No me pertenece lugar de "Jake Long el Dragón Occidental"
Huevos de Dragón
El suceso menos común de todos acechaba a todos los dragones jóvenes sin que estos lo supieran, pues en la sala de reuniones del Consejo de Dragones una luna blanca empezaba a convertirse en dorada ganándose la atención y preocupación de todos los presentes.
-¡Oh no estos es malo muy malo!-Grito uno de los presentes.
-¡¿Que nadie se percató de esto?!-Grito otro.
-¡Ya basta!-Dijo al fin uno parando lo que se convertiría una pelea sin fin entre los presentes.-Este suceso no avisa su llegada y como tal no podíamos haber presentido algo así. Por ello enviaremos un mensaje a cada entrenador de jóvenes dragones para que se preparen y hagan los arreglos necesarios para prepararse.
Sin decir nada mas todo el mundo se levantó de sus asientos tratando de calmarse con lo que estaba a punto de ocurrir a los jóvenes dragones de todo el mundo.
Por su parte Luong Lao Shi se quedó sentado en su silla mientras sus pensamientos de preocupación se posaban en su nieto el cual estaba al otro lado del mundo y si sus estudios sobre este suceso era correctas todas formas mágicas de tele transportación o comunicación mágicas estaría fuera de servicios ahora mismo. Sin esperar a que más pensamientos los atacaran todos los consejeros se transformaron en sus formas dragoneas y montaron vuelo, cada uno a diferentes partes del mundo mientras que la luna por su parte amenazaba con su brillo a los dragones apresurados.
En Nueva York Jake y sus amigos patinaban como otros jóvenes de su edad en su siempre común pista de patinaje en Nueva York sin preocuparse de nada, que para su sorpresa era algo poco común en la vida de Jake como dragón de Nueva York.
Al parecer toda la comunidad mágica de Nueva York se estaba tomando un descanso, incluso las creaturas que normalmente causaban problemas en la comunidad mágica estaban tranquilas, incluso los pequeños problemas o las pequeñas disputas, de las cuales le hacían la vida difícil, se resolvían sin la necesidad de su presencia.
Podría decirse que la vida le sonreía a Jake y gracias a que su padre sabía su secreto desde su viaje de vacaciones, sus problemas parecían disminuir y ya no tenía que preocuparse de las cosas de dragón que normalmente le daban problema en su vida, pero aun así algo parecía estar fuera de lugar, pues aunque todo iba de maravilla, no podía dejar de pensar que algo malo estaba ocurriendo pues ya eran cuatro largos días tranquilos y nada parecía estar mal. Incluso Jake sabía que debía que agregar el hecho de que tenía sueños mojados constantes…muy constantes y que a su vez al despertar siempre despertaba con su saliva con un color dorado.
Al principio Jake pensó que era una broma de Haley que le habría puesto brillantina dorada mientras estaba dormido, pero para su sorpresa ella era inocente y lamentablemente la información para ello estaba en los libros que tenía su abuelo en su tienda (a lo cual el no pasaría ninguna hora ahí leyendo) y también perro Fu había decidido tomarse unas "vacaciones merecidas" fuera del país, por ello Jake estaba solo y cada noche que pasaba su saliva se iba poniendo más dorada.
-¡Hey viejo en que estás pensando!-Dijo su mejor amigo Spud.
-Si Jake has estado pensativo por unos veinte minutos.-Dijo una Trixie que lo miraba inquisitivamente.
-No es nada chicos, no se preocupen por mí.-Dijo Jake el cual no quería que sus amigos supieran por ahora su problema de saliva.-Solo he estado pensando en lo tranquilo que han sido estos días.
-Amigo, tienes razón incluso yo pienso que es algo extraño.-Afirmo Spud.
-Tu abuelo todavía no ha llegado de su viaje.-Dijo Trixie.
-No y no puedo enviarle un mensaje ya que al parecer el correo mágico esta fuera de servicio.-Dijo un Jake algo preocupado.
-Tal vez no es nada, porque no practicas un poco y te relajas de esos pensamientos.-Dijo Trixie en forma de ánimo para Jake el cual le dio una sonrisa sincera y de agradecimiento.
Sin esperar a más Jake agarro su patineta y se lanzó a la pista seguido por sus amigos, sin darse cuenta de que saliva brillante y dorada salía de un lado de su boca.
La llegada a su casa fue tan normal como siempre, saludar a su madre y a su padre que ya estaban en casa, subir a su cuarto y dejar sus cosas, leer o empezar a hacer sus tareas hasta que su madre lo llamara para cenar. Pero para toda la familia Long la cena no iba a ser nada normal.
Al momento de que su madre llamara a todos a comer Jake se despertaba de su más intenso sueño mojado, pero extrañamente este no incluía a Rose en él y extrañamente si lo recordaba bien ninguno de sus sueños incluían a Rose pues siempre o era un hombre o una mujer pero no podía ver caras o distinguir sus voces. Levantándose pesadamente Jake no se dio cuenta del gran charco de baba dorada brillante que estaba en su almohada, antes de bajar completamente Jake paso por el baño echándose un poco de agua en la cara y en el cuerpo el cual estaba ardiendo de calor, pero no de fiebre. Sin darle tanta importancia a su apariencia Jake bajo las gradas atravesado el umbral para el comedor su madre le iba a preguntar sobre su día como su padre pero cuando estos vieron la cara de su hijo de un color rosado claro estos se preocuparon por la salud de su hijo.
La primera fue su madre que puso una mano en la frente de su hijo para medir su temperatura y se sorprendió que aunque estaba caliente, no era de la manera en la que alguna fiebre indicara su llegada al cuerpo de alguien.
-¿Estas bien cariño?-Pregunto su madre que miro a su esposo que estaba a la par de ella.
-Campeón ¿te sientes enfermo?-Pregunto su padre con la misma preocupación.
Por su parte Jake solo los miraba y parecía embriagado por algo mientras se reía entre dientes y gemía de una manera peculiar mientras se pasaba una de sus manos por el cuello y soltaba varios suspiros.
Por su parte sus padres y su hermana pequeña miraban extrañados a Jake y sus acciones pero más extraño era verlo soltar suspiros a cada momento y sacar humo de su boca al terminar cada uno de estos.
Su padre estaba a punto de agitarlo para que Jake despertara de su trance pero también se percató de un aroma a canela en el aire y al tratar de localizar la fuente del aroma su sorpresa seguía creciendo al darse cuenta que provenía de su hijo Jake.
Sin previo aviso la puerta de la casa fue abierta fuertemente por un agitado Luong el cual en vez de saludar a la familia corrió y salto por los muebles hasta llegar entre los dos padres y su nieto.
-Papa ¿Qué haces aquí?-Pregunto Susan que se impresiono por la habilidad de su padre a su edad.
-¡No hay tiempo!-Grito el anciano mientras dirigía la mirada a los dos padre.-¡No se queden allí ayúdenme a llevar a Jake a su cuarto!
-¡Espere ¿Qué le está pasando a mi hijo?!-Grito Jonathan el cual estaba agitado por todos los eventos que habían pasado en segundos.
No viendo una manera de que cooperara sin ninguna explicación el abuelo de Jake decidió decir lo que satisficiera por ahora a su hija y a su esposo preocupados.
-¡Jake está en celo!
Con un silencio que duro unos minutos, todos los miembros de la familia Long gritaron al unísono.
-¡¿Jake está en qué?!
