Disclaimer: los personajes de Saint Seiya pertenecen a Masami Kurumada y Toei Animation. Escrito sin intenciones lucrativas.

Nota de la autora: Relato basado en un juego de RPG de corte vampírico, Lupita Cleopatra llevaba la parte de Milo y yo la de Shaina. En este relato he adaptado el texto escrito por ella lo he incorporado a mi propia narrativa. Espero que os guste.

Capítulo 1

Una joven de largos cabellos verdes acababa de llegar a una pequeña aldea inglesa tras un larguísimo y pesado viaje desde la Isla Esmeralda* que no se halló falto de numerosísimos problemas, de los que uno de los peores había sido el tener que viajar sola.
La bonita muchacha perdió a sus padres siendo muy niña pero tuvo suerte en que la adoptaran otros miembros del grupo de irlandeses descendientes de los náufragos de la Armada Invencible** del que formaban parte y a los que estaba emparentada.

El grupo con el que viajaba estaba primordialmente compuesto de artistas: bailarines, cantantes, acróbatas, etc... que se dedicaban a actuar en los pueblos por los que pasaban para poder ganarse la vida. No obstante, en Irlanda la situación se les había vuelto insostenible debido principalmente a la opresión que sufrían los campesinos por parte de los terratenientes ingleses y el que las cosechas hubieran sido desastrosas aquella temporada; por ese motivo a muchos de los itinerantes se les acusaba de cualquier crimen grande o pequeño que ocurriera en cualquier localidad y a menudo sin pruebas concluyentes que demostraran su culpabilidad. Esa situación fue decimándolos poco a poco.

Aquel grupo nómada decidió probar suerte en Inglaterra y partieron desde Dublín hacia Liverpool. El viaje había sido arduo y duró varios días. La tripulación y el resto de pasajeros también desconfiaban de ellos ya que algo extraño ocurría todas las noches.
Entre los arrestos, los que tuvieron que salir huyendo y la gente perdida en la travesía por las traicioneras aguas del Mar de Irlanda tan sólo una docena pusieron pie en tierra firme al llegar a Liverpool.
John Robinson-Heredia, el jefe del grupo, fue uno de los pocos que llegaron y gracias a él consiguió Shaina (que así se llamaba la muchacha) tener su propio carromato pues anteriormente había compartido con otras cuatro personas; al empequeñecer el grupo John distribuyó a partes iguales lo que no les había sido arrebatado y a la joven también le correspondieron dos caballos.

Desgraciadamente en menos de dos días el grupo se vio reducido a la mitad debido a algo mucho más siniestro. Había entre ellos una vieja médium que logró advertir a los supervivientes como poder combatir aquel problema. Esta mujer fue la mentora de Shaina y le había enseñado las técnicas básicas de todas sus artes, incluyendo sus metodos de adivinación.
El grupo al ser atacado fue dividido ya que sus integrantes corrieron en todas direcciones y por ese motivo, la muchacha se vio sola en este mundo cuando por fin consiguió llegar a la pequeña aldea donde iba a pasar la noche.

A los animales colgó unas ristras de ajo al cuello, también selló las ventanas y puertas de su casita sobre ruedas con flores de dicha planta; tomó la precaución de llevar algunos amuletos, un crucifijo y símbolos sagrados que le servirían de protección; por último, al final de ambas mangas y debajo de la almohada se encontraban unas afiladas dagas que no dudaría en usar si alguien, ya fuera humano o criatura sobrenatural, tuviera la osadía de intentar atacarla.

Una vez que consideró que todo estaba listo, se echó a dormir.

Notas de la autora

*Es un nombre por el que se conoce a Irlanda (o Emerald Island en inglés)
**El rey Felipe II intentó invadir Inglaterra pero debido al mal tiempo existente en el Canal de la Mancha y también a que los navíos ingleses eran mucho más ligeros y fáciles de maniobrar que los galeones españoles, la Armada fue derrotada y los barcos que no se hundieron debieron tomar una larguísima y ardua ruta para poder escapar del territorio enemigo.
Varios de ellos naufragaron en las costas de Irlanda y en Devonshire (Inglaterra), particularmente en un pueblecito llamado Appledore donde con el tiempo los marinos y prisioneros supervivientes se integraron con el resto de la población. Actualmente tanto en Devonshire como en Irlanda existen numerosos descendientes de españoles.