Capitulo 1: el nacimiento, la persecución y el legado

Era una noche de luna llena, en la cuidad élfica de Ellesméra. Por sus calles se oía el llanto de un bebé recién nacido (N/A: no por que diga el significa que sea hombre); en brazos de su madre que corría por su vida y por la de su hija.

La madre ya no sabia que hacer, ni a donde ir. Las cosas que la perseguían habían matado a 18 guardias; su marido y padre del bebé, estaba en una misión a las afueras del Bosque Guardian.

Mientras pensaba en todo esto; por accidente, al doblar en una calle, entró en un callejón sin salida. Esas criaturas que la perseguían la acorralaron, sin dejarle una vía de escape. La mujer (N/A: o elfa) se quitó la capucha que traía puesta, dejando al descubierto su rostro.

Esta, era hermoso (n/a típico! ¬¬), tenía facciones refinadas y felinas. Su cabello era largo y oscuro, con rizos bien peinados que ondeaban con el viento. Gracias a esto sus orejas puntiagudas quedaban al descubierto. (N/A: Siiii, Arya es mamá )

vaya, que gusto verte de nuevo, Arya – dijo uno de sus perseguidores, al darse vuelta la elfa pudo ver a dos "hombres". Uno alto y otro bajo.

"genial Rac' zacs!", me gustaría poder decir lo mismo – dijo Arya sonriendo sarcásticamente. – no me daré vueltas en el asunto. Que quieren? – pregunto la elfa, sosteniendo con fuerzas al bebé.

Queremos al bebé, perdón a la bebé – dijo el mas alto apuntando a la bebé. – bueno, nosotros no la queremos, nuestro amo la quiere – corrigió el mismo.

Galbatorix?, Galbatorix quiere mi bebé?, no se supone que le tiene un hijo de 2 años – dijo Arya riendo.

Tu sentido del humor no te falla nunca, eh! – dijo el más alto.

Damos a la bebé y no le haremos daño – dijo con un tono del que se podía desconfiar.

Y si no la entrego – dijo Arya desafiante.

Será por la fuerza entonces – dijeron los dos mientras desaparecían en la oscuridad.

Arya sintió a los pocos segundos una respiración en su cuello, cuando se movió para salir corriendo. Sintió que una mano la tomaba del brazo, haciendo que soltara al bebé.

Ésta estaba a punto de golpearse contra el suelo, cuando el hombre mas bajo la atrapó y se fue. El más alto la soltó y la dejó en el suelo, muy cansada.

Arya a pesar de todo; sonreía, la carnada había funcionado. La bebé se encontraba sana y salva al otro lado del país en Farthem dûm. Donde sabía que Murtagh la cuidaría muy bien. Con la bebé había trasladado algo de mucho valor, una caja de oro y un legado.