartiría el mismo destino
Hillya dirigió su ataque hacía la inofensiva humana, pero este nunca llegó, Effreos se había interpuesto en el trayecto del disparo y con voz fuerte dijo que no permitiría que dañara a la criatura que tenía a sus espaldas
Hillya molesto le reclamó que no era posible que tuviera prioridad sobre una humana, y no sobre sus compañeros de la misma especie, Effreos dijo sencillamente que Karheto llevaba su sangre, y que si la voluntad de aquel que había sido su hijo era estar junto a esa joven, se cumpliría, no importaba que los demás no lograran entender sus sentimientos
El dragón del fuego le regaló la llama de la vida al fallecido Karheto una vez más, y el inconsciente fue llevado en el lomo de Serrates al jardín de Lavheró, donde tomaría un camino completamente distinto al de los dragones, tornándose en un humano común y corriente y llevando una vida tranquila
Hillya juró que nunca olvidaría esta afrenta, y que si su última acción sería acabar con Karheto, la cumpliría, Effreos por su parte, sabía que si dejaba ir a Hillya detrás de su hijo, sin duda acabaría con él, así que con su última energía encerró a Hillya en el abismo del tiempo, dejando como protector del sello a su hermano Serrates
Kuria y Marciag, se elevaron en el cielo, y prometieron por la memoria de aquellos dos grandes dragones, que mientras Hillya estuviera preso, sus acciones no tendrían de objetivo al hijo de Effreos, pero que si algún día Hillya fuera a renacer, sus almas no se pondrían del lado de las almas de los humanos antes de la de los dragones...
Karheto tomó como esposa a Marina, y su descendencia se esparció por el mundo, dejando grandes cantidades de hijos del dragón de fuego en la tierra, por ende, la humanidad lleva la flama de la vida en el interior haciéndola una de las especies más únicas de la madre Gaia
Se dice que pocas veces, una parte del poder de Hillya despierta y se libera de la prisión del padre Kronos, y que cuando sucede, los dragones actúan sin pensar, es por eso que Kuria crea tornados gigantes, y Marciag produce los grandes terremotos, y en algunas ocasiones, el poder es tan grande que lleva consigo el poder del guardián Serrates creando enormes maremotos e inundaciones, pero nunca, nunca podrá dominar al fuego, y si el humano mismo es víctima de las llamas, es porque no le saben dar buen uso a sus propias almas..."
-Solo los seres de raza pura del dragón del fuego tienen un pacto mental tan grande, que los hace mantenerse unidos pase lo que pase
Es por eso que los verdaderos amigos, son llamados hermanos de fuego, ya que ambos, de alguna forma comparten la misma sangre...-
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-Vaya maestro ese fue un gran cuento, pero seguramente es inventado... al igual que todos- se mofó Ranma del diminuto anciano que se encontraba al igual que él en el dojo
-¡Como te atreves muchacho, yo nunca digo mentiras!- reclamó el maestro
-No sea payaso, ¡viejo embustero!- le dijo Ranma molestándolo
-Nadie me respeta...- dijo el ancianito mientras hacía como si lloraba
-Eso no funciona conmigo, ya debería sab...- de pronto se vio interrumpido por un balde de agua que lazaron hacia el derramando el fluido sobre su cuerpo
-¡Eso te enseñara a no molestarme!- dijo Happosai
-Viejo maldito...- murmuró Ranma mientras su puño se abría y cerraba, de pronto su irá estallo cuando el pequeño anciano se colgaba ahora de sus recién adquiridos senos -¡¿Cómo se atreve?!- gritó ella mientras de una patada mandaba a volar al maestro –Eso le enseñara- dijo mientras se dirigía a tomar un baño de agua caliente
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-¡Ranma!- le llamó Akane alegre
-¿Qué pasa Akane?- preguntó él
-¡Hoy ayudé a Kasumi a hacer la cena!- dijo ella mientras sonreía y Ranma caía al suelo
-Si... verás... ¡recordé que tengo un asunto que atender con Ryouga!- dijo él sonriendo falsamente
-Si quieres hablar conmigo empieza ya Saotome...- dijo Ryouga desde la entrada de la sala donde le sonreía malévolamente y Akane feliz se dirigía a Ranma
-Cuando termines de platicar con Ryo-kun, ven a acompañarnos a la mesa- dijo ella mientras se retiraba, cuando por fin estuvo fuera del alcance acústico Ranma sujetó a Ryouga del cuello
-¡¿Qué diablos crees que acabas de hacer?!- murmuró Ranma para evitar que su prometida lo oyera
-Ella me pidió que viniera, se ha esforzado mucho, y si de mi depende que pruebes su comida, entonces te llevaré a rastras si es necesario- le dijo Ryouga sonriendo mientras lo tomaba con fuerza del cuello también
-Canalla, me quieres envenenar, pero si yo me hundo tu vendrás conmigo...- dijo Ranma sonriendo, soltándolo del cuello y tomándolo del cabello mientras lo arrastraba hacia el comedor
-¡¿Qué crees que estás haciendo?!- preguntó Ryouga tratándose de zafar
-¿Qué no es obvio?- preguntó Ranma irónicamente –Me acompañaras a disfrutar la exquisita comida de Akane...- dijo el con burla mientras Ryouga se tornaba pálido
"Demonios, eso no estaba en el plan" pensó Ryouga mientras era llevado a la mesa en contra de su voluntad "Ukyo, ¿dónde diablos estás?- le preguntó al cielo
***
-¡Ese Ryouga!- dijo la chef japonesa -¿Cree que le di empleo para abandonar el local a la hora que se le de la gana?, ¡pero me las va a pagar!- gritó una molesta y cansada Ukyo puesto que había tenido que atender a todos los clientes ella sola esa tarde –De seguro debe estar con Ran-chan- murmuro para si misma mientras se dirigía a la residencia Tendo pensando en el castigo del chico cerdo
***
Para entonces Ryouga y Ranma ya tenían frente a ellos dos deliciosos platos de comida de la menor de los Tendo
-¡Es guisado de atún con panes al vapor!- dijo Akane con una gran sonrisa
-¿Guisado de atún?- dijeron todos en la mesa excepto Kasumi que sonreía
-Me siento un poco mal, si me disculpan...- dijo Ranma levantándose
-¡Te vas a sentar y vas a comer!- le dijo una muy enfadada Akane mientras los sentaba de nuevo de un estirón en su trenza
-Como decía... se ve delicioso...- dijo Ranma viendo el plato delante de él con resignación
-¡Gracias por la comida!- dijeron todos esperando por su muerte, pero para el asombro de todos el platillo no estaba mal, no quemado, no salado, no amargo, solo... bien... claro ante esto solo la boca de Ranma reaccionó
-¡Esto no lo cocinó Akane!- dijo mientras se dedicaba a comer más, esperando a volver a servirse antes de los demás
-¿A qué te refieres con eso Ranma!- preguntó molesta Akane
-Por favor Akane... esto es comestible, tú nunca hubieras podido realizar semejante acto...- dijo él mientras seguía comiendo
-Ranma...- dijo Akane pausadamente mientras el rojo de su aura se elevaba en el comedor, más sin embargo Kasumi que estaba sentada al frente de ella se levantó, y con una sonrisa le murmuró algo a Akane en el oído haciendo a esta última sonreír
-¡Quiero más!- dijo Ranma extendiendo su plato a Kasumi
-Lo siento mi querido Ranma, pero es una tradición desde siempre que quién cocina debe servir los platos, yo solo ayudé a Akane esta vez...- se excuso Kasumi
-Bien, ¿Akane?- dijo Ranma extendiendo su plato a Akane
-Lo siento, pero como no disfrutas para nada de mi comida, pues no te serviré...- dijo ella haciéndose la enfadada, esperando que Ranma se disculpara, lo que no sucedió
-¡Bien!- dijo Ranma molesto y se levantó mientras se retiraba
-¿Qué pasó?- preguntó Soun Tendo mientras veía al joven Saotome salir de la mesa bastante molesto
-Akane no quiso servir más a Ranma...- dijo Nabiki mientras comía sin darle la menor importancia
-¡No puede ser!, nuestras escuelas nunca estarán juntas...- dijo Soun mientras lloraba abrazado a Genma en su forma de Panda que a la vez también lloraba mientras un letrero que sostenía decía "Ranma no te vayas"
Por su parte Akane no se había movido de su lugar, estaba petrificada... dos lágrimas rodaron por sus mejillas y se fue a su habitación con la cabeza baja –discúlpenme, no me siento bien...- dijo retirándose
Kasumi que había visto todo se levantó y se fue a seguir a Akane
Ryouga esta vez no podía traer a Ranma a la fuerza, puesto que él se había ido después de que Akane no le permitió seguir comiendo, por tanto optó por quedarse callado
Nabiki terminó su plato, y se retiró como si nada hubiera pasado
Soun y Genma hicieron lo mismo, aunque claro se retiraron con una expresión bastante sombría
En la mesa solo quedó Ryouga, quién solo suspiro "Ranma, eres un tonto, no te das cuenta de nada..."- pensó mientras bebía el poco té que le había quedado desde la cena
***
-¿Ese no era Ran-chan?- dijo Ukyou mientras veía a Ranma saltar entre los tejados en dirección al Neko-Haten –Bueno, primero tengo que encontrar a Ryouga...- murmuró para sí mientras seguía su camino
***
Ryouga había conseguido llegar hasta la puerta de Nabiki de alguna forma, ahora quería llegar al U-chans lo más rápido posible
Golpeó la puerta consiguiendo una respuesta casi inmediata -¿Quién es?- preguntó ella
-Soy Ryouga...- dijo él calmo
-Entra...- dijo Nabiki a lo que el obedeció -¿Qué puedo hacer por ti?- preguntó ella
-Necesito llegar al U-chans, y necesito que me hagas el favor de acompañarme puesto que sabes mi problema de orientación...- dijo él
-Claro claro... te costará tres mil yenes...- dijo ella
-Claro...- dijo él mientras entregaba el dinero
-Bien, en marcha...- dijo ella mientras ambos se dirigían a la salida de la residencia, ella delante y él siguiéndole, pero cuando llegaron al frente se toparon con Ukyou
-¿Ukyou?, ¿qué haces aquí?- preguntó Ryouga
-¿Cómo qué?- preguntó ella con fastidio –¡Abandonaste el local mientras yo tuve que atender a toda la clientela!- gritó ella mientras lo zarandeaba del cuello mientras Ryouga murmuraba algo in entendible -¿Qué dices?- preguntó ella molesta
-Hoy es mi día de descanso...- dijo un mareado Ryouga –Es martes...- dijo él, era verdad, los días de más trabajo para Ukyou eran los fines de semana, por eso no le permitía tener descanso en los días de mayor trabajo, por eso habían optado que el descanso fuera los martes, pero Ukyou olvidó decir a Ryouga que el local había sido rentado por unos universitarios recién graduados que iban a festejar hoy
-¡Oh, es verdad!- dijo Ukyou soltándolo -¡Pero de todas maneras no te debiste haber ido sin avisarme!...- dijo ella –Debiste dejar un recado...-
-Deje uno en la nevera...- dijo Ryouga mientras se recuperaba del mareo y la miraba molesto
-¿De qué hablas?- preguntó Ukyou confundida
-Deje un mensaje en la nevera... como sea, parece que no necesitaré de tus servicios Nabiki-san- dijo él
-Pero querido Ryouga, yo no doy devoluciones...- dijo ella sonriendo
-Lo sospeche...- dijo él –¿Podrías decir a Ranma que mañana pudiera ir al U- chans como a las ocho de la noche?- preguntó él, de inmediato Nabiki iba a pedirle dinero cuando el reaccionó –¡Te acabas de quedar con mi dinero sin hacer nada!- le dijo él a lo que Nabiki sonrió
-Esta bien, esta vez lo haré gratuitamente...- dijo la Mercenaria mientras entraba a la casa
-¿Nos vamos?- preguntó él a su patrona
-Si... diablos, no valió la pena ni caminar...- dijo ella mientras empezaba a caminar
-Estabas pensando en golpearme... ¿no es cierto?- preguntó él con una sonrisa
-¿Cómo lo supiste?- preguntó ella de vuelta viéndole a los ojos
-Después de un rato, te acostumbras a conocer a las personas...- dijo él sonriendo mientras la rebasaba con aires de filósofo haciendo a Ukyou reír
-Ryouga, el camino es por acá...- dijo mientras tomaba la otra calle y Ryouga avergonzado la seguía con la cabeza abajo
-Ya lo sabía...- murmuró
-Seguro...- dijo ella mientras reía
***
-Buenas noches...- dijo Ranma entrando al restaurante del gato
-Hola Ranma Saotome, buscas a Shampoo?- preguntó Mousse mientras lo miraba desde la cocina, su graduación de lentes había sido corregida después de que en una pelea con Ranma habían quedado rotos, y en cuanto a Shampoo, él había decidido no presionar a la chica, de hecho había notado que cuando la ignoraba ella se ponía celosa, era como una psicología invertida, además había hablado con Ranma seriamente acerca de sus sentimientos hacia su amada Shampoo
-No...- dijo él –¿Podrías venderme un buen plato de tallarines?...- preguntó él
-Claro...- dijo Mousse mientras ponía a trabajar sus manos y en menos de un minuto el pedido estuvo listo -¿Problemas en casa?- preguntó él mientras se sentaba a acompañar al probable último cliente de la noche
-No es tu asunto...- dijo el enfadado mientras se aprestaba a devorar el enorme plato enfrente
-Parece que alguien volvió a equivocarse...- dijo el chico de los anteojos mientras ponía una cara aburrida
-¿Tu también?, ya estoy harto de que me den consejos y de que me reclamen...- dijo Ranma regresando a su plato
-Si no necesitarás consejos nadie te los daría, pero como vives equivocándote...- dijo el chino
-Es suficiente...- dijo él poniendo los palillos en la mesa –quiero otro plato...- dijo mientras se lo extendía a Mousse
-Claro...- dijo él mientras se dirigía a la cocina regresando un momento después
-Gracias...- dijo Ranma tomando el platón y dedicándose a comer
-Te digo viejo... si hiciste algo malo deberías disculparte con Akane...- dijo su acompañante
-¿Porqué debería disculparme con ella?, fue ella la que no me quiso dar otro plato...- dijo Ranma mientras su garganta se preparaba para un nuevo sorbo de sopa
-Tienes que aprender viejo, que con las mujeres, uno siempre debe estar mal, no importa si estás bien... así son ellas, mejor no comprenderlas, y hacer como si siempre estuvieran bien...- dijo el chico de los anteojos mientras se recargaba en la silla
-Creo que tienes razón... ¿cuánto te debo?- preguntó Ranma
-Mil yenes...- dijo sencillamente Mousse mientras Ranma sacaba dos monedas de quinientos y se las entregaba –Quédate un momento, estoy solo, y para serte honesto, estoy aburrido...- le dijo Mousse
-Seguro... de todas maneras tengo que pensar en como disculparme...- dijo enfatizando la última palabra
***
-¿Qué pasó en el dojo?- preguntó Ukyou
-Lo de siempre... Ranma molestó a Akane, Akane se enfado y no le sirvió más comida, Ranma se fue molesto, Akane se fue llorando a su cuarto, todos los demás no hicieron nada excepto Kasumi...- dijo Ryouga calmo
-Ya veo...- dijo ella mientras se quitaba el saco y dejaba las herramientas en la cocina –Iré a dormir ahora, mañana podrías abrir?- preguntó ella
-Claro...- respondió Ryouga –Siento no haber estado para ayudarte...- dijo él mientras se inclinaba en una silla y comenzaba su etapa de pensamiento reflexivo
-No te preocupes, mañana estaré como nueva...- dijo ella –Hasta mañana Ryo- kun...- se despidió ella recibiendo un cabeceo, era increíble como una persona pudiera ser tan reservada, incluso para Ryouga, con Ranma parecía abrirse de una manera especial, parecían como dos hermanos, siempre peleando y diciéndose de todo tipo de cosas, pero cuando estaba con alguien más se portaba un tanto... frío, siempre callado, solo viviendo por vivir, al parecer sin una razón, aunque últimamente Ukyou había empezado a comprender un poco más al chico, aún sabía que le encantaba el pudín de arroz, y eso era algo que no todo el mundo sabía... y de alguna manera, la hacía sentir como si estuviera con su familia
***
Ranma había llegado por fin al dojo, después de una escena no muy grata en el restaurante, Shampoo había llegado y se le había pegado como siempre, Mousse se retiró a la cocina en cuanto esto sucedió, Shampoo preguntó que si había ido a verla, Ranma con fastidio dijo que había ido a comer algo, y que ya estaba punto de irse, que ya había pagado, Shampoo se molestó y fue a reclamar algo a la cocina con Mousse en chino, Mousse gritó, enardecido salió de la cocina hacia donde estaba Ranma y le dejó las dos monedas anteriores con las que había pagado enfrente diciéndole que tenía órdenes específicas de no cobrar nada de lo que consumiera, que si quería Shampoo le haría más comida, Ranma quedó estupefacto, Mousse se largó hacia quién sabe donde, Shampoo sonriente le dijo a Ranma que le prepararía la mejor cena del mundo, Ranma molesto se levantó, tomó las dos monedas y las puso en la mesa de despacho mientras le decía a Shampoo que no quería nada con ella de nuevo, y que esas dos monedas serían las últimas cosas que recibiría de él y de Mousse, se atrevió a decir, ya que la cara del muchacho cisne se veía bastante molesta, Ranma se alejó del lugar rápidamente
Caminando se encontró a Mousse en una banca mientras veía la luna, el chico se disculpó por su comportamiento anterior sabiendo que Ranma no tenía la culpa de nada, Ranma le hizo compañía un momento, y de nuevo Shampoo salió de la nada para acosar a Ranma una vez más, diciendo que tomaría las monedas pero que la perdonara, Ranma dijo que no debería él perdonar nada, sino que debía pedir disculpas a Mousse
La chica de cabello púrpura se negó, diciendo que no podía disculparse con alguien como Mousse que no tenía idea de cómo tratar a su futuro prometido
Ranma miró a Mousse, y este le sonrió de vuelta tristemente, como acostumbrado al mal trato, Ranma se enfureció, y le gritó a Shampoo que no era su prometido, y que preferiría quedar convertido en una mujer antes de casarse con ella, Shampoo lloró y corriendo se alejó
Mousse quedó hecho piedra, nunca antes Ranma había actuado de esa manera, se había negado a casarse pero no con semejante trato, y menos a una mujer, Ranma le dijo que la siguiera, que temía que fuera a hacer una estupidez, pero entonces Shampoo apareció de nuevo, bómboris en mano dispuesta a atacar a Mousse alegando que él era la causa de que Ranma la odiara
Mousse se resistió a pelear, y esquivaba todos los ataques de Shampoo, esta desesperada no podía creer que Mousse fuera tan rápido, ágil y fuerte, preguntándole que si podía ganarle, porqué no lo había hecho de vuelta en China, a lo que el joven no contesto, no fue hasta que Ranma respondió que Shampoo por fin entendió los sentimientos de Mousse, él le explicó que Mousse no era de aquellos sujetos que obligaban a las mujeres a casarse a la fuerza, que esperó a que ella se diera cuenta de lo que él verdaderamente sentía por ella, sin embargo, después de que Ranma le ganó en aquél viaje y se enteró que era hombre, fue que Mousse tuvo que tratar de recuperar lo que alguna vez pensó que sería suyo
Mousse, ya no queriendo que Ranma siguiera abriendo la boca, le pidió que callara, a lo que él accedió de inmediato, diciendo solo unas últimas palabras que fueron "Si yo no hubiera llegado a China Mousse hubiera sido tu prometido, además, yo no te amo Shampoo, lo siento..." y con eso se fue saltando tejado tras tejado dejando atrás a los dos chinos
-He llegado...- dijo a nadie en especial mientras llegaba a la sala, donde no encontró a nadie, y esperando poder disculparse fue hacia la habitación de Akane, donde la oyó llorando, mientras le contaba a Kasumi como era que había tratado tanto, que había hecho su mejor esfuerzo solo para que el viera que con práctica ella también podía ser como las demás, que no quiso que las cosas sucedieran así... Ranma no supo porqué, pero su pecho le ardió, le dolió como jamás le hubiera dolido, y eso le hizo sentir mal, con pasos pequeños y silenciosos se dirigió hacía su habitación mientras encontró a su padre dormido en su forma de panda, mientras él se recostaba a su lado en el futón mientras pensaba observando el techo
Poco tiempo después escuchó en su habitación un pequeño toquido y fue a abrir, no era más que Kasumi, que tenía una expresión dura en su cara, que pocas veces se había visto, Kasumi solo le vio detenidamente, después dio media vuelta y se dirigió a sus propios aposentos pero antes de entrar Ranma le dijo que se disculparía... lo que la hizo sonreírle al joven, que sabía no hería a su hermana con intención
Ranma salió por la ventana y tocó en la ventana de su prometida, ella se tardó un poco en abrir, Ranma supuso que estaba dormida, cuando por fin le pudo ver la cara, y no importaba la poca luz de la noche se dio cuenta que sus ojos estaban hinchados y su cara marcada, cosa que le hizo sentirse culpable –Lo siento...- murmuró ella mientras veía hacía el suelo –fui una tonta, no quería que las cos...- Ranma le hizo callar, la abrazó fuertemente y le permitió llorar en su pecho
-Perdóname Akane...- dijo él, no podía creer lo canalla que había sido esta vez, había sido un estúpido al insultar sus habilidades de cocina y esta chica que estaba enfrente se disculpó por nada, solo tratando de arreglar un problema que él mismo había provocado –Perdóname Akane... por favor...- dijo él en su oído mientras la abrazaba con más fuerza, pero al no escuchar palabra alguna de la joven supuso que no le perdonaría nunca y trató de alejarse con un leve "lo siento" pero en cuanto trató de separarse, dos brazos se lo impidieron mientras le abrazaban por la espalda rodeándolo completamente
-Te quiero...- dijo la chica aún con su cara en su pecho –no te vayas... por favor...- dijo ella mientras era su turno de abrazarlo más fuertemente que antes –Te quiero mucho...- dijo ella entrecortadamente
-Yo... también te quiero...- dijo él mientras que su compañera no aguanto el cansancio y quedó dormida en sus brazos mientras el se preguntaba si ella había escuchado lo último que dijo pero después sonriendo "Si no lo escuchaste, yo me haré cargo de que lo oigas muchas veces más" pensó mientras descansaba en la cama a su pequeña y le robaba un beso, tantas veces quiso hacerlo, tantas veces arruinaron su oportunidad, y por fin lo había hecho pero él sabía que sería mejor cuando ella le correspondiera –Aishiteru Akane...- dijo él mientras observaba a la chica sonreír inconscientemente –Akane no kawaii...- terminó mientras se retiraba a su cuarto, una cosa era segura, hoy dormiría bastante bien
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Ranma Nibun no Ichi
Fanfiction by Argus Engel
Primera parte - Familiaridad
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Familiarity; the first myth of reality, what you know the best, you observe
the least
Familiaridad; primer mito de la realidad, lo que conoces mejor es lo que
observas con menor importancia
Mistform Script
Magic the gathering, Onslaught edition
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La noche era fría y callada, en las afueras de la ciudad los ninjas se habían concentrado debajo de un pequeño puente sobre un canal, cosas extrañas estaban sucediendo y ellos lo sabían, un enemigo más fuerte y peligroso que Saffron había regresado, como lo contaba la profecía del rollo, un manuscrito de más de mil años de actualidad, donde se relataba la siguiente historia...
"Hace tiempo, cuando la luna se tornaba color sangre, y la noche no era diferente del día, un hombre llegó a Japón, el hijo de los dragones, hecho de mythril y de sangre de ellos, Karheto, como lo llamaban los sabios, era un hombre entre hombres, fuerte, fornido, de gran porte y gallardía inigualable, ojos dorados como el sol y cabellos plateados como la luna, pero humano al fin, su corazón le impedía ciertas veces tomar la decisión correcta, y su última no fue la más acertada...
Había cumplido veintidós veranos aquel junio, y según las leyes de sus creadores, una mujer había de ser entregada a él, una mujer de sangre pura, que fuera de la altura de el mismo; los aldeanos que rendían tributo a los dragones, escogieron a la hija del jefe de la aldea como la indicada, una mujer por demás hermosa, de hermosos ojos acuamarinos y cabellos negros como las mismísimas sombras, labios carmesí de perfectas curvas y un alma tan podrida como el fruto magullado con el que se alimentaba a los esclavos
Karheto, se sorprendía de ver a la mujer delante de él, tanta belleza reunida no podía llevar tanto odio y amargura dentro, desafiando las leyes de la naturaleza, la cáscara de esa persona era la dulce, y por dentro estaba lo amargo, pero las leyes eran las leyes, y Karheto no podía escoger a otra hembra que fuera mejor
Un día Karheto caminaba por el río, y encontró a una campesina de dieciséis años mientras tomaba un baño, la observo con detenimiento, una joven mujercita que irradiaba felicidad e inocencia, tan bella por dentro como por fuera, y Karheto, aún que no lo quería, no pudo evitar enamorarse de ella, de recordar su imagen pura, el olor del romero con el que se perfumaba, sus ropajes que no parecían de otra cosa sino de diosa, y sus ojos... sus grandes ojos...
Aquellos que le miraron con sorpresa cuando le vieron, aquellos que mostraban ira mientras el seguía pensando en ella, al lado de un árbol que le brindaba sombra, aquellos que le reclamaban su osadía y sus pensamientos, aquellos, de la mujer que amaba cada vez mas a cada instante que pasaba
Él se disculpo, inclino su cabeza y se dispuso a recibir el castigo de la joven, que probablemente constaría de un juego de bofetadas que nuca llegaron, ella indignada le dijo que no podría hacerle daño aunque quisiera, ya que era el hijo de los dragones, y que gracias a ellos su familia tenía alimento y un lugar seguro donde vivir desde hace mas de cinco generaciones, que si el precio de su fortuna era dejarse observar, lo haría sin dudarlo dos veces, ya que su familia estaba primero, se deshizo de los ropajes con los que se había cubierto hace unos momentos y le dijo que estaría allí mismo hasta que el lo deseara
Karheto la veía hipnotizado, ¿cómo era posible que esta joven, aún con la cara roja de vergüenza e impotencia ante la situación, tuviera el suficiente valor como para posarse frente a él?, los ojos de la joven, oscuros, no le veían, se mantenían mirando al cielo para no tener que avergonzarse más de lo que ya estaba al mostrar su cuerpo a un hombre
En un momento, se vio quitándose su capa de mythril y envolviendo a la joven que con cara sorprendida y ruborizada lo veía confundida, Karheto se disculpó de nuevo, le dijo que no le fue posible quitarle la mirada de encima, que su belleza era demasiada, y que estaba profundamente apenado
La mujer le sonrió y le tomó el rostro, y el con gusto le regalo una sonrisa de su parte
Karheto no supo porque pero le contó todo acerca de su compromiso con la hija del jefe de la aldea, la cual se llamaba Agrinna
Esta joven oyó todo lo que el hijo de los dragones tenía que decir, y le aconsejo que tratara de hacerla cambiar, y que de esa forma ella se convertiría en una gran mujer
Karheto le dijo entonces que se había enamorado de ella, pero ella le contesto que lo que estaba buscando era solo una compañía, ya que no le había dado la oportunidad a su prometida de enamorarse de ella
Karheto aceptó, y le prometió que trataría de encontrar la felicidad, pero que en caso de no encontrarla, le dejara buscarla, y hacerla su mujer
Marina, así llamada la joven por su nacimiento en el día de la tormenta Serra, le sonrió y confiada a que encontraría la felicidad aceptó, además en caso de que no lo hiciera, ella tendría el honor de ser la esposa del hijo de los dragones
Más sin embargo, Karheto nunca se hubiera imaginado que Agrinna fuera mas recia que el acero, su temperamento no era maleable y sus decisiones eran infranqueables, así que Karheto ciento ochenta días y ciento ochenta noches trató de amar a Agrinna, pero no lo logró
Fue al lugar donde había nacido, e imploro a sus padres que le permitieran escoger una nueva esposa, ya que no estaba de acuerdo con la decisión de los humanos de la aldea, además ya tenía una elegida
Serrates, dragón del agua, le aceptó la idea, al igual que Effreos dragón del fuego, más sin embargo, Kuria, dragón del viento, Marciag, dragón de la tierra e Hillya, dragón del trueno le reprendieron por tratar de crear conflicto entre los humanos y los dragones
Karheto molesto explicó que había tratado de entender el carácter de Agrinna pero sin resultados, que si su destino como hijo de dragón era ser infeliz, que se rehusaría a serlo, y que era mejor que le dieran muerte en ese mismo momento
Hillya desconcertado, de dijo que sería como el quisiera, que mejor era eliminarlo que crear la discordancia entre las razas, así que invocando a las nubes le hizo caer fulminado bajo un relámpago
Marina pasó en un momento por ese lugar, había ido a recolectar plantas para hacer té para su abuelo, observo todo, y se negó a creer lo que había pasado, salió y aún sabiendo que los dragones no aceptaban la presencia de los humanos en aquel sagrado lugar, les reclamó con furia sus acciones
Hillya, antes de desenfrenar su rayo ante tan arrogante humana, le permitió hablar, y que dijera su relación con el fallecido Karheto
La joven campesina con lágrimas en los ojos, les dijo que ella era la opción que había escogido Karheto, y que si por su culpa él había muerto, que compartiría el mismo destino
Hillya dirigió su ataque hacía la inofensiva humana, pero este nunca llegó, Effreos se había interpuesto en el trayecto del disparo y con voz fuerte dijo que no permitiría que dañara a la criatura que tenía a sus espaldas
Hillya molesto le reclamó que no era posible que tuviera prioridad sobre una humana, y no sobre sus compañeros de la misma especie, Effreos dijo sencillamente que Karheto llevaba su sangre, y que si la voluntad de aquel que había sido su hijo era estar junto a esa joven, se cumpliría, no importaba que los demás no lograran entender sus sentimientos
El dragón del fuego le regaló la llama de la vida al fallecido Karheto una vez más, y el inconsciente fue llevado en el lomo de Serrates al jardín de Lavheró, donde tomaría un camino completamente distinto al de los dragones, tornándose en un humano común y corriente y llevando una vida tranquila
Hillya juró que nunca olvidaría esta afrenta, y que si su última acción sería acabar con Karheto, la cumpliría, Effreos por su parte, sabía que si dejaba ir a Hillya detrás de su hijo, sin duda acabaría con él, así que con su última energía encerró a Hillya en el abismo del tiempo, dejando como protector del sello a su hermano Serrates
Kuria y Marciag, se elevaron en el cielo, y prometieron por la memoria de aquellos dos grandes dragones, que mientras Hillya estuviera preso, sus acciones no tendrían de objetivo al hijo de Effreos, pero que si algún día Hillya fuera a renacer, sus almas no se pondrían del lado de las almas de los humanos antes de la de los dragones...
Karheto tomó como esposa a Marina, y su descendencia se esparció por el mundo, dejando grandes cantidades de hijos del dragón de fuego en la tierra, por ende, la humanidad lleva la flama de la vida en el interior haciéndola una de las especies más únicas de la madre Gaia
Se dice que pocas veces, una parte del poder de Hillya despierta y se libera de la prisión del padre Kronos, y que cuando sucede, los dragones actúan sin pensar, es por eso que Kuria crea tornados gigantes, y Marciag produce los grandes terremotos, y en algunas ocasiones, el poder es tan grande que lleva consigo el poder del guardián Serrates creando enormes maremotos e inundaciones, pero nunca, nunca podrá dominar al fuego, y si el humano mismo es víctima de las llamas, es porque no le saben dar buen uso a sus propias almas..."
-Solo los seres de raza pura del dragón del fuego tienen un pacto mental tan grande, que los hace mantenerse unidos pase lo que pase
Es por eso que los verdaderos amigos, son llamados hermanos de fuego, ya que ambos, de alguna forma comparten la misma sangre...-
***
-Vaya maestro ese fue un gran cuento, pero seguramente es inventado... al igual que todos- se mofó Ranma del diminuto anciano que se encontraba al igual que él en el dojo
-¡Como te atreves muchacho, yo nunca digo mentiras!- reclamó el maestro
-No sea payaso, ¡viejo embustero!- le dijo Ranma molestándolo
-Nadie me respeta...- dijo el ancianito mientras hacía como si lloraba
-Eso no funciona conmigo, ya debería sab...- de pronto se vio interrumpido por un balde de agua que lazaron hacia el derramando el fluido sobre su cuerpo
-¡Eso te enseñara a no molestarme!- dijo Happosai
-Viejo maldito...- murmuró Ranma mientras su puño se abría y cerraba, de pronto su irá estallo cuando el pequeño anciano se colgaba ahora de sus recién adquiridos senos -¡¿Cómo se atreve?!- gritó ella mientras de una patada mandaba a volar al maestro –Eso le enseñara- dijo mientras se dirigía a tomar un baño de agua caliente
***
-¡Ranma!- le llamó Akane alegre
-¿Qué pasa Akane?- preguntó él
-¡Hoy ayudé a Kasumi a hacer la cena!- dijo ella mientras sonreía y Ranma caía al suelo
-Si... verás... ¡recordé que tengo un asunto que atender con Ryouga!- dijo él sonriendo falsamente
-Si quieres hablar conmigo empieza ya Saotome...- dijo Ryouga desde la entrada de la sala donde le sonreía malévolamente y Akane feliz se dirigía a Ranma
-Cuando termines de platicar con Ryo-kun, ven a acompañarnos a la mesa- dijo ella mientras se retiraba, cuando por fin estuvo fuera del alcance acústico Ranma sujetó a Ryouga del cuello
-¡¿Qué diablos crees que acabas de hacer?!- murmuró Ranma para evitar que su prometida lo oyera
-Ella me pidió que viniera, se ha esforzado mucho, y si de mi depende que pruebes su comida, entonces te llevaré a rastras si es necesario- le dijo Ryouga sonriendo mientras lo tomaba con fuerza del cuello también
-Canalla, me quieres envenenar, pero si yo me hundo tu vendrás conmigo...- dijo Ranma sonriendo, soltándolo del cuello y tomándolo del cabello mientras lo arrastraba hacia el comedor
-¡¿Qué crees que estás haciendo?!- preguntó Ryouga tratándose de zafar
-¿Qué no es obvio?- preguntó Ranma irónicamente –Me acompañaras a disfrutar la exquisita comida de Akane...- dijo el con burla mientras Ryouga se tornaba pálido
"Demonios, eso no estaba en el plan" pensó Ryouga mientras era llevado a la mesa en contra de su voluntad "Ukyo, ¿dónde diablos estás?- le preguntó al cielo
***
-¡Ese Ryouga!- dijo la chef japonesa -¿Cree que le di empleo para abandonar el local a la hora que se le de la gana?, ¡pero me las va a pagar!- gritó una molesta y cansada Ukyo puesto que había tenido que atender a todos los clientes ella sola esa tarde –De seguro debe estar con Ran-chan- murmuro para si misma mientras se dirigía a la residencia Tendo pensando en el castigo del chico cerdo
***
Para entonces Ryouga y Ranma ya tenían frente a ellos dos deliciosos platos de comida de la menor de los Tendo
-¡Es guisado de atún con panes al vapor!- dijo Akane con una gran sonrisa
-¿Guisado de atún?- dijeron todos en la mesa excepto Kasumi que sonreía
-Me siento un poco mal, si me disculpan...- dijo Ranma levantándose
-¡Te vas a sentar y vas a comer!- le dijo una muy enfadada Akane mientras los sentaba de nuevo de un estirón en su trenza
-Como decía... se ve delicioso...- dijo Ranma viendo el plato delante de él con resignación
-¡Gracias por la comida!- dijeron todos esperando por su muerte, pero para el asombro de todos el platillo no estaba mal, no quemado, no salado, no amargo, solo... bien... claro ante esto solo la boca de Ranma reaccionó
-¡Esto no lo cocinó Akane!- dijo mientras se dedicaba a comer más, esperando a volver a servirse antes de los demás
-¿A qué te refieres con eso Ranma!- preguntó molesta Akane
-Por favor Akane... esto es comestible, tú nunca hubieras podido realizar semejante acto...- dijo él mientras seguía comiendo
-Ranma...- dijo Akane pausadamente mientras el rojo de su aura se elevaba en el comedor, más sin embargo Kasumi que estaba sentada al frente de ella se levantó, y con una sonrisa le murmuró algo a Akane en el oído haciendo a esta última sonreír
-¡Quiero más!- dijo Ranma extendiendo su plato a Kasumi
-Lo siento mi querido Ranma, pero es una tradición desde siempre que quién cocina debe servir los platos, yo solo ayudé a Akane esta vez...- se excuso Kasumi
-Bien, ¿Akane?- dijo Ranma extendiendo su plato a Akane
-Lo siento, pero como no disfrutas para nada de mi comida, pues no te serviré...- dijo ella haciéndose la enfadada, esperando que Ranma se disculpara, lo que no sucedió
-¡Bien!- dijo Ranma molesto y se levantó mientras se retiraba
-¿Qué pasó?- preguntó Soun Tendo mientras veía al joven Saotome salir de la mesa bastante molesto
-Akane no quiso servir más a Ranma...- dijo Nabiki mientras comía sin darle la menor importancia
-¡No puede ser!, nuestras escuelas nunca estarán juntas...- dijo Soun mientras lloraba abrazado a Genma en su forma de Panda que a la vez también lloraba mientras un letrero que sostenía decía "Ranma no te vayas"
Por su parte Akane no se había movido de su lugar, estaba petrificada... dos lágrimas rodaron por sus mejillas y se fue a su habitación con la cabeza baja –discúlpenme, no me siento bien...- dijo retirándose
Kasumi que había visto todo se levantó y se fue a seguir a Akane
Ryouga esta vez no podía traer a Ranma a la fuerza, puesto que él se había ido después de que Akane no le permitió seguir comiendo, por tanto optó por quedarse callado
Nabiki terminó su plato, y se retiró como si nada hubiera pasado
Soun y Genma hicieron lo mismo, aunque claro se retiraron con una expresión bastante sombría
En la mesa solo quedó Ryouga, quién solo suspiro "Ranma, eres un tonto, no te das cuenta de nada..."- pensó mientras bebía el poco té que le había quedado desde la cena
***
-¿Ese no era Ran-chan?- dijo Ukyou mientras veía a Ranma saltar entre los tejados en dirección al Neko-Haten –Bueno, primero tengo que encontrar a Ryouga...- murmuró para sí mientras seguía su camino
***
Ryouga había conseguido llegar hasta la puerta de Nabiki de alguna forma, ahora quería llegar al U-chans lo más rápido posible
Golpeó la puerta consiguiendo una respuesta casi inmediata -¿Quién es?- preguntó ella
-Soy Ryouga...- dijo él calmo
-Entra...- dijo Nabiki a lo que el obedeció -¿Qué puedo hacer por ti?- preguntó ella
-Necesito llegar al U-chans, y necesito que me hagas el favor de acompañarme puesto que sabes mi problema de orientación...- dijo él
-Claro claro... te costará tres mil yenes...- dijo ella
-Claro...- dijo él mientras entregaba el dinero
-Bien, en marcha...- dijo ella mientras ambos se dirigían a la salida de la residencia, ella delante y él siguiéndole, pero cuando llegaron al frente se toparon con Ukyou
-¿Ukyou?, ¿qué haces aquí?- preguntó Ryouga
-¿Cómo qué?- preguntó ella con fastidio –¡Abandonaste el local mientras yo tuve que atender a toda la clientela!- gritó ella mientras lo zarandeaba del cuello mientras Ryouga murmuraba algo in entendible -¿Qué dices?- preguntó ella molesta
-Hoy es mi día de descanso...- dijo un mareado Ryouga –Es martes...- dijo él, era verdad, los días de más trabajo para Ukyou eran los fines de semana, por eso no le permitía tener descanso en los días de mayor trabajo, por eso habían optado que el descanso fuera los martes, pero Ukyou olvidó decir a Ryouga que el local había sido rentado por unos universitarios recién graduados que iban a festejar hoy
-¡Oh, es verdad!- dijo Ukyou soltándolo -¡Pero de todas maneras no te debiste haber ido sin avisarme!...- dijo ella –Debiste dejar un recado...-
-Deje uno en la nevera...- dijo Ryouga mientras se recuperaba del mareo y la miraba molesto
-¿De qué hablas?- preguntó Ukyou confundida
-Deje un mensaje en la nevera... como sea, parece que no necesitaré de tus servicios Nabiki-san- dijo él
-Pero querido Ryouga, yo no doy devoluciones...- dijo ella sonriendo
-Lo sospeche...- dijo él –¿Podrías decir a Ranma que mañana pudiera ir al U- chans como a las ocho de la noche?- preguntó él, de inmediato Nabiki iba a pedirle dinero cuando el reaccionó –¡Te acabas de quedar con mi dinero sin hacer nada!- le dijo él a lo que Nabiki sonrió
-Esta bien, esta vez lo haré gratuitamente...- dijo la Mercenaria mientras entraba a la casa
-¿Nos vamos?- preguntó él a su patrona
-Si... diablos, no valió la pena ni caminar...- dijo ella mientras empezaba a caminar
-Estabas pensando en golpearme... ¿no es cierto?- preguntó él con una sonrisa
-¿Cómo lo supiste?- preguntó ella de vuelta viéndole a los ojos
-Después de un rato, te acostumbras a conocer a las personas...- dijo él sonriendo mientras la rebasaba con aires de filósofo haciendo a Ukyou reír
-Ryouga, el camino es por acá...- dijo mientras tomaba la otra calle y Ryouga avergonzado la seguía con la cabeza abajo
-Ya lo sabía...- murmuró
-Seguro...- dijo ella mientras reía
***
-Buenas noches...- dijo Ranma entrando al restaurante del gato
-Hola Ranma Saotome, buscas a Shampoo?- preguntó Mousse mientras lo miraba desde la cocina, su graduación de lentes había sido corregida después de que en una pelea con Ranma habían quedado rotos, y en cuanto a Shampoo, él había decidido no presionar a la chica, de hecho había notado que cuando la ignoraba ella se ponía celosa, era como una psicología invertida, además había hablado con Ranma seriamente acerca de sus sentimientos hacia su amada Shampoo
-No...- dijo él –¿Podrías venderme un buen plato de tallarines?...- preguntó él
-Claro...- dijo Mousse mientras ponía a trabajar sus manos y en menos de un minuto el pedido estuvo listo -¿Problemas en casa?- preguntó él mientras se sentaba a acompañar al probable último cliente de la noche
-No es tu asunto...- dijo el enfadado mientras se aprestaba a devorar el enorme plato enfrente
-Parece que alguien volvió a equivocarse...- dijo el chico de los anteojos mientras ponía una cara aburrida
-¿Tu también?, ya estoy harto de que me den consejos y de que me reclamen...- dijo Ranma regresando a su plato
-Si no necesitarás consejos nadie te los daría, pero como vives equivocándote...- dijo el chino
-Es suficiente...- dijo él poniendo los palillos en la mesa –quiero otro plato...- dijo mientras se lo extendía a Mousse
-Claro...- dijo él mientras se dirigía a la cocina regresando un momento después
-Gracias...- dijo Ranma tomando el platón y dedicándose a comer
-Te digo viejo... si hiciste algo malo deberías disculparte con Akane...- dijo su acompañante
-¿Porqué debería disculparme con ella?, fue ella la que no me quiso dar otro plato...- dijo Ranma mientras su garganta se preparaba para un nuevo sorbo de sopa
-Tienes que aprender viejo, que con las mujeres, uno siempre debe estar mal, no importa si estás bien... así son ellas, mejor no comprenderlas, y hacer como si siempre estuvieran bien...- dijo el chico de los anteojos mientras se recargaba en la silla
-Creo que tienes razón... ¿cuánto te debo?- preguntó Ranma
-Mil yenes...- dijo sencillamente Mousse mientras Ranma sacaba dos monedas de quinientos y se las entregaba –Quédate un momento, estoy solo, y para serte honesto, estoy aburrido...- le dijo Mousse
-Seguro... de todas maneras tengo que pensar en como disculparme...- dijo enfatizando la última palabra
***
-¿Qué pasó en el dojo?- preguntó Ukyou
-Lo de siempre... Ranma molestó a Akane, Akane se enfado y no le sirvió más comida, Ranma se fue molesto, Akane se fue llorando a su cuarto, todos los demás no hicieron nada excepto Kasumi...- dijo Ryouga calmo
-Ya veo...- dijo ella mientras se quitaba el saco y dejaba las herramientas en la cocina –Iré a dormir ahora, mañana podrías abrir?- preguntó ella
-Claro...- respondió Ryouga –Siento no haber estado para ayudarte...- dijo él mientras se inclinaba en una silla y comenzaba su etapa de pensamiento reflexivo
-No te preocupes, mañana estaré como nueva...- dijo ella –Hasta mañana Ryo- kun...- se despidió ella recibiendo un cabeceo, era increíble como una persona pudiera ser tan reservada, incluso para Ryouga, con Ranma parecía abrirse de una manera especial, parecían como dos hermanos, siempre peleando y diciéndose de todo tipo de cosas, pero cuando estaba con alguien más se portaba un tanto... frío, siempre callado, solo viviendo por vivir, al parecer sin una razón, aunque últimamente Ukyou había empezado a comprender un poco más al chico, aún sabía que le encantaba el pudín de arroz, y eso era algo que no todo el mundo sabía... y de alguna manera, la hacía sentir como si estuviera con su familia
***
Ranma había llegado por fin al dojo, después de una escena no muy grata en el restaurante, Shampoo había llegado y se le había pegado como siempre, Mousse se retiró a la cocina en cuanto esto sucedió, Shampoo preguntó que si había ido a verla, Ranma con fastidio dijo que había ido a comer algo, y que ya estaba punto de irse, que ya había pagado, Shampoo se molestó y fue a reclamar algo a la cocina con Mousse en chino, Mousse gritó, enardecido salió de la cocina hacia donde estaba Ranma y le dejó las dos monedas anteriores con las que había pagado enfrente diciéndole que tenía órdenes específicas de no cobrar nada de lo que consumiera, que si quería Shampoo le haría más comida, Ranma quedó estupefacto, Mousse se largó hacia quién sabe donde, Shampoo sonriente le dijo a Ranma que le prepararía la mejor cena del mundo, Ranma molesto se levantó, tomó las dos monedas y las puso en la mesa de despacho mientras le decía a Shampoo que no quería nada con ella de nuevo, y que esas dos monedas serían las últimas cosas que recibiría de él y de Mousse, se atrevió a decir, ya que la cara del muchacho cisne se veía bastante molesta, Ranma se alejó del lugar rápidamente
Caminando se encontró a Mousse en una banca mientras veía la luna, el chico se disculpó por su comportamiento anterior sabiendo que Ranma no tenía la culpa de nada, Ranma le hizo compañía un momento, y de nuevo Shampoo salió de la nada para acosar a Ranma una vez más, diciendo que tomaría las monedas pero que la perdonara, Ranma dijo que no debería él perdonar nada, sino que debía pedir disculpas a Mousse
La chica de cabello púrpura se negó, diciendo que no podía disculparse con alguien como Mousse que no tenía idea de cómo tratar a su futuro prometido
Ranma miró a Mousse, y este le sonrió de vuelta tristemente, como acostumbrado al mal trato, Ranma se enfureció, y le gritó a Shampoo que no era su prometido, y que preferiría quedar convertido en una mujer antes de casarse con ella, Shampoo lloró y corriendo se alejó
Mousse quedó hecho piedra, nunca antes Ranma había actuado de esa manera, se había negado a casarse pero no con semejante trato, y menos a una mujer, Ranma le dijo que la siguiera, que temía que fuera a hacer una estupidez, pero entonces Shampoo apareció de nuevo, bómboris en mano dispuesta a atacar a Mousse alegando que él era la causa de que Ranma la odiara
Mousse se resistió a pelear, y esquivaba todos los ataques de Shampoo, esta desesperada no podía creer que Mousse fuera tan rápido, ágil y fuerte, preguntándole que si podía ganarle, porqué no lo había hecho de vuelta en China, a lo que el joven no contesto, no fue hasta que Ranma respondió que Shampoo por fin entendió los sentimientos de Mousse, él le explicó que Mousse no era de aquellos sujetos que obligaban a las mujeres a casarse a la fuerza, que esperó a que ella se diera cuenta de lo que él verdaderamente sentía por ella, sin embargo, después de que Ranma le ganó en aquél viaje y se enteró que era hombre, fue que Mousse tuvo que tratar de recuperar lo que alguna vez pensó que sería suyo
Mousse, ya no queriendo que Ranma siguiera abriendo la boca, le pidió que callara, a lo que él accedió de inmediato, diciendo solo unas últimas palabras que fueron "Si yo no hubiera llegado a China Mousse hubiera sido tu prometido, además, yo no te amo Shampoo, lo siento..." y con eso se fue saltando tejado tras tejado dejando atrás a los dos chinos
-He llegado...- dijo a nadie en especial mientras llegaba a la sala, donde no encontró a nadie, y esperando poder disculparse fue hacia la habitación de Akane, donde la oyó llorando, mientras le contaba a Kasumi como era que había tratado tanto, que había hecho su mejor esfuerzo solo para que el viera que con práctica ella también podía ser como las demás, que no quiso que las cosas sucedieran así... Ranma no supo porqué, pero su pecho le ardió, le dolió como jamás le hubiera dolido, y eso le hizo sentir mal, con pasos pequeños y silenciosos se dirigió hacía su habitación mientras encontró a su padre dormido en su forma de panda, mientras él se recostaba a su lado en el futón mientras pensaba observando el techo
Poco tiempo después escuchó en su habitación un pequeño toquido y fue a abrir, no era más que Kasumi, que tenía una expresión dura en su cara, que pocas veces se había visto, Kasumi solo le vio detenidamente, después dio media vuelta y se dirigió a sus propios aposentos pero antes de entrar Ranma le dijo que se disculparía... lo que la hizo sonreírle al joven, que sabía no hería a su hermana con intención
Ranma salió por la ventana y tocó en la ventana de su prometida, ella se tardó un poco en abrir, Ranma supuso que estaba dormida, cuando por fin le pudo ver la cara, y no importaba la poca luz de la noche se dio cuenta que sus ojos estaban hinchados y su cara marcada, cosa que le hizo sentirse culpable –Lo siento...- murmuró ella mientras veía hacía el suelo –fui una tonta, no quería que las cos...- Ranma le hizo callar, la abrazó fuertemente y le permitió llorar en su pecho
-Perdóname Akane...- dijo él, no podía creer lo canalla que había sido esta vez, había sido un estúpido al insultar sus habilidades de cocina y esta chica que estaba enfrente se disculpó por nada, solo tratando de arreglar un problema que él mismo había provocado –Perdóname Akane... por favor...- dijo él en su oído mientras la abrazaba con más fuerza, pero al no escuchar palabra alguna de la joven supuso que no le perdonaría nunca y trató de alejarse con un leve "lo siento" pero en cuanto trató de separarse, dos brazos se lo impidieron mientras le abrazaban por la espalda rodeándolo completamente
-Te quiero...- dijo la chica aún con su cara en su pecho –no te vayas... por favor...- dijo ella mientras era su turno de abrazarlo más fuertemente que antes –Te quiero mucho...- dijo ella entrecortadamente
-Yo... también te quiero...- dijo él mientras que su compañera no aguanto el cansancio y quedó dormida en sus brazos mientras el se preguntaba si ella había escuchado lo último que dijo pero después sonriendo "Si no lo escuchaste, yo me haré cargo de que lo oigas muchas veces más" pensó mientras descansaba en la cama a su pequeña y le robaba un beso, tantas veces quiso hacerlo, tantas veces arruinaron su oportunidad, y por fin lo había hecho pero él sabía que sería mejor cuando ella le correspondiera –Aishiteru Akane...- dijo él mientras observaba a la chica sonreír inconscientemente –Akane no kawaii...- terminó mientras se retiraba a su cuarto, una cosa era segura, hoy dormiría bastante bien
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