Los personajes de Naruto NO me pertenecen

Advertencia: lemon

Descubriendo el placer

Es irónico pensar que un hombre no conoce los instintos más banales de un ser humano, en especial cuando tiene 26 años de edad.

Esa era exactamente la sorpresa más grande que se había llevado Sakura Haruno en su primera semana de matrimonio, para su asombro, su esposo no tenía ni la más mínima idea de que hace una pareja en la intimidad de su habitación, incluso, como se concibe un hijo.

Sasuke Uchiha podía ser uno de los ninjas más fuertes, el único sobreviviente de un prestigioso clan y alguien dedicado en todo lo que hace, pero era un completo ignorante en situaciones relacionadas al sexo opuesto.

Con dificultad entendió el amor, sobrevivió a 4 años en una relación con la ruda alumna de la Tsunade y finalmente se había casado, aunque por su mente en ningún momento se cruzó la idea de tener sexo, según él, un matrimonio es para vivir con alguien de por vida, con quien podrás encargar bebes y te los entregan en la puerta de la casa.

Sakura llevaba casi un mes intentando de todo para despertar los instintos de su esposo, desde lencería, insinuaciones directas en indirectas, bebidas y comida erótica hasta caminar desnuda por toda la casa.

En definitiva aquella mujer se arrepentía una y mil veces de haber esperado hasta su matrimonio para perder la virginidad, si hubiera sabido, habría resuelto el problemita desde hace mucho tiempo atrás y hubiera podido disfrutar de una luna de miel normal.

-¡Estoy al borde de un colapso!- gritó Sakura desesperada mientras trataba de no lanzar el té que Ino le había preparado.

-No puedo creer que Sasuke no caiga, lo único que te queda es ponerlo a ver porno- pronunció la rubia igual de indignada que su amiga.

-¡No!, yo quiero que él lo haga porque se dejo llevar cegado por el placer, no porque tuve que enseñarle viendo películas- sentenció la peli rosa.

-Si las mujeres pudiéramos violar hombres, esa sería la única solución que te daría, definitivamente se me han agotado las ideas- dijo la rubia con cansancio.

-Algo se me ocurrirá, pero no llegare al mes de casada sin haber consumado nuestro amor-mencionó la medico.

Esa era la misión de Sakura Haruno y no descansaría hasta cumplirla, de lo contrario, tendría que recurrir a explicaciones graficas como sugería su amiga.

Totalmente cansada y decepcionada Sakura ingresó a su casa un poco antes de que el sol se ocultara, subió a su habitación, cambio su uniforme por un short y una pequeña blusa que cubría solo hasta sus costillas, según ella, nunca estaba de más mostrar piel.

-¡Ya llegue!- gritó el peli negro esperando que su esposa estuviera en casa.

-Llegaste temprano- afirmó Sakura bajando las escalas hasta encontrarse con el dueño de sus deseos.

-No había mucho por hacer- prenunció el Uchiha regalándole un corto beso a la peli rosa.

-Ya que llegaste temprano, dime, ¿qué quieres para cenar?- preguntó la joven sonriendo.

-Me gustaría volver a comer aquellos camarones que preparaste hace poco- mencionó el joven devolviendo la sonrisa.

-Bien, siéntate y ya mismo me pongo a hacerlos- pronunció Sakura dirigiéndose a la cocina a preparar aquella comida erótica que no funcionó.

Sasuke se dirigió al corredor que daba al patio trasero de la casa, se sentó mientras el viento nocturno revolcaba su cabello, para después mirar el cielo y recordar la conversación que había tenido con Naruto.

Flash back

-¡Estoy exhausto, de veras!- gritó Naruto quitándose su sombrero de Kage.

-¿De que te quejas idiota? Ni siquiera has tenido trabajo esta semana- sentenció Sasuke mirando con desprecio a su amigo.

-¿No?, tu no te imaginas lo demandante que puede llegar a ser Hinata en la cama- refunfuñó Naruto con cara de pervertido.

-¿A qué te refieres con demándate?- preguntó el Uchiha un tanto confundido.

-Vamos dobe, tu sabes a que me refiero, sexo, pero me imagino que a ti te va peor que a mi, Sakura parece ser mucho más exigente- dijo el rubio con una sonrisa perversa.

-¿Sexo?- musitó el peli negro desconcertado.

-Sí dobe, ¿Qué acaso no sabes que es eso?, vamos, tienes 26 años, estas casado, el sexo es como el pan de cada día en la vida de un hombre con esas condiciones- respondió el Hokage tratado de comprender la extraña confusión de Sasuke.

-No se que carajos es eso Naruto- dijo el Uchiha exasperado.

-Bien, voy a suponer que lo que dices es verdad, entonces dime, ¿Qué haces con Sakura en las noches?- preguntó Naruto incrédulo.

-Hablar de nuestro día y después dormir-respondió el ninja con tranquilidad.

-Esto tiene que ser una broma, entonces antes de dormir ¿nunca la besas, ni la acaricias, ni tienes sexo con ella, ni la haces gemir como loca? ¿Nada de nada?- preguntó el Kage sorprendido.

-No, bueno, le doy un beso de buenas noches y ya- dijo Sasuke con inocencia.

-Si sigues así Sakura te va a pedir el divorcio por no cumplir tus obligaciones como esposo, debes hacerle el amor Sasuke, esa es la prueba máxima en una relación- mencionó el rubio casi en un grito.

-¿Pero como carajos se hace eso?- preguntó el azabache exasperado.

-Es fácil, bésala, quítale la ropa, lame su cuello, acaricia todo su cuerpo, muérdela con suavidad, déjate llevar por tus instintos, es un trabajo en conjunto, ella hará su parte y pasaran una noche muy placentera, créeme- musitó el rubio dejando a su amigo perplejo.

Fin del flash back

-Hacer el amor con Sakura- susurró el Uchiha marcando en su rostro una sonrisa al comprender el extraño comportamiento de su esposa durante las últimas semanas.

-¡Sasuke, la cena esta lista!- gritó Sakura desde el comedor mientras terminaba de acomodaba los platos.

-¿Te he dicho que eres hermosa?- preguntó el peli negro de manera provocativa en la oreja de su esposa posando sus manos en aquella estrecha cintura.

-Hoy no lo habías hecho- respondió la joven disfrutando la sensación que provocaba aquel hombre al estar pegado de esa manera a su cuerpo.

-Eres hermosa- musitó el ninja para después tomar asiento.

La cena transcurrió como todas las demás, algunas anécdotas, risas y problemas laborales.

La noche seguía avanzando, Sakura se había encargado de organizar la mesa del comedor mientras su esposo lavaba los platos, después vieron un rato televisión y finalmente llego el momento que tanto había esperado el azabache, en definitiva pondría en práctica los consejos de Naruto, no sabía exactamente que hacer, pero si eso era lo que quería su esposa, lo haría.

Las luces ya estaban apagadas, era la primera de sus pocas noches como casados en la que guardaban tanto silencio, la tensión se olía en el aire, como en aquella noche que tuvieron su primera cita.

-Sakura- pronunció nervioso el peli negro.

-Dime-dijo la ninja sintiendo como miles de mariposas volaban en su estomago.

Sin decir nada más Sasuke se acercó a su esposa, con sutileza la agarró por la cintura y la atrajo a su cuerpo, acerco su rostro a su nuca y rozando con su nariz aquel nievo cuello percibió el aroma de aquella loción de cerezas que lo embriagaba.

Con descaro lamio el mismo lugar que acababa de oler, acción que hizo estremecer a la mujer bajo sus brazos, aquella reacción aumento la curiosidad, así que dio unos pequeños y suaves mordiscos antes de apoderarse de los labios de su amada.

Sakura estaba desconcertada, su esposo pasó de no saber nada a tomar la iniciativa de manera certera, no sabía realmente que había pasado, pero si todo esto llegaba a donde ella quería, le daría una recompensa a quien le allá dado una mano en el asunto.

Dejándose llevar por completo le agregó pasión al beso mientras sus manos acariciaban con demasía aquel pecho descubierto y bien formado del azabache.

El Uchiha adentro una de sus manos por la pequeña camisa de la peli rosa, recorrió cada centímetro de aquella estrecha cintura hasta que se encontró con las mamas de la joven, con curiosidad masajeó una de ellas provocando que de los labios de la ninja saliera un quejido placentero.

-Si lo haces sin ninguna prenda puesta quizá me guste más- mencionó la peli rosa con descaro dándole un poco de ayuda a su esposo.

Siguiendo aquellas ordenes quito aquella camisa y después con ayuda de la medico desabrochó al fin aquel sostén que escondía sus majestuosos pechos.

La ninja pego su pecho al de su esposo logrando un rose mucho más completo entre los dos.

A Sasuke todo eso le estaba comenzando a gustar, empezaba a sentir unas ganas insaciables de de acariciar aquel cuerpo frágil, sus oídos clamaban escuchar más de aquellos quejidos placenteros, quería que las suaves manos de su esposa siguieran recorriendo su cuerpo y no sabía porque pero su amiguito comenzaba a sentirse atrapado en aquella prenda bajo su pantalón.

Hola, muchas gracias por leer. Les agradecería me digan si quieren o no que termine el fic, aun no me convence pero quería escuchar sus opiniones antes de desistir y borrarlo