¡Hola! He vuelto momentáneamente.

Aquí está el primer capítulo de este Two Shoot. La verdad es que estos meses no he tenido muchas ganas de escribir, no es falta de inspiración porque ideas tengo muchas. Es falta de ganas de desarrollarlas jajaja, pero bueno sé que algún día lo haré. Este TS lo escribí en una sola noche, para evitar que se me fueran las ganas.

Dicho esto, no me enrollo más y os dejo que disfrutéis de la lectura.

Espero que os guste ;)

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Cuando el despertador sonó, Edward abrió los ojos para encontrarse frente a él la espalda de su novia. Desde que su jefe le propuso el nuevo puesto de trabajo, un trabajo con el que llevaba años soñando, esa era la primera imagen que veía al despertarse cada mañana. Atrás habían quedado las mañanas en los que se despertaba con su novia entre sus brazos.

Antes también solían desayunar juntos, ahora lo hacían por separado porque compartir el mismo espacio por más de cinco minutos sin otra persona en la habitación o sin el ruido de la tele de fondo era demasiado incómodo.

El ambiente en su casa era tenso en todo momento y eso le estaba desgastando emocionalmente. No estaba seguro de cuánto tiempo más aguantaría esta situación pasivo-agresiva con ella. No quería seguir así pero tampoco veía ninguna solución buena para los dos y eso le daba incluso más miedo que la frialdad con la que se trataban ahora.

El mejor momento del día era cuando se encontraba trabajando. Adoraba su trabajo de informático, sus compañeros de trabajo se habían convertido en sus amigos, su oficina tenía más luz que su propia casa y su jefe era una de las mejores personas que había conocido jamás.

Le gustaba su vida en California pero el trabajo que le habían ofrecido en Seattle era su sueño. Hacía casi un mes su jefe le había llamado a su despacho nada más entrar en la empresa, de camino a la oficina de su jefe imaginó todos los escenarios posibles a cada cual peor que el anterior. No obstante este le proponía trasladarle a Seattle y ser el jefe de sección en la sede que la empresa tenía allí.

Edward emocionado prácticamente aceptó su propuesta aunque pidió unos días para poder pensárselo bien.

Ese día llegó emocionado a su casa, quería compartir con su novia su buena noticia. Esperaba que ella se alegrase por él y juntos viesen como dar el siguiente paso en su relación que naturalmente sería la mudanza a Seattle. Sin embargo su novia no se alegró, ella no quería irse de California porque eso suponía dejar de lado a su familia y amigos.

Así que la tensión en su casa se debía a que ninguno de los dos quería ceder en sus deseos. Edward quería el nuevo trabajo y ella no quería mudarse. Pero ambos querían estar juntos, al menos él seguía queriéndola tanto o más que el primer día. Muchas veces dudaba sobre los sentimientos de ella hacia él en las últimas semanas, pero siempre se decía a sí mismo que superarían este bache y todo volvería a estar bien.

Aquella noche cuando llegó a su casa Bella había preparado la cena y ya había cenado pese a que apenas eran las 9 de la noche.

-Hola- saludó entrando en la cocina para dejar las llaves de casa y del coche sobre la encimera.

-Hola- le respondió ella apartando un segundo la vista de la televisión para mirarle- la cena está en la sartén- le dijo volviendo a apartar la mirada.

-Vale- dijo antes de volverse a por un plato donde echarse la comida.

El ruido de la tele hacía que el momento fuese menos incómodo que si les inundase el silencio pero la tensión seguía patente en el ambiente.

Edward cenó en silencio y Bella no apartó la mirada de la tele ni una sola vez.

Antes cenaban juntos y la tele siempre estaba apagada.

Cuando Edward terminó de cenar lavó su plato y se secó las manos girándose hacia ella.

Sabía que tenían que hablar, tomar una decisión, su jefe esperaba una respuesta formal a finales de esta semana y ya era miércoles. Quizás fuese la conversación más difícil que habían tenido hasta la fecha, pero era necesaria porque esa situación le estaba matando. Echaba de menos a su novia pese a que vivían juntos.

Apagó la tele manualmente y avanzó varios pasos hasta reducir la distancia entre ambos.

-Bella tenemos que hablar, lo sabes- dijo en tono conciliador.

Ella suspiró y bajó la mirada hasta el suelo.

-Si con tenemos que hablar te refieres a que si ya he cambiado de opinión sobre mudarnos a Seattle, la respuesta es no.

-¿Lo has valorado si quiera?- pregunta poniéndose las manos en la cintura.

-¡Por supuesto!- exclamó mirándole- mi familia y amigos están aquí, puede que a ti no te importe mudarte porque te relacionas con facilidad y enseguida haces amigos pero no es mi caso. Me cuesta mucho relacionarme y tú pasas más tiempo trabajando que en casa, ¿qué voy a hacer yo allí sola prácticamente todo el día todos los días?

-También tienes un trabajo, no es como si fueses a estar mano sobre mano.

-Sí, trabajo desde casa pero no es suficiente.

-Yo seguiría estando allí para ti Bella. Si puedes vivir conmigo ahora viéndome solo por la noche, podrás vivir allí viéndome igualmente por las noches.

-¿Qué quieres? ¿Tenerme en casa a tu disposición?, ¿qué viva esperando a que llegue la noche para no estar sola?- dijo levantándose y poniéndose a la altura de él.

-Te aferras a pensar que allí no conocerás a nadie, que no tendrás amigos, pero no tiene porque ser así- le recriminó.

-Y tú te aferras a irte a Seattle. Pensé que eras feliz aquí- le recriminó.

-Y lo soy.

-¡Pues quedémonos!- le pidió.

-Quiero ese trabajo.

-Eres egoísta Edward, me pides que deje mi vida aquí para seguirte a Seattle donde solo compartirás conmigo tres o cuatro míseras horas al día. Y todo por un trabajo similar al que ya tienes ahora- dijo saliendo de la cocina y caminando hasta el salón.

-No es el mismo tipo de trabajo.

-Puedes ser jefe de sección aquí en San Francisco. Habla con tu jefe.

-¡Las cosas no funcionan así! Tú no lo entiendes porque eres autónoma y trabajas para ti misma, pero en los trabajos de verdad las cosas no son así.

Bella se giró para mirarle enfadada y dolida.

-¿Qué quieres decir con trabajos de verdad? ¿Consideras que lo mío es un trabajo de mentira?- le espetó enfadada.

-¡No, no quería decir eso!- se defendió.

-¡Pues explícate!

-Si renuncio a esta oportunidad, mi jefe nunca más me va a volver a ofrecer otra oferta laboral.

-Edward porque no entiendes mi punto de vista…- dijo frustrada cubriéndose la cara con las manos.

-¿Por qué no entiendes tú el mío?

-Porque considero que puedes alcanzar ese puesto de trabajo aquí, tan solo que no ahora. Quizás en unos meses o unos pocos años pero no quieres esperar.

-¡No, no quiero esperar! ¡Lo quiero ya!- dijo casi gritando.

-Me mudé contigo, compramos esta casa, creamos un proyecto de vida común aquí. Y ahora quieres que renuncie a todo eso.

-Construiremos un proyecto de vida allí- intentó convencerla.

-Mi vida, aparte de ti, está aquí.

-Joder Bella…- comenzó a decir Edward cansado cuando un ruido le interrumpió.

Bella corrió hasta el recibidor donde estaba su bolso y sacó su móvil. Era un número que no tenía guardado en la agenda.

-¿Sí?- respondió.

-¿Isabella Swan?- dijo una voz que le resultaba familiar al otro lado.

-Sí, soy yo.

-Soy Billy Black, no sé si me recuerdas…

Billy Black era un viejo amigo de su padre y era el padre de Jake. Jake había sido su primer y único amor hasta que conoció a Edward. Habían estado juntos desde los 16 años hasta que tuvieron 21 y sus aspiraciones cambiaron. Él había sido su primer novio, su primer beso, su primera vez… había descubierto el amor con Jake. Su relación fue muy buena pero una vez que lo dejaron perdieron el contacto, pues a él no le sentó del todo bien que ella dejase la relación.

-¡Billy! claro que te recuerdo. Me ha sorprendido tu llamada- saluda.

-Bella, siento molestarte a estas horas pero ha ocurrido algo… inesperado. Jake sufrió un accidente de moto hace poco más de un mes, ha estado en coma inducido hasta entonces para ayudar a su cerebro a recuperarse pero esta semana finalmente ha despertado y su memoria ha olvidado los últimos 6 años. Él continúa pensando que tiene una relación sentimental contigo. Hemos intentado hacerle comprender los cambios que ha habido en su vida en estos años pero no nos cree.

-Oh dios- exclamó Bella horrorizada.

-Te llamo porque si no es mucha molestia podrías pasarte por el hospital e intentar hablar con Jake, no sé hacerle entrar en razón. Si se niega a creer su realidad nunca recuperará la memoria…- dijo Billy con la voz entrecortada.

-Por supuesto Billy, iré. ¿En qué hospital está?

- En el California Pacific Medical Center, segunda planta, habitación 210.

-Iré mañana mismo, aunque no sé si yo pueda hacer algo.

-Con que vengas a verle, te estaré agradecido de por vida Bella.

-No se merecen-

-Hasta mañana.

-Hasta mañana.

Bella colgó el teléfono y caminó hasta el sofá donde se sentó tapándose la cara con las manos e ignorando a Edward.

-¿Qué ocurre?- le preguntó este intrigado por los retazos de conversación que había escuchado.

-Es Jake- susurró.

-¿Jake? ¿Tu ex?- dijo acercándose a ella.

Bella se limitó a asentir.

-¿Qué ocurre?-

-Tuvo un accidente de moto, ha perdido la memoria de los últimos 6 años.

Edward se quedó impresionado mirando hacia el suelo hasta que recordó algo.

-Espera, has dicho que mañana vas a ir a verle- le recordó.

-Sí- respondió ella mirándole.

-O sea ¿pretendes ir a ver a tu ex cuándo él aun se piensa que sigue contigo?- preguntó frunciendo el ceño.

-¿Eso es en lo único que te fijas? Te hacía más humano Edward…- dice levantándose del sofá y caminando hacia su habitación.

-Perdona que no me entusiasme la idea de que veas a tu ex cuando él cree que sigue contigo, que seguís enamorados y compartiendo planes de futuro- dijo a su espalda caminando detrás de ella.

-Iré te guste o no.

-Sí, está claro que ''te guste o no'' es tu forma de vida- dijo aludiendo a la discusión que estaban teniendo antes de que sonase el móvil.

Bella se quedó parada al lado de la cama mirándole fríamente.

Suspiró antes de hablar.

-Esta noche no soporto ni dormir contigo- dijo antes de coger el edredón de la cama y volver andando al salón donde se tumbó en el sofá y se cubrió con él.

-¿Por qué no hablas claro y dices de una buena vez que no soportas vivir conmigo y acabamos de una vez?- le gritó desde la habitación.

-¡Lo pensaré!- le gritó Bella de vuelta desde el salón.

Ambos se fueron a dormir enfadados con el otro.

Bella enfadada porque no empatizase con lo que le había ocurrido a Jake y porque no viese la mudanza a Seattle desde su punto de vista. Edward enfadado porque volviese a ver a su ex – novio sabiendo que ese tío nunca se había olvidado de Bella. Edward se río de la ironía de que Jake hubiese perdido la memoria pero no hubiese olvidado a Bella.

Edward aun recordaba como en los inicios de su relación con Bella todo el mundo le comparaba con Jake para bien o para mal. Los padres de Bella, sus amigas, sus amigos, incluso los vecinos que tenía antes de mudarse juntos. Él no conocía a Jake pero odiaba que le comparasen con alguien y eso le había hecho odiarle cada día un poco más. Por si fuera poco las veces que Bella había hablado de él le tenía en un pedestal. Que la relación fue buenísima, que él es un santo, que ella le hizo daño al dejarle… bla bla bla.

Aunque parecía casi imposible Edward se enfadó aun más de lo que estaba antes de meterse a la cama recordando la información que tenía de Jake.

A la mañana siguiente se sorprendió de ver a Bella levantada temprano en la cocina desayunando.

Se miraron unos instantes y al ver que el otro no decía palabra ambos decidieron aplicar la ley del silencio y esta vez ni el ruido de fondo de la tele los salvaba de la incomodidad.

Mientras que Edward se fue a trabajar, Bella se dirigió al hospital donde estaba Jake. Le sudaban las manos y sentía el estómago revuelto mientras caminaba fuera del ascensor.

Entró llamando suavemente a la puerta de la habitación 210 y se encontró a Billy sentado al lado de la cama de Jake donde este estaba aun dormido.

-Perdón por llegar tan pronto- susurró acercándose a saludar a Billy.

-No te preocupes, no tardará en despertar. Pronto vendrá el doctor a revisarle- respondió igualmente en susurros.

-Siento mucho lo que ha pasado- le dijo Bella.

-Me dio un susto de muerte. Ya perdí a mi mujer y a una de mis hijas en un accidente de tráfico hace muchos años. Con Jake he vuelto a revivir ese momento- dice mirándole.

Bella también dirige la mirada hacia Jake, ha cambiado en estos años. Tiene el pelo más corto, los músculos más marcados y su barba le quita todo rastro de niñez que tenía en su rostro. Sin embargo sus ojos siguen siendo igual… ¡sus ojos! ¡Está despierto!

-Creo que sigo soñando- susurra sonriendo mirándola.

-Hola Jake- le saluda acercándose a él sonriendo.

Billy disimuladamente sale de la habitación dejándoles intimidad. Sabe que su hijo piensa que sigue en una relación con Bella, pero él sabe por su amigo Charlie que Bella está con un chico desde hace años por lo que las ilusiones de Jake se van a romper en cuestión de minutos.

-Sé que dicen que han pasado seis años pero me cuesta creerlo viéndote. Estás tal y como te recuerdo.

Bella ríe.

-Me gustaría creerte pero sé que he cambiado. Quizás los medicamentos no te permiten ver con claridad y solo ves lo que quieres ver- dice en tono bromista.

-Eso me dice mi padre, sí- dice él riendo igualmente- ¿cuándo fue la última vez que nos vimos?

-¿Te refieres en realidad o la última vez que tú recuerdas?

-El último recuerdo tuyo que tengo es cuando nos fuimos de vacaciones a Hawaii, llevabas un bikini blanco con rayas azules.

Bella sonrió ante el recuerdo, fueron las primeras y últimas vacaciones que pasaron juntos.

-Sí, eso fue hace seis años, sí. La última vez que recuerdo verte fue una navidad en casa de Charlie hará casi seis años también. Estabas allí con tu padre y tu hermana, hacía pocos meses que lo habíamos dejado y ninguno de los dos sabía cómo tratar con el otro así que tan solo intercambiamos unas palabras cordiales de feliz navidad.

-Entonces es cierto que tú y yo no estamos juntos- dice frunciendo el ceño.

No es hasta en este momento en el que Bella se da cuenta de que hasta ahora Jake tan solo ha estado buscando información para reafirmarse en su idea de que siguen juntos.

-Sí-

-¿Por qué lo dejamos? No me digas que fui tan idiota de cambiarte por otra chica, porque si es así desde ya te digo que donde estés tú no hay ni habrá ninguna más- dijo bromista.

El comentario hizo reír a Bella, había olvidado lo divertido que era Jake y estas últimas semanas no había apenas podido reír por sus problemas con Edward.

-Cambiamos. Yo acabé la universidad y quería explorar mundo y tú querías establecerte aquí, un plan de vida a largo plazo. No estaba lista en ese momento.

-Oh- dijo él. Tras un minuto de silencio sumido en sus pensamientos volvió a hablar- ¿y lo estás ahora?

Bella pensó mucho su respuesta. ¿Estaba ella lista para tener un plan de vida a largo plazo? Sí, por supuesto, el problema era que su plan de vida amenazaba con disiparse si Edward continuaba aferrado a su idea de mudarse a Seattle.

-Sí, lo estoy- dijo suspirando.

-Pues vaya chica, no lo dices con mucho ánimo. Yo te iba a proponer irnos a vivir juntos cuando saliera del hospital, te dejaría elegir el barrio donde vivir, cerca de tus padres y cerca de Rose para que puedas correr a su casa cada vez que lo necesites. Pero con ese ánimo casi que mejor seguimos cada uno con sus padres- dijo sonriendo.

Bella volvió a reír aunque por dentro no podía evitar comparar a Jake con Edward. Edward quería alejarla de toda la gente que ella conocía mientras que Jake tenía eso muy en cuenta.

-Creo que no te he preguntado algo vital. ¿Estás con alguien? Bueno han pasado seis años y… puede hasta que tengas hijos. ¡Mierda! ¿Tienes hijos?

-No- río Bella- no tengo hijos. Pero sí estoy con alguien.

-¡Vaya…! Espero que sea un buen tío.

-Lo es- suspiró- es estupendo…

Bella se quedó mirando a través de la ventana recordando…

-¿Pero…?- dijo Jake intuyendo que algo pasaba en la relación de Bella al ver su cara.

-¿Pero qué?

-Que por el tono que has usado asumo que algo pasa. No es la cara de Bella feliz la que tienes puesta.

-No es nada, solo que últimamente no estamos en una buena racha- comentó apenada.

Jake extendió una mano y la puso sobre el hombro de ella en señal de apoyo.

-Quizás esto sea una señal. Tú estás mal con tu novio cuando justamente yo olvido que no estamos juntos.

Bella volvió a reír pero no pudieron seguir con la conversación porque entraron varios médicos a revisar a Jake. En ese momento Bella salió de la habitación y se encontró con Billy sentado fuera.

-¿Ha entrado en razón?

-Ha aceptado que no estamos juntos. Pero no sé si ha asumido que han pasado seis años. De todas formas debe ser duro aceptar de la noche a la mañana que el mundo en el que vivías se ha adelantado seis años y ahora no sabes quién eres.

-Lo sé.

Más tarde ese día Bella y Jake volvieron a quedarse solos pero esta vez el tema de conversación fue mucho más profesional.

-O sea que acabaste la universidad pero no ejerces como profesora-

-No. Tengo una tienda de ropa y joyas online.

-¿Cómo?

En ese momento Bella recordó que hace seis años el mundo de las redes sociales no era lo que es hoy en día. De hecho estaba segura de que Jake no conocía ni Instagram, el principal escaparate de su negocio.

-Tengo un perfil en esta red social- dijo enseñándoselo desde su móvil- donde muestro mis productos. También tengo una página web desde donde los clientes compran dando su número de tarjeta de crédito. Trabajo desde casa creando publicidad y contactando con nuevos proveedores.

Jake asintió impresionado.

-Buen negocio. Aunque me cuesta creer que no trabajes con niños, te encantaban- dijo devolviéndole el móvil.

-Y me encantan, solo que encontré este trabajo por pura casualidad y la verdad es bastante cómodo.

Poco a poco las horas fueron pasando y era de noche cuando Bella salió del hospital prometiendo volver al día siguiente.

Cuando llegó a casa Edward ya estaba allí.

Mientras había estado con Jake no había pensado en él, ni en sus constantes discusiones que tan apagada y triste le han tenido estas últimas semanas.

-Hola- dijo entrando en la cocina donde Edward revisaba algún tipo de comida en el horno.

-Hola, ¿dónde has estado? Es tarde- dijo mirándola pero sin acercarse.

-En el hospital- explicó.

-Con Jake- supuso él mientras se cruzaba de brazos y fruncía el ceño.

-Sí, con Jake, Edward- dijo rodando los ojos.

-¿Y qué?

-Todo bien. Me lo he pasado bien, no recordaba que fuese tan divertido- dice sonriendo.

-Genial- dice frunciendo los labios y volviendo a mirar hacia el interior del horno- ¿sabe ya que estamos en 2018 y no en 2012?

-Sí, sí lo sabe. Aunque supongo que hasta que asimile que han pasado seis años así de la noche a la mañana le será muy duro, pobrecillo- suspiró.

-Ya bueno, ese ya no es tu problema- le dijo fríamente.

Bella le miró, nuevamente iban a comenzar a discutir.

-Aunque te pese Jake es alguien importante para mí. Ha sufrido un accidente horrible y por desgracia ha olvidado parte de su vida. Ponte en su lugar por un momento, ¿no te gustaría tener a las personas que recuerdas como referencia para avanzar hasta donde se supone estaba tu vida antes del accidente?

-Sí, la cuestión es que llevabas sin hablar con él años y cuando vuelva al lugar donde estaba su vida hace escasamente un mes, ¿qué vas a hacer tú?

-No lo sé Edward.

-Pero no teníais relación.

-Bueno quizás esto nos ha servido para volver a ser amigos- dice moviendo hacia arriba y hacia abajo sus hombros.

Edward bufó con burla.

-O sea que vas a seguir viéndole- asume Edward.

Bella se limita a asentir con la cabeza.

-Estupendo- responde él quitándose el delantal y saliendo de la cocina.

Bella pensó en detenerlo y hacerle entrar en razón como hubiese hecho hace unas semanas cuando eran una pareja comprometida el uno con el otro. En este momento estaba agotada de intentar hacerle entrar en razón sobre Seattle así que le dejó marchar solo con el fin de evitar otra discusión.

20 minutos después Bella se ha dado una ducha y se ha puesto ropa cómoda. Ha vuelto a la cocina donde el horno acaba de pitar anunciando que la cena ya está lista pero Edward no está por ninguna parte.

El único lugar donde no ha mirado es en el garaje así que se dirige hacia allí para encontrar a Edward revisando algo del motor de su coche ya que tiene el capó levantado.

-La cena ya está- le anuncia.

Edward ni si quiera la mira.

-No tengo hambre, cena tú.

Bella resignada vuelve a la cocina y saca la cena del horno. Es una quiche lorraine, su cena favorita. Y en ese momento con la tarta salada sobre la vitrocerámica se rompe el muro que lleva construyendo semanas, desde que Edward le anunció que quería irse de la ciudad. Llora porque por primera vez se da cuenta de que la situación en la que está ahora mismo su relación es crítica. Edward ha intentado tender un puente entre los dos elaborando su cena favorita pero ni aun así ha servido. Llevan semanas sin hablar, solo discuten y no viven juntos, tan solo comparten casa. Por supuesto las palabras de cariño, las largas charlas abrazados en el sofá, los besos y el sexo parecen cosas de otra vida.

Finalmente la quiche lorraine se queda entera en el frigorífico porque ella también ha perdido el apetito. Se va a la cama pronto, sin embargo no logra dormirse hasta la 1:30 de la mañana y en ese momento Edward aun no ha ido a la cama. Lleva semanas durmiendo dándole la espalda e incluso ayer durmió en el sofá, pero hoy después de ver en que se ha convertido su relación necesita que Edward duerma a su lado. Necesita al menos tener ese nexo de unión con él para no sentir que todo está perdido.

A la mañana siguiente se despierta sola en la cama pero le reconforta ver que al otro lado las sábanas han sido retiradas, o sea que Edward sí ha dormido allí.

Pasa gran parte de la mañana en su casa limpiando, organizando, cocinando, trabajando… y a las 4 de la tarde sale de nuevo hacia el hospital. Se sorprende cuando Jake le anuncia que al día siguiente será dado de alta y volverá a casa de su padre hasta que se recupere. Ese día la visita en el hospital acaba pronto ya que Jake cae rendido antes de que anochezca. Aprovechando la cercanía del hospital con la casa de sus padres conduce hasta allí.

Sonríe nada más bajarse del coche porque huele a casa. Huele al mar y a crema solar, justo el olor de su infancia.

Cuando entra en su casa su madre está viendo la tele y su padre está arreglando algún tipo de batidora en la cocina.

-Hola nena, cuánto tiempo- le dice su madre.

-¿Bells?- pregunta su padre desde la cocina.

-Hola- saluda sonriente.

-¿Has venido sola? ¿Y Edward?- pregunta su madre extrañada.

-Está trabajando-

-Ya es tarde, habrá salido ya de trabajar- dice su madre frunciendo el ceño.

-Bueno lo cierto es que no vengo de casa. Vengo del hospital- explica.

-¿Te pasa algo? ¿Estás bien?- preguntan ambos padres.

-Yo sí, pero el otro día me llamó Billy Black- dice mirando a su padre- Jake tuvo un accidente de moto y despertó sin recordar los últimos seis años.

Tanto Charlie como Renée expresan su disgusto. Pues conocen a Jake desde que era un niño y mientras estuvo con Bella fue como un hijo más.

Bella les cuenta como se encuentra Jake y su plan de ayudarlo en todo lo que esté en su mano. Sus padres no solo están de acuerdo con su decisión si no que ellos también se ofrecen como ayuda.

Sin darse cuenta llega la hora de cenar y Bella no puede rechazar la oferta de quedarse a cenar y probar las costillas con salsa barbacoa que su madre tiene en el horno.

-¿Por qué no llamas a Edward para avisarle de que estás aquí?- le dice su padre.

-Se lo figurará- dice mirando el plato.

-¿Todo está bien cielo?- le dice su madre.

Bella pretende seguir con la falsa, decir que todo está perfecto y sonreír pero no puede.

-A Edward le han ofrecido un puesto de trabajo en Seattle.

-Oh- exclama su madre.

-Yo no quiero irme de aquí. No quiero dejar atrás a mis amigos, a vosotros…-expresa triste.

-Nosotros tampoco queremos que te vayas pero si tuvieras que hacerlo no estés triste por nosotros. Solos nos cuidamos bien- dice su madre para tranquilizarla.

-No es eso, es que yo… tengo miedo de dejar toda mi vida aquí y seguir a Edward cuando su trabajo apenas le deja tiempo libre. Aquí lo llevo bien porque paso el tiempo con vosotros o con las chicas, pero allí estaría sola. No quiero ser la chica que solo depende de su novio para relacionarse.

-Bella a veces hay que hacer sacrificios por la persona con la que queremos compartir nuestra vida- le dice su padre.

-Sé que puede dar miedo irte solo con Edward a una nueva ciudad que además está lejos de casa. Pero lo primero es que no estarías sola, le tendrías a él y lo segundo es que allí podrías echarte amigos cielo- la anima su madre.

-Mamá sabes que no soy la chica más sociable del mundo…

-Tonterías Bella, estos últimos años te has cerrado mucho y no has conocido a gente nueva. Me parece estupendo que trabajes desde casa pero creo que podrías desempolvar tu título de profesora y dar clase en algún colegio de Seattle, así te relacionarías, estarías ocupada, tu mente estaría despejada y no te sentirías sola ni serías esa chica que solo vive para cuando su novio llega de trabajar.

-No sé… es que me había imaginado mi vida aquí. Nuestro plan era vivir aquí y de repente viene un día y me dice que quiere mudarse- cuenta pasándose las manos por el pelo desesperadamente.

-Puede ser temporal- dice su padre- quizás sea por unos meses o un par de años y luego vuelvas.

-Prefiero no pensar en esa posibilidad, por si luego no sucede no llevarme chascos-

-Además el otro día hablando con Jake… estaba de broma pero vi que él sí tenía en cuenta mis necesidades sociales y Edward no.

-Oh oh- dice su madre- no los compares Bella, son muy distintos.

-Lo sé.

-Además quizás después de este tiempo hayas olvidado algunos detalles de tu relación con Jake pero recuerda que él te agobiaba. Jake era muy planificado y eso a ti no te gustaba, decías que nunca había factor sorpresa con él- le recordó Renée.

-Es cierto…- suspiró Bella recordando cómo los últimos meses en los que estuvo con Jake esperó sentirse ilusionada de nuevo pero todo era predecible y no la satisfacía.

-Habla con Edward. Exponle tus dudas y tus miedos, él lo entenderá porque te quiere, mucho.

-Mamá, ¿crees que no lo he hecho? Millones de veces estas semanas, pero él no se pone en mi lugar ni si quiera para intentar entenderme y eso me cabrea.

-Si los dos estáis enfadados con el otro es lógico que no os entendáis. Prueba a calmar los ánimos en casa y luego tener esta conversación con él de nuevo.

Bella recibió varios consejos de su madre y otros de su padre para arreglar su situación.

Condujo hasta su casa y cuando llegó eran pasadas las 11 de la noche, estaba agotada.

Miró su teléfono y no tenía una sola llamada de Edward, ni un whatsapp, nada. Triste y resignada por su falta de interés giró la llave en la cerradura y abrió la puerta encontrándose todas las luces apagadas.

En silencio caminó hasta la habitación donde Edward dormía.

-Edward- le susurró acercándose a su lado.

Edward ni se inmutó, no hizo ningún tipo de movimiento y Bella asumió que estaba profundamente dormido.

Se agachó hasta sus labios los cuales rozó levemente a la vez que le acariciaba el pelo.

-Descansa- susurró.

Cinco minutos después ella también se metió entre las sábanas pero antes de cerrar los ojos y por primera vez en semanas durmió pegada al cuerpo de su novio.

A la mañana siguiente Edward se despertó enfadado, tal y como se había acostado. Bella no había llegado aun cuando se fue a dormir y ni si quiera había avisado. Seguro que pasó todo el día con Jake jugando a las enfermeras.

Suspiró intentando no hacerse mala sangre desde primera hora de la mañana pero cuando abrió los ojos y fue un poco más consciente de la realidad que le rodeaba sintió un peso sobre su hombro izquierdo.

Bella estaba ahí, había venido a dormir y por primera vez en semanas no le estaba dando la espalda.

Intentó mantener su nivel de enfado pero ese pequeño detalle le ablandó. Llevaba muchos días sin tocarla si quiera y eso no le gustaba en absoluto. Aprovechó que ella estaba dormida para pasar un dedo por su cara enmarcando la línea que separaba su piel de su cabello.

Sin querer Bella se despertó y sonrió aun adormilada.

-Buenos días- le dijo aun con los ojos cerrados.

-Buenos días- respondió Edward acercándose a besarla. Iba a ser un beso suave, un roce, pero Bella entreabrió los labios profundizando el beso.

Ambos lo disfrutaron después de mucho tiempo.

-Duerme un poco más cariño, es muy pronto aun- le susurró Edward antes de darle un beso en la mejilla y salir de la cama.

Bella se metió aun más dentro de las sábanas y rodó sobre sí misma volviéndose a dormir.

Nada más llegar a la oficina su jefe le volvió a llamar a su despacho.

-Edward necesito una respuesta.

-Aun no la tengo.

-¿Qué es con lo que no estás conforme? ¿El sueldo, el horario?

-El lugar más bien.

-¿Cómo?

-El problema está con Bella, no quiere mudarse y eso me está creando dudas.

-Ya veo… vamos a hacer una cosa. Vete a Seattle, llévate a Bella, disfrutad de la ciudad, como si fuesen vacaciones y a la vuelta me dices tu respuesta.

-Gracias Josh pero ahora mismo estamos liadísimos diseñando el nuevo cortafuegos, no creo que dejar a mis compañeros solos sea lo idóneo…

-No te preocupes Edward, me urge más tu respuesta que el cortafuegos- le despidió riendo.

Edward lo pensó durante unos instantes, quizás ir a Seattle era lo que Bella necesitaba y sin duda lo que ambos necesitaban era un cambio que los sacase de ese coma de discusiones en el que estaban inmersos desde hacía semanas.

Llamó a Bella pero no se lo cogía y cuando acabó su jornada laboral no le había devuelto las llamadas. Respiró hondo intentando que no le afectase y condujo de camino a casa.

No debería haberle sorprendido pero lo hizo el encontrar su casa vacía. El beso de esta mañana y sus planes para el fin de semana le habían hecho ser optimista. Se dio una ducha y se cambió de ropa para ir a casa de sus suegros, donde supuso que estaría Bella.

Cuando llegó allí vio el coche de Bella aparcado en la puerta.

-¡Edward! Hijo cuanto tiempo- le saluda efusivamente Renée.

-Hola Ren, perdona pero ¿está aquí Bella?

-Ha venido sí, pero ha ido al parque que está a dos calles de aquí. Nuestro vecino nos ha dejado al bebé porque tenía que ir al hospital de urgencia y ha ido a darle un paseo- explicó.

Edward sonrío.

-¿Te importa si voy a buscarla en vez de esperarla aquí?- preguntó no queriendo ser mal agradecido.

-Oh no, no, para nada. Corre a que te dé el aire- dice echándole del porche riendo.

Edward camina atento para no perderse. Este barrio le resulta lioso porque todas las jodidas calles son iguales y el diseño de las casas también es igual. Finalmente llega al parque, repleto de niños y comienza a buscar a Bella pero se le dificulta entre tantas madres así que comienza a buscar bebés. En seguida la visualiza sentada en un banco con un bebé de unos dos años sentado en sus rodillas, pero no está sola, hay un hombre sentado a su lado.

Edward no ha visto nunca a Jacob Black pero ha visto las suficientes fotos como para saber reconocerlo. Es él, está con Bella y si él no supiera la verdad pasarían perfectamente por una pareja feliz que tiene un hijo.

La paciencia de Edward llega hasta este punto. No le agrada el ex novio de su novia pero además en los últimos días ha pasado de no ser nadie en sus vidas a ser la persona con la que más tiempo pasa Bella al día. Respira hondo antes de caminar hacia ellos, ya es hora de que el chucho le conozca, y cuando está a unos 10 metros Jake se inclina sobre ella y la besa.

La besa.

Edward no da crédito a lo que está viendo pero todavía le resulta más increíble la reacción de Bella que en vez de apartarse se queda ahí con los ojos cerrados y sonriendo, justo como cuando le besa a él.

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¿Qué os ha parecido? ¿Os gusta la temática de la historia? ¿Creéis que van a dejar de estar juntos?

Como veis soy fiel a mi línea de narración y no planteo situaciones que no se puedan dar en la vida real. Hay un montón de historias que tratan sobre la amnesia en la que uno de los dos protagonistas no se acuerdan del otro y se monta un drama brutal. Sin embargo viendo la película The Vow, cuando Page visita a su ex y este le cuenta que está con otra chica, pensé ¿cómo se sentirá su novia cuando se entere de que su ex novia ha perdido la memoria y piensa que siguen juntos? Y de ahí este TS.

SI OS HA GUSTADO Y QUERÉIS QUE SUBA EL PRÓXIMO CAPÍTULO DECÍDMELO EN UN REVIEW. Como siempre cada review será recompensado con un adelanto.

Nos leemos, Bella Bradshaw.