Prólogo:
El sol brillaba ante la nueva evidencia en el caso "113IE". Los dos detectives estaban vestidos de negro y avanzaban con paso presuroso por la larga escalinata hacía el hospital general de la ciudad Inazuma. Cada uno tenía lentes de color oscuro y no hablaban entre sí. Al llegar a la entrada el de cabello más claro sostuvo la puerta a su compañero que se dirigió hacia la recepcionista.
-Buenos días, por favor con el doctor… –el detective de cabello oscuro se interrumpió mientras miraba los papeles en su mano derecha y buscaba el nombre- Kiyama Hiroto.
-¿Quién lo busca?
-Soy el detective Fudou Akio y este es mi compañero Kidou Yuuto.
Fudou miro a su compañero y se quitó los lentes oscuros mientras Kidou le daba una sonrisa torcida.
-Sé que no lo entiendes, pero no me gusta quitarme las gafas.
-Lo sé, simplemente es extraño Yuuto.
Se interrumpieron cuando un hombre se paró delante de ambos. Tenía el cabello rojo revuelto y sus ojos color jade se veían cansados tras las gafas media luna que traía en la nariz.
-Caballeros es un placer. Kira Hiroto.
-¿Kira? –Preguntó Akio mientras revisaba los papeles.
-Lo siento, entiendo la confusión: Kiyama es mi nombre familiar, pero fui adoptado tiempo después y cambie mi apellido. No entiendo porque tienen mi nombre antiguo.
-Siento la muerte de sus padres doctor.
-No se preocupe detective…
-Kidou Yuuto. Este es mi compañero Fudou Akio.
-No se preocupe detective Kidou, eso fue hace mucho. ¿Están aquí por los tres chicos?
-Sí. Quisiéramos hablar con ellos.
-Lo sé detective Fudou, pero me temo que eso será imposible…
-Este es un caso muy importante caballero. Necesitamos hablar con esos tres muchachos inmediatamente.
Fudou interrumpió a Hiroto mientras le daba una mirada gélida. El doctor pensó que las personas sin estudios psiquiátricos cederían fácilmente ante su frialdad, pero él sabía tratar con personas así.
Aunque no podían hablar con ellos por más que quisieran.
-Lo entiendo, pero los tres están sedados.
Los dos detectives trataron de no mostrar mucho su decepción y enojo.
-¿Cuándo se despertaran?
-Probablemente en la mañana.
-De acuerdo. Si despiertan antes, por favor llámenos.
Kidou extendió la tarjeta de presentación al doctor mientras su compañero se ponía de nuevo las gafas.
-Lo haré. Pero debo decirles algo caballeros: los tres presentan desgarramiento interno y muchos signos de violencia más. Uno de ellos incluso tiene un par de costillas rotas. Yo soy psiquiatra y lo que más me interesa es el bien psíquico del trio. No digo que voy a obstruir su investigación pero si ellos no están listos para hablar no los voy a obligar.
Kidou le dio una significativa mirada a Fudou quien se limitó a mirar al psiquiatra de manera penetrante. "Ciertamente sabe jugar el hijo de puta".
-De acuerdo, doctor Kira.
Los dos agentes salieron apesadumbrados del hospital.
-¿Crees que lleguemos al fondo del asunto Akio?
-No sé, Yuuto. Ese doctor nos va a hacer el trabajo aún más complicado.
-Supongo… pero tiene un poco de razón. Yo tampoco quiero hacerlos recordar todo lo que esos hijos de perra les hicieron.
-¿Daño colateral?
La sonrisa de Fudou era irónica, pero en el fondo Yuuto sabía que escondía un montón de tristeza.
-Sí, supongo que es eso.
La sonrisa de Yuuto tenía la misma cantidad de tristeza que la de Fudou.
