Hola, hola a todos. Este fic es una pequeña historia surgida por mi estrambótica mente que le dio por imaginar con tan solo dos capítulos del anime. Es una historia cortita de no más de tres o cuatro capítulos donde hay referencia de otros mangas y animes que me gustan y que me ayudan a calzar la historia a mi manera. Este primer capítulo digamos que es una "prueba" para ver si puede llegar a gustar o no, y es decisión de vosotros que haya un segundo capítulo. Aun no conozco demasiado este anime pero me emocioné demasiado cuando vi los dos capítulos y parte del manga y estaba entusiasmada con crear esta pequeña historia. No es un universo alterno pero tampoco sigue demasiado el esquema que hay del manga hasta ahora, digamos que es una situación que yo me imagino que puede darse dada la información que me ha dado el manga. La historia se centra en una situación que se puede darse después de una posible gran guerra entre los humanos y los vampiros, bueno, sin enrollarme mucho, os dejo con este primer capítulo. Disfrutad.
-Mika.-escucho hablar a una voz profunda que retumba en mi cabeza, una voz tan conocida, tan familiar y tan cálida que mantuve mis ojos cerrados disfrutando de la sensación de bienestar que me proporcionaba aquel sonido tan envolvente.-Mika…-ahí estaba de nuevo, de nuevo aquella voz pronunciando mi nombre, esta vez con más insistencia, que me hizo convencerme de abrir los ojos y visualizar lo que tenía ante mí.
Me deslumbra un espacio blanco, parpadeo varias veces para acostumbrarme a la luz mientras intento enfocar a la figura que se halla a unos metros frente a mí. Poco a poco consigo darle forma encontrándome con lo que ya me esperaba, la mirada de mí querido amigo analizándome con sus ojos verdes, y ataviado aquel traje militar que tanto detestaba que llevara ¿Cuántas veces he intentando visualizarle sin aquel dichoso traje? Tantas que ya he perdido la cuenta, no me gustaba nada verle vestido así, esa ropa me hacía recordar una y otra vez todo lo que había ocurrido y como acabó, nunca hay forma de que pueda verle sin tener que recordar aquello. Sin embargo a pesar del malestar que siento, sonrío sin poder evitarlo dejando que sobresaliesen mis colmillos, a pesar de todo siempre estoy contento de verle de nuevo.
-Yuu-chan…-musité como si le estuviera saludando-¿Has venido a visitarme? No sabes cuánto me alegra de verte, tengo algunas cosas que contarte. Hoy he podido darle varios alimentos a un grupo de niños sin que Bathory me viera ¿crees que he hecho bien?
-¿Hasta cuando piensas seguir así, Mika?-me cuestionó sin rodeos Yuu, cruzándose de brazos mirándome con esa típica seriedad que lo caracterizaba.
Sonrió comprendiendo a que se estaba refiriendo, siempre se enfada cuando hablamos de este tema, pero por mi parte no hay nada de qué hablar porque no voy a ceder a nada de lo que él me diga. No de nuevo.
-No puedo perderte de nuevo, Yuu-chan, no otra vez…-le digo acercándome unos pasos hacia él-Estoy…tan cansado, Yuu, cansado de tanto dolor. Tanto tiempo luchando, mintiendo, sobreviviendo solo para volver a estar contigo.-sonrío de forma triste mientras mis ojos se ponían vidriosos sin quitarle los ojos de encima a mi mejor amigo-No puedo con más dolor, no puedo. He perdido ya a demasiada gente, y ahora que por fin estás conmigo, no puedo dejarte marchar, verte es suficiente para que se calme el dolor, es suficiente y…
-Ya me has perdido, Mika-me cortó encontrándose de repente justo frente a mí sobresaltándome ante su cercanía y sus palabras-Solo me encadenas a ti con tus propios recuerdos, pero solo son esos, recuerdos. Yo mismo te lo pido. Deja que me vaya…
-No lo haré, Yuu-espeté pegando mi frente con la suya en un intento de mantenerme cuerdo, su voz ahogada pidiendo que lo dejara marchar, me tentaba a hacerlo, pero no puedo, no quiero que se marche, simplemente no puedo dejarlo ir, no después de todo lo que hemos pasado.-Te aprecio y te quiero mucho, pero no puedo dejar que te vayas…solo te pido que me esperes, encontraré algo que haga que podamos volver a tocarnos, que podamos…
-Mika…-me cortó mirándome a los ojos, con esa expresión de derrota que no parecía la de él antes de quebrarme por dentro cuando siguió hablando-Los muertos no pueden volver.
-¡Eso no es verdad!-grito sin poder evitarlo. No es la primera vez que escucho esas palabras viniendo de él, esa frase es la única que hace que me estremezca, que me sienta derrotado y fulminado, me daba la idea clara que era verdad pero necio de mi me niego a aceptarla, no puedo ceder ante ese sentimiento de derrota aferrándome a lo único que puedo ver claro-¡Yo pude regresar! ¡Estuve muerto y pude regresar! ¡Si yo pude, entonces puedo hacer que tú….!
-No regresaste, te convertiste-me espetó en la cara haciendo que me callase llegando a dar un paso atrás-Nunca llegaste a morir, no de verdad, pasaste de humano a vampiro, pero no estuviste muerto. Por eso, nunca pudiste regresar porque nunca te habías ido. Yo me fui y no pude volver, ni ahora ni nunca.
-Yuu-chan…-alcanzo a murmurar sin saber que decirle, no sé como lo hace, pero siempre consigue hacer tambalear las cadenas que había creado y con las que le mantengo atado a mí, consigue que tiemblen cuando me dice esta clase de cosas ¿Cómo puede Yuu decirme esto? ¿Por qué esta actitud tan derrotista? Yuu siempre ha sido de plantarle cara al destino y cambiarlo sin importar lo que ocurriera ¿Por qué ahora me tiene que venir con esto?
-Porque he visto cosas-oigo como me responde haciéndome levantar la cabeza hacia él-Hay cosas que se escapan de nuestras manos y no hay nada que podamos hacer para cambiar las cosas, Mika. Hay leyes que mantienen todo en un perfecto equilibrio y nosotros…no somos nadie para alterarlo. No podemos estar jugando a ser dioses.
-¡Basta! ¡Basta!-termino gritando queriendo acallar las dudas que empezaban a surgir en mi ante las palabras de Yuu-¡Me niego a aceptar esto! ¡No voy a ceder por mucho que me digas!
-Mika…-murmuró con aquella voz rota que tanto me hacía temblar, él se había rendido, se había rendido ante esta adversidad-Akane y los demás deben de echarnos de menos, deja que vaya donde están ellos….
-¡No! ¡No los uses para esto! ¡No se te ocurra nombrarlos para manipularme!-le reprocho al recordar las caras del resto de los niños, de Akane y sus pequeños cuerpos destrozados por el blanco suelo de la mansión de Bathory.-No te irás, Yuu-chan…no te dejaré ¿lo entiendes? ¡No voy a permitirlo!
Le veo entonces bajar la mano mientras suspira volviendo a mirarme con ese aire melancólico que demostraba ¿Ya está? ¿No iba a seguir insistiendo?
-Lo siento, Mika…-se disculpó bajando la cabeza-Pero ya no hay nada que puedas hacer por mí.
-¿Yuu-chan?-lo llamé confundido.
-Lo siento, me hubiera gustado poder despedirme mejor de ti…-volvió a disculparse bajando la cabeza y cerrando los ojos ¿acaba de decir "despedirse"? Entonces vi como se dejaban ver cuatro cadenas enganchadas en algún lugar lejano que mantenían a mi amigo inmovilizado de muñecas y tobillos-Espero que llegues a escoger el camino correcto para ti…
Entonces se escuchó un sonido de metal rompiéndose y ante mis sorprendidos ojos veo como las cadenas que mantienen a mi amigo atado se resquebrajan como si fueran de cristal antes de dividirse en cientos de minúsculos trozos que cayeron al suelo con pequeños sonidos que semejaban precisamente a un cristal roto.
-¿Qué ha…?-comencé a cuestionar sorprendido.
-Nos vemos, Mika-me sonrió Yuu dándose la vuelva para empezar a marcharse.
Tienes que ser una broma ¿de verdad se está marchando? No puede ser…es mentira, es solo una ilusión. Las cadenas no pueden ser rotas así como así, no puede ser, no…pero, Yuu se está marchando, esta alejándose cada vez mas y mas de mi ¿Qué es esto? ¡¿Por qué quiere irse de mi lado?! ¿Por qué?!
-¡YUUICHIROU!-grité levantándome y corriendo hacia su espalda con la mano alzada.
-¡No armes jaleo, idiota!-escuchó una voz totalmente distinta al mismo tiempo que siento un tremendo golpe en mi cabeza que enseguida me hace regresar a la realidad.
Espera…¿todo ha sido un sueño?
-Estúpido novato-gruñó mi compañero que aun seguía con el puño alzado-No me apetece correr tras el ganado, así que mejor te quedas calladito, los pillamos por la espalda y nos los llevamos ¿estamos?
Gruño por lo bajo sin molestarme en sobarme la zona donde he sido golpeado ¿para qué? Ha sido solo una llamada de atención y no es que me hubiera dolido. Ahora no era eso lo que me importaba, sino esta sensación de devastación que sentía en mi pecho, estaba tan seguro de haberlo conseguido, tan seguro de haber conseguido la forma de retener a Yuu conmigo aun después de que muriera pero ¿Cómo ha podido liberarse? ¿Por qué ha decidido marcharse? ¿Por qué ahora, luego de treinta años de su muerte? No puedo entenderlo, esto era nuestra mejor baza, encontramos nuestra libertad y unión cuando él murió. Estábamos juntos y nadie podía impedir eso, ni vampiro ni humano podía impedirnos estar juntos, y ambos estábamos contentos de estar así aunque solo pudiéramos vernos en sueños. Pero ¿en qué momento empezó todo a ir tan mal? Yuu empezó a comportarse muy raro y a querer marcharse, nunca me ha dicho el porqué, solo que debía irse.
Y ahora, al final, lo ha conseguido; Se ha ido.
Siento un profundo frío en mi cuerpo, un frío más gélido que el que había sentido en el momento en que Bathory me convirtió en vampiro. Era devastador. Incómodo y lleno de melancolía. Treinta años juntos, viéndonos en los sueños, sin que nuestras apariencias cambiaran ni un ápice con el paso de los años y sobretodo sin que nadie pudiera interponerse. Pero ahora, él ya no está, se ha marchado, ha conseguido destruir las cadenas que había forjado para que no se fuera y se había ido de mi lado ¿Cómo ha podido? ¿Cómo ha podido dejarme tan solo? ¿Cómo ha podido destruir con tanta facilidad aquello que tanto nos unía? Somos familia, familia significaba que jamás te abandonaría ni te olvidaría ¿Por qué lo ha hecho?
-¿Hablabas con el pequeño Yuu, Mika?-escucho hablar a una voz conocida y remilgada a mi lado. Bathory, como siempre está presente cuando estoy amargado para regodearse en mi miseria. Como lamento no haberlo matado cuando estaba a mi merced.-Uh, que cara…¿has discutido con el pequeño Yuu? Eso no es bueno, Mika, la familia siempre debe llevarse bien ¿no es cierto?
-No hables como si le conocieras-siseé apretando los dientes mirándole de forma amenazadora, pero como ya es costumbre Bathory parecía disfrutar de mi malhumor en vez de sentirse intimidado, tiene demasiada confianza en que no soy rival para él.
-Claro que conozco al pequeño Yuu ¿acaso no recuerdas que fui yo quien os recogió a los dos cuando el mundo se hundió?-como le gusta a este imbécil restregarme aquello por la cara como si le debiera algo.
-Bathory, si no quieres problemas, cállate de una vez-gruño levantándome del asiento donde estaba y encarándolo con toda mi altura.
-Oh, veo que no estás de humor para bromas-se burló ese desgraciado con esa típica sonrisita arrogante que siempre me mostraba antes de darse la vuelta.-Pero intenta quitar esa cara de ogro, no queremos que los niños se asusten en cuanto te vean…la sangre se amarga cuando el ganado esta asustado.
¿Qué demonios hago aquí? No puedo evitar preguntármelo cada vez que tengo esta clase de roces con ese desgraciado de Bathory ¿Por qué sigo con los vampiros? Es lo que suelo preguntarme, treinta años después de que mi razón de vivir dejara este mundo… Ah, sí, no tengo ningún otro sitio al que ir, soy uno de los suyos, desde que Bathory me mordió…o desde ese otro momento, no lo sé. Pero, esos niños humanos….odio a los humanos, los odio con toda mi alma por cómo han utilizado a Yuu, por su culpa él está muerto, pero aun así yo, no puedo olvidar que también fui un niño humano, que también fui "ganado" ¿Qué pensarían Akane y los niños de mi? ¿Qué has estado pensado tú de mí durante todos estos años, Yuu? Acaso….¿acaso te has ido porque ya no soportabas verme formando parte de este mundo? Si es así podrías habérmelo dicho, me habría ido gustoso con tan solo me lo pidieras.
-¡Maldición!-escuchó bramar a uno de mis compañeros haciendo que todos los que estábamos por ahí nos volteáramos a verlo.
-¿Qué ocurre?-preguntó otro sin alterarse lo más mínimo.
-Que parece que el ganado tiene ganas de jugar…-gruñó el primero mostrando una piedra que al parecer habían hecho que se estrellase contra su nuca.
-Jajaja, que resistencia tan adorable-comentó Bathory antes de cambiar su sonrisa divertida por una más sádica.-Pero como sus dueños es nuestro deber disciplinarlos.
¡PLOC!
-¡Malditos mocosos! ¡Otra vez!-gritó el mismo de antes cuando una nueva piedra que le había golpeado en el brazo.
Entonces mis oídos captaron una risa infantil que intentaba ser ahogada con la mano. Nos ha tocado encontrarnos con un niño travieso, por lo que veo. Cruzo una mirada con Bathory, que con una sonrisa asiente y me da la orden de ir, suspiro y voy saltando entre los escombros rápidamente hasta llegar al origen de la breve risa, donde me encuentro con un niño pelirrojo que aun se reía de su travesura. Sin darle tiempo a reaccionar le tomo de uno de los tobillos y lo alzo dejándolo colgado en el aire.
-¡Suéltame! ¡Suelta!-gritaba el niño cuando apenas pudo percatarse de que había sido capturado y comenzó a patalear con el pie que le quedaba libre mientras me quedo mirándolo con curiosidad.
Es bastante raro, no es común ver a un niño de pelo rojo sobretodo ahora con los pocos humanos que quedan sueltos sin la protección de esos del ejercito. No es muy pequeño, debe de tener diez u once años, no mucho más, me miraba con esos ojos negros feroces mientras luchaba por liberarse. Es bueno que tenga esa fortaleza, le puede venir bien a la hora de proteger a los niños pequeños que vayan con él pero desde luego si se pone bravucón no iba a durar nada en el subterráneo, faltaría tiempo antes de que alguno de los vampiros le matase y bebiera de su sangre delante de los demás niños como modo de dar ejemplo de lo que puede ocurrirles a cualquiera de ellos.
-No te conviene.-le termino advirtiendo por lo bajo. Me da lástima el niño, preferiría evitar que ningún niño muriera pero no puedo respaldarlos a todos, es la ley del más fuerte, chico, pero también prima el ser más listo que los demás.
-¡Suélteme, chupasangre!-me exigía sin hacer caso a lo que le decía.
-Escúchame-me tocó a mí exigir con una voz tan fuerte que le hizo callarse-Tienes suerte que te haya cazado yo y no otro. Ahora escúchame bien. A estos vampiros no les gusta nada los niños que se pasan de listos y no les tiembla la mano a la hora de matar uno. Así que si quieres vivir, te recomiendo que mantengas tu boca cerrada y controles tu furor.
-¡¿Quién te crees que eres tú para ordenarme hacer eso?!-vaya, me ha venido a tocar un crío que se hace el valiente y el estúpido.
-Porque otro no se habría molestado en atraparte. Por tu travesura ya estarías desangrado para hacer gritar de miedo a tus amigos y hacerlos salir de su escondite.
Oh, su cara ha perdido color, supongo que es porque no le hace gracia imaginar la escena que le he descrito de cómo habría sido su final si yo no llego a dar con él.
-Y-Yo no tengo amigos, estoy solo.-murmuró dejando de luchar, se hace el tonto. Buen intento, criatura, pero es demasiado obvio.
-Mientes.-suelto sin pestañear.-Es imposible que hayas conseguido sobrevivir estando solo, aun si no tienes a un adulto que se ocupe de ti, a la fuerza tienes que estar en un grupo ¿puedo adivinar? Tú eres de los mayores, pero hay más aparte de ti ¿verdad?-el olor a sudor que empieza a desprender me da a entender que estoy en lo correcto, hay un grupo de niños merodeando por la zona-¿Cuántos hay en total? Me llegan varios olores ¿son cuatro? ¿Cinco, quizás? Si estoy en lo correcto debe de haber dos o tres que sean los mayores y los otros deben de ser todavía muy pequeños.
-Basta…-le escucho musitar.
Esta temblando, veo como el miedo empieza a envolverle a medida que voy hablando. Estoy acertando en todo, y espero de verdad que se dé cuenta de la situación en la que se encuentra, si hay más niños solo era cuestión de tiempo que diéramos con ellos, y lo que fuera a ocurrirles en el momento de capturarlos podría determinar en cómo se iba a comportar.
-¡KYAAAA!-se escuchó un grito de niña desde la lejanía. Y ahí lo tenemos. Ya han cazado a una.
-¡Aoi!-exclamó el pelirrojo al que tenía preso el cual volvió a presentar batalla pataleando y moviendo los puños al aire intentando golpearme ¿No acabo de decirle que se portara bien? Así no iba hacer nada para mantener la seguridad en sus compañeros-¡Dejad en paz a Aoi!
-Si no te callas, la mataran-le reto sin miramientos mientras me pongo en camino para reunirme con los otros, donde veo como uno de ellos esta tirándole del pelo a una niña que debe de rondar por la misma edad que el crío que tengo yo, debe ser la tal Aoi.
-¡Aoi!-exclamó el pelirrojo que seguía pataleando. Veo que de verdad lucha por ir a su lado y no voy a ser yo quien se lo impida, él verá lo que hace, así que termino por soltarlo y hacer que cayese en el suelo. La niña detuvo su llanto al escuchar la voz del niño volteando a verlo.
-¡Tsurumasa!-exclamó ella. El vampiro, cansado de sus chillidos, la soltó y dejó que corriera a los brazos del chiquillo que la rodeó y nos miró a todos con ferocidad.
-Que encantadores corderitos hemos ido a encontrar-escuchó la voz de Bathory que aplaudía, está visto que ese sádico disfruta de las caras horrorizadas de los niños cuando son cazados, es igual que el gato que juega con la presa antes de matarla-Pero ¿que tenemos aquí? Qué curioso color de pelo-jugueteó entonces con un mechón rojizo del cabello del niño que no tardó nada en responder con un manotazo.-Jajaja, nos ha tocado un niño muy valiente ¿tendrás el mismo valor cuando capturemos a tus amiguitos?
-Tsurumasa…-escuchó gemir a la niña escondida y aferrada al pecho del tal Tsurumasa.
-Tsk….-chasqueó el crío para luego verlo tomar una bocanada de aire-¡Hyouga! ¡Yuuichi! ¡Tomad a los niños y huid! ¡Corred! ¡Corred!
-Niño tonto…-musitó Bathory soltándole una bofetada al crío lanzándolo a varios metros de distancia.
-¡Tsurumasa!-chilló la niña sorprendida levantándose para ir donde el otro pero yo mismo me encargo de tomarle de la muñeca y obligarla a que se sentase en el suelo-No le hagáis daño, por favor, no…
-Eso depende de él.-y no me faltaba razón, los vampiros no son humanos, y no tienen miramientos. Si el niño se cree que por hacerse el valiente iban a tenerlo en consideración está equivocado, si sigue poniéndose chulo deberá asumir lo que se le venga encima.
Nuevos chillidos inundaron la zona haciendo que todos guardáramos silencio, incluso los pequeños, ya sea por temor o sorpresa. Esperamos unos segundos antes de ver a tres compañeros nuestros que llevaban consigo a dos niños pequeños y a otros dos más mayores. Los más pequeños estaban colgados de ambos brazos de uno solo de los nuestros, llorando y retorciéndose en busca de su libertad mientras que a uno de los mayores le habían agarrado del pelo y estaba siendo arrastrado boca abajo por el suelo sin oponer ningún tipo de resistencia mientras un rastro de sangre iba quedando a su paso. Era de esperar, le han matado. Pobre muchacho. Ha debido de plantarles cara a mis compañeros y ellos han decidido quitárselo de encima ¿Por qué traen su cuerpo entonces? Bah, seguro que para intimidar a los que tenemos aquí. Aun veo a otro niño más, está vivo, está caminando por su cuenta y lo llevan tirándole de la muñeca ¿otro rebelde? Esperemos que no.
-Hyouga…-murmuraron el pelirrojo y la chica con los ojos dilatados viendo como su compañero estaba siendo arrastrado y dejando aquel rastro de sangre.
-¡Tsuru-nii! ¡Aoi-nee!-exclamaron los pequeños tendiendo sus brazos hacia ellos todavía atrapados entre los brazos del vampiro que los había capturado.
-¡Cerrad el pico!-ordenó uno de ellos lanzando a los niños como si fueran sacos que cayeron justo a los brazos de la muchacha, los pequeños empezaron sollozar entre sus brazos ocultando sus caras en el pecho sin ser capaces de encarar a los que estaban a su alrededor. Son muy jóvenes, el más pequeño no puede tener más de seis años y la segunda debe de tener cerca de ocho años. Estupendo ¿de dónde salen niños tan pequeños?
-Oh ¿Qué ha pasado?-preguntó Bathory la mar de divertido mientras escuchaba a los pequeños llorar sin parar mientras observaba el cuerpo muerto que estaba en el suelo.
-Mis disculpas, el crío me ha sacado de quicio-se disculpó el que portaba con el muerto al mismo tiempo que lo alzaba dejando ver los ojos ausentes de brillo del pequeño al que había matado cortándole el cuello donde todavía brotaba sangre, para luego lanzarlo a los pies de Bathory sin ningún miramiento.
-Entiendo, pero es una lástima que se haya desperdiciado tanta sangre-murmuró fingiendo sentir pena por lo acontecido.-Con lo delicioso que resulta tomarla directamente de la fuente. Cada vez cuesta más conseguirla.
-Lo lamento mi señor, pero de verdad que el niño ha resultado ser bastante molesto, pero matándolo, capturar a los otros ha sido mucho más sencillo
-Eso está muy bien pero ¿y ese otro?-preguntó apartando el pequeño cadáver con un pie para que no le estorbara.
-Pues….mi señor, este crío.-murmuró el recluta que mantenía preso al otro crío, parecía no saber como explicarle a Bathory lo que había descubierto ¿Por qué estaba nervioso? Era otro crío mas. Veo entonces como le dio un fuerte tirón al muchacho obligándolo a mostrarse ante nosotros y…
Y…
Espera.
¿Qué clase de broma macabra es esta? ¡¿Qué diablos significa esto?! Escucho el sonido del viento del que antes no me había percatado mecerse sobre nosotros. El llanto de los niños sonaban, de repente, apagados y lejanos como un silencioso eco que se hacía cada vez menos evidente hasta desaparecer, el ruido de los escombros de la ciudad que caían de vez en cuando deje de escucharlos, ni siquiera podía escuchar lo que podían estar hablando los compañeros que tenía alrededor. Todo de repente parecía perder el sentido del tiempo y de la realidad en cuanto vi el rostro de aquel muchacho.
Ese cabello azabache, esos ojos grandes y verdes que reflejaban un gran valor y ferocidad comparable solo al de una noble fiera, magnificado por las magulladuras que tenía repartidas por toda la cara por haber luchado contra su captor. Ese aspecto que tan bien conozco y que tanto he….
-Bueno ¿Cómo es esto posible?-cuestionó Bathory tomando al niño del mentón para verlo haciendo que me entrara de repente un profundo miedo en cuanto lo tocó. Conocía bien a Bathory y reconocía perfectamente esa mirada maravillada que tenía ante este descubrimiento que no pasaba desapercibido ante ninguno de los que estábamos presentes.-Que hermoso milagro….
-Vete al diablo ¿quieres?-habló aquel niño por primera vez, esa voz…es idéntica a la de él, pero ¿Cómo es posible?
-Suéltale…-siseo sin poder evitarlo a la espalda de Bathory que se volteo a verme arqueando una ceja.
-Oh ¿Qué ocurre, Mika…?
-¡Que le sueltes!-ordeno dándole tal golpe en la cara que lo hice chocar contra unos escombros que había a cinco metros de distancia. El golpe fue tremendo, tan fuerte que los pequeños dieron un bote y se taparon los oídos mientras varios trozos de piedra volaban alrededor del impacto llegando a caer algunos cerca de nuestros pies. No he podido evitar reaccionar así, he visto como Bathory lo tocaba y la ira brotó por si sola dentro de mí y mi cuerpo reaccionó como quiso.
-¡Pero ¿Qué diablos haces, Mikaela?!-escucho a uno reprocharme, pero me da lo mismo, me acerco al sorprendido niño que se ha quedado viendo hacia donde he mandado a Bathory. Me arrodillo frente a él y con mis manos le tomo les rostro para hacer que me mire a los ojos. El niño ahoga un gemido de miedo pero no se mueve y me permite que lo examine con detenimiento.
Me quedo mirándolo unos segundos cada vez más convencido de quien es la persona que estaba delante de mí. Sé que es imposible, sé que esto es de locos, pero lo miro y es que no veo que otra persona puede ser. Es Yuu. Este niño no es otro que Yuu. No tengo duda alguna. Su cara, sus ojos, su cabello, no hay nada que se escape a la imagen que tengo de mi amigo, incluso paso una de mis manos por su cabello para comprobar la veracidad de su color, de su forma y de nuevo es todo autentico. Este niño es Yuu.
-¡Suéltame, chupasangre!-me grito con fuerza Yuu en cuanto reaccionó dándome un cabezazo entre ceja y ceja. Me ha dado con fuerza porque no he sentido dolor alguno, solo le hizo que mi cabeza fuera un poco hacia atrás para luego oírlo quejarse a él y sostenerse la frente. Al final el que se ha hecho daño es él. Sostuve entonces sus delgados brazos para evitar que perdiera el equilibrio y no pude evitar reír un poco al verle mareado por el golpe. Si, es Yuu, igual de bruto que siempre.
-¡Mocoso estúpido!-gruñó uno alzando la mano con toda la intención de golpearlo, veo lo que va hacer y no tengo ninguna intención de permitírselo, marqué territorio moviendo mi brazo con tal rapidez que le corte el suyo.-¡AAAH! ¡Mikaela ¿Qué diablos…?!
-No te atrevas a tocarle…-me atrevo a amenazarles sin soltar uno de los brazos del niño.
-¡Kyaaaa!-se escucharon las voces de los más pequeños, Yuu reaccionó y me mordió la mano. De nuevo no sentí ningún dolor y no lo solté, de hecho le di un pequeño tirón para dirigirlo hacia mí pegándolo a mi pecho.
-Pórtate bien.-le aconsejo al oído pasando mi mano por su cabello y de paso manteniendo su cabeza sobre mi pecho. Su olor…su olor también es igual…ese aroma que ya había aspirado algunas otras veces invadía mis fosas nasales, haciéndome rememorar algunas cosas de nuestra infancia.
-Suéltame, quiero ir con mis amigos…-me gruñó intentando apartarse de mí.
-Si quieres ir con ellos, pórtate bien y no des problemas…-le murmuro al oído sin separarlo de mí.
-Vaya, Mika ¿Qué tenemos aquí?-oigo la voz de Bathory a mi espalda con su típico tono burlón, parece que esta vez se ha dado prisa en recuperarse de mis golpes, aprieto a Yuu contra mí con fuerza a modo de advertencia a los demás.-Que agresivo te has puesto, ¿acaso te ha gustado este muchachito? ¿lo quieres para ti? Es una pena, tiene pinta de tener muy buen sabor….
-Si le pones las manos encima, te mato-no pude evitar advertirle levantándome de donde estaba sin soltar a Yuu de uno de los brazos, no me atrevo a soltarle, no puedo con tanto vampiro acechándole.
-¡Suelta!-me grito logrando liberarse de mi agarre y corriendo hacia sus amigos.-¡Tsuru! ¡Aoi!
-Yuuichi-exclamaron los otros dos niños cuando Yuu llego a ellos ¿Yuuichi? ¿Le llaman así?
-Lleváoslos dentro-ordeno uno empezando a empujar al pelirrojo, una mirada mía basto para hacerle entender que si se le ocurría tocar a Yuu de esa manera iba a vérselas conmigo.
-Que sorpresa ¿verdad, Mika?-me pregunta el indeseable de Bathory posicionándose cerca de mi oído para susurrarme, como detesto que haga eso-Ha aparecido un niñito idéntico a tu pequeño Yuu ¿no es algo maravilloso?
-Ahórrate tus chistes, Bathory.
-Oh ¿pero no crees que estas siendo egoísta? Tu ya tienes al pequeño Yuu en tus sueños ¿también quieres acaparar a los que se parezcan a él?
-¿Acaso quieres pelear?
-Ni mucho menos ¿Por qué querría pelear contra mi siervo favorito?
-Porque parece que sea eso lo que estas buscando.
-Nada más lejos de mi intención, pero…-empezó a murmurar jugueteando con mis cabellos-…me gustaría que no fueras tan egoísta y pensases mas en tus compañeros, por el gran aprecio que te tengo te permití que te quedaras con Yuu pero me gustaría que me dejaras probar un sorbo de ese pequeño, me muero por saber si su sangre es tan deliciosa como lo fue la tuya a su edad.
-No vas a tocarle, Bathory.-le amenace.-Si le haces algo voy a ir a por ti.
-Lo sé, Mika, lo sé-se burlaba el muy hijo de…-Pero entonces tendrás que cuidarle mucho ¿no? Tiene pinta de que le gusta meterse en problemas, tanto como el otro pequeño Yuu y ya sabes, sin ti, no durara demasiado tiempo ahí abajo.
-Serás…
-¡Coff coff coff!
Escucho a alguien toser y, reconociendo la voz de Yuu, me volteo a verlo encontrándome como se está sosteniendo el pecho con fuerza ¿Qué le pasa? No tiene buen aspecto.
-Yuuichi, tranquilo, respira-escucho a Tsurumasa murmurar-No te pongas nervioso, respira.
-¿Qué le pasa al pequeño valiente?-preguntó Bathory con burla.
-Solo es alergia.-contestó Tsurumasa por él colocándolo tras suya a modo de protección.
Miro a Yuu que se encontraba abrazando a los más pequeños mirándonos a todos con la cautela y el desafío reflejándose en su mirada mientras jadeaba, tomando bocanadas de aire como si le costase respirar con normalidad ¿acaso se encontraba mal? Lo miro sin poder evitarlo preguntándome si estaba enfermo o algo así, se sostenía el pecho a la altura del corazón y me asusta pensar que realmente podía tener alguna especie de enfermedad. Las palabras de Bathory resuenan entonces en mi cabeza, un niño enfermo nunca duraba en los subterráneos…si lo dejaba libre, estaría muerto en menos de dos días.
-No voy a permitirlo, no de nuevo…-murmuro llamando la atención del muchacho que alzó su mirada eucalipto hacia mi conectando nuestros ojos. Me dirigí hacia él hincando la rodilla quedando justo frente a él-¿Cómo te llamas?
-¿A ti que te importa, chupasangre?-me reto con furia todavía apretándose la ropa, llevo mi mano hacia la suya intentando aflojar ese agarre.
-Quiero saber tu nombre, porque a lo mejor puedo ayudarte.-intento convencerle pero como veo que no parece tener intención de decirme nada decido ya dar yo el primer paso para darle confianza-Mi nombre es Hyakuya Mikaela, pero todos me dicen Mika, encantado de conocerte.
-Además de ser capturados, nos toca tener a un chupasangre con nombre de chica, genial, nos ha tocado la lotería.-me soltó con cara de guasa y no sé porque, siento que esas palabras se me clavan como un puñal en mi orgullo masculino pero me obligó a mi mismo a sonreír a pesar de las ganas que me han venido de darle un golpe en la cabeza por impertinente. Cada vez estoy más convencido de que se trata de Yuu.
-Yuuichi, no te pases-le advirtió por lo bajo Tsurumasa.
-¿Te llamas Yuuichi? Es un nombre bonito.-le halagué en un intento de mantener controlada la situación.
-No me llames así, solo mis amigos pueden llamarme Yuuichi-me advirtió mirándome en estado de alerta.
-Pero es que si no me dices tu nombre, tendré que llamarte de alguna manera-sonrió divertido, a pesar de que todos nos estaban mirando me permití el lujo de chinchar un poco a ese pequeño diablo.
Me miró con el ceño fruncido, como siempre estaba Yuu cuando trataba de hacerse el duro o el valiente frente a los demás, sobretodo cuando encaraba a un vampiro. Me resulta divertido aunque no puedo evitar sentir una punzada de dolor al saber que no da ninguna señal de reconocerme. Este niño es Yuu, estoy completamente seguro de ello, pero no da muestras de reconocer a ninguno de los que estamos aquí.
"Yuu está muerto, iluso"-me dijo la voz de mi conciencia golpeándome contra la realidad-"Y los muertos no pueden volver, ¿recuerdas? métetelo en la cabeza. Este no es Yuu"
No es cierto. Este es Yuu, es imposible que exista alguien que se parezca tanto a él, no es posible tantas similitudes, simplemente eso es imposible. Yuu ha regresado a mí, se ha reencarnado o qué sé yo, pero sé que el que tengo delante es mi mejor amigo.
-Me llamo…-le escuchó hablar captando mi atención, parece que se ha decidido a decirme su nombre, lo que me diga dejara en definitivo que lo que pienso es cierto-…Ichinose Yuuichirou.
Un nuevo frío me entró en las venas ¿Ichinose Yuuichirou? Al escuchar ese apellido la imagen de Ichinose Glen apareció por mi mente y mis dientes crujieron de ira. Ichinose.
Ichinose.
Ichinose.
Ichinose….Yuuichirou.
-Yuu.-murmuró sin poder evitarlo mientras una sonrisa surcaba por mi cara, él es Yuu… solo eso importaba, solo eso.
CONTINUARÁ.
Bueno, pues este es el primer capítulo de esta pequeña historia que, como dije depende de vosotros que tenga un final. Aquí ya empiezan las referencias a otros mangas, sin ir más lejos los nombres de los niños, incluyendo el nuevo apodo de nuestro querido Yuu, hacen referencia a los personajes del anime de Inazuma Eleven Go, pero calma, que son solo referencias, no es un crossover con los personajes mismos. Como también habrá otras referencias, pero que le darán coherencia a lo que intento crear. Espero que lo hayáis disfrutado y dado que aquí no hay un botón de like….¡reventad el botón de favoritos o dejar review (prefiero review XDDD) que son gratis y previenen el colesterol malo….vale, eso ultimo no ¡pero dejad revirew! Aparte de eso, también quiero advertir que posiblemente la historia vaya tornándose un poco dura en el siguiente capítulo, no mucho pero sí que no será felicidad y alegría. Muchas gracias a los que se han tomado la molestia de leer y espero que hayáis podido disfrutarlo.
Fic dedicado a mi neesan, Rydag, para que se eche unas risas ¡Asi que riete! ¡Te ordeno que lo hagas, parguela!
