¡Hola! Bueno, esta es mi primera historia. Me gustaría que vieran mi perfil para que me conocieran más pero, antes tengo que escribirlo y cada vez que estoy a nada de terminarlo... Google me cierra esa pestaña. Ya tomaré cartas en el asunto, espero poder escribir mi perfil pronto.
Dejaré las notas al final pues no quiero que llegué alguien y me diga: "Este sitio es para escribir historias, no para que nos cuentes cosas".
Prólogo: Pensamientos... ¿Buenos o malos?
El viento soplaba y refrescaba a todos los que vivían en aquellos tiempos, esa brisa suave que nadie negaba sentir gusto cuando esta le rosaba la cara, era una sensación única e inexplicable. Pero el viento no se comparaba con lo que cada persona vivía en su casa: felicidad, alegría, solamente el ambiente de paz existía en sus mentes.
Y una sola persona estaba angustiada, solo ése ser no disfrutaba de los beneficios del fin de la guerra, ¿por qué? ¿Por qué no disfrutar por lo que tanto has luchado? ¿Qué te lo impide? ¿O quién no te deja hacerlo?
Ike, héroe de la guerra del Rey loco, un joven valiente que ha dado su vida por proteger a sus seres queridos, con un espíritu heroico, un pasado trágico y portador de una espada sagrada de nombre Ragnell. También era conocido como el héroe de las llamas azules por haber tenido en su poder el Emblema de fuego, además de ayudar a la diosa del caos en contra de la diosa del orden.
El peli-azul no se encontraba bien, en tierras desconocidas y con su amigo Soren de compañía nada más. Necesitaba pensar y reflexionar, a pesar de que Soren no era el indicado para ayudarlo, decidió detenerse a hablar con él sobre lo anterior ocurrido. El estratega aceptó y los dos amigos se sentaron en unas rocas, cerca de la riviera de un lago.
–¿Y bien? –el joven cuyos ojos parecen fuego tomó la palabra–. ¿De qué quieres hablar, Ike?
–Primero que nada, lamento si te molestó que me detuviera así de repente.
–No tienes porque disculparte, simplemente dime lo que querías. –pidió Soren.
–Bueno... ¿Qué piensas de esto: de abandonar Tellius? –preguntó un tanto nervioso Ike–. Me siento... extraño.
–Lo que necesitas es descansar, hemos caminado por mucho tiempo sin parar. –Le aconsejó el estratega–. Descansa un poco y, si mañana sigues pensando así, tal vez podamos encontrar alguna solución... ya sea permanente o temporal.
–Gracias, Soren, ¿y tú, qué vas a hacer?
–Podría decirse que protegerte en lo que descanso un poco. –respondió el peli-verde oscuro.
–Espero que no te hagas daño, porque cobraré venganza. –ésas fueron las últimas palabras de Ike, antes de dormirse.
El Sol bajó eventualmente, y el cielo oscurecía al mismo tiempo, al igual que Soren comenzaba a sentir una agría soledad. Él sacó sus tomos para mayor seguridad, el sueño le causaba algunas alucinaciones y no sentía confianza al quedarse solo. Tenía tres opciones: despertar a Ike y no sentir un miedo que le helaba hasta el alma, o dormir... pero sentir aún más miedo, y la última que era aguantar y esperar hasta el amanecer.
Soren miró a Ike con preocupación, se le ocurrió que si ya no se preocupaba por su amigo, dejaría de sentir miedo. Pues, ya no sabía si tenía miedo por sí mismo o lo sentía por el peli-azul. Botó un suspiro y encendió una llama de fuego en su mano, eligió la opción tres luego de darse cuenta que el miedo lo sentía por el héroe de la guerra del Rey loco.
La Luna brillaba tanto, casi igual al Sol en días de verano, las aves volaban como si fuesen a buscar refugio, pero después volvían y se posaban sobre las copas de los árboles. El vasto lago también resplandecía conforme la luna se movía, al estratega le pareció un suceso muy extraño y le echó una que otra miradita a sus aguas.
–Es como si el lago estuviese hecho para que la Luna siempre se refleje en el, jamás había visto algo como eso. –susurró, pasando su mano por el lago–. Y sus aguas, son frías pero se hacen cálidas al momento de tocarlas por unos segundos.
Continuará...
¡Ah! ¡Terminé el prólogo! Creo que me quedaron faltas ortográficas y uno que otro error de redacción, aunque lo revisé dos veces.
El fic no contará como muchos capítulos, aún así, a mi parecer me quedará bien. Espero que el prólogo los haya atrapado y/o gustado. Al principio me dije que al final discutiría demasiadas cosas, pero ya se me olvidaron.
