Capítulo 1: "¿A dónde he llegado?"

Era una bonita mañana en las calles de Tokio, más bien en el distrito de Kantou, los estudiantes caminaban alegres para el inicio de un nuevo año, muchos conversaban sobre sus vacaciones, lo que habían hecho en el verano, entre otras cosas.

Y en esas calles se veía que pasaba a gran velocidad una chica en una patineta quien maniobraba como podía para no chocar a los otros estudiantes ya que iba a alta velocidad cuesta abajo.

-¡Oishi! ¿Viste eso? –pregunto el neko pelirrojo a su compañero de dobles observando maravillado aquel destello que paso por medio de ellos.

-Sí… creo que sí… -contesto el ojiverde sorprendido.

Después de esto, siguieron su camino hasta la escuela. Mientras que más adelante, la chica ya estaba llegando hasta Seigaku y buscaba como frenar su patineta a vista y paciencia de todos, algunos miraban como si fuese un espectáculo, otros miraban con bastante preocupación y algunos quedaban sorprendidos cuando la veían pasar.

-¡Cuidado! ¡Voy a mucha velocidad! –Grito la muchacha al ver a un chico en su camino aunque eso no fue suficiente para evitar la inminente caída.

-¿Estás bien? –pregunto el muchacho recuperándose del golpe y viendo ciertos cabellos negros que colgaban sobre él.

-Eh… sí, lo siento mucho –se disculpó la muchacha levantándose y ayudando al castaño a levantarse-: Es que venía muy rápido.

-No te preocupes, al menos no fue nada grave. No te he visto antes ¿Eres de primer año?

-Corrección, soy de segundo año y fui trasladada, mi nombre es Masako Ishieda, provengo de la región de Okinawa –afirmo la muchacha sonriendo-: Disculpa, ¿Y tú eres…?

-Fuji Syusuke, soy de tercer año, un gusto conocerte.

-El gusto es mío, bueno ya es hora de irme o llegaré tarde a clases –dijo la chica cogiendo su patineta y yéndose rápidamente por los pasillos.

La morena desapareció rápidamente, dejando a Fuji algo pensativo, pero observaba divertido mientras ella desaparecía y analizaba la situación, un grito de cierto pelirrojo le saco de sus pensamientos.

Eiji se lanzó al castaño y comenzó con un pequeño interrogatorio puesto que había visto algo de la situación, se le veía bastante emocionado y Oishi intentaba calmarlo. Al fin y al cabo, en clases también debió aguantar al neko, que no se callaba ni por un minuto.

En otro lado, Oishi le contaba a Tezuka lo que habían visto en la mañana y hablaba sobre lo que planeaban hacer con el club este año. Las fechas, los torneos y otras cosas, sobre todo de su principal objetivo: ganar el torneo nacional.

Después de todo, en el receso se estaban presentando los nuevos postulantes al club, no había muchos novatos pero quizá habría alguna sorpresa por ahí. Un novato de primer año los sorprendía, claro, hablamos de Echizen, quien como sabemos sorprendió por ser un genio.

Y en uno de sus tantas formas de lucirse, una de sus pelotas salió de las canchas y fue a parar a los pies de cierta morena, quién se agacho a recoger la bola y se acercó a las canchas a devolverla. La mirada de los chicos se centro en ella ya que la mayoría la reconoció de la mañana cuando paso a toda velocidad. Quizá casi choco a más de uno, pero bueno, ella no se iba a fijar.

-Aquí está la pelota –dijo la muchacha sonriendo entregándosela al menor.

-Gracias.

-¡Miren! ¡Es la chica de la patineta! –grito Eiji corriendo hacia ella.

-Eh… ¿Hola? –saludo la muchacha algo sonrojada por la emoción del ojiazul.

-Buenas, Ishieda-san –saludo Fuji acercándose.

-¡Masako-chan! Qué bueno que hayas venido –dijo un muchacho de ojos purpura acercándose.

-Momoshiro… sí, vine a buscarte –contesto Masako sonriendo-: Fuji-san, no sabía que también estabas en el club de tenis.

-Así es…

-¿Conoces a Fuji-sempai? ¡Qué genial!

-¿Y ustedes de donde se conocen, Momo? –pregunto Kawamura acercándose a curiosear.

-Es compañera mía y de Kaidoh, llego este año. Es la prodigio de Higa Chuu, así que la invité a que viniera a ver las prácticas porque podría interesarle el club de tenis –respondió Momo.

-Así es, mi nombre es Masako Ishieda y fui sub-capitana de Higa chuu

-Entonces debes ser conocida de Kite Eishirou ¿Cierto? -pregunto el capitán acercándose.

-Exactamente, es un buen tenista y un excelente capitán -contesto Masako mirando a Tezuka.

-Me presento, soy el capitán del club Tezuka Kunimitsu, bueno, si pretendes entrar al club de tenis tendrías que ir a por el femenino, los motivos son obvios, no haremos excepciones por muy buena que seas -sentenció el rubio observando de pies a cabeza a la muchacha.

-Descuida, tampoco pretendo entrenar con muchachos como ustedes, sin ofender por supuesto, mi especialidad son los femeninos y mixtos -afirmo Masako sonriendo.

Por detrás los demás comentaban lo divertido que les parecía la situación, sabían de por sí que el capitán era bastante estricto pero nadie le refutaba, ni los profesores, sino que se hacía respetar bastante en todos lados, les divertía ver que una chica menor le contrariaba tan simplemente como si fuese lo más natural del mundo.

-Ne, Momoshiro ¿Te falta mucho?

-No, ya hemos terminado, me cambio de ropa y vamos a comer algo -dijo el pelinegro.

-Bien, te esperaré aquí -dijo la chica sonriendo mientras Momo se iba rápidamente.

"Así que esto es el Seigaku, aún así extraño a Higa... sin embargo, quizá este año no sea tan malo como creo, eso espero" Así pensaba la muchacha mientras veía que algunos recogían sus cosas para ir a cambiarse de ropa, y otros como los más novatos recogían pelotas.

En otro tanto, en los vestidores, Momoshiro se apresuraba para alcanzar a la morena rapidamente. Mientras los otros comentaban que los novatos no estaban mal para este año, sino que intentarían sacar el mayor provecho para poder ganas los nacionales.

Se empezaban a retirar los chicos para irse a almorzar o volver a clases, no seguirían con las prácticas hasta el día siguiente ya que volvían a adecuar sus cuerpos de a poco al deporte.

El día se pasó más que rápido, dejando a todos nuestros muchachos descansar mientras Masako en la soledad de su habitación conversaba con uno de sus antiguos compañeros por teléfono sobre su primer día en otra escuela.

-¿Así que Seigaku no te parece mal?

-No, por el momento no, es agradable y bueno, su club de tenis no me decepciono, aunque Tezuka es tan arrogante -decía Masako mientras escuchaba la risa de su interlocutor.

-No sé de que te quejas si Eishirou ya te lo había dicho, sabías a lo que ibas -contesto el muchacho aun riendo.

-Lo sé, pero no sería lo mismo si no me quejara... ne ¿Y cómo estuvieron las cosas por allá?

-Normales, un entrenamiento pesado como de costumbre, aunque debo decir que te extrañamos bastante, como sabes, Eishirou quería que este año fueses la capitana pero el traslado de tus padres lo impidió y no encuentra quien podría serlo, ninguna de las muchachas lo convence -decía el muchacho.

-¿Y tú, Kai? ¿Qué opinas?

-Tampoco me convencen mucho, vamos, estabamos acostumbrados a las genios -contesto el muchacho.

-No es para tanto, pero deberán acostumbrarse, una de las genios está en preparatoria y la otra ganará los nacionales con Seigaku -decía Masako entre risas-: ¿Y cuando te veré? Sabes que te extraño bastante.

-Quizá este fin de semana podría ir a Tokio no tenemos mucho que hacer así que te iría a visitar -dijo el estudiante del Higa.

-Sería sensacional, podrías quedarte aquí, no creo que mis padres pongan inconveniente -decía Masako emocionandose.

-Entonces te confirmaré durante estos días, yo también te extraño bastante, cariño -decía Kai más alegre que al inicio de la llamada.

-Está bien... Ne, ya debo irme a dormir, mañana tengo clases temprano y quiero ver si me apunto al club de tenis, así que debo observar un poco, mañana hablamos, adiós.

-Adiós, un beso.

Así se despidieron este par de chicos y el día siguiente llego rápidamente. Ocurrió el mismo escándalo que el día anterior pero antes de llegar Masako casi tiene un accidente con un lujoso auto que se detuvo justo frente a la entrada del Seigaku, ya que al ir cuesta abajo, la muchacha iba a mayor velocidad y tuvo que lanzar la patineta para que pasara debajo del vehículo y ella caer hacia atrás.

-Ishieda ¿Estás bien? -pregunto Kaido que había visto lo ocurrido.

-Auch... eso me dolió -dijo la pelinegra mientras se levantaba.

-Eso te pasa por andar de despistada -dijo Kaido mientras la ayudaba a levantarse-: ¿No tienes herida, ni nada?

-No, no tengo nada, gracias por preocuparte, Kaido-san -decía Masako mientras se levantaba-: Si me disculpas, debo ir a por mi patineta y arreglar un asunto.

Se comenzó a alejar de Kaido yendo a por su patineta, tuvo que cercar el auto donde al otro lado habia bajado una persona, quien tenía el preciado objeto de la muchacha en sus manos.

-¡Dame eso! -dijo Masako mientras le quitaba la patineta al muchacho.

-Así que una chica brusca ¿Eh?

-¿Y tú quien te crees para colocarte así? ¿Acaso por tener un auto lujoso crees que puedes hacer lo que quieras? ¡Mira! Casi provocas un accidente.

-Pues no deberias venir en esto a estudiar y menos a tanta velocidad -decía el muchacho divertido-: ¿Se te pasará si te regalo una rosa?

-Claro que no, eres un idiota -decía Masako mientras se iba quejandose hacia dentro de la escuela.

-Bueno, me voy a lo mío, yo venía a ver al club de tenis -dijo el chico mientras miraba a la muchacha desaparecer y que los demás alumnos se volvían a sus asuntos.