Soy Raven Queen. Hija de la reina Malvada y cumplí mi malvado destino al pie de la letra. Terminé encerrada en un espejo, en un mundo oscuro y solitario. Tuve la enorme suerte de poder romper el hechizo que me mantenía encerrada gracias a Dexter. Siempre sentí muchas emociones cuando estaba con él. Me hacía sonreír, me divertía con él... Y míralo ahora. Tumbado a mi lado tapado con la sábana. Le acaricié el cabello mientras le observaba. Él abrió sus preciosos ojos azules y me sonrió.
-Buenos días-me dijo entrecerrando los ojos
-Buenos días-dije dándole las gafas.
Sonriendo las cogió y me besó con ternura.
-¿Has dormido bien?
-Sí
Le abracé con fuerza y le dije:
-Te amo Dexter
-Y yo a ti-me dijo apartando un mechón de pelo de mi rostro.
Me sentía la persona más feliz del mundo. Siempre estuve enamorada de él, pero cada momento que pasa, siento que mi amor por él va creciendo poco a poco.
A las pocas semanas, Hunter y Ashlynn estuvieron buscando una casa. Encontraron una bella casa de madera con un lago delante y rodeada de bosque. Ya la tenían prácticamente toda amueblada. Ese día, llegaron a su nueva casa con una caja muy pesada con unas mesitas de noche para su habitación.
-¿Que no puedes?-dijo Ashlynn con burla mirándole como subía la escalera con dificultad
-Claro que puedo-dijo con vanidad
Ashlynn rió
-Bien, déjala ahí-dijo ella subiendo detrás de él y señalando la esquina de la habitación.
Hunter dejó la pesada caja en el suelo y suspiró.
-¿De qué está hecho eso?
-De madera-le respondió ella sonriendo.
Hunter se dejó caer en la cama suspirando. Ashlynn se sentó a un lado y le acarició el cabello con ternura. Él la miró sonriéndole.
-Te ves tan guapo hagas lo que hagas-dijo Ashlynn enamorada
-Nada comparado contigo-dijo sentándose-Tu eres la más bella
Hunter se acercó lentamente y la besó mientras la sentaba encima de su regazo.
-Te amo-le dijo ella aún en sus labios
-Yo más-dijo separándose-Créeme
-Lo dudo
-Te lo juro-dijo él volviéndola a besar
Ashlynn sonrió en sus labios sintiéndose la persona más feliz de este mundo.
Esa mañana, Dexter y yo decidimos empezar con la mudanza. No es que no me gustase el castillo, pero entiendo que se sienta incómodo y le vengan recuerdos con Ashlynn. Compramos un pequeño castillo un poco alejado de la Aldea de Érase una vez. No era gran cosa, pero tampoco queríamos un gran castillo. Estábamos empaquetando nuestras cosas con la ayuda de sirvientes cuando otra sirvienta entró llamando a la puerta.
-Buenos días-saludó la mujer-Señor, recuerde que esta tarde tiene que ir a firmar los papeles del divorcio con la señora Ashlynn
-Es cierto. Gracias
Yo le miré de reojo mientras lo decía. No dudo su amor por mí, pero sé que el recuerdo de Ashlynn sigue ahí.
Madeline se encontraba en el País de las Maravillas en su mesa de tomar el té junto con Kitty. Su cuento ya había terminado, así que se dedicaban básicamente a tomar el té.
-¿Sabes querida amiga? Extraño a Raven... ¿Qué habrá sido de ella?-dijo Maddie pensativa.
-A saber-respondió Kitty poniendo los pies sobre la mesa y bebiendo té-Dudo que siga con vida.
Una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro.
-¡No digas eso! Yo creo que está sana y salva
-Es mala
-Nop. Ella es buena
-Maddie... Acéptalo ya
-No se trata de aceptar, sé que no es mala
-Estás chiflada
-Sí, ya lo sé
-Qué bien-dijo con sarcasmo tirando la taza al suelo rompiéndola
-¡Oye!-se quejó Maddie-¿Te gustaría que te lanzaran de un octavo piso?
-Obviamente no-dijo ella mirándose las uñas despreocupadamente
-Pues entonces no tires una taza al suelo.
Kitty rodó los ojos con fastidio.
-¡Oh!-dijo Maddie levantado el dedo índice -¡Lo tengo! Iré a averiguar que se hizo de ella-dijo emocionada
-Estás loca, ¿te lo he dicho alguna vez?
-Sí, muchas. Bueno, voy a preparar mis cosas para mi viaje-dijo sacándose su sombrero y metiendo cosas-Listo
-¿Cómo metes todo eso ahí?-preguntó Kitty con curiosidad
-Ese es un secreto de familia-le contestó guiñándole un ojo.
-¡Espera! Si te vas... ¿Qué haré yo aquí?
-Hacerle compañía a Lizzie
-Está desterrada
-Pues entonces vente conmigo
-¡No! Casi prefiero quedarme sola
-Pues que te vaya bien -dijo con su tierna sonrisa dando brincos por un camino.
Kitty rodó los ojos y con mucho pesar dijo:
-Espérame
Madeline se giró.
-¿Qué?-dijo confundida
-Que me vengo contigo-dijo levantándose y acercándose a su compañera de brazos cruzados
-¿En serio?-dijo emocionada aplaudiendo
-Sí, anda, vámonos que ya estoy aburrida de tener el trasero todo el día en esa silla y tomando el té.
Maddie sonrió y volvió a hacer brincos por el camino.
Apple y Daring hacía poco que sabían todo lo ocurrido. Apple se sentía muy confundida. Esa mañana, Daring estaba en el sofá sentado mientras Apple caminaba de lado a lado de la sala sin parar.
-A ver, si les perdono, seré una buena persona. Pero claro, Raven puede seguir siendo mala y trató de engañar a Dexter para que la sacase y entonces intentar volver a envenenarme. O tal vez estén compinchados, o puede que…
-Apple, por favor. Sabes perfectamente que Raven no es mala
-¡Obvio que sí Daring! ¿O ya no recuerdas todo lo que me hizo?-dijo con las manos en la cintura.
-Claro que sí, pero ella nunca quiso ser mala
-Pero lo fue
-Porque se vio obligada
-¡Daring! ¿Por qué me traes la contraria?-dijo mirándole desafiante.
Daring se movió nervioso
-A ver... Sólo intento decirte que tal vez sus intenciones sean buenas y quiera hacer su vida junto a mi hermano
-¡Por favor!-dijo ella rodando los ojos-Obviamente planea algo malvado
-Apple, déjalo. Esas no son sus intenciones, y eso lo sabes.
-No me creo que haya dejado de ser mala-dijo volviendo a andar de un lado al otro
-Nunca lo ha sido. Ni dándote la manzana envenenada se le veía maldad en la mirada
Yo, hija de Blancanieves me encontraba limpiando la casita de mis amigos los 7 enanitos. Limpiaba el suelo con una escoba mientras cantaba una linda melodía junto a unos pajaritos. Alguien llamó a la puerta y fui a abrir. Una anciana con una cesta y manzanas estaba en frente de mí. Sonreí interiormente sabiendo que ahora venía una parte muy importante de mi cuento.
-Hola señorita... Eh... Quiere usted... Quiere...-empezó a decir la anciana
-¿Si quiero una manzana?
-Eh... Sí... Eso-dijo tapándose la cara con la capucha negra que llevaba puesta.
-¡Claro!-dije emocionada
-Apple... Lo siento-dijo ella levantando la cabeza y mirándome con los ojos rojizos de llorar.
La miré confundida, cogí la manzana más bonita con decisión y la mordí. Pasaron unos 10 segundos y yo seguía ahí.
-¡Raven! ¿Por qué no me has dado una manzana envenenada?-dije sorprendida
-Bueno... Es que... Es esta-dijo cogiendo una manzana de color azul
-Pero… Es azul
-Sí, ya lo sé. No soy muy buena con los hechizos.
Le arrebaté la manzana azul de la mano y la mordí rápidamente, cayendo al suelo instantáneamente.
-¡Apple!-dijo Raven asustada-No… Qué he hecho…
Miró a todos lados nerviosa, volvió a mirarme y salió corriendo.
-Bueno, tal vez no quisiera ser mala. ¡Pero lo hizo!
-No hay quien consiga hacerte ver-dijo Daring con fastidio levantándose y saliendo de la sala.
Cerise estaba paseando por el bosque con su cesta en busca de moras. Iba tranquilamente por el camino cuando escuchó una música muy estruendosa a su derecha. Se acercó silenciosamente decidida a descubrir quién hacía esa música. Se escondió detrás de un arbusto y logró ver quién era. Sparrow Hood. Cerise le observó con atención. No sonaba nada mal. Quiso acercarse un poco más, pero se tropezó con una piedra y cayó al suelo quedando a la vista de Sparrow. En seguida, éste dejo de tocar y se acercó lentamente a Cerise, quién estaba en el suelo y se levantaba sin mostrar su rostro.
-¿Quién eres?-preguntó él
Cerise se levantó y trató de huir sin que viese quien era.
Sparrow corrió tras ella, pero al ver que no podía correr tanto, cogió su móvil y llamó a uno de sus secuaces.
-Activa la trampa 31
Cerise seguía corriendo, mirando atrás de vez en cuando. De repente, una red cayó encima suyo impidiéndole huir. Sparrow corrió hasta la trampa y vio quien era.
-¿Cerise?-dijo él alzando una ceja
-Sí-dijo tratando de sacarse la red de encima
-Vaya, te veo... Distinta
-¿Distinta?-dijo confundida
-Sí, te ves preciosa-dijo coqueto haciendo sonrojar a la chica
-Sácame, por favor…
-Está bien-apretó un botón oculto en un árbol haciendo subir la red y se acercó ofreciéndole su mano a la chica para ayudarla a levantarse.
-Gracias-dijo levantándose e ignorando la mano de Sparrow
-No escondas tu cara, eres muy guapa-dijo Sparrow acercándose a ella y acariciándole la mejilla.
Cerise le miró asustada. Le apartó la mano y se puso bien su caperuza.
-¿Qué te pasa? Eres una chica preciosa, quítate esa capucha-dicho eso, le quitó la capucha con rapidez dejando al descubierto sus orejas de loba.
Cerise le miró muy enfadada volviéndose a tapar y emitiendo un gruñido. Sus ojos se pusieron amarillos.
-¿Pero qué...?-dijo en shock retrocediendo
-¡No vuelvas a tocarme! ¡Olvida esto!
Dicho eso, arrancó a correr en dirección a su casa.
Hunter estaba persiguiendo a Pesky por el bosque, quien le había robado su bolso. Habían pasado años del instituto, pero ese par seguían igual. La ardilla se subió a la parte más alta de un árbol y Hunter le miraba des de abajo.
-¡Me tienes hasta el gorro! ¡Dámelo!-dijo empezando a trepar.
A medio árbol, bajó la mirada y vio a Cerise corriendo muy rápido. Bajó inmediatamente olvidándose de su bolso y corrió detrás de ella.
-¡Cerise!
Ella no lo escuchó. Estaba demasiado preocupada para oírle. Llegó a su casa y se encerró dentro rompiendo a llorar. Hunter llamó a la puerta varias veces y gritó su nombre, pero ella no le abrió. Sabía que algo le pasaba, así que fue a la parte trasera de la casa abriendo la ventana que daba al pasillo de la planta baja. Entró y la buscó por todos lados. Subió las escaleras veloz y abrió la puerta de su habitación asustándola.
-¡Hunter!-dijo ella asombrada de verle
-Cerise, ¿qué te pasa?-dijo muy preocupado entrando
-¿Cómo has entrado?
-Por... La ventana
-¿Eh?-dijo sorprendida
Hunter se rascó la cabeza nervioso
-Bueno... Es que te vi en el bosque corriendo y... Me preocupé
-Hunter-dijo ella enternecida por ver cuánto se preocupaba por ella
-Cerise, dime qué te pasa-dijo sentándose en la cama a su lado
-Sparrow…
-¿Qué te ha hecho ese estúpido?-dijo Hunter cambiando el tono.
-Me lo encontré en el bosque y…
-¿Si?
-Me quitó la capucha-dijo tapándose los ojos y llorando de nuevo.
Hunter se quedó totalmente en shock. Ahora Sparrow sabía el mayor secreto de Cerise. No tardó ni medio segundo en abrazarla.
-Ayúdame-le pidió abrazándole fuerte
-Tranquila, me aseguraré que no diga nada
-No te vayas a poner en problemas-dijo ella separándose y acariciándole el rostro.
-No te preocupes por mi-le dijo Hunter sonriéndole con ternura.
¡Hola! Aquí estoy de vuelta, con algo de retraso...
Pido disculpas, he estado muy ocupada ultimamente.
Espero que os guste este principio, y ya vereis que las cosas en esta historia... Puede que cambien un poquito.
El viernes que viene, el segundo capítulo.
Besos!
