N/A: Buenas, por fin me he decidido a contribuir con algo de mi creación para esta bonita pareja. Me he decidido por una trama con misterio y romance. Tendrá pocos OC's que solamente servirán para el avance propio de la historia y torturar a Gajeel ;)

Capitulo 1: Minstrel

Era temprano en la mañana cuando Levy se dirigía a la oficina del Maestro Makarov, Mirajane le hizo saber que era urgente y que se presentase en cuanto terminara su desayuno. Y siendo así, la pequeña maga de Escritura Sólida se levantó de su mesa, dejó el libro que leía junto a Jet y Droy -que seguían comiendo y se despedían de ella con la boca llena- y fue directo a su cita con el Maestro. Una vez frente a la puerta, levantó una manita pálida y tocó suavemente para informarle de su presencia.

"Adelante." Dijo una voz cansada y carrasposa. Levy asintió como si el viejecillo pudiera verle a través de la pared y entró a la oficina silenciosamente. El miembro más poderoso y antiguo de Fairy Tail se encontraba sentado sobre su escritorio, sujetando una tacita de café entre sus manos y una expresión inusualmente seria en su rostro. "Toma asiento, querida." Le dijo, tratando de mostrarle una sonrisa tranquilizadora.

Sin decir palabra, Levy se puso cómoda en el sillón de cuero frente al Maestro, quería preguntarle porque se mostraba tan solemne cuando la puerta del despacho se abrió nuevamente revelando una figura alta y de cabello largo azabache. Sus ojos rojos la dejaron sin aliento por un segundo, era él.

"Maestro, vine a lo de siempre de cada mes..." Anunció Gajeel con un dejo de pesimismo y una cara de pocos amigos que ya era normal en él. Makarov le miró un poco confundido y luego pareció entender por fin del asunto privado que se tenían en manos y negó con la cabeza.

"Ahora mismo estoy a punto de explicarle a Levy-chan sobre su próxima misión." Contestó el viejo haciendo un ademán con la cabeza para señalar a la maga sentada en el sillón de cuero. Sus ojos siguieron el gesto y Gajeel pareció percatarse de su presencia por primera vez. Por la cara de sorpresa que puso, Levy diría que era la última persona que esperaba encontrarse en la oficina de Makarov a estas horas.

"Buenos días, Gajeel." Saludó ella, orgullosa de ser la única con modales en la relación. Él se limitó a responder con un pequeño gruñido hacia su dirección y que Levy percibió como un "Buenos días a ti también, enana."

"Siéntate, Gajeel. Te atenderé después de que termine de hablar con Levy-chan." Gajeel miró a la maga de soslayo y después de dudar un segundo, se sentó junto a ella. Levy se preguntó si la cosa no era tan seria como se había imaginado siendo que el Maestro no parecía tener problema alguno de tenerlo ahí y dejarlo escuchar lo que tenía que decirle.

El maestro carraspeó y la atención de los dos jóvenes se concentró en el viejecillo "Bien,-" La puerta se abrió de nuevo, esta vez con más fuerza y los tres giraron la cabeza para ver de quien se trataba "Oh carajo, ¿y ahora quién... ?" Se detuvo a tiempo que Laxus entraba a la habitación y saludaba a los ocupantes con un seco "Hola", Freed le seguía unos pocos pasos atrás.

"Laxus, Freed." Makarov se recuperó del breve disgusto y nuevamente señaló a los nuevos invitados a tomar asiento. El sillón dejó de ser cómodo en cuanto Laxus se situó en medio dejando apachurrados al matadragones de Hierro y la peliazul. Freed se mostraba un poco decepcionado de no tener un asiento junto a su ídolo pero se conformó rápidamente con la silla que yacía junto al grupo.

Levy aprovechó el momento para darse cuenta de la situación tan peculiar en que se encontraba. Había pensado que ver a Gajeel temprano en la mañana era buena suerte (ya había dejado de lado los sonrojos idiotas y había aceptado hace tiempo que le gustaba mucho el muchacho) pero al ver a la mitad del Raijinshuu y al mismo Laxus al parecer nada sorprendidos de verla allí, no pudo evitar preguntarse si la misión era en conjunto con ellos. Al tiempo que su imaginación se hacía una idea de lo que sería, Makarov carraspeó por tercera vez esa mañana y la atención se postró nuevamente en el pequeño pero imponente anciano.

"Laxus, Levy, Freed..." Gajeel tosió "Oh, y Gajeel.." Soltó el Maestro a regañadientes "Les he reunido para hablarles de una misión muy especial. El cliente ha solicitado explícitamente a Levy McGarden, conocedora de lenguas muertas y antiguas; y Freed Justine, el experto en runas. El trabajo necesita de su ayuda en concreto pero el cliente es algo exigente y ha especificado la presencia de Laxus como guardia especial para ambos durante el trabajo."

Laxus asintió y compartió una sonrisa con Freed, que ya se veía emocionado con el prospecto de tener tiempo de calidad junto al rubio sin la presencia del resto del Raijinshuu. Levy por su parte, tenía dudas sobre la curiosa petición y la duración de la misión en concreto.

"Me apunto." La voz de Gajeel resonó en la habitación y tanto ella como sus nuevos compañeros de trabajo se mostraban confundidos, quizá Laxus algo más que curioso. El mago de hierro estaba de brazos cruzados y miraba al Maestro con determinación. De está no le decían que no. Makarov parecía confundido de igual manera que el resto y antes de responderle, Gajeel continuó "Laxus puede encargarse de Freed y yo me enfocaré de proteger a Levy. Será más eficiente." Dijo como si fuera lo más lógico del mundo. Y sí, Levy coincidía que era la estrategia más eficiente y segura aunque le molestase darse cuenta que su decisión era algo más que parcial hacia él por el sonido de su nombre en sus labios y el hecho de que se haya ofrecido así nada más.

"¿Crees que no soy capaz de mantener a salvo a dos personas?" Laxus inquirió un tanto molesto por la imprudencia de Gajeel ¿Qué se creía para dudar de su capacidad? No era un mago de clase-S por nada y un trabajo de guardaespaldas sería pan comido para alguien de su talaña.

El moreno lo miró con una sonrisa burlona "Calma, Rayitos. No estoy insultando a nadie, solo estoy preocupado por la enana." Revolvió el cabello de la chica para afirmar lo que había dicho y Laxus se calmó visiblemente. No era secreto que Gajeel y Levy eran algo más que amigos pero francamente era ignorante de cuán cercanos eran. La declaración de su colega matadragones le daba una idea, claro.

La mirada de Laxus cayó sobre ella y la vio sonrojar, no era propio de Gajeel mostrarse tan abierto y el rubio sonrió un poco por primera vez en la mañana. "De acuerdo." Dijo "¿Qué dices, viejo? ¿Crees que el cliente sería tan amable de aceptar un extra?" Señaló a Gajeel con la cabeza.

Makarov, que había contemplado el intercambio silenciosamente junto a Freed, parpadeó y miró a Gajeel detenidamente. El joven parecía no menos incómodo que cuando entró pero sus ojos radiaban osadía, seguramente esperando que su decisión fuera positiva pero ni él sabía si el cliente sería tan comprensivo. Aunque pensando en el lugar a donde se dirigían, concluyó que lo mejor era enviar a alguien con la misma capacidad que Laxus y tener seguros a sus dos miembros más inteligentes.

"Esta bien, puedes ir con ellos, Gajeel." El matadragones se alegró visiblemente, cosa que solamente Levy pudo notar, cabe resaltar. No era que su rostro revelara algo más que su ceño fruncido y una sonrisa quebrada de la que era característico. "Tengo que admitir que tu integración al equipo me ha calmado un poco los nervios."

El comentario del Maestro les extrañó a todos, no era común verlo tan preocupado. Generalmente confiaba plenamente en que los enviados a trabajos especiales cumplieran su misión como es debido y dudaban que lo que le aquejaba era el simple hecho de que no les creía capaces. Laxus, con la confianza entre abuelo y nieto, le preguntó lo que otros no se atrevían a decir "Viejo, ¿qué es lo que te preocupa tanto? ¿Piensas que no estamos a la par de la petición?"

Makarov levantó la vista sin rastros de la ansiedad de hace unos instantes, obviamente tratando de calmarles y cuando eso no funcionó, sonrió ampliamente y río un poco, llenando la habitación del sonido grave de su voz mientras que la confusión de los jóvenes sólo se incrementaba. Una vez calmado, su voz serena le respondió "Nada de eso, Laxus. Es sólo la tonta paranoia de un padre." Sintiendo sus dudas incrementarse, Makarov bajó de su escritorio y paseó en el espacio entre el mueble y los sillones, brazos cruzados por detrás. "¿Están familiarizados con el país de Minstrel?"

Levy ahogó un gritito y todos se voltearon a ella. "¡Está al sureste de Fiore y es uno de los países más prósperos y es conocido como la cuna de la magia que utilizo!" Ahora si que estaba emocionada, no por nada le habían solicitado. La peliazul se desvivía al pensar en todos esos libros que podría leer sobre el origen de su magia y las técnicas que aprendería de seguro. Su emoción era contagiosa y aunque el prospecto de dejar el país no le apetecía a ninguno de los varones, se sentían un poco embriagados por la idea de pisar tierras nuevas.

"Maestro, ¿quiere decir que nuestra misión es en Minstrel?" Makarov asintió y la pequeña maga sonrió de oreja a oreja antes de percatarse de un detalle curioso pero crucial, y su radiante sonrisa vaciló un poco al preguntar. "P-pero... Si nuestro destino es Minstrel, ¿por qué han solicitado magos de Fairy Tail cuando su país debe de tener los mejores usuarios de runas y escritura sólida? No estoy dudando de nuestra fuerza-" Añadió con una mirada a Freed "Pero no puedo evitar preguntármelo, y puede que ni siquiera estemos familiarizados con el tipo de runas que utilicen..." La chica claramente se desanimaba a cada palabra pero la sonrisa de Makarov no flaqueó.

"Entiendo tus preocupaciones, Levy-chan-" Cerró los ojos al mismo tiempo que acariciaba sus bigotes. "Pero el tipo que los ha solicitado era un antiguo residente de Magnolia y su problema curiosamente presenta magia originaria de Fiore que solamente magos como ustedes conocen." Se oyó un sonidito de sorpresa entre los presentes y las dudas tanto como de Freed y Levy se disiparon. "La misión en sí, no es tan complicada y si me permiten, puedo explicarles de una buena vez."


Era medio día cuando Levy salía de la oficina de Makarov, algo tensa por la posición incómoda junto a Laxus y Gajeel pero emocionada con el prospecto de viajar a Minstrel. La misión se tornaba interesante y ahora le calmaba el saber que la magia con la que tratarían no era nada ajena pero propia de Fiore.

Gajeel seguía acompañándola y hacía comentarios distraídamente mientras comía el hierro que le había conjurado. Habían pasado la primera hora planeando su viaje, cosas que ver y lugares que visitar una vez terminado el trabajo y a su vez resaltando detalles sobre este que les habían parecido algo peculiares.

El sitio en donde se quedarían sería el hogar del cliente, una enorme mansión de 27 habitaciones y algo alejada del bullicio de la gente de pueblo. Eso les ponía algo nerviosos pero lo dejaron pasar. Su cliente era un notable coleccionista de muñecas y cada noche un hábil mago de runas se escabullía dentro y robaba una de las muñecas que decoraban cada habitación. Al salir con el botín, el cuarto victimado era sujeto a un conjuro de runas y lo dejaba completamente cerrado. Ningún mago de escritura sólida o especialista en runas del país de Minstrel le había servido y por fin había caído en cuenta que la magia utilizada era proveniente de Fiore. El supuesto cliente había sido un antiguo miembro del gremio y conocía muy bien su reputación, confiaba plenamente en los magos de Fairy Tail. Makarov no recordaba el rostro ni el nombre del cliente pero los detalles fueron confirmados por Mirajane, que había sacado los registros de la vieja biblioteca.

Así, el trabajo de Levy y Freed consistía en liberar las habitaciones de sus runas y reglas, y recuperar los objetos perdidos. Los músculos de la misión, que en su caso, serían Gajeel y Laxus, se encargarían de atrapar al singular ladrón por la fuerza. Desde el punto de vista de la maga de escritura sólida, todo se mostraba claro y fácil de lograr pero se recordó lo tonto que es subestimar a un enemigo y sobrevaluar tus propias habilidades...

"Estás rompiéndote el cerebro antes de ver el problema, ¿verdad, enana?" La voz profunda de Gajeel logró sacarla de sus pensamientos y le miró sorprendida. Era gracioso como este hombre podía leerle tan fácilmente pero frustrante al mismo tiempo que pensaba en que tan denso era para otras cosas.

"No puedo evitarlo, Gajeel." Se encogió de hombros y dirigió la mirada hacía el resto del gremio desde su asiento en la barra. Gajeel seguía masticando unos cuantos tornillos cuando su mirada se posó en Lily. "¿No deberías hablar con Lily sobre el viaje de mañana?"

"No hace falta, él no vendrá con nosotros." Respondió, dejando a Levy boquiabierta. ¿Gajeel Redfox dejando su gato favorito en una misión? ¿Quién es este tipo?

"Oi, no me mires así." Dijo, como si pudiera oír los pensamientos de la mujer a su lado. "Lily ya tenía planes de visitar la villa de los Exceed y prácticamente le rogué al maestro para ir con ustedes." Levy se sonrojó un poco al recordar sus palabras de esa mañana.

"Mmm..." Ciertamente le emocionaba la idea, se sentía un poco mal por mostrarse contenta a la ausencia de Lily pero quería convencerse que se merecía un tiempo a "solas" con él.

Y así, en la barra y con un alboroto al estilo Fairy Tail por detrás, el tiempo voló y un atardecer pintó el cielo de un oscuro color rojizo.

Se habían pasado las horas platicando y Lily también se les había unido en algún momento, deseándoles un buen viaje y tirando comentarios por debajo que dejaron a Gajeel embarazosamente nervioso. Levy sólo reía y le daba palmaditas en el brazo. Una mirada furtiva al reloj de pared le mostraba lo tarde que era y si no se daba prisa no tendría tiempo de prepararse para mañana. Se despidió de Gajeel y Lily que se mostraban un tanto sorprendidos por su repentina partida.

"Tú también deberías prepararte de una vez, Gajeel." Le reprimió mientras sus delicadas manos se posaban en sus caderas, y por un breve momento el mago de hierro pensó que se veía sexy "Recuerda que no vamos a otra ciudad pero a otro país, no seas necio y ve." Gajeel le devolvía la mirada con ojos entre-cerrados, claramente aburrido con su reprimenda maternal. "Puedo encargarme de eso muy bien, enana. No necesito de horas como tú." Levy solo giró los ojos a su insensatez y se fue mientras les decía adiós con la mano.

Los ojos marrones del matadragones siguieron la pequeña pero femenina figura hasta que se desvaneció por la puerta principal, no pudo evitar que su mente divagara en lo más que bien que se veía cuando caminaba y movía sus caderitas así. Iba a ser complicado contenerse de sacar su lado afectuoso teniendo en cuenta que Laxus y Freed estarían presentes todo el tiempo y no le agradaba la idea de estar escondiéndose. Lily le había hecho unos comentarios estúpidos sobre tiempo a solas con ella y que si esta vez tendría el valor de decir las cosas como son y sacar su relación del limbo en que se encontraban. Hacía tiempo que tenían algo (aunque ni ellos mismos sabían "qué" exactamente) y salían juntos en algo que ninguno de los dos llamaría citas pero donde habían tenido uno que otro beso o caricia. No era de ocultar que le encantaba la enana pero algo más en su interior le impedía darle una confirmación de sus sentimientos.

No había tenido el mejor de los primeros encuentros con la mujer, le había hecho pasar una experiencia traumática y era de esperarse que ni siquiera le dirigiese la palabra aún siendo parte del gremio y todo. Su amistad y cercanía de ahora seguía siendo un enigma para Gajeel pero era algo que le mantenía feliz y quería conservarlo. Si se atreve a decirlo.

Aunque, francamente, el hombre no podía esperar algo más de ella. No debía, era su karma. Querer algo más de Levy, de la mujer que le perdonó y le brindo una amistad tan sincera, sería una blasfemia. Pero ella con toda su pureza era un imán natural para él y por más que quisiera dibujar una línea entre ellos, era fácilmente desvanecida con una de sus sonrisas. Él sabía que su pasado había sido perdonado pero esperar que su amor diera frutos era algo que no se podía permitir. No se merecía una felicidad con la persona a la que debía una segunda oportunidad, vamos que si Makarov lo invitó pero la aceptación de Levy fue lo que lo mantuvo ahí.

Gajeel no se consideraba sentimental pero con ella estaba dispuesto a divagar en su corazón y darle una respuesta clara en algún momento. Ella era, después de todo, lo mejor que le había pasado en su vida después de Metallicana y lo último que quería era lastimarla de nuevo. Así que por esta vez quisiera creer que el viaje largo que tenían por delante le ayudaría a ver lo que se negaba a aceptar y simplemente ser feliz a su lado.

Un rato después de contemplar su complicada vida amorosa (avergonzado nada más de mencionarlo o pensarlo), Gajeel y Lily se retiraron del gremio y fueron camino a casa donde el matadragones se mantuvo distraído preparándose para su primera misión con Levy... Oh, y Laxus.

"Y Freed" Dijo casi al unísono con Lily. "Mierda, las cosas que hago por esa enana."


N/A: Les prometo avanzar la historia lo más que se pueda pero necesito insertar todos esos pensamientos de los personajes para lo que se viene después. Creo que la combinación de Freed y Laxus con Gajeel y Levy es un tanto inusual pero tengo pensado muchas interacciones divertidas entre ellos y fue la principal razón por lo que todo esta historia cobró vida. Review ó Follow si les gustó x)