Disclaimer: Los personajes de esta historia no me pertenecen, sino, al Mangaka Masami Kurumada, yo sólo los he utilizado con motivos de entretenimiento y como razón de participación en el evento "Drabletón tóxico" del club de Saga y Aioros del foro de Saint Seiya yaoi.
Advertencias: Ninguna, fic compuesto por dos drabbles de 400 palabras cada uno, según las reglas especificadas en el evento. Pareja yaoi de Saga x Aioros y Aioros x Saga.
Nota autora: Historia corta, ambientaba en el final de la batalla de la doce casas, una vez que Saga se suicida. Espero que les guste y que la disfruten.
Dedicada a Oscurita xuxu por haberme brindando de sus lindas recomendaciones n_n.
Entre tus alas I
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… "En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante,
Y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente"…
-Khalil Gibran-
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Aioros había muerto y llevaba años mirando la tierra.
Murió, pero continuaba cuidando a su hermano, a su diosa, y velando por los caballeros que residían en el Santuario.
Al llegar al cielo le habían dado sus alas… la única llave que te aseguraba una estadía en aquellos tranquilos parajes.
-¿Por qué lo hiciste Saga?-
Pero si de alguna forma las perdía nunca más podría cruzar la reja del cielo.
Veló por sus compañeros durante la batalla de las doce casas, pero no pudo evitar que el caballero de Géminis se quitara la vida.
Y aunque sabía que Saga se había arrepentido, aunque sabía que obtendría el perdón de Atenea, jamás llegaría a los Campos Elíseos.
-¿Por qué Saga?-
Al suicidarse había condenado a su alma a vivir en el infierno, y al no logar salvarlo Aioros renunció a su lugar en el cielo para bajar al tártaro y recuperarle.
Estaba muerto, pero aún así le encontraría.
Decidió que la vida arriba no tenía sentido estando solo, y aceptó que la eternidad con la que había soñado no tenía el mismo valor sin su compañero, fue cuando comprendió que nada sería igual si no tenía a Saga a su lado.
-Te encontraré, y te traeré conmigo…- el caballero de Sagitario se prometió que jamás lograría descansar sin su caballero de Géminis, y mientras el vacío y el túnel de la muerte se lo tragaba pensaba en su hermano, en los días en que le veía entrenar aunque Aioria no pudiera hacerlo…en los días en que Saga pasaba horas meditando en las costas rocosas, y en todo lo que no había logrado vivir.
Había muerto joven, había muerto por el producto de la locura que había invadido el corazón de Géminis, había muerto protegiendo a su diosa.
Y volvería a morir si con eso salvaba el alma de Saga de Hades.
Cuando despertó en el infierno el corazón se le oprimió, y el frió le penetró hasta los huesos, en aquel firmamento no se podían mirar las estrellas.
El tiempo pasaba, el frío invadía las prisiones, los muertos se quemaban en sus tumbas, la sangre caliente les calcinaba sus cuerpos…pasó por cada prisión y no le hallaba, y a medida que más se adentraba en aquel oscuro lugar iba perdiendo su alma.
Hasta que un día le encontró.
Y lloró porque Saga nunca podría regresar con él.
Había perdido sus alas.
...Continuará...
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