Disclaimer: los personajes usados para este fic son propiedad de J.K. Rowling.

Homenaje a Rowling" del foro "First Generation: The story before books"


Está distribuido en dos cartas por año, éste viene especificado en cada capítulo, ya sea, la edad de Harry o el curso en el que está.


QUERIDO DIARIO…

Querido diario,

Bueno, no sé cómo empezar esto realmente…

Supongo que por el principio…

Mi nombre es Harry Potter, tengo 7 años y vivo con mis tíos en Privet Drive porque mis padres murieron en un accidente de coche.

Vi el otro día en la tele mientras cocinaba el desayuno, que es bueno hablar con alguien de los problemas que tenemos, pero como yo no tengo amigos por culpa de mi primo Dudley y al ver como mi tía Petunia escribía en un cuaderno, decidí que yo también lo haría.

Mi problema es mi tío Vernon. Siempre me está pegando, me grita y me deja sin comer, siempre he pensado que eso lo hacía porque soy un niño malo que no hace las tareas, pero Dudley hace muchas menos que yo, y las que hace, las hace mal y a él no le grita o le castiga, así que supongo que tengo que ser yo, el que es malo.

Siempre me dice fenómeno, y aunque he intentado buscar esa palabra en el diccionario no consigo entenderla, mira:

Fenómeno: Ser vivo monstruoso.

¿Eso quiere decir que soy un monstruo? ¿Qué nadie me va a querer? ¿Qué me merezco todo lo que me está haciendo mi tío?

La verdad es que en el colegio siempre nos dicen que los adultos siempre tienen razón, que hay que obedecerlos porque quieren lo mejor para nosotros, así que supongo que entonces sí que lo soy…

Cuando me di cuenta de esto lloré muchísimo porque entonces estaría solo para siempre, sin nadie con quien poder divertirme o jugar, pero luego me di cuenta que así estaría mejor, nadie tendría que estar junto a un fenómeno y contagiarse de mí.

Todavía estoy un poco triste, pero seguro que se me va a pasar.

¡Te veo después, amigo!

Creo que voy a ponerte un nombre, así por lo menos sé, que tú eres y serás siempre un amigo que me escuche…

¡Ya sé!

¡Te llamarás Canuto! me recuerda a algo calentito, seguro y confortable… aunque no sé de donde salió el nombre….

Bueno, ¡adiós Canuto!