¡Holi!

Aquí les traigo el primer capítulo de un nuevo fanfic Sonadow : D

(Mas bien es un Shadonic, pero me gusta más como suena "Sonadow XD)

Sigo siendo un asco con los títulos T_T

Advertencias:
-Errores de ortografía.
-Cosas sin sentido.
-Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de SEGA.
-La historia si me pertenece, salio de la mente de esta loquita que escribe. XD
-Yaoi/ChicoxChico.
-¡Disfruten, mi gente!

De enemigos a amigos Y de amigos a…

Capítulo 1

Ya empezaba a preguntarse porque siempre termina allí. Y es que así era, siempre que salía a sus paseos solitarios, cosa que muy frecuente, al regresar iba casi instintivamente hacia aquella pequeña casa aislada de toda otra clase de construcciones. No importara cuentas veces el dueño de aquella vivienda se lo repitiera, él nunca le avisaría cuando pasaría por allí. Primero porque casi nunca llevaba un dispositivo de comunicación consigo. Cada tanto su hermano le obligaba a llevar algún artefacto que el mismo había hecho, pero los pobres objetos terminaban por sufrir los mismos terribles destinos: se rompían en alguna pelea, eran olvidados o simplemente no soportaban la velocidad y terminaban perdiéndose en algún camino. El segundo motivo era que ni el mismo sabía cuándo ni cómo iba a terminar parado frente a su puerta, otra vez. Pero, ya estaba allí ¿Cierto?

Dejo de lado su pequeña reflexión, que le llevo apenas unos segundos inconscientes, y toco la puerta con energía y educación. Luego dio unos pasos hacia atrás y espero ser atendido. Pero esto último nunca ocurrió. Fue otra vez hacia la puerta y toco con insistencia infantil. Espero otra vez.

Ni un grito, ni un ruido, ni un solo insulto ni amenaza de muerte.
Dio un suspiro y se asomó por la ventana mas cercana, tratando de ver hacia el interior de esta pero las cortinas no le permitieron distinguir nada. Por lo que volvió a su lugar y junto aire.

-¡Vamos! ¡Abre la puerta! ¡No escaparas de mí! ¡Sé que estas allí dentro!- Le grito a la casa.

-No, no lo estoy-

La voz fantasmal que le susurro a sus espaldas, demasiado cerca para su gusto, lo hizo saltar lo más lejos que pudo. Sentía que su corazón se detuvo un segundo.

-Ah, allí estas- Trato de parecer natural y se colocó las manos tras la cabeza, en pose despreocupada.

-¿Te asustaste, faker?- Camino hacia la puerta para abrirla y sonrió casi imperceptiblemente, aunque menor sentía que se reía a carcajadas en su cara.

- ¡Ja! estuvo buena esa. Eh- Camino tras el para entrar en la casa- ¿Cuánto tiempo pasaste preparándolo?- Usaba un tono de burla para devolverle la broma. Aunque en realidad no estaba enojado, en lo más mínimo. Estas seudo peleas eran parte de su seudo amistad desde hace tiempo. Y le gustaba como estaban las cosas, le gustaba mucho.

-Fue espontaneo- Coloco una bolsa sobre la mesita que tenía en la sala- No pensé que fueras a reaccionar tan infantilmente- otra vez esa sonrisa burlona.

- Estoy seguro que pasaste toda la tarde esperando por mí, atrás de un arbusto vigilando a ver cuando llegaba- Se tumbó en el sofá con total confianza.

-Si, eso hice- termino de acomodar sus cosas y camino hacia el sofá lentamente- Pero no tendría que haberlo hecho...- lo miro con cara seria, muy seria, ya no era una broma- Si avisaras cuando demonios vas a venir-Lo golpeo con un almohadón- Y quita tus asquerosos pies de mi sofá.

-Ohh, vamos, estoy cómodo-

-Eres un mocoso...-

-Asi que... admites que me esperaste toda la tarde- Sonrió burlón.

-Lo digo enserio...

-Está bien, está bien- Su plan para hacerlo discutir y que lo dejara estar como le placía no funciono. Se sentó como todo un ser civilizado, o lo más que pudo. -Hey, amigo, ¿tienes comida?-

-Para ti, no.-Se sentó en una silla, cerca de la mesa.

-Vamos, es una norma social darle al invitado algo de comer y beber-

-Nadie te invito- Tomo un libro que había sobre la mesa y comenzó a ojearlo con calma. Sin embargo, escuchaba perfectamente todo lo que decía su "no invitado".

-Me preparare algo yo mismo- Anunció y de un salto se paró para ir hacia la cocina.

-No- Ni siquiera se levantó, de un empujón lo volvió a tirar al sofá- La última vez que intentaste hacer algo tuve que cambiar las cortinas y el techo sigue manchado-

-¡Fue un accidente!-hacía gestos con las manos- ¿Nunca vas a perdonarme por eso?

-No- Sentencio. Se puso de pie y fue hacia la cocina sin decir nada. Su invitado lo miro en silencio y luego sonrió contento.

-¡Gracias, Shadow!- Canto.

-Cállate- Escucho decir desde la cocina.

Ya solo en la habitación, la examino con la vista, todo seguía exactamente igual que la última vez. Bueno, fue hace unos días, tampoco esperaba que hubiera cambiado los muebles desde entonces. Era una casa muy simple. Pensó que casi se veía vacía, por los pocos muebles que tenía. En la sala había una mesa pequeña para comer, con unas pocas sillas. Nunca invitaba a nadie por lo que no tenía razón para tener más sillas. Un sofá, donde se encontraba el ahora mismo. Sabía perfectamente que el sentido de ese mueble era para que el dueño pudiera leer cómodamente con la luz natural que entraba por la ventana. Se había aprendido muchas de las mañas, o hábitos, de su viejo amigo. Bueno, no tan viejo, en realidad hace poco que eran amigos. Pero él ya le tenía la confianza que le tendría a alguien que conociera de toda la vida. Por último, contra una de las paredes había un librero, no era muy grande, pero tenía muchos libros de diferentes tamaños y colores. Sí, todo estaba exactamente igual y pulcramente ordenado. Oh, esperen, hay un libro nuevo. Se levantó y lo tomo.

-Meditaciones metafísicas. Rene descartes- Leyó para si mismo en el lomo del libro y se dispuso a abrirlo para leer la primera página.

Luego de unos segundos, cerró el libro y lo coloco exactamente en el mismo lugar en el que estaba antes.

-No entiendo ni una sola oración- Apoyo la cabeza contra la pared en pose de desánimo y rendición. -Estos libros son muy difíciles, Shadow- Le grito para que lo oyera.

-Si le dedicaras más que unos segundos los entenderías. Siempre haces lo mismo-

-Ahhgs- Mascullo y se sentó en la silla que había usado el mayor antes.

Sobre la mesa se encontró la computadora del dueño de la casa. La encendió para buscar algo con que entretenerse. No era muy apegado a la tecnología, pero debía matar el tiempo mientras su anfitrión estaba ocupado. Si llegaba a quejarse de que se tardaba o de que se aburría, lo echaría del lugar y no le daría de comer.

Al momento en que la pantalla se ilumino sus ojos vieron muchas letras, sin pensarlo minimizo la ventana para buscar algo más. Sin embargo, milésimas de segundos después, su cerebro no pudo evitar ordenar esas letras en palabras y comunicárselas a su mente.

"Gemidos de placer"

Si bien esas dos palabras que alcanzó a leer fueron por un acto involuntario, el que le siguió fue un acto cociente. Guiado por una avalancha de curiosidad y preguntas que aclamaban repuesta. Se prometió a si mismo que solo leería esa oración, para estar seguro de lo que se trataba y ahí calmar su curiosidad. Convencido de eso abrió otra vez la ventana y miro sin parpadear.

"-Si, me gusta- respondió en un hilo de voz entre pequeños gemidos de placer casi inaudibles."

Listo. Volvió a minimizar la ventana. Ya había cumplido con lo que quería hacer. Sin embargo, nuevas preguntas lo comenzaron a atormentar.

-¿qué tipo de libro es ese? ¿Serán esas novelas eróticas? Bueno, tampoco es que el personaje estuviera haciendo esa clase de cosas. Seguro lo estoy mal interpretando. Además, ¿que haría Shadow leyendo esa clase de cosas? no creo que el sea de esa clase de personas que...- detuvo sus pensamientos y se dio un golpe en la cabeza por ser tan estúpido de imaginar eso de su amigo. Oh, si se enterara de lo que llegó a pensar de el lo mataría, nunca más le volvería a abrir la puerta de su casa. Es más, no volvería a mirarle más que con odio, o quizá ni lo miraría. Por otro lado-Estoy siendo paranoico. No creo que sea para tanto. Es solo un libro... Que cuenta de alguien que gime... Y esta en su computadora... ¿Porque gemía? ¿Qué era lo que le gustaba? ¿Qué le habrán preguntado?- se dio unas palmadas en las mejillas- Bien, solo un vistazo más. Después de todo él mismo dijo que debía dedicarme a leer un poco más para entender las cosas.¿No? Si.

"¿Eso te gusta?- dijo mientras besaba con lujuria el cuerpo del menor, y sus manos recorrían su cuerpo con ansia."

El ruido de algo que se rompía resonó por toda la casa. Sonic, asustado por crecerse atrapado con las manos en la masa, volvió a respirar tranquilo al ver que tras el no había un enfurecido Shadow. En realidad no había nadie, el ruido venia de la cocina.

-¿Shadow, estas bien?- preguntó preocupado y se levantó de la silla listo para ir a ver que ocurrió.

-Si. Solo se me resbaló un vaso y no pude atraparlo porque tenía tu dichosa comida- efectivamente, volvía a la sala con un plato lleno de chilidogs y dos vasos con refresco en la otra. Como todo un buen anfitrión.

Sonic, sin prestar atención a nada de lo que dijo su amigo, se abalanzó sobre el plato y tan pronto como lo tuvo se volvió a tirar, sin ninguna delicadeza, sobre el sofá. Shadow solo suspiró, dejó los vasos sobre la mesa.

-Mh- se sorprendió al ver que olvido encendida su laptop y rápidamente bajo la pantalla de ésta para apagarla. Sintió como su rostro comenzaba a subir de temperatura cuando cierto pensamiento cruzo su mente.

-braccias sskado, tuk si sake lo e me gucsta-

-No hables con la boca llena de comida- lo regaño mientras se sentaba a un lado del erizo azul. - y come más despacio.

El ojiverde trago con fuerza, casi ahogándose.

-Gracias, viejo. Tu si que sabes lo que me gusta- Tan pronto como termino de decir eso volvió a atragantarse de comida.

-Porque eres tan misterioso, Sonic.- Comento sarcástico rodando los ojos.

-Ese papel es tuyo, yo soy el héroe carismático- Al tiempo que hacia una pose heroica.

-Límpiate la boca antes de salvar al mundo, héroe- Le entrego una servilleta.

Sonic reía a carcajadas abiertas y Shadow a veces, muy por lo bajo, también. Pero ya no se molestaba en ocultar sus sonrisas ante el héroe. Y su amigo, en su mente, agradecía eso.

Esos momentos los llenaban de una cálida sensación en el pecho. Shadow se imaginó que esa hermosa sensación era tener a alguien que no lo dejaría estar solo nunca más.