Tras la Guerra del Anillo, cada miembro de la Compañía decide seguir su propio camino. Así, con el paso de los años, el Rey Elessar tiene varios hijos, Faramir supera la muerte de su hermano gracias a la compañía de Èowyn, y Gimli anuncia su casamiento con una bella enana. Todos estos acontecimientos le hacen darse cuenta a Legolas que él es el único que aún no ha forjado una vida propia, y siente un vacío en su interior que no puede llenar; por lo que decide marcharse a Aman antes de tiempo. Sin embargo, sus planes se ven frustrados cuando una mañana se sumerge en un profundo lago al intentar salvar a la joven princesa de Gondor. Al volver a la superficie, ambos se encuentran en un paisaje desconocido, sumidos en una tormenta de nieve, al borde de la hipotermia. Cómo iban a imaginarse, que iban a aparecer en un mundo muy distinto al suyo, sumido en una cruenta guerra civil. Separados el uno del otro, sólo les queda la opción de unirse a uno de los bandos y luchar en una batalla sin sentido alguno para ambos. Dos hermanos que luchan por el trono, un revolucionario demente, y una elfa de cabellos dorados y discursos esperanzadores, son sus únicas brújulas en ese mundo en el que están perdidos y sin rumbo.
