—Tamaki, ya quédate quieto, te has estado moviendo desde hace media hora y no me dejas dormir- se quejó en voz baja la castaña, dándose la vuelta para poder verle al cara a su esposo.
—Perdón Haruhi—lloriqueaba éste—pero es que...no puedo soportar que Susu ya tenga una cama propia, ¡todavía es una bebita! ¿y si se cae de la cama? ¡¿y si llora y no la oímos?!
—Cálmate—le tranquilizó Haruhi, abrazándolo con ternura—ella está perfectamente bien, y sabes que ya no es una bebita, tiene dos años y medio.
Él correspondió el abrazo, estrechándola aún mas fuerte.
—Es difícil.
Ella asintió. En efecto, era difícil ver a su bebé creciendo, pero si dejaba que Tamaki la tratara como bebita por siempre, la pobre chica viviría con ellos hasta los cuarenta.
Al fin el silenció volvió a la casa. Sólo se oía el tic-tac del reloj de la sala y la respiración tranquila del rubio.
—Haruhi...
Estúpido Tamaki Suoh. Torpe rubio del que se había enamorado profundamente.
—¿Si, querido?—respondió, utilizando la técnica que aprendió de Kyouya: "Asiente a todo lo que el idiota diga y dejará de molestar".
—¿Y si le asusta el Cuco?
—Estará bie...
Ambos voltearon a ver la puerta, en donde estaba Sakura con los ojos llorosos y un oso de peluche en una mano.
—Papá...tengo miedo—dijo la rubiecita acercándose al borde de la cama—quiero dormir con papá y mamá.
Tamaki se emocionó...como siempre, al borde de las lágrimas, y cedió a la petición de su hija, acomodándola entre Haruhi y él.
La castaña lo dudó un momento, pero no tuvo otra que aceptar. Ambos hacían la misma cara de perrito mojado cuando querían algo, y ella no lo resistía.
Además...también era su bebita.
Sakura se durmió rápidamente, arropada por el abrazo de sus dos padres, después de que el rubio le cantara un poco, ya que Haruhi la habría despertado, más que dormirla.
La chica miró a su esposo por unos segundos, hasta que él se dio cuenta de ello y se le quedó mirando también, y ambos sonrieron al mismo tiempo, cerraron los ojos y se durmieron.
Ser padres era difícil, ser esposa de un rubio cariñosamente idiota...también.