hola a todos accidentalmente borre la historia pero la vuelvo a subir nuevamente. Espero que sea de su agrado.
Los personajes no me pertenecen, pertenecen a Jun Mochizuki, solo unos son de mi creación.
sin mas que decir los dejo con la lectura.
Entrando al departamento encuentro siempre la misma escena, una mesa desordenada, la ropa regada por el suelo, los trastes haciendo montón en el fregadero y en la sala esta esa misma persona de siempre concentrada leyendo una, absurda historia de romance.
No le encuentro el interés que ella tiene por esas novelas de romance que ella lee. Me dan ganas de tirarlas a la basura o prenderles fuego. En fin llego de la preparatoria y es el típico paisaje: departamento desordenado más chica concentrada en la lectura igual a desastre total. Doy un resoplo y azoto la puerta al cerrarla. Aun así ella no aparta su mirada del libro que está leyendo, no la culpo después de todo tiene sus audífonos puestos escuchando música, de seguro al máximo volumen. Sonrío ya que es una excelente oportunidad para molestarla. Me coloco detrás del sofá donde se encuentra y al instante comienzo a sacudirlo simulando un temblor. Ella salta del asiento poniendo una cara de terror con un grito bastante fuerte, no puedo aguantar las ganas de reírme al ver su expresión y caigo al suelo riendo descontroladamente. Ella reacciona al verme tirado en el piso muriéndome de risa, y sus ojos peculiarmente de color rosa se forman en unos completamente llenos de ira que juraría ver llamas de fuego bailando en ellos. Sin pensarlo dos veces ella me toma por el cuello de la camisa y comienza a estrangularme con sus pequeñas manos, pero aun así, con una fuerza que no creería capaz salir de su frágil cuerpo, al mismo tiempo que me grita por haberla interrumpido de su tan maravillosa lectura. Sigo riendo descontroladamente ya que no quiero demostrar que su estrangulación dio resultado ya que realmente lo hacía con bastante fuerza, mi orgullo no me permitía demostrar frente a ella, después de unos minutos (que a mi parecer fueron eternos) me soltó de su agarre, ya liberado de sus manos, seguí sonriéndole, ella me miraba con un poco de enojo hasta que decidí hablar.
- Tranquila Sharon aun sigues con vida- dije divertido. Ella solo me fulmino con la mirada.
- como quieres que este tranquila si por tu culpa se me acaba de arruinar mi precioso libro.- dijo señalándome hacia donde yacía tirado su libro empapado del refresco que se estaba tomando y su celular al lado de este.
-tienes suerte de que mi teléfono no se mojara Break, si no te mataba por completo –me dijo al tiempo que recogía su libro ahora arruinado junto con su teléfono.
- no te preocupes, después de todo tienes una porquería de música almacenada hay.- le dije riendo.
- pero que estupideces estas diciendo, tu completo idiota?- me dijo mientras intentaba en vano secar su libro.
-tranquila princesa no te lo tomes tan personal.
- cuantas veces te tengo que decir que no soy una princesa?
- no lo sé ja ja ja ja
- ¿que chistosito eres eh?- dijo con sarcasmo mientras hacia un puchero.
- bueno dejando eso de lado, ¿se puede saber que hacías?
-como que que hacía, es más que obvio estaba leyendo, antes de que llegaras a arruinarme el momento de paz y tranquilidad, tonto.
- me refiero a ¿que por que el departamento sigue igual de desordenado?.-le dije, a lo cual ella solo sonrió y me dio una explicación "aceptable".
- bueno veras estaba por comenzar a recoger, cuando me acorde que tenía un libro que entregar y descubrí mi novela, trate de leer solo unas páginas, pero se puso muy interesante la trama y no me pude apartar de ella. Esas es la verdad. Me dijo mientras sonreía y ponía cara de disculpa.
- así que llegando a una conclusión decidiste dejarlo tal como estaba?
- así es.
- tú, enserio…- dije entrecerrando los ojos – algún día deberás hacerlo antes de comenzar a leer.
- hay ya deja de quejarte- me dijo mientras ponía una cara cómica. – además todavía es temprano, tenemos toda la tarde para recoger.
- pues a que horas crees que son?- le pregunte sabiendo que no se había percatado de que pasaban de las 3:00 de la tarde.
- no creo que sean más de las dos de la tarde –dijo mientras miraba la hora y ponía una cara de asombro cuando descubrió que eran las 3:45 de la tarde.
- bueno aquí en la tierra se considera tarde a partir de las 2:00 pm. –le dije con sarcasmo.
-bueno ya, perdón, se me hizo algo tarde, por eso sentía que tenía hambre. –dijo mas para sí misma. –si quieres me pongo arreglar y después comemos que te parece? –dijo al mismo tiempo que sonreía.
-¿hablas en serio? –dije alzando una ceja, ella solo asintió. –de eso nada primero comes y después te pones a hacer todo lo que quieras. –ella solo hizo un mohín y termino asintiendo.
-bueno en lo que comienzas me voy a cambiar el uniforme, luego nos vemos y te ayudo a preparar la comida.
Al decir esto se marcho hacia su habitación. En realidad iba a salir hasta que estuviera todo listo, y no por que tardara tanto en arreglarse, era porque se embobaría con cualquier otra distracción en su habitación. En realidad no tardaba casi nada en cambiarse o arreglarse, cosa que me sorprendida un poco, ya que la mayoría de las chicas tardaban más tiempo tan solo en quitarse el uniforme, en cambio ella tardaba a lo mucho cinco o seis minutos. Mientras preparaba la comida me puse a pensar en cómo fue que termine viviendo con ella en un departamento.
Por lo general o lo más común seria que ella estuviera en casa con su familia o por lo menos en un departamento solo para ella. Eso es lo que pensaba, ya que ella era la hija de la señora Shelly Rainsworth, y nieta de la señora Sheryl Rainsworth, pertenecientes a una familia bastante adinerada, ya que tenían una de las empresas más exitosas de la ciudad. Pero en cambio decidió venirse a vivir conmigo, según ella porque quería que no hiciera alguna estupidez mientras vivía solo, pero no se que pretende al decir eso ya que ella es una pésima mentirosa, pero no le cuestiono sobre ello, sigo pensando que es muy terca y testaruda. Siempre ha sido así.
Cuando nos conocimos tenía unos 7 años y ella unos seis o cerca de los siete. Recuerdo que en aquel entonces yo no tenía amigos ya que me encontraba todo el tiempo molesto por los problemas que mantenía con mis padres. Así que siempre trataba de apartar a los demás niños de mi, excepto a ella, ya que el día que nos vimos, ella lloraba por su helado derramado, a mí en lo personal me molestaba que hiciera un berrinche solo por un helado así que lo que le dije fue que dejara de llorar ya que se podría comprar otro, ella solo me miro, se tranquilizo un poco y luego dijo unas palabras poco entendibles, después de eso llego su madre por ella, y la llevo a comprar otro helado, cuando estaba por irme a mi casa escuche que alguien me llamaba por un tal niño de pelo blanco al voltear me di cuenta que era esa mocosa llorona, lo que me sorprendió es que llevaba un paleta helada y me la entrego, solo dijo: quiero jugar contigo otra vez. Y se retiro ya que su madre la esperaba, yo no lo comprendía ya que nunca jugamos ni nada parecido. Pero al día siguiente en el mismo parque, (se me hizo una costumbre ir a ese parque antes de mi mal comportamiento con mis padres) hay estaba ella, en cuanto me vio se me acerco pero no dijo palabra alguna, solo se me quedaba mirando igual yo a ella hasta que le pregunte que quería ella solo me dijo: vamos a jugar a los columpios, no tengo a nadie que juegue conmigo. Yo solo me quede mirándola sin expresión y me di media vuelta con la intención de irme de ahí. Solo sentí que alguien me agarro de la playera, ya sabiendo quien era le reste importancia y seguí avanzando, por un momento creí que eso iba a ser suficiente, me fui de ahí y me acomode debajo de un árbol solo a contemplar el paisaje, sin embargo ella me siguió hasta mi lugar favorito y me empezó e preguntar que porque la ignore sin ir a jugar con ella, se estaba volviendo bastante molesto y para que me dejara tranquilo le grite y le dije que me dejara solo, al principio reacciono como cualquier niño normal reaccionaria se puso a llorar y se fue de ahí, creí que con eso me había librado de ella, pero para mi sorpresa, al día siguiente apareció en el mismo lugar, y realice lo mismo de antes en ese caso solo se puso a lagrimear, pero no se movió de ahí, se sentó a una distancia un tanto separada de mi, cabizbaja, así la deje hasta que llego la hora de irme a casa los siguientes días hizo lo mismo, siempre me invitaba a jugar, y siempre recibía la misma respuesta de mi parte, al escucharla solo se sentaba al lado mío y se ponía a mirar a los demás niños jugando, o se ponía a dibujar o cantar una canción. En una ocasión antes de irse a casa me dio un dibujo sobre ella y yo jugando, solo me lo dio sin esperar respuesta y se marcho con su madre. Al día siguiente antes de irnos a casa le pregunte que por qué hacia eso, ella solo sonrió y me dijo: es porque quiero ser tu amiga y no quiero que estés triste, además es la primera vez que me hablas sin que me grites.
Al decir esto me sorprendió, era la primera vez que alguien me decía que estaba triste y se preocupaba por mi por ese motivo, le dedique una pequeña sonrisa y ella se sonrojo sonriendo aun más ampliamente. Después de eso nos retiramos a nuestra casa, mientras estaba en mi cama pensaba que esa niña era molesta, pero aun así era bastante linda, y pensé que sería divertido tener un amiguito o en mi caso una amiguita de juegos. Al día siguiente la espere en el mismo lugar de siempre, el tiempo pasaba y ella no aparecía, al principio no le di importancia y seguí con mi rutina de siempre, que era ver lo que los demás hacían, y pensar sobre lo mal que me llevaba con mis padres, según ellos mi comportamiento era reprochable, sinceramente no recuerdo el por qué mi comportamiento empezó a ser así. Di un resoplido y continúe observando el parque y a los niños jugar, mientras observaba me quede dormido, al despertar me di cuenta que ya era tiempo de volver a casa, me incorpore y observe a mi alrededor, por sorpresa para mí esa molesta niña no estaba a mi lado como siempre lo solía estar. Fruncí un poco el ceño y me retire a mi hogar. Los siguientes días fueron iguales, yo con mi rutina de siempre, pero esa niña seguía sin aparecerse por el parque, me sentí un poco molesto, pero no entendía el porqué, a lo mejor me había acostumbrado a su presencia al lado de la mía, estaba metido en mis pensamientos cuando una pelota me golpeo en la cabeza, al girarme pude notar a un niño de cabello negro y de ojos rosas, sus ojos me recordaron a los de esa niña, el niño me pidió una disculpa, tomo su pelota y se fue de hay casi corriendo ya que los demás niños lo esperaban para continuar jugando, yo no le di importancia, me retire a mi hogar, al llegar a casa vi a mi madre hablando con mi hermano Liam, que es mayor a mi por unos 5 años. Seguramente hablaban cosas sobre su educación, en cuanto me vieron, nos pusimos a cenar y posteriormente me fui a dormir. Al día siguiente en la escuela me lleve una sorpresa, nos anunciaban que un nuevo integrante se uniría a nuestra clase, en cuanto llego la hicieron pasar y para mi sorpresa era esa niña.
-Muy bien niños ella es la nueva integrante de nuestro grupo por favor sean respetuosos y amigables.- dijo el profesor. Ella solo se quedo mirando y no dijo nada hasta que el profesor le dijo que se presentara.
-mi nombre es Sharon Rainsworth… e-es u-un gusto conocerlos. –dijo muy nerviosa, el profesor le dijo que tomara asiento, se sentó a un lado de una niña de ojos verdes y cabello castaño. Por lo que note era muy tímida y no se atrevió a hablar durante la clase, hasta que llego la hora de recreo. Ella salió al patio y trato de juntarse con un grupo de niñas pero al parecer la rechazaron, yo por mi parte estaba comiendo mi almuerzo, junto a unos niños que se sentaron en la misma mesa que yo, al parecer no se había percatado de mi presencia ya que no se me acerco en todo el día. Después de terminar el receso volvimos al salón y el resto del día transcurrió normal hasta la hora de salida, iba a salir cuando sentí que alguien me agarro por mi camisa, voltee a ver y mis ojos carmín se encontraron con unos ojos de color rosa que me miraban inocentemente, yo solo me quede observándola hasta que alguien paso junto a mí y me empujo levemente, lo único que hice fue tomarla de la mano y caminar hacia la salida, ante este gesto ella se sonrojo pero solo me siguió en silencio, cuando llegamos a la salida dijo algo poco entendible, le pregunte si había dicho algo.
-lo siento. –dijo en voz baja
- ¿disculpa?
- perdón por no haber ido todos estos días al parque.
- no le he dado mucha importancia a eso. –le dije, aunque siendo sincero si me había molestado un poco que dejara de ir.
- yo solo quería ir, p-pero m-mi mama me lo prohibió. –dijo con unas lagrimas asomando de sus ojos, ante esto la interrumpí porque sabía que si seguía hablando terminaría por armar un berrinche.
- no te preocupes, de todos modos ya estás aquí ¿no?, así que lo mejor sería caminar a la salida por qué se hace tarde. –ante esto dejo de lagrimear y me sonrió.
-bueno entonces mañana estaré aquí a tiempo para que podamos almorzar y ser amigos.
–cuando termino de decir esto lo único que recibí por parte de ella fue un abrazo. Me soltó y se fue corriendo hacia su madre, al subirse al auto saco su pequeña mano y me hizo un ademan de despedida.
Después de eso ella siempre estaba conmigo, hasta el día en que nos separamos, fue por quinto de primaria, se mudaría a vivir con su abuela y su padre a una ciudad en Alemania.
Los años que se fue fueron un poco aburridos, pero también fueron divertidos ya que conocí a Danny un chico pelirrojo y de ojos rosas, es un chico muy carismático, ha sido mi único amigo, aparte de Sharon. Hasta hace unos años que ella regreso, mi alegría fue inmensa al ver de nuevo a esa niña llorona y testaruda, y bueno, pues aquí estamos viviendo juntos en el mismo departamento.
Cuando termine de preparar la comida Sharon aun no salía de su habitación cosa que no me sorprende, ya que sabia se había quedado distraída con algo en su habitación.
Me dirijo a su cuarto para avisarle que ya está preparada la comida, le toco la puerta pero no recibo respuesta alguna, vuelvo a tocar aun sin respuesta, alzo una ceja un poco intrigado, abro la puerta y lo que encuentro es su habitación un poco desordenada y a ella durmiendo con los audífonos puestos. Me acerco a ella mientras sonrió, muy pocas veces puedo verla tan pacifica si sus arranques violentos, (si aunque no lo crean es muy violenta y puede causar cierto temor) me detengo al pie de su cama y me quedo observándola por un momento, noto que tiene unas facciones muy delicadas y finas, sus pestañas son largas y el tono de su pelo es de un castaño claro que se parece al caramelo. Por una razón mi mano se alarga a tocar su rostro y sorprendente mente su piel es muy suave que parece de porcelana, aparto mi mano de su rostro y la dirijo hacia su celular, sonrió al ver lo que escucha, es la misma banda que escucha siempre o la mayor parte del tiempo, la canción que está en estos momentos es Undisclosed Desires, sonrió y estoy por quitarle los audífonos pero ella abre sus ojos en esos momentos, nos quedamos sin decir nada por un segundo al percatarse de mi rostro tan cerca al de ella se sonroja violentamente, lo primero que hace es incorporase hacia adelante, lo que ocasiona que su frente choque con la mía, al mismo tiempo siento un gran dolor y me aparto de ella sobando mi frente, cuando alzo la mirada ella hace lo mismo pero con un poco mas de drama, cuando me ve me fulmina con la mirada al mismo tiempo que agarra una almohada y comienza a golpearme con ella en el rostro mientras grita enojada.
-¡tu gran idiota!, ¿qué crees que estás haciendo?, acaso quieres matarme de un infarto o algo parecido? –Dijo mientras me golpeaba con la almohada. –yo solo reía ante esto-
- tranquila Sharon solo te vine a avisar que ya esta preparada la comida. –al oír esto ceso sus golpes y me miro con cara sonriente.
-genial porque ya muero de hambre, ahora que lo recuerdo, dije que te ayudaría a prepararla, ¿Por qué no me avisaste antes?.
- bueno de haberte avisado, estaríamos comiendo en la hora de la cena. –dije con tono burlón. A esto estuvo a punto de comenzar a golpearme de nuevo pero le dije que si no nos dábamos prisa la comida de enfriaría. Ella asiente de inmediato y nos dirigimos hacia la cocina.
bueno hasta aquí el primer capitulo, me gustaría saber que es lo que piensan de esta historia. Nos leemos.
