Play (Traducción)

Rating: PG-13/T

Genre: Horror/General

Sinopsis:Viñeta corta. A Diana le gusta jugar con muñecas. Traducción autorizada por INMH.

Disclaimer: Nada de Rule of Rose me pertenece. Todo es gracias a Atlus.

Notas de Autor: "Primer fic de Rule of Rose. WOOT! Este juego es simplemente increíble. A la m*erda los que dicen que apesta" —Cuando terminé de leer esto, se convirtió automáticamente en una de mis frases favoritas XDD

Notas de Traductora: Prácticamente me dieron permiso diferentes autores para traducir todo lo que deseara de RoR, así que eso hago. Es un honor y al mismo tiempo un placer poder compartir uno de mis talentos con el fandom.

También tengo ideas para fics de RoR, pero me estoy tomando el tiempo para escribirlas. Ideas sobran ;B

Espero que les guste y disfruten de la corta y retorcida lectura.


A Diana le gusta jugaba jugar con muñecas.

Lo hacía desde que estaba pequeña. Más pequeña que Olivia. Se divirtió jugar con ellas antes de que su padre golpeara a su madre hasta la muerte con una sartén, y se divirtió aún más después de convertirse en parte del Club de la Aristocracia.

A veces a ella le gustaba golpearlas. Tirarlas en el suelo, o azotar con u paño sus cabezas hacia las paredes o mesas. Ella siempre las golpeaba como si de esa manera drenara su ira, excepto en sus momentos creativos. Por su cuenta, ella era capaz de encontrar una manera mucho más inventiva de jugar.

A veces ella las quemaba. Dependiendo de su estado de ánimo, las mantenía sobre una vela o las encendía en varios lugares diferentes, viendo el paño ennegrecerse, carbonizarse y en espirarles. Viendo como sus ojos de botones se derriten y manchar la fina tela que compone su cara.

A veces ella las retorcía. Retorcía las cabezas en círculos hasta que la tela llegó a su límite y se rompió, y la cabeza rebotó en el suelo. Luego ella las pateó por toda la habitación. Retorciendo los brazos hasta que la tela se estirara sin remedio, delgada y floja. Entonces ella se las arrancaba.

Nadie quería estar cerca de Diana cuando ella juega. Ni siquiera Meg, quién la mantenía en un estado de total reverencia. Porque todos temían que Diana comenzara a jugar con ellos como ella lo hizo con las muñecas. Debido a que Diana es sin duda lo suficientemente cruel, lo suficientemente loca como para tratarlos a todos como muñecos.

Y, ¿qué es Jennifer, sino más que una grande, cobarde y melancólica muñeca?