"Lila es tan bonita" Arnold pensó como la miró del otro lado desde el otro lado del salón."Bonita, inteligente, dulce, amable" Ella simplemente era tan perfecta. Todo de ella era perfecto. Su cabello era tan bonito, tan brillante y esa música. Sentía esa misma música que sentía con Ruth. Solo que esta vez era más intensa, más bonita y más dulce. Y esa fragancia a Vainilla, esa fragancia tan exquisita que…
— ¡Arnold!
— ¿Uhh?
— ¡Despiértate Cabeza de Balón! ¡No tengo todo el día para verte soñar con la señorita perfección—Helga le dijo agresivamente.
—Uhh lo siento Helga yo solo…
— ¡Cállate tonto! Solo Escucha y sigue mis explicaciones Recuerda que tienes que terminar el trabajo para el Lunes.
— ¿Tengo?
Helga rió sarcásticamente lo cuál provoco que Arnold la mirase disgustado —Por supuesto que si tarado tengo un especial de luchas en televisión esperándome ¿Acaso piensas que me pasare el fin de semana en tu cochina casa de huéspedes ayudándote a hacer la tarea?
—Y luego rió y me dijo "Por supuesto que no pelmaso"—Arnold relató molesto mientras gesticuló con los brazos.
—Cielos viejo esa Helga tiene una habilidad especial para hacerte enojar—Gerard le comento a su amigo—Es una mala suerte que te haya tocado trabajar con ella en el proyecto.
Ambos ya habían salido de la escuela y se dirigían a sus casas o bueno…por lo menos Arnold.
—Si realmente lo es ¡Estoy cansado de ser siempre el objeto de sus bromas y de sus burlas desde que íbamos a jardín de infantes!
Mientras Arnold iba hablando el arrugo sus puños en ira, realmente estaba enojado…
—Oye—Dijo Gerard poniendo un hombro consolador sobre su hombro—Mira el lado bueno Viejo al menos no tendrás que verla durante el fin de semana.
—Sí, supongo que tienes razón—Arnold dijo ya más tranquilo con una pequeña sonrisa.
Podía estar tranquilo el fin de semana sin pensar en verle la cara a Helga G. Pataki lo cuál era bastante bueno. Y además el trabajo no era tan difícil, es decir solo era un pequeño trabajo de investigación y una poesía para literatura ¿Qué tan malo podría ser?
— ¡Oye viejo! Creo que daré la vuelta por aquí—Él dijo deteniéndose en una esquina.
— ¿No vas a tu casa?—Arnold preguntó curioso.
Gerard solo sonrió con picardía como dijo orgulloso—Tengo que reunirme con cierta japonesita que me tiene loco.
Arnold sonrió a sabiendas de quien se trataba .Phoebe y Gerard se habían puesto de novios hace poquito. Y estaban disfrutando de un tierno romance infantil de típica parejita de nueve años. Realmente se veían lindos juntos. Ahora seguramente el iba a su casa a pasar la tarde con ella.
—Suerte con Phoebe—Dijo mientras hicieron su saludo con los pulgares.
—No la necesitaré—Gerard dijo con seguridad como se alejó corriendo alegremente.
Arnold sonrió a sí mismo como camino pensativo. "El trabajo de investigación es fácil pero.. ¿Cómo voy a escribir ese poema? Yo nunca he sido bueno para esas cosas tal vez si…
— ¡Ouch!—El se quejo en voz alta como chocó contra alguien.
—Lo siento—Una voz conocida dijo amablemente.
El miró hacia arriba y vió de quien se trataba.
— ¡Lila!
—Hola Arnold—Ella dijo amablemente—Estoy tan apenada por haber chocado contra ti.
Phoebe miró su reloj a la espera de Gerard mientras escuchaba a Helga hablar.
—Te juro Phoebe. —Ella declaró alterada —Cada vez que intento acercarme e intento ser buena con él mi perverso lado matón gana y terminó tratando terriblemente al mantecado.
Phoebe frunció el seño —¿Lo terminas tratando mal?
—Sí pero yo no tengo la culpa completa quiero decir quizá no sería tan mala si Arn… digo mantecado no estuviera todo el tiempo mirando a jarabe de fresa.
—Aja—Phoebe asintió como anotó en una pequeña libreta lo que Helga decia.—¿Y Helga no pensaste en decirle a Mantecado lo que sientes?
— ¡No! ¿Estás loca? No podría volver a mirarlo a la cara si él me rechaza.
Phoebe suspiró pesadamente .Aunque aun no sabía quién era ese tal "Mantecado" del que Helga hablaba , por lo que ella había contado ella podía deducir que era uno de los tantos chicos a los que ella a menudo trataba mal, que media entre 1,54 y 1,62 y que definitivamente gustaba de otra chica.
Helga había gustado de él desde hacía ya bastantes años y ella era probablemente la primera persona a la que le había contado…
— ¡Necesito un consejo Phoebe!— Ella dijo desesperadamente mientras la agarro por los hombros y la sacudió—¡Un consejo urgente!
—Bueno, haber…—Phoebe dijo una vez que Helga la soltó mientras puso un dedo pensativo en su quijada.
—¡LO NECESITO AHORA!
—Bueno, yo creo que deberías…
— ¡Hola Phoebe!—Una nueva voz llamó contenta.
Ambas voltearon para ver a Gerard de pie.
—Ah Hola Helga—Gerard saludo en un tono bastante menos entusiasta a la otra chica que estaba en la habitación
—¡Gerard!—Phoebe grito contenta como corrió a abrazarlo.
"¡Que nauseas!"Helga pensó para sí misma— ¿Qué haces aquí Geraldo?
El la miró con cierto fastidio como respondió—Vengo a visitar a mi novia, Helga ¿Tienes algún problema con eso?
—Pues no… no lo tengo es solo que creo que mi amiga pudo conseguirse algo mejor que el mejor amigo del cabeza de balón. —Ella dijo.
Las palabras solo eran habladas boca para afuera .Obviamente no pensaba así, en el fondo le agradaba el cabeza de cepillo. Él se parecía un poco a ella en ciertos aspectos, bueno en ciertos…
—Bueno, yo me voy—Helga volvió a hablar—Supongo que nos vernos mañana ¿No Phees?
Helga sonrió y se dirigió a la puerta.
— ¡Helga!—Ella volteó y enfrentó a su amiga que la llamaba.
—¿Qué pasa Pheebs?
Ella sonrió—Te doy mi consejo, acerca de mantecado
Helga sonrió.
Gerard solo lució confundido —¿Quién es mantecado?
Phoebe al parecer no lo escucho y siguió hablando —Mira Helga quizá suene duro pero creo que tienes que olvidarlo.
Helga miró hacia abajo un poco triste —¿Olvidarlo?
—¿De qué hablan?—Pregunto Gerard de repente
—Si Helga—Respondió Phoebe ignorando la pregunta de Gerard una vez más —Hay muchos otros alimentos y además a él le gusta el jarabe de fresa.
— ¿Jarabe de fresa? ¿Acaso estamos hablando de alimentos?
— ¿Cómo voy a hacerlo Phoebe?
—Hallaras la forma, eres explosiva y dulce—Phoebe dijo con una sonrisa. — como los pop rock
Helga sonrió de vuelta al comentario de su amiga —Muchas gracias Phoebe. —Ella le dijo mientras se encamino hasta la puerta.
—No hay de qué—Phoebe contesto
—Ahh y apropósito—Ella le dijo antes de marcharse—No comas mucho chocolate, te puedes empachar.
Phoebe solo se sonrojó como vio partir a su amiga.
Una vez que Gerard y ella quedaron solos ella se rio al escucharlo preguntar— ¿Acaso Tienes chocolates?
