Si la voz más hermosa del planeta, la mirada más profunda de la galaxia, si la figura más sexy del universo se hiciera presente en un lugar determinado a una hora lógica, en un tiempo real, en un momento no experimental, sin esperar nada de nada, de repente se encuentra con la figura común de alguien desconocido, con encantos escondidos, con voz apagada y suave y de mirada evasiva¿Qué sucedería?

CAPITULO 1: "Un encuentro soñado"

Esa figura caminaba sin procedentes en una calle larga mirando los aparadores de las tiendas de lujosos artefactos, que pensaba comprar solo por aburrimiento. Sus manos estaban en los bolsillos, quizás un poco más arriba de ellos con la mirada codiciosa y la sonrisa sarcástica para una delicada guitarra eléctrica.
-Mira...-Dijo en idioma extranjero a su compañero que paresia estar preocupado de las oriundas del país que visitaba.
-¿Qué?
-¿No te parecen atractivas?-Pregunto enderezándose junto a la vitrina.
-Algo...-Dijo sacándose los anteojos de sol.
-Tengo ganas de comer..-Dijo luego mirando a su alrededor.
-Yo absolutamente, no.
-Pero yo sí, iré a comprar a esa tienda, discúlpame...
El galante hombre, de unos buenos 35 años de edad, un cabello negro con matices rojizos, un rostro pálido y unos ojos oscuros que derretirían a cualquier chica, se fue a una pastelería local con dinero aceptable para el país y la tienda mientras su buen y relajado amigo se entretenía mirando las calles y a sus locatarios.
Este buen mozo hombre joven con un real apetito a esa hora en el que el reloj nacional marcaba las cinco y media de la tarde, se dispuso a cruzar la puerta azul de la pastelería, sin antes verse envuelto por una mirada extraña de una joven centímetros mas baja que él con los labios casi rozando su mentón.
-Disculpe..-Dijo ella retrocediendo y viendo su bolso personal a los pies de ellos dos.
-?
La joven hablo en español, porque no era más que España, la ciudad en que todo esto sucedía.
-Yo...-Dijo ella mirándolo pasmada.
-I'm sorry.-Dijo al fin encontrando un idioma adecuado a la ocasión, esperando que fuese el correcto para comunicarle sus disculpas varias.
-Ingles...apenas entiendo el ingles..-Dijo la joven llevando su mano a su espalda tanteando el aire hasta agarrar el brazo de la chica que la acompañaba.-¿Sabes ingles?
-No.-Respondió su amiga muy extrañada por la reacción de ella.
El joven hombre de sonrisa encantadora recogió el bolso y se lo devolvió con palabras en ingles que ella con esfuerzo logró entender, a pesar de su nerviosismo notorio.
-"My name is...
-Hyde..-Suspiro ella cerrando los ojos con fuerza y abriéndolos para ver que todo era real.
-Yes, is Hyde, Pleased to meet you.
Ella se quedó pensando, le hubiese sido de ayuda haber aprendido mas ingles en todos los años de ocio que tuvo, pero cómo adivinar que tendría que lidiar tan pronto con un extranjero que, aunque quería demostrarlo, hablaba un ingles básico y elemental que todavía no progresaba del todo.
-Wich is you name?-Preguntó pensando cada palabra, porque no estaba seguro si había planteado bien la pregunta.
-¿My name?-Dijo nerviosa.-Bueno..my name is...
Hyde esperaba su nombre con las manos ahora en sus bolsillos mirándola con toda la atención que podía darle en la puerta de una pastelería.
-Me llamo...Mary.-Dijo al fin apartándose a la izquierda para dejar pasar a un hombre mayor con los dulces para la tarde.
Una nueva sonrisa se dibujo en el rostro del joven hombre que murmuro algo en su idioma que ella no entendía.
-Eres mejor en persona..-Murmuro ella en español desviando su mirada con una bella sonrisa en labios.
-¿Lo conoces?-Le pregunto su amiga tomándola del brazo con fuerza.
-Sí, es el delirio de muchas chicas que..., luego te cuento, ahora no.

Hyde quería hablarle, pero estaba en una laguna mental, las palabras en ingles se le aparecían en la cabeza en otros idiomas que no entendía, en vez de recordar como se decía "casa" en ingles, se acordaba de las canciones que había escrito, pero no en ingles, el ingles en toda su escala se había desvanecido de su mente.
-¿...?-
No podía decir nada, abría la boca y pronunciaba una larga "A" con resonancia, y nada más, eso lo estaba desesperando, ya sus manos estaban en la cadera golpeándose suavemente.
-Are you magnificent.-Dijo Mary sonriendole nerviosa.
El ingles volvió a su conocimiento, como quien abriese el diccionario con todas las preguntas que viniesen al caso.
-Thanks, you are beautiful.
-¿Que?-Dijo ella en una expresión de susto que a él lo dejó pensando si lo que había dicho era lo que había pensado.
-Beautiful.-Repitió de nuevo para aclarar cualquier malentendido.
-I know...-Dijo ella.-Thanks.
Ambos se quedaron mirando un buen rato, mientras cada uno por su parte pensaba en su idioma las cosas que este encuentro les llevaba a la mente. Por ejemplo a Mary, cómo llorarían sus compatriotas al saber que se había encontrado con el mismísimo ángel rebelde del J-music, pero también, en lo afortunada que era de poder apreciar esa figura a solo doce centímetros de ella. Hyde pensaba en música, en fotos, en conciertos, en encuentros apasiónales con una desconocida.
En japonés Hyde llamó a su compañero de viaje, que era nada más ni nada menos que Tetsu que seguía perdido mirando las calles de España.
-¿Sabes español?
-Para ayudarte a ti, no.
-Quiero hablar más con ella, pero no sabe mucho ingles, menos japonés.
-¡Y entonces cómo?
Hyde miró a su alrededor desesperado, con medio cuerpo fuera y el otro dentro de la pastelería Española.
-Un centro de Internet!-Dijo al fin muy emocionado, y de la misma forma se enderezó para dirigirle algunas palabras a la joven que esperaba a punto de perder el conocimiento.-I Like speak with you...-Luego dijo indicándole el centro de Internet público.-Would you go?
-¿Para qué?
-Speak, Traduction...
-Ok.-Acepto ella entendiendo los planes que Hyde tenía para un entendimiento un poco más rápido, aunque no entendía para nada el porqué un hombre de su escala de fama quería hablar con ella a solo siete minutos de haberse conocido, mejor dicho, topado por errores que valen la pena. /

Estos primeros capítulos muestran lo que siente Hyde, pero terminado el tercero viene lo más claro, lo más justo y real.