Vongola Generation XI
Summary: El décimo Vongola y su mujer han desaparecido sin dejar rastro. Los Vongola no tendrán otra opción que elegir a su próximo sucesor. El más apto, capaz, digno y con actitud de lider...o eso es lo que piensan los demás. /NextGen/
Disclaimer: KHR! No me pertenece, es obra de Akira Amano-san!
Personajes OC, originales de mi hermana (ya que ambas los hemos inventado, jeje). Arcobalenos sin maldición. ATENCIÓN CHICAS!
Beteado por SoulSilver97. Mi hermana! La autora de la historia original "The next generation".
Guía de personajes
Tsunayoshi Sawada:
-Tsuna se había convertido en el Décimo Vongola.
-Ganó muchos aliados como Millefiore, Shimon hasta los mismos Varia.
-Se casó con Kyoko Sasagawa.
-Tuvo dos hijos: Sora y Natsuki.
Hayato Gokudera:
-Conocido como fiel mano derecha del Jefe, muy temido por su poder de manipular más de una sola llama.
-Al haber tenido un matrimonio disfuncional arreglado por su padre, se casa por segunda vez con una flautista japonesa.
-Tuvo dos hijos en su primer matrimonio y tres hijos en el segundo: Arashi, Akira y Hariken.
Takeshi Yamamoto:
-Fue conocido como el mejor espadachín de toda la mafia.
-Se casó y tuvo un único hijo: Takashi.
Ryohei Sasagawa:
-Guardián del sol Vongola.
-Se casó con Hana Kurokawa, la mejor amiga de su hermana y tuvo dos hijos: Ryoma y Kanako.
Mukuro Rokudo:
-Temido ilusionista del mundo de la mafia, dejó de tener mala reputación cuando se enteraron que era parte de Vongola.
-Se casó con una mujer italiana parte de la otra familia mafiosa y tuvo dos hijos: Kasumi y Shun.
Lambo Bovino:
-El más joven de los guardianes y Guardián del Rayo de Vongola.
-Novio de I-pin.
-Cuida de tres niños, entre ellos está uno parecido a él y a Lampo: Hitsuji.
Kyouya Hibari:
-Jefe de Investigación independiente. Guardián de la Nube.
-Se casó con una mujer extranjera (se presume que es de Europa), quien había conocido en uno de sus viajes de investigación.
-Tuvo un único hijo: Cloud.
Arco del inicio de la XI Generación
Target 1: Un extraño en mi vida
Roma, Italia
00:27 p.m.
Vongola HQ
El cielo nocturno se extendía por todo el firmamento de manera visible en la solitaria noche de Italia, la luna se alzaba con sus tibios rayos plateados y las estrellas inseparables la hacían compañía. Los habitantes dormían plácidamente en sus hogares ignorando los silenciosos susurros de las abandonadas calles acompañadas de faroles victorianos, cuya función era iluminar hasta la madrugada.
Todo lo que inundaba era tranquilidad, sosiego y soledad.
Pero, había cierta persona que sentía lo contrario.
Un hombre joven vestido de traje oscuro, zapatos del mismo tono y una fedora elegantemente puesta en la cabeza caminaba a pasos lentos dirigiéndose hacia un determinado destino.
Dando un sorbo de aire frío para relajarse, su mente seguía rememorizando la conversación que había tenido horas atrás.
-Flash Back—
Había llegado en menos de un minuto para la reunión importante, entrando a la sala privada, completamente aislada de otras habitaciones de la mansión, esperaba escuchar unas claras razones por las que lo han convocado.
No era necesario identificar quienes eran los presentes.
Porque los conocía muy bien, desde que había aceptado su misión como parte del oscuro y siniestro mundo de la mafia.
Para eso, era conocido como el mejor asesino a sueldo del mundo.
-Finalmente estás aquí, Reborn –pronunció un hombre mayor, a pesar de tener sus rasgos muy adultos, para el sicario era fácil reconocer que aquella persona era el ex jefe de la CEDEF.
-¿Reborn-san? –preguntó un hombre de cabello plateado y ojos verdes, con expresión que denotaba impresión.
-Ha pasado mucho tiempo sin vernos, guardianes del Décimo Vongola –pronunció con voz madura llena de tranquilidad.
-Chico?, vaya nunca creí que esa era tu verdadera forma –habló con sosiego acompañado de diversión un hombre moreno con cabello oscuro, maduros ojos pardo y una cicatriz en su mentón.
-Kufufu. Así que creciste al fin, Arcobaleno…no mejor dicho, ex –pronunció con voz cantarina que denotaba burla.
-Al menos, lo suficiente –agregó el sicario ignorando los recientes diálogos de sorpresa y diversión de los guardianes. Para luego tomar asiento en el lugar vacío de la mesa.
Continuando con la reunión, el ex jefe de la CEDEF había decidido hablar nuevamente, esta vez dirigiéndose al recién llegado, sabiendo de la noticia trágica que el Décimo, no, mejor dicho su hijo junto con su esposa habían desaparecido misteriosamente sin haber dejado rastro, era como si hubieran sido tragados por la tierra.
Lo único que había quedado de él, fueron una carta con su sello de llama del cielo y la caja que contenía los nuevos anillos Vongola.
-Necesito que vayas a Japón, encuentres al próximo candidato y lo entrenes –pidió Iemitsu sin ninguna necesidad de cuestionar otra cosa, después de todo estaba hablando con Reborn.
-Será fácil –respondió el hitman adolescente con una altanera sonrisa.
Iemitsu simplemente sonrió para sus adentros, con lo que el sicario había tardado en entrenarle a su hijo estaba seguro que con el candidato a Undécimo necesitaba más trabajo.
-Gokudera, envía a tu hija a la misión. Puede que el candidato necesite de un mentor –ordenó Iemitsu mientras marcaba los números de su celular- Llamaré a mi nieto Sora, para darle aviso de tu llegada.
-De acuerdo, lo haré por la hija del Décimo –afirmó Gokudera con gran entusiasmo y determinación a pesar de su fachada seria.
-Un momento…el candidato es una chica? –el sicario había escuchado que Tsuna tuvo dos hijos, uno era el próximo jefe de la CEDEF mientras el otro…no se había enterado hasta que escuchó en este instante que era una mujer.
-Sí, mi nieta Natsuki Sawada –Iemitsu distraído de otras cosas pudo captar la cuestión del pelinegro, sacando una fotografía del bolsillo de su saco- Aquí lo tienes.
La imagen mostraba una chica entre 14- 15 años de edad, cabello castaño y alborotado igual que el de Tsuna, pero largo y ojos brillantes e inocentes color miel como los de Kyoko. Vestida de uniforme de Nami-chuu y el chico que estaba a su lado, que parecía mayor por su apariencia madura, aunque calculó que tendría entre 16- 17 años, tenía cabello castaño oscuro y alborotado, ojos azules y era alto vestido de manera informal. Supuso que ése era Sora, el nuevo jefe de la CEDEF.
Eso aclaró sus dudas.
-Fin del Flash Back—
Esta vez, a bordo de un avión destinado a Japón, Reborn suspiró con desgana.
No estaba de humor, el viaje no sería fácil y tendría que entrenar a una chica como digna jefe de Vongola. Las cosas sin duda serán complicadas.
Una tremenda mierda.
Namimori, Japón
8:15 a.m.
Residencia Sawada
El alba del nuevo día se asomaba con lentitud hacía la tranquila ciudad de Namimori. Una ciudad con ciertas características tecnológicas, aunque no haya cambiado mucho, seguía siendo uno de los lugares ideales para vivir.
Los habitantes viajaban en diferentes direcciones definidas para sus trabajos, las aves volaban hacia el cielo teñido de ahora en colores azul pálido y dorado acompañado de suaves nubes blancas asemejadas al algodón.
En una de las residencias de los barrios Namimori, conoceremos cierta persona en particular que seguía perdida en el mundo de los sueños.
Un chico de 16 años que a pesar de su edad su aspecto muy maduro lo hacía ver mayor como de 19, alto más o menos 1,80, cabello castaño café alborotado (similar al de Tsuna) con hermosos ojos azulados vestido con pantalón mezclilla negro y camiseta blanca con mangas negras. Entró en la habitación de su hermana menor para despertarla, después de sus intentos de llamarla 10 veces consecutivas, era el momento de levantar a la señorita dormilona.
-Natsu! Es hora de que te levantes! –zarandeó frenéticamente el muchacho mayor a su hermanita- Natsu!
Si ella no se despertaba, llegaría tarde a la escuela. Ese no era un problema, lo único que dificultaba era lidiar con el temido presidente del comité disciplinario.
-Pi…ka…chu…yo…te…elijo–murmuró entre dientes para luego seguir durmiendo.
-Dale esta con sus videojuegos –pronunció con una gota pesada en las sien, sabiendo que se trataba de Pokémon. Pero esto no tenía que ver con los problemas que tenía que enfrentar.
-Es una mala suerte para ti, mi Pokémon tiene una habilidad que debilitará tu Pikachu y no podrá luchar en tres turnos –habló Sora lo suficientemente claro para despertar a su hermana por última vez.
-Eso es imposible! Yo… -Instantáneamente la menor se despertó de golpe chocándose contra la frente de su hermano.
Auch! Eso les dolió a los dos.
-I…i…tte –se quejó la más joven- Onii-chan ¿Q-qué pasó? –preguntó mientras se sobaba la zona afectada por el golpe.
Sora suavizó su ceño con una sonrisa tranquila, su pequeña hermanita Natsu. Era tan similar a su padre y madre a la vez, si la gente ignorara su lado Dame conocerían su gran corazón.
Oh no! Casi lo olvidaba, Natsu llegaría tarde a clases!
Al menos había preparado todo para que se alistara, le pasó mejor dicho le lanzó a la pelicastaña el uniforme estándar femenino de Namimori, las medias negras junto con el bolso.
No había tiempo para el almuerzo, así que le preparó un bento.
Bajando por las escaleras, sin darse cuenta se tropezó con su propio talón y cayó dando vueltas hasta golpearse contra el suelo.
Como siempre, Natsu caía de las escaleras. Claramente, tenía cualidad de dame sin darse cuenta de eso.
-¿Qué ocurrió? –preguntó Sora llegando al lugar ocurrido, bajó hasta llegar a donde se encontraba su hermana llorando- Ya pasó, Natsu –dijo abrazándola con ternura y cariño, no necesitaba preguntarle, sabía muy bien que su pequeña hermana era torpe, aún así nunca se cansaba de consolarla y animarla como podía.
Natsu limpiándose sus lágrimas con la manga de su camisa, dejó de abrazar a su hermano para tomar su bolso y salir por la puerta.
Antes de eso.
-Sabes, me gustaría dejar de ser tan yo y ser más como otra persona –concluyó para desaparecer por la puerta de entrada cerrándola tras de sí con lentitud.
Una vez solo, el pelicastaño mayor bajó su mirada azul ocultándola bajo sus largos flequillos. Su sonrisa era triste y amarga, como si compartiera los mismos sentimientos de su querida hermanita.
-No sabes cuántas veces, pienso lo mismo –
Si de algo estaba seguro, según lo avisado por su abuelo, un asesino a sueldo vendría a Japón para entrenarle a Natsu a ser la próxima jefa de Vongola, en ausencia de su padre.
No tenía que negarse ante la decisión tomada por Vongola, porque eso significa que ellos confían mucho en su hermana y también en los próximos guardianes.
Así que, él también se esforzaría más. Después de todo, iba ser el jefe de la CEDEF.
Mientras corría, Natsu miraba con cierta añoranza en algún punto ciego luego de haberse tocado su cabello. Era un color castaño oscuro, parecido al de su padre y su hermano por lo alborotado que era, pero aclarado por el tono suave naranja heredado de su madre; con sólo hacer una mención de sus progenitores, su mirada se tornaba triste mientras su cabeza seguía con la misma pregunta que se había hecho cuando se enteró de sus desapariciones.
¿Dónde estaban?
¿Seguían vivos en alguna parte? ¿Murieron?
Lo que más temía era su última suposición, pero cada día junto con semanas, meses y años su corazón le afirmaba que seguían vivos; no sabía el paradero, ni una pequeña pista para dar firmeza a su respuesta, pero algún día…tal vez, los volvería a ver.
Volviendo a la realidad, supuso que faltaba caminar unas cuadras más para llegar a su instituto Nami-chuu. Suspiró con pesadez.
Nunca lució en los deportes ni siquiera en las materias, tampoco era buena en comunicarse con los otros, salvo con sus primos, Takashi-senpai y Hibari-san. Era una completa fracasada, una Dame junto con los innumerables e "inteligentes" apodos que recibía de parte de sus odiosas compañeras.
Otra pregunta que la cuestionaba era…
¿Por qué ellas la odiaban? ¿y por qué los chicos de la escuela pensaban de otra forma?
Para los chicos, Natsu era una chica que sobrepasaba a las demás. La miraban embobados con un notable sonrojo y una cara delirante cada vez que la veían, siempre la saludaban (aunque ella no los conocía) diciendo "Natsu-chan" y le lanzaban piropos o se ofrecían en ayudarla (principalmente a cargar sus cosas o darle algo de comer). Aunque eso, Natsu nunca se dio cuenta que para ellos era una Idol.
Viendo todos sus defectos en la escuela, no podía evitar sentir envidia hacia su hermano, deseando ser menos ella y ser más como él.
Sora era un chico seguro de sí mismo, no siendo engreído, sino una persona amable con una atrayente sonrisa de comercial. Estudiaba en Nami-kô (Koko= Escuela secundaria, instituto o High School) era muy bueno en las materias de estudio y en los deportes, además que era muy respetado y popular tanto en la comunidad masculina como femenina, es más era un chico muy maduro para su edad.
Su hermano era diferente a los demás, nunca la veía como alguien superior o inferior tampoco le decía si era patética o no. Cada vez que estaba triste o se sentía muy mal por ser inútil, él estaba a su lado consolándola con una suave caricia y una de sus más dulces sonrisas que hacía recordar a la de su madre o a la de su padre.
Respirando hondo, cambió su porte triste a uno más animado por su sonrisa. Tenía que esforzarse más, no importaba sus fallos, tenía que seguir intentando.
TIIIIIINNNNNNN!
Ese sonido debió ser de una campana.
Oh, no! Llegaría tarde a la escuela y estaría en problemas con Hibari-san!
Rezaba todas las oraciones que se acordaba con tal de no encontrarse con Hibari, o sino sería su fin.
Conocía a la perfección, mejor dicho al pie de la letra el "Tratado Hibari"
1.1: No llegar tarde, ni uno ni dos ni tres… minutos/segundos tarde
1.2: El punto 1.1 puede ser cancelado si el Precepto lo desea o no esta presente.
1.3: En caso de que el punto 1.2 se haya cumplido por la ausencia del Precepto, este podrá sancionar tranquilamente al usurpador del punto 1.1
2: Cualquier alumno fuera de la institución en horario de clases, será castigado con severas lesiones tanto para su hoja de vida como bienestar físico.
3.1: Toda muestra de afecto amoroso, hasta los abrazos, serán considerados como delitos debido a la alergia del Precepto hacia el amor.
3.2: Incluye también los chocolates del día de los enamorados.
…
Seguramente rompería el punto 1.1
Técnicamente sí, le faltaba buen rato para llegar y ya pasaron varios minutos del toque de entrada.
-Voy a morir y todavía estoy a mitad de camino- dijo en voz alta, pero no notó que alguien la había escuchado.
-Entonces, vayamos directo al asesinato-
Un tipo de traje un tanto informal, pues tenía una camisa blanca desarreglada sin el saco y en vez de zapatos llevaba puestas algo que parecían las Converse originales de color negro, con un pacificador amarillo como broche de corbata, fedora con listón del mismo tono que el pacificador y un camaleón sobre el.
Lo que mas le llamó la atención fueron las patillas rizadas que poseía aquel tipo trajeado. También la fedora que tapaba sus ojos, apenas podía observar sus orbes oscuros. Pero lo más raro, que demonios le acababa de decir? Ir directo al asesinato? Si ni siquiera se conocían.
El tipo posó al camaleón sobre su mano derecha y este se convirtió en una pistola negra con detalles en verde. Instantáneamente apunto hacia ella.
-Algunas palabras, Sawada Natsuki?- pregunto casi aburrido bostezando a propósito.
Natsu estaba quieta en su lugar, paralizada por el shock que recorrió su cuerpo en el momento que el tipo apunto hacía ella. Lo que había dicho era verdad, acaso moriría ahora?
-Me aburres, Candidata a Undécima-
-¿Quién eres? –fue lo único que preguntó sin saber que hacer ahora mismo, si escaparse de este atractivo muchacho que la iba a asesinar o hacerle frente a pesar de que no sabía luchar.
-Mi nombre es Reborn y a partir de ahora, seré tu tutor –respondió con una sonrisa maliciosa mientras su dedo se movía tentativamente para jalar el gatillo.
N/A: Espero que les haya gustado, esta historia es la 11º generación Vongola, bueno de mi versión con los personajes creados por mi hermana, la verdad yo también los creé, mejor dicho la ayude a crearlos. Ustedes entienden.
Ya que saben que mi beta es mi hermana, saben que estoy aprobada a continuar la historia que dejó a la nada.
Es la primera vez que escribo un fic tipo Next Gen, así espero que sus opiniones sean positivas o algo así. jejjeje
Nos vemos en el siguiente capi.
REVIEWS!
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