El otoño, el invierno, el verano y la primavera. Cada uno ha forjado su tipo de amor distintivo.

Hum… según serán ocho drabbles fugaces como éste, porque hay distintas maneras de ver una estación y quiero irme a los extremos ^^. Es decir, habrá quien considere el invierno gélido y solitario, y quien piense en la calidez de estar más cerca del ser amado… como sea, planeo abarcar desde el amor hecho de recuerdos hasta el ardiente amor del verano.

¡Habrá sorpresas en los pairings!


I

Amor del crudo invierno.

JiraTsuna

Lo extrañas. Desde su perenne y sedante sonrisa, que te hacía creer que sabía todo lo que iba a pasar, hasta su insoportable gusto por cuanto trasero femenino que se paseara frente a él. Su olor a sake y a hombre, que a muchas desesperaba, era la colonia que electrizaba tu cuerpo.

Se conocían tan bien... él sabía que los viernes tomabas la noche para beber y recordar, soportaba la verborrea y mal genio de tus días rojos, y a la hiperactividad que te daba con cualquier cosa dulce. Tú conocías su manía por jugar con las mujeres, que eructaba mucho al comer cosas picantes, su pésima suerte y que cada viernes sin falta, él era el admirador secreto que dejaba un girasol en tu ventana.

Habían sido muchos años de enojos, regaños y cariño. De saber que el fuego quizá ya no era tan fuerte como cuando jóvenes, pero que aún quedaba esa somnolienta paz de una hoguera débil y constante que iluminó la noche y calentaba el frío de la mañana...

Hasta aquél día, en el que repentinamente se evaporó de tu vida, dejando apenas un vago recuerdo de su aroma y una flor marchitada ya por el tiempo.

Miras la ventana de tu habitación. Es viernes.

Tú usabas esa noche para olvidarte un poco de sus desvaríos y recordarte tus responsabilidades. Ahora la usas para recordar sus desvaríos y olvidar tus responsabilidades.

Hoy tampoco hay girasol.

Te sientes sola, te duelen los huesos. Observas inerte la chimenea donde alguna vez hubo fuego. Sólo queda madera ennegrecida y una corriente gélida.

No quieres quedarte en esa casa, vas a un local de Sake. En medio de los vapores del alcohol jurarías haber visto una melena blanca y una sonrisa radiante como un rayo. A tu dulce dolor de cabeza.

"A tu salud, princesa Tsunade."


El amor del crudo invierno, un torrente de recuerdos rotos sobre árboles que murieron en el otoño.

¿Review?