Esta historia está temporalmente ubicada después del Ova Vals Infinito.

No hay relación ninguna con mi otro fics

Shinigami en medio del cielo,

así que no le busquéis conexión.

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No es un AU.

No Yaoi.

Letras en cursiva: Fragmentos del pasado de los personajes.

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Fics basado en la serie Gundam Wing

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Ángeles de Fuego

Capítulo I: Buscando a 02

Por DarkCryonic

Chile

2006.

Del destino que nos labramos cuando niños, al que en realidad obtenemos después de todas las luchas... nadie podría imaginar que sería de nuestras vidas después que todo pareció volver a la normalidad.

Pero como dijo Wufei alguna vez, mientras hayan soldados, habrán guerras.

2 años después de la vuelta a la paz, después de destruir los planes de Mariemeia.

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El muchacho caminó tranquilo. Sus ojos recorrieron con discreción las casas y tiendas del lugar. Estaba allí por algo, pero aún no quedaba a la vista.

Si pensamos en lo que alguna vez fue en su pasado, no pensaríamos o nos imaginaríamos que podría estar así, y que fuera el mismo de antes. Pero era él... sus ojos, su cabello y la forma algo descuidada de vestirse. Sus jeans, su chaqueta y esa mirada de "no te cruces en mi camino" marca registrada.

Pero, como ya sabemos, él no estaría allí si no fuera necesario. ¿Estaría cumpliendo una misión como las del pasado?... No... Estamos en Paz o por lo menos esos dicen en las noticias.

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--Heero, necesito que busques a los demás. – Le había dicho Wufei la vez que se vieron por "casualidad" en la Tierra.

--¿Por qué?—Fue su pregunta concisa.

--Las cosas cambiarán prontamente. – Dijo el chino mirando el cielo azul del mediodía.—Es necesario que estemos reunidos.—Dijo antes de voltearse para seguir su camino.

--¿Por qué yo?—Preguntó Heero antes de que Wufei avanzara más.

-- Porque siempre cumples con las misiones.—Dijo el chino alejándose sin agregar más.

Heero se quedó quieto en medio de la vereda sin decir nada. Los rostros de sus compañeros recorrieron sus retinas. Era fácil encontrar a Quatre y Trowa, ya que el primero se encontraba en L3 a cargo de los negocios de su familia; mientras el segundo, estaba de gira con el circo. Así que no le costaría dar con él.

El asunto era dar con el trenzado. Ya que desde que habían detonado los Gundam, Duo había estado un tiempo con Hilde en L2, para luego desaparecer de la vista, sin dejar rastro.

O por lo menos eso había sabido de la boca de 04.

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Siguió caminando por las calles de L4, sin dejar de analizar las cosas a su alrededor. Si las pistas que había obtenido estaban en lo correcto, Duo Maxwell, alias Shinigami había sido visto en esta colonia por lo menos hace menos de un mes. Era lo único concreto que tenía después de haber recorrido medio L2, L3 y parte de la Tierra, sólo para dar con unas simples pistas que lo habían traído hasta este lugar.

Cruzó una amplia alameda llena de árboles que lo llevarían según sabía a un descampado de la zona. Allí sólo habían un par de cabañas y una que otra vivienda más grande. Paseó su vista por las lomas suaves y verdes praderas. Bastante atípico a lo que estaba acostumbrado desde siempre. Pocas veces en el tiempo que llevaba de vivo, había tenido tiempo de disfrutar algo. Y ese lugar era de esos que quería aprovechar ahora que estaban en "paz", aunque al cruzar ese pensamiento, apareció el rostro de Wufei junto a sus palabras enigmáticas: "Las cosas cambiarán prontamente"...

No siguió distrayéndose y siguió caminando hacia el norte. Calculaba que en menos de media hora estaría cerca del lugar que le habían hablado.

Caminó con su acostumbrados pasos acompasados, como si nada lo apurara, aunque en sí, si lo estuviera. Aunque no porque pensara en el futuro, sino más bien lo guiaba la curiosidad de saber si esta vez daría o no con el trenzado.

Al verse sobre la loma de la que le habían hablado, notó que a unos 100 metros enfrente se encontraba el edificio en ruinas del que le habían hablado. Pasó su vista por el lugar, y no vio movimiento alguno. Sin esperar más, se acercó.

Cuando estuvo a escasos metros, notó que la construcción parecía haber sido una vieja iglesia o algo así; ya que podían observarse vitrales quebrados y la insinuación de algo que debió ser el soporte de una gran cruz en el techo.

La puerta parecía estar obstruía, pero algo le llamó la atención. El lugar estaba abandonado, pero había cierto orden en las cosas. Como si alguien se hubiera esforzado en mantener todo igual en el lugar. Era difícil de expresar, pero era la sensación que recorría a Yuy.

-- No pensé que tendría visitas.—Dijo una voz a sus espaldas.

Heero volteó con su acostumbrada calma clavando su mirada en el trenzado frente a él, que lo observaba, mientras sonreía como de costumbre.

-- ¿Por qué este lugar?—Preguntó Heero sorprendiendo a Duo, quien apartó la vista del 01 y miró el lugar que debió ocupar la cruz, con un dejo inconfundible de nostalgia en sus ojos.

-- Quería un lugar tranquilo, y éste lo es.—Respondió Duo.

Heero supo que esa no era la verdadera respuesta, pero no volvió a preguntar sobre aquello. No porque no le interesara, sino más bien, porque sabía que Duo no le respondería.

-- Wufei quiere que nos reunamos.—Dijo Heero.

Duo volvió a mirarlo con curiosidad.

--No.—Respondió simplemente el trenzado. Los ojos de Heero se abrieron por la sorpresa.

--¿No?—Preguntó.

-- Mi guerra ya terminó. Shinigami detonó junto con Deathscythe.—Dijo Duo pasando junto al 01, sin decir más.

Heero observó que se perdía por detrás de las ruinas. Sin pensarlo mucho lo siguió. Lo vio cruzar una puerta y perderse de su vista. Se acercó y entró al amplio recinto. Se sorprendió al notar que era un lugar habitable. Aunque los vitrales reconstruidos de las ventanas, le daban un cierto aire extraño, como para considerarse una casa... más bien era un refugio... un lugar donde estar lejos de los demás... para protegerse...

--¿Aún sigues aquí?—Preguntó Duo al notar que Heero estaba en el umbral mirando su hogar.

--Aun no entiendo.—Dijo Heero simplemente. Duo sonrió. Le agradaba ver la cara de confusión de Heero al verse enfrentado a cosas tan simples como esta. O por lo menos el pensaba que eran simples.—¿De quién te ocultas?—Preguntó Heero descolocando al trenzado que miró hacia un lado tratando de evitar los ojos inquisitivos del 01.

--No me oculto.—Respondió con simpleza.

--¿Entonces?—Preguntó Heero.

--No es asunto tuyo.—Terminó por decir Duo mirándolo de nuevo, pero de forma fría. – No debes meterte donde no te llaman.—Agregó sonriendo de forma extraña.

"Ese es Shinigami"—Pensó Heero notando el frío cortar el ambiente. Sabía muy bien diferenciar entre una sonrisa simple y sincera del trenzado, de las otras sonrisas pertenecientes a la fase Shinigami del 02. Así que optó por cambiar el tema.

--¿Entonces no vienes?—Dijo Heero sabiendo de antemano la respuesta del trenzado.

-- No. – Contestó Duo sentándose en una silla y mirando una taza de café que se había servido apenas unos segundos antes de ser interrumpido por Heero.

La respuesta molestó a Heero, pero nunca lo confesaría. Se había acostumbrado a tener a todos los pilotos Gundam... el que Duo no estuviera, era romper con la realidad a la que se había amoldado cuando acepto compartir con ellos. El que no estuviera el trenzado rompía con su esquema, y eso le causaba una sensación de molestia.

--¿Quieres un café?—Preguntó Duo mirándolo con indiferencia. Heero asintió. Ya que había decidido saber más sobre las razones que mantenían a Duo en aquel lugar.

EL trenzado se puso de pie y tomando una tetera que humeaba en una cocinilla que había en un rincón, le sirvió una taza de café a Heero.

Se quedaron sentados en medio del silencio por algo mas de 20 minutos. Por primera vez, el incomodo con el silencio era el soldado perfecto. Por otra parte, Duo parecía estar concentrado en su café y en los sonidos que venían de fuera o de la construcción.

--Pronto lloverá, y tendré que hacer algunas reparaciones...—Comentó Duo mientras miraba una de las paredes de las cuales colgaban algunas cacerolas.

--¿Piensas vivir aquí por largo tiempo?—Preguntó Heero.

Duo asintió.

-- Es un lugar tranquilo y me agrada.—Agregó el chico, volviendo a mirar a los ojos a Heero.

-- Es algo distinto a lo que imaginé sería tu hogar.—Dijo Heero sorprendiendo al trenzado.

-- Puede ser... – Respondió el otro.—Puede ser. Pero aquí estoy tranquilo y sin problemas.—Dijo mientras sonreía.

-- Ya debo irme.—Dijo Heero poniéndose de pie. Duo hizo lo mismo.

-- Lo sé... el vuelo a la tierra es a las 2000.—Dijo Duo.

-- Si cambias...

-- No lo haré... pero ya sabes donde vivo, si quieres conversar, cosa que dudo...—Agregó Duo en tomo humorístico.

Heero sonrió levemente y dándole la espalda al trenzado, salió sin decir nada más.

Duo se quedó quieto unos minutos más en su misma postura, para después dejarse caer sentado en la silla con los ojos perdidos en su taza vacía de café.

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Continuará

DC

Chile

2006.