Algo iba mal, Ren nunca llegaba tarde. Y es que no solo se atrasó sino que tampoco contestaba su teléfono. Agradecía que habían quedado de verse en LME para revisar unos papeles antes de irse al plató para uno de sus dramas.
Pasados los veinte minutos decidió ir a su apartamento y sintió un gran alivio al ver que su auto seguía en el estacionamiento. ¿Tal vez se quedó dormido? Poco probable, pero era una de las opciones. ¿O será que se había enfermado? Fuera lo que fuera, lo mejor era apurarse.
Una vez llegó tocó el timbre, llamó a la puerta, no gritó su nombre solo porque el lugar era a prueba de sonido pero ganas no le faltaron. Al timbrazo 18 buscó al señor de seguridad y una vez confirmada su identidad, le abrieron la puerta del apartamento. Con un 'gracias' y un 'yo me encargo' lo despidió del lugar y se dispuso a entrar.
Sus zapatos estaban, sus llaves también.
–Ren, ¿dónde estás?
Silencio.
–¡Ren!
Nada.
–¿Ren?
Ya se estaba alterando, ¿será que estaba desmayado?
Fue a su habitación y tocó un par de veces. Aun no recibió respuesta. Tocó un poco más y llamó su nombre. ¡De verdad tenía que estar enfermo! Lo más probable es que el pobre estuviera tan mal que no pudo ni pedir ayuda.
–¡REN! –abrió de un portazo, dispuesto a brindar auxilio.
Lo que vio lo paró en seco, eso sí que no se lo esperaba.
Una mujer estaba en la cama de Ren.
No, no, a ver, hay que decirlo bien: una mujer desconocida estaba semidesnuda en la cama de Ren.
Cuando se recuperó lo suficiente de la sorpresa como para juntar dos palabras en su mente, su primer pensamiento fue que la chica era preciosa. Una belleza, en serio, de esas que solo se encuentran una vez en la vida. Y vaya que eso era decir mucho, estando en la industria del entretenimiento…
Su segundo pensamiento, cuando ya las palabras juntadas podían formar una oración coherente, fue que iba a matar a Ren. ¿Cómo pudo hacerle esto a Kyoko-chan? Es cierto que no eran nada, pero él siempre pensó que el amor que sentía por la joven era real, profundo, serio. ¿Pero esto? Esto era bajo.
Guiado por esta línea de pensamiento se decidió a darle su merecido al ingrato, pero no lo encontró por ninguna parte.
Tch, tendría que hablar primero con la chica.
N/A: Es de comedia, lo juro. xD Iba a subirla hasta que terminara de escribirla por completo, pero no resisto más; ya lleva meses guardada.
*Actualizaciones esporádicas*
