Son las 22:00 horas en un hospital, cuyo nombre no importa, en alguna zona de Japón que es irrelevante, Nishikino Mao está dando a luz a su primogénita, heredera del hospital de su familia mientras su padre le toma la mano a su esposa para que se sienta apoyada por el, fue un parto difícil pero la niña nació a las 2 de la mañana el día 19 de Abril. El cordón umbilical fue cortado y la bebe limpiada.
-¿Que nombre le pondrán a la niña?-pregunto el doctor a la madre mientras era entregada por la enfermera.
-Eriko…su nombre será Nishikino Eriko- dijo mientras miraba a la pequeña abrir sus ojos violetas, igual a los de ella. Madre e hija fueron transportadas a su respectiva habitación, la niña fue vestida con una ropas que el padre mando a uno de sus sirvientes traer mientras la madre estaba en trabajo de parto, ya que la niña nació una semana antes de lo planeado, las contracciones empezaron cuando marido y mujer miraban una cunas para su hija, por lo tanto tuvieron que ir al hospital más cercano que tenían.
-Cariño debo irme pero volveré hoy mismo en la tarde, lo prometo, ahora debo encargarme de algunos asuntos en el hospital, iremos juntos al servicio civil a inscribir a nuestra hija-
-no te preocupes cariño-sonrió la mujer- solo trata de regresar lo más temprano que puedas-
-lo hare- el padre se retiro de la sala para poder volver a su casa junto con en el sirviente mientras que la señora Nishikino observaba con rotundo amor a su hija, estiro lo que más pudo su brazo para poder acariciar a su hija quien descansaba en su propia cuna (n/a: creo que esas cunas tienen un nombre pero no logro recordar cual, espero sepan a lo que me refiero). Pronto la mujer fue vencida por el cansancio de su parto y cerró los ojos para descansar. Cuando el reloj marco las 4:00 de la mañana un hombre vestido de enfermero ingreso a la habitación individual donde descansaban, con cautela se acerco al bebe para observarlo un momento, con el mismo cuidado que tomo para entrar tomo a la niña entre unas cobijas de gran grosor, Eriko casi se despierta pero con un suave movimiento se quedo tranquila otra vez, el hombre poco a poco se fue retirando de la habitación sin dejar rastro alguno de su presencia, con cuidado cerró la puerta y se fue del edificio con tranquilidad, sorprendentemente no fue descubierto ni detenido por ningún personal lo que hizo su trabajo mucho más fácil de lo esperado, entro al auto que lo esperaba hacer bastantes horas fuera del lugar, con la misma delicadeza que ha tenido en todas sus acciones ingreso al coche tratando de no despertar a la infante.
-No has tardado tanto como siempre, ¿Qué truco usaste esta vez?- el chofer del automóvil pregunto, este era un hombre moreno con el cabello tomado en una cola de caballo y vestido con los típicos trajes negros y de camisa y corbata.
-¿Me crearías si te digo que solo entre y salí?, nadie me ha detenido para nada, debe ser por la hora- respondió el hombre disfrazado quien al retirar el sombrero de enfermero descubrió su cabello corto y blanco.
-No me sorprendería, ahora vamos donde el jefe si no quieres que se enoje otra vez-El auto fue encendido y partió, dejando el lugar y a una futura madre y padre llorando por la desaparición de su primogénita.
Mientras tanto en otro lugar a esas altas horas de la noche una joven de 21 años de cabellos purpura llora sin control en el pecho de su novia y futura esposa, ha esta desgraciada pareja hace 6 horas atrás se les informo que el hijo o hija que tanto esperaban no llegaría, el corazón del bebé paro a sus 6 meses de gestación, la noticia devasto a las dos mujeres por completo pues ese bebé era para ellas el signo de que tendrían una familia unida.
-Nozomi…por favor…no llores-trataba irónicamente de calmar a su novia cuando ni ella misma podía hacerlo-
-No puedo…no soy tan fuerte como tu… ¡perdí a mi bebé!… ¡a nuestro bebé!, ¡como pudo pasar!-
-Nozomi…no lo sé…no lo sé-
-¡Eli!, ¡Eli!, ¡Eli!- gritaba la joven desesperadamente, así estuvieron hasta que ambas cayeron dormidas cansadas por el llanto.
Volviendo al auto con los dos hombres y Eriko, se acercaban a un puerto cuya localización no es relevante, bajaron del auto y se dirigieron al punto de encuentro con su jefe, este grupo se dedicaba a secuestrar niños para poder darlos en adopción ilegalmente, la policía los busca sin éxito alguno por su cautela y gran cantidad de contactos. Cuando se reunieron el joven peliblanco mostro con gran orgullo a la niña mientras el jefe observaba a la bebe.
-¿A quién se la has robado?-pregunto con voz ronca el jefe
-¿Disculpe?-dijo el peliblanco un poco anonadado por la pregunta repentina y peculiar pregunta de su jefe, eso nunca había importado antes
-¿Que quienes son los padres? ¿Eres idiota o qué?-
-Pero ¿y eso que importa?, esta niña no es especial ni nada así que no importa-
- ¡Mierda! ¡Solo dime el puto apellido de los padres!- el jefe de la banda ya estaba colérico por la desobediencia de su subordinado
-¡Nishikino! ¡Sus padres se apellidan Nishikino!- El hombre al escuchar ese apellido tuvo una especie de desesperación y tomo a su secuas por el cuello y lo empezó a asfixiar, la cara del peliblanco se empezó a tornar roja el jefe lo dejo libre- ¿¡Es que nunca piensas!?¡La familia Nishikino es dueña de uno de los mejores hospitales de Tokio!-una vez más el hombre miro al joven con la bebe para luego llegar a la única solución factible- deshazte de la niña-
-¿q-que?- cuestiono anonadado el joven
-Lo que oíste, esa niña no nos sirve, nos metería en muchos problemas-
-¿pero entonces que hago?-ante tal pregunta el hombre con más poder en el grupo lo atravesó con la mirada como si pudiera matarlo en ese momento- en verdad no tienes cerebro-sentencio el hombre- ¡lo que sea!-grito colérico- mátala, tírala al agua, abandónala en algún lugar, haz lo que sea ¡pero hazlo ya!-finalizo, así se trato de calmar un poco y acomodo su corto cabello, con un simple chasquido de dedos ordeno a todos a dejar el muelle quedando solamente el joven y la bebe. Se quedo un buen rato pensando en qué hacer con la niña pues ninguna de las ideas que le dio su superior le agradaron, el será parte de un grupo delictivo pero no podía ser capaz de hacerle eso a una niña menos a un bebe así que como un intento de buen hombre se dirigió al coche que lo traía que estaba a punto de partir pues con lo ocurrido no había ninguna razón para quedarse, la junta había ido simplemente pésima, el joven conductor lo vio un poco confundido, el peliblanco lo vio y solo le dijo- conduce- como si pudieran entender las miradas partieron en dirección a la casa que ambos tenían en mente.
Mientras que la señora Nishikino despertaba para poder tener de nuevo a su bebé en sus brazos, al darse vuelta una sensación indescriptible la invadió, la palabra más cercana seria horror, miro la cuna totalmente vacía, ningún rastro de su hija, como si fuera una broma se levanto de su cama y salió fuera de la habitación desesperada, una enfermera fue lo primero que vio, la garro sin cuidado del cuello de su uniforme y grito-¡mi bebé!¿¡ donde esta mi bebé!?- la enfermera solo la observaba atónita y le respondió-cálmese señora, tal vez la llevaron a.-la enfermera no pudo terminar pues la madre la interrumpió-¡sin avisarme!- de la nada un grupo de enfermeros llego y trato de separar a las dos mujeres, la señora le explico lo ocurrido y todos le dijeron lo mismo que le trato de explicar, que seguramente no quisieron interrumpir su sueño y llevaron a su hija a pesarla y medirla, algo muy poco probable ya que al nacer hicieron ese proceso, pero al fin y al cabo esperanzador, el señor Nishikino fue informado inmediatamente, en el menor tiempo posible que pudo llego con su esposa esperando a alguna noticia, pero no, su hija había desaparecido, llamaron a la policía para que se encargara de la investigación, pero les advirtieron que si no se contactan en todo el día para algún rescate las posibilidades de encontrarla seria nulas, ese día la pareja lloro por la pérdida de la menor de toda la familia mientras el corazón de una madre era roto en mil pedazos
La mañana se presento con rayos de sol que alumbraban con poca fuerza gracias a las nubes, como si quisieran cuidar a la niña de solo 7 horas de vida. Como es normal la bebé despertó con hambre y como cualquier lactante empezó a llorar por su comida, pero dentro de esa de dos pisos apenas podían reaccionar, cuando la joven de cabellos purpuras empieza a escuchar un leve llanto que se hacía cada vez se hacía más fuerte, al principio pensó que estaba delirando pero el ruido era algo persistente, pero para poder adquirir un poco más de seguridad ante el tema trato de despertar a Eli, está un poco somnolienta abrió sus ojos con pereza para observar a su pareja.
-¿Nozomi?- Pregunto con voz cansada y suave-¿qué pasa?- se acomodo en la cama matrimonial mientras rascaba su ojo derecho con su dedo índice
-Elichi…creo que…escucho un llanto-Eli se acomodo de inmediato ante tales palabras y sin ninguna palabra indirectamente se pusieron de acuerdo para agudizar su sentido de audición, efectivamente era el llanto de un bebe, en unos segundos ambas corrieron fuera de la habitación en dirección hacia la puerta principal, por suerte esta se abría hacia dentro así que no midieron su fuerza al abrirla, hay en el suelo encontraron a la pequeña envuelta en esas gruesas cobijas, Eli solo se quedo viéndola con asombro mientras que Nozomi reacciono inmediatamente y levanto con cuidado a la niña entre sus brazos mientras la mecía, en ese momento Nozomi sintió ese vacío en ella completo, supo enseguida que la bebé era recién nacida y que la razón de su llanto era el hambre, sin esperar la reacción de la rubia que en ese momento fugaz solo se dedico a ver la figura de su novia, entro a la casa se acomodo en uno de los sofás que tenían en la sala y se descubrió su pecho, la bebé en un acto reflejo enseguida se "lanzo" hacia el pezón de la mujer y empezó a alimentarse, enseguida se calmo y solo se dedico a comer, la peli púrpura solo supo sonreír maternalmente, cuando sintió la presencia de su pareja atrás de ella la observo, sus ojos se encontraron y Nozomi solo le dijo- Es como un regalo para nosotras Elichi…un hermoso regalo- la rubia solo pudo sonreír y colocar sus manos en ambos hombros de su amada. Nozomi con ciudad y cariño empezó a acariciar la pequeña cabeza de la pequeña- Maki-susurro
-¿Qué dijiste Nozomi?-le interrogo Eli
-Quiero que se llame Maki-
-Nozomi…no podemos tenerla, no es nuestra- trato de hacerla entrar en razón
-Eli…, solo mírala la abandonaron, si sus padres la quisieran no la tendría en brazos en este instante-Nozomi estaba a punto de las lagrimas, en tan solo ese momento tan pequeño que la mujer tuvo a la bebé en sus brazos un profundo amor le floreció, el típico amor maternal que solo aquellas mujeres que han tenido hijos conocen tan bien y que a muchos les cuesta comprender- Pro favor solo mirarla-Eli observo a la infante comer con sus ojos cerrados y sus manos apretadas en sus costados, simplemente una imagen tierna y angelical, luego dirigió su vista a su novia, los ojos turquesa que la observaban transmitían todos eso sentimientos de querer quedarse con la niña, Eli no supo cuando pero termino accediendo a la petición de su novia, y para hacérselo saber beso sus labios, fue un simple rose, un microsegundo, pero le transmitió todo su apoyo y comprensión en el.
-Maki es un nombre hermoso- comentó la rubia mientras observaba a su ahora hija.
-Ayase Maki suena bien para mí- termino Nozomi, a lo que Eli se sonrojo, unos segundos después sonrió para sí misma.
El 19 de Abril una familia se había roto mientras otra acababa de formarse, totales extraños que en su vida se habían visto, pero unidos por la persona más importantes que ambas tienen ¿Cuánto tardara el destino en unirlos?
¿Qué tal? ¿Les gusto? Por favor no sean tan duros conmigo es el primer fanfic que me sale (y eso que es el prologo ._. ) Y que publico en fanfictión. Cualquier crítica es aceptada :)
